martes, 28 de abril de 2009

Peter Smuthor

Por Raúl Rodríguez Aguilar


El pasado 13 de abril se nombró como ganador del premio Pritzker al arquitecto suizo Peter Sumthor. Este premio es otorgado anualmente desde 1979 a un arquitecto vivo por la fundación Hyat, llevando dicho nombre por la familia Pritzker, propietaria de la cadena de hoteles Hyat (de Chicago) que entrega la suma de 100.000 dólares al galardonado.
Siempre que se habla del premio Pritzker, se añade la coletilla ‘considerado el equivalente al Nobel en arquitectura’, calificativo exagerado que sirve para dotarlo automáticamente de un trasfondo de notoriedad y un valor del que muchas veces carece. Más se lo debería considerar como el ‘oscar’ de la arquitectura, dado que suele ser un premio destinado al ‘star system’ en general y a cualquier arquitecto americano en particular (recordemos que, de los 31 galardones otorgados hasta la fecha, ocho han ido a parar a manos estadounidenses, que son quienes lo financian y, al mismo tiempo, promocionan el producto patrio).
Tampoco queda claro el motivo exacto por el que es otorgado el premio, ya sea por la relevancia del premiado en la escena mundial o bien por el conjunto de toda su obra (o una colección de sus proyectos maestros), ya que muchos de los galardonados alternan proyectos muy destacables junto a auténticas y olvidables meteduras de pata, que les eliminarían directamente de la lista de posibles candidatos a un premio por toda una carrera.
Este año, el jurado del Pritzker se ha decantado por la vertiente más ‘conservadora’ de la arquitectura. Zumthor es una buena elección, que evitará con seguridad las críticas que hubieran existido de haber recaído el premio en alguna otra figura de perfil más mediático. Representa un respaldo a las cualidades más intemporales de la arquitectura y a la idea de que la arquitectura es fundamentalmente una profesión estética más que política. Este galardón sirve para polarizar aún más la dicotomía existente entre ambas tendencias, antagónicas, de la arquitectura actual.

Muchos foros de arquitectura coinciden en la idea de que los últimos premios Pritzker han sido entregados a arquitectos en los que “su fama supera notablemente su experiencia de obra construida”, justo lo contrario que en el caso de Peter Sumthon, cuya obra reflexiva destaca más por sus detalles y su equilibrio en los gestos que por sus innovaciones o grandes ideas, ya que se trata de un arquitecto muy alejado del gigantismo de las propuestas de los ‘galácticos’, basadas en las formas excéntricas e ‘imposibles’ que les permite el software de diseño digital. Sumthon, en contraposición, presenta un respeto por la arquitectura del lugar, los materiales y la propia historia de la arquitectura. Según sus propias palabras:
“Creo que la Arquitectura de hoy debe reflejar las tareas y posibilidades que le son inherentes. La Arquitectura no es un vehículo ni un símbolo para cosas que no pertenecen a su esencia. En una sociedad que celebra lo no esencial, la Arquitectura puede poner resistencia, puede contrarrestar la pérdida de forma y significado, y hablar en su propio lenguaje. Creo que el lenguaje de la Arquitectura no es una cuestión de un estilo específico. Cada edificio es construido para un uso específico en un lugar específico y para una sociedad específica”
Entre sus obras más destacadas se podrían citar las Termas de Valls, el museo de Arte Kolumba (en Colonia), el museo de Arte de Bregenz en Austria (que le valió el premio Mies Van der Rohe en 1999) y la capilla de San Nicolás (Suiza).
Para finalizar con estos apuntes, me gustaría citar un fragmento del artículo del historiador William J.R. Curtis, publicado en El País el 14 de abril de 2007, bajo el título ‘Los desvaríos del premio Pritzker’:
“El Pritzker ha surgido en un periodo en el que no hay un estilo o ideología dominante, en el que los arquitectos siguen ampliando, transformando, invirtiendo, e incluso manierizando la herencia de la arquitectura moderna anterior. Actualmente hay pocos arquitectos de primera categoría en el mundo, y los dos “maestros” indiscutibles ya tienen más de 90 años: el danés Jorn Utzon (Pritzker en 2003) y el brasileño Óscar Niemeyer (que tuvo que conformarse con medio Pritzker en 1988). El pluralismo predominante es positivo para el premio, porque le permite buscar cualidades diversas por todas partes. En ocasiones ha sido presa de modas pasajeras; en otras ha intentado ser serio y ha perdido oportunidades de identificar la verdadera calidad. El sistema actual de estrellas internacionales corre el riesgo de explotar el Pritzker y reducirlo a una “marca” de lujo en el mercado global de producciones cada vez más rápidas y superficiales. Si el Pritzker hubiera existido hace 20 años, es de suponer que se habría concedido a “maestros del movimiento moderno” como Le Corbusier, Alvar Aalto, Mies van der Rohe y Louis Kahn. En comparación con ellos, habrían salido mal parados arquitectos peores que vinieron después. La extravagancia formalista que es el Museo Guggenheim de Bilbao, diseñado por Frank Gehry (Pritzker en 1989), se torna insignificante al lado de la capilla de Ronchamp de Le Corbusier (1953), con su mágica fusión de forma, significado, espacio y luz. Puede que 31 años sean muchos en la historia de un premio, pero es un periodo muy corto en la historia de la arquitectura, por lo que lo mejor es mantener las cosas en perspectiva”.

EL CASO DE JOSEPH J. PYDUCH

Por Antonio Ferreira Martín

Ojeé rápida y rutinariamente la ficha que decoraba la superficie de mi pulcro escritorio: Joseph Jackson Pyduch. Nacionalidad desconocida, edad desconocida, varón, raza mestiza… Las observaciones del anterior centro psiquiátrico apuntaban un trastorno de la personalidad que le hacía creerse la encarnación del arte contemporáneo, además de una violencia impulsiva ocasional. “No es para tanto”-pensé; los enfermeros le sentaron y comencé con mi ritual de “bienvenida”.
-Encantado, Joseph, a lo largo de la jornada charlaremos un rato y realizará usted unos sencillos ejercicios, ¿Conforme? Bien, ¿Cómo se encuentra hoy?
- Va…vaya, bueno, los puntos ya se van, se están yendo de mi cabeza, señor. Me duelen los ojos aún, los malditos lo traducen todo a co…colores puros y las líneas del entorno se me exageran y la perspectiva baila a su antojo. Todo es un lienzo áspero, señor, y los párpados me inyectan blanco puro de vez en cuando. Todo se me reduce a lo esencial, a lo primitivo, pero… Estoy muy contento de que me haya invitado usted al Salon d’Automne, en 1906, gracias, mu-muchas gracias. Pero he perdido mis principios en la naturaleza lírica, ¡hay cargas de dinamita coloreada por todas partes! Tenga cuidado…
-Mmhh…-decidí no anotar nada aún y seguir hurgando en su psique trastocado- Joseph, recuerde que esto no es ningún salón, está usted en un centro mental, en 2005, ¿ok?, cuénteme, ¿por qué solicitó el traslado?
-Si, si, eh… ¡me asfixiaban los límites, señor! Rechazaba a todos esos maricones bien vestidos. Porque… la abstracción es emotiva, la expresión es emotiva. He de reconocer, no muy satisfecho, que tuve que asesinar a algunos cerdos impresionistas… estaba nervioso e inquieto, mi personalidad iba a explotar y… Me dijeron que aquí podría conocer al Bosco, a Goya, a Blake, a Delacroix… ¿es así, se…señor? Vaya, ¡la esencia profunda de la humanidad salta entre mis dedos! y quiero construir el puente para el jinete azul, que es amigo mío, porque, cuanto más terrible es el mundo, más abstracto soy yo, y… señor El ojo que piensa podrá al fin conversar con El punto y la línea en referencia al plano.
-Bien, me deja usted asombrado… le haré una pregunta para romper el hielo, ¿Qué opina de mi?- De repente se levantó y empezó a mirarme desde cerca, muy cerca, desde atrás, subido en la silla…- ¿Qué hace, Joseph?
-Debo ponerme al unísono con la naturaleza, no copiarla. Bien, eh… la delgada línea entre la figuración y la abstracción se ha difuminado, pero he de decirle que ¡es usted como la nueva visión pictórica del mundo!... Su esqueleto molecular y sus líneas rectas me agradan…pero debe usted fundirse mejor con las paredes, señor. El collage de sus gafas es como una explosión de realidad… pero tiene que acercarse más al lienzo… Lo siento, a veces descuartizo a la realidad, señor, pero otras veces lo descuartizado se me vuelve real. La perspectiva me dio calabazas… pero ya estoy mejor…
-Ahá…-psicópata en potencia, anoté- Si… ¿se siente cómodo en esta habitación, Joseph?
-¡Claro! nos completa a usted y a mi… Es clara y objetiva, como una guerrilla cultural, ja, ja, me gusta su tranquila exactitud, está rebosando números, se respira proporción. Es el orden dentro del desorden, el color ya no importa. Es necesaria, aunque efímera, siento decirle que nos terminará aplastando.
-Esperemos que aguante la sesión de hoy…carraspea usted mucho, ¿quiere un vaso de agua?
-¡NO!, ¡no, por favor! Es demasiado pura para mí, ¡y abstracta! , Orfeo me mataría. Señor, parece abstracta, pero su estructura interna es un cuchillo, una radial, un círculo frenético. Su vapor flotaría libremente en el espacio y nos ahogaría, inundará el universo, reduciría al hombre a mera línea y color, no habrá mundo exterior, sólo interior, ¡debemos improvisar!
-De acuerdo, lo siento, no traeré agua, tóme esto y escúchelo, le relajará- se puso como loco y le di un reloj de bolsillo con un tic tac pendular para que se relajase, en su lugar lo estalló contra el suelo y observó medio hipnotizado sus engranajes.
-Dios mío, que engranajes intestinales más magníficos, que destrucción más bella. He demolido el pasado y celebro los deleites de la velocidad y la energía mecánica. Esto sodomiza a la mismísima Vicky de Samotracia. Vaya, como brilla, como ruge, ¿se ha fijado, señor? Moriría y mataría por tener un motor de 16v en lugar de ventrículo izquierdo, para atropellar a esas enfermeras lascivas. Si las ve, dígalas que me encanta desayunar bombillas encendidas. Si no, Abriré mi cuerpo en canal y lo llenaré de engranajes, y así podré ir por fin a la ciudad de las gargantas metálicas, con su ruido y su movimiento.
-Muy bien, pronto podrá ir, pero tranquilícese o le trasladarán a su habitación…
-Señor, me relajaré, no me gustan las habitaciones que tienen, son muy picudas, y me dicen cosas ¡BLAST! ¡BLAST!/ Nombre de la revista vorticista más importante/ Tienen una energía brutal y dinámica, se alimentan de mí…La esquina, el vórtice, lo devoran todo, es la diagonal de la vida, la diagonal de la muerte, ése agujero negro en el plano… todavía no…todavía no…
-Correcto, todavía no…pensemos en algo divertido, ¿sabe usted algún chiste? ¡Cuéntemelo!
-¡Bien!, escuche con atención: HAUT, DA… DA… DA BOOM, L.H.O.O.Q. PLESIOSAURIUS, SI…SI DA…DA ANTI…ARTE…nxndefgvjflvhkr,…JA, JA, JA, JA,…- Así continuó varios minutos, vomitando sonidos sin sentido y partiéndose de risa…
-Muy gracioso….pare ya… ¡Pare! Está bien, ahora le daré un papel, debe usted dejar la mente en blanco y dibujar lo que le dicte su espíritu… ¿vale?- ipso facto propinó un cabezazo a la mesa y entró en trance, dibujaba y susurraba frases a la vez…
-El auténtico funcionamiento del pensamiento. La mente no ejerce control. Sin preocupación. Poesía, poesía. Cadáver exquisito, mmhhh… paisaje interior. Más allá de la realidad…-Me dio el dibujo medio en trance y garabateó la mesa. Le frené. Dibujó una manzana con sombrero.
-Ahora dígame que ve aquí, si es que lo puede explicar-le enseñé un folio en blanco.
-¡Grandioso! ¡Supremo! La forma supremamente elemental, rechaza a toda apariencia… ¡qué versátil! ¡Sutil! La materia no existe, el cielo no existe, es la libertad. El hombre se difumina hacia el infinito.
-Wau, ¡que imaginación tiene, Joseph! No bajemos el ritmo… ahora le daré 10 segmentillos de madera y tendrá que intentar hacer usted una línea lo más recta que pueda- esto lo hice para comprobar el estado de sus capacidades psicomotrices. Dispuso ágilmente 5 de los segmentos en horizontal, y los otros 5 en vertical, formando una especie de cruz, le dije que se explicase.
-Se… señor, ¿no lo ve? Acabo de plasmar el mundo: la horizontalidad de la tierra en relación al sol, y la verticalidad de los rayos con los que este nos obsequia. La matemática pura en la túnica de Platón. Señor… el objetivo del hombre es el estilo, y la abolición de todos los estilos. Estos colores, el amarillo de la radiación, el azul del cielo, el rojo de su cópula…todos flotan como una nube en la mesa, señor…-los segmentos eran blancos, pero no hizo caso y movió hasta la diagonal la parte superior de la cruz-Ahora, mucho mejor, no nos gusta la simetría, ahora podrá atravesar las paredes y el enemigo del caballete me recompensará.
- Aquí no nos gusta atravesar nada, Joseph. Bueno, antes de pasar a la sala anexa, tome, aquí tiene la ropa que usará durante su estancia… ¿le gusta? Póngasela, por favor.
-¡Vaaayaaa!, sus amigas las máquinas deben estar satisfechas… ¡qué creación tan geométrica y sencilla! Este uniforme eleva las necesidades físicas e intelectuales de la sociedad, ¡de nuestros camaradas! Así todos seremos iguales y podremos conjuntar con los muebles y las paredes, y saldré vistoso en nuestras revistas y carteles, ¡y películas! – Empezó a rozarse las mejillas con el traje- ¡áreas de colores puros! La utilidad y el material bailan muy agarrados. Con esta armadura podré construir por fin la torre de Tatlin y daremos la bienvenida al futuro, y mataremos a esos ismos inútiles… gracias, gracias, se…señor.
Se puso el “uniforme” muy contento y pasamos a una sala contigua más espaciosa, donde unos compañeros psiquiatras aguardaban impacientes su buffet libre de análisis de conducta. Juntos decidiríamos el diagnóstico del sujeto, política de empresa. Joseph J. Pyduch entró cabizbajo y agrietado a la sala. Le pregunté qué le ocurría.
-Aquí hay demasiada gente, señor, coexisten personalidades muy distintas, es peligroso. Nueva York es casi tan grande como esta habitación… es inútil, señor, se… señores, ustedes no pueden entenderme, son incapaces de traducirme. Yo fundo lo plástico y lo literario, la conciencia y la inconsciencia, lo ordenado y lo desordenado. No les gustará mi marcada planitud… en el vacio está la esencia, está la nada. No me interesa describir lo inefable, sólo voy a explorarme a mí mismo. Pero sepan ustedes que terminarán alabándome cuando mis procedimientos y actividades nos liberen de las imágenes, porque los problemas fundamentales sobrepasan palabras e imágenes. El fondo nos invade y el suelo se dilata, ¿no lo ven?, no… claro que no… nunca se fijan en el suelo- desde que entró, no paró de fijarse en las baldosas trazando movimientos amplios con su cadera. El mediterráneo se hunde y deja surgir nuevos colores. ¡Hay que actuar en el caos! ¡Llegar hasta el borde y no caerse! ¡En soledad!... en soledad, con uno mismo, porque la muerte nos llegará igual.
-Basta ya…. Señor Pyduch, tranquilo, ya queda menos… sabemos que está usted cansado, terminaremos lo antes posible. Realizará ahora una serie de fáciles ejercicios, con los que podremos comprobar su coordinación física, ¿de acuerdo?- Los absurdos movimientos eran tales como tocarse la punta de los pies, la nariz, abrir la boca, etc. Los realizaba de forma muy correcta; a la vez, como era de esperar, nos deleitaba con su incontinencia verbal.-
-¡Movimiento… no hay que representarlo, hay que serlo! Me siento ágil y ligero, el movimiento destruye lo material de los cuerpos, y lo ensalza. El tiempo galopa coordinado y la masa se divorcia del volumen, importa sólo la energía. ¡Soy la luz! ¡La luz! Yo defino mi figura. Soy como el libre balanceo del viento… pero ustedes también se mueven, y si lo hacen, yo lo haré también, irremediablemente. La densa e irreparable tuerca de la naturaleza… ya ven, no hay nada cierto, todo son posibilidades, se crea la ilusión mediante el movimiento ¡Viva el azar del cosmos!- De repente, se quedó congelado y empezó a delirar…- No… no… ¡no!, otra vez… mis ojos enloquecen… ¡No son fiables, todo es abstracto, exacto, formas que cambian sin moverse. Todo se mueve. Todo son ilusiones de los sentidos. La… la percepción se altera mul-ti-di-men-sio-nal-men-te… no distingo lo físico de lo psíquico. Los colores me mienten. ¡No hay nada que entender! Se crea el movimiento mediante la ilusión…
Se desmayó y durmió unas horas, pero le despertamos porque debíamos concluir el análisis lo antes posible, política de empresa…
-Joseph, elija entre los objetos de encima de la mesa el que más le guste, y explíquenos porque.- Las opciones eran: un cuchillo, de plástico, claro; una cerilla; un biberón y un zapato rojo de tacón. En su lugar eligió una lata de coca-cola vacía de uno de mis colegas, que no entraba en el ejercicio, pero le dejamos que se explicara.
-Si reúno muchas de estas latas podre hacerme rico…Son perfectas. Relatan el entorno y la mentalidad del consumidor por excelencia… nosotros. Está hecha en serie, ¡pero es única! Es el resultado de la megalópolis, de la revolución tecnológica, del aislamiento de la naturaleza. Es hija de la moda, del capitalismo y de la máquina. ¡Es efímera, popular, barata, producida en serie, ingeniosa, sexi, artificiosa y un buen negocio! Representa la banalidad del hombre mejor que ningún otro argumento… ¡Un momento! ¡Esperen! Tengo una idea, tengo i-de-as…-Empezó a golpearse con la lata en la cabeza, mientras decía: ¡Estoy destruyendo a la sociedad, fíjense en el concepto. Lenguaje. Lenguaje radical. Detrás del retrete todo es distinto! ¡Cualquier cosa! ¡Ninguna cosa! ¡Esto no es una lata si lo digo yo! ¡Fluxus! ¡Fluxus! ¡Azar! ¡No hay límites! ¡Del uno al infinito!
- Por favor, traed pañuelos…- le limpiamos la sangre de la cara. No había mucha así que no llamamos a seguridad ni a los enfermeros. Queríamos terminar cuanto antes. Eran las 23.00. Guardé el cuchillo por precaución- Joseph, sin rodeos, ¿qué opina de sí mismo?
-No…- estaba hierático, llorando sin lágrimas, tapándose con el pañuelo la mitad del rostro- No le sirvo al estado… ni a la religión. Soy aburrido, reducido hasta el extremo. Soy un autómata, un embalaje industrial. Nada. Soy repetitivo. Sin significado. Sin estética. Todos somos módulos idénticos, repetidos, formando una cadena hasta el fin.
-Lo ha hecho usted muy bien, Joseph- todos anotamos cabizbajos… Fue un discurso triste- hemos terminado por hoy, puede usted retirarse…- de repente, antes de que llamara a seguridad, se levantó muy excitado. Todos los” batas blancas” le miramos asustados.-
-No lo entiende… no lo entienden. ¡Les odio a todos! ¡Déjenme en paz! Sólo busco mi identidad. Odio mi minoría. Odio depender de ustedes, de sus infames mentes. ¡Soy un condón infectado de sida! ¡No encuentro la esencia, no tengo remedio! Soy como una mujer negra feminista en la edad del bronce. ¡No sirvo! ¡Solo quiero que no me tiemble la mano cuando coja el cuchillo que corte el firmamento! Soy… la metáfora… yo soy…- el diluvio de sus ojos se espesó y nubló su razón: cogió el zapato rojo, apoyó su cabeza en la mesa y, empezó a machacarse la sien con el inofensivo tacón.
J.J. Pyduch quedó en coma antes de que pudiéramos frenarle. Lleva así casi cuatro años, esperando a despertar, esperando a escuchar el diagnóstico que nunca pronuncié. La última frase que bordeo débilmente sus labios fue algo como: “Yo… soy…”.

Richard Serra y la difusión de la cultura española

La ministra de Cultura acaba de entregar la Orden de las Artes y la Letras de España a Richard Serra... Este honor, que hace pensar en la afición de los políticos españoles a la "nobleza de hábito" y a "hacerse fotos" junto a personalidades de "la cultura", fue creado a mediados del año pasado por iniciativa del Ministro de Cultura anterior, César Antonio Molina, "con el fin de reconocer la labor de aquellas personas físicas o jurídicas que se hayan distinguido en la promoción, puesta en valor y difusión de la cultura española y de la imagen de España dentro y fuera de nuestras fronteras" (art. 1 del Real Decreto 1320/2009 de 24 de julio). El primer nombramiento recayó sobre la mente preclara del egiptólogo Zahi Hawass, secretario general del Consejo Nacional de Antigüedades de Egipto y uno de los responsables de la exposición Faraón, que se paseó por varias ciudades, para definir un importante jalón en la explotación económica de los recursos culturales . ¿Sus méritos? "Consentir" que excaven en Egipto grupos de arqueólogos españoles... ¿para que sus resultados puedan ser explotados turísticamente en el futuro inmediato?
¿Los méritos documentados de Richard Serra? Ser hijo de español, haber sido seleccionado por la Fundación Guggenheim para "protagonizar" la inauguración de la sede bilbaína y haber resuelto el entuerto de una de los más vergonzosos incidentes de la museística española: la "evaporación" de una de sus obras (Igual-Paralelo: Guernica-Bengasi) de 38 toneladas... Richard Serra ha repetido la obra, al parecer, "altruistamente". Honores por cosmética... ¡Qué bien se entienden el arte y el poder!

Debo ser muy torpe, pero a mi juicio, ni Zahi Hawass ni Richard Serra se han distinguido especialmente en la promoción, puesta en valor y difusión de la cultura española y de la imagen de España dentro y fuera de nuestras fronteras... Sería más propio que buscaran a cualquier funcionario de las oficinas turísticas españoles, si quiera para evitar paradojas surrealistas como las acaecidas en la concesión de las Medallas al Mérito en las Bellas Artes.

domingo, 26 de abril de 2009

Sleeping Beauty

Aunque está a punto de finalizar, tengo una deuda con la exposición que ha acercado a Madrid los fondos del Museo de Arte de Ponce (Puerto Rico). Sólo son diez pinturas y siete dibujos, pero merecen la aventura de enfrentarse con las colas, los guardias de seguridad y otras dificultades impuestas por los gestores "liberales" (a la par que progresistas) del Prado, que ya anuncian el encarecimiento de la entrada (8 € en taquillas y 7 si se adquiere por Internet). En Madrid es difícil ver pinturas de época victoriana y algunas de las recogidas son de calidad excepcional (según mi criterio). Es destacable "Sol ardiente de junio", de Lord Leighton, alarde de sensualidad, que los juicios de la beatería estética valoran como paradigma de "el arte por el arte" y a mí me parece precedente del erotismo suave del siglo XX. Si roban esa pintura, la policía debería empezar a buscar por mi casa... porque los tonos anaranjados armonizan con el color de la madera... y yo también formo parte del muy selecto club de los amantes del arte por el arte.

Julio González en el Reina Sofía


Según un amigo malintencionado, "cuando los gestores de algún museo español no tienen dinero o ideas para hacer nada, hablan con "los catalanes" y, de inmediato, se inventan una exposición de Julio González". Debe ser cierto, porque ya he perdido la cuenta de las veces que nos han enseñada la obra de este escultor catalán, adelantado de la moderna esculta en hierro. A fuerza de tanta familiaridad, en mi corazón ya ha cuajado un cariño infinito por "la Montse", especie de Anita Ekberg para motivación revolucionaria "a la española", que no se pudo bañar en la fuente de Trevi ni en la de Canaletas, por las circunstancias trágicas de su existencia. Pero para no engañar a nadie, debo manifestar que en ese sentido me siento más italiano que catalán y prefiero a Anita Ekberg, incluso, aunque la vistan con ropas talares...

Juan Muñoz

Con el patrocinio del Banco Santander, en el "fotofóbico" museo Reina Sofía, han inaugurado la ya "célebre" exposición antológica de Juan Muñoz (Tate Modern), artista que refuerza aquella metáfora que iguala a los artistas con los cerdos: mientras viven, se les alimenta con desperdicios; cuando mueren se aprovechan hasta los pelos. Dicen que en ésta han añadido algunas obras que no se pudieron ver en Londres...
No tuvo mucha suerte el compañero de Cristina Iglesias, porque murió cuando le llegó el reconocimiento internacional, un poco antes de que nuestros "expertos" comprendieran el alcance de una obra articulada mediante formas e ideas, que nos pone ante nosotros mismos, ante nuestras limitaciones y miserias, ante nuestras virtudes fingidas y ficticias, ante la tramoya que edulcora nuestra sociedad del bienestar.
Enanos, tentetiesos, clónicos "achinados" de sonrisas estereotipadas han ocupado las salas del antiguo hospital, como espectros de quienes lo habitaron hace muchos o pocos años, y ante la visita inquieta de los vigilantes de seguridad obsesionados con impedir la realización de fotografías (se podrían llevar el alma de las obras), los visitantes hacen cola para unirse a ellos en relaciones de comunicación imposible. ¡Qué oportunos son los espejos!

jueves, 23 de abril de 2009

Fazal Sheikh en Mapfre-Azca

La Fundación Mapfre, en su sala del complejo Azca nos ofrece una exposición fotográfica que no deja indiferente a nadie, porque las imágenes, repertorio de miserias más o menos ennoblecidas, son de una elocuencia clamorosa. El comisario de la exposición y asesor de la Fundación Mapfre "sitúa el trabajo de Sheikh en la mejor tradición de la fotografía documental, la que va de Lewis Hine a Eugene Atget, de Walker Evans a August Sander; una obra que define como dotada de un vigor y un ansia de verdad que está ausente en otros fotógrafos contemporáneos que apuestan por un enfoque más distanciado de la realidad".
Según mi juicio, que puede estar muy equivocado, los elogios no sintonizan con mis "percepciones". Casi como si fuera una costumbre arraigada en los centros de la Fundación Mapfre, volví a sentirme decepcionado, porque es muy fácil encontrar magníficas fotografías de los asuntos mencionados en la exposición (en Magnum, sin ir más lejos) y las fotografías de Fazal Sheikh me parecieron impropias de un fotógrafo de calidad contrastada... o de unos criterios de selección poco afortunados. En la muestra podemos ver un repertorio muy variado de composiciones ingenuas y, sobre todo, un catálogo completísimo de cómo resolver sin habilidad los problemas más simples de profundidad focal.... No quiero decir que todas las fotos son malas, pero sí que si algunas enmascaran sus limitaciones técnicas bajo unas cualidades formales de especial capacidad empática...
Puedo estar muy equivocado, pero durante los últimos años algunos centros de reputado prestigio han organizan exposiciones fotográficas que justificaban la torpeza como testimonio de "inmediatez", "frescura" y "expontaneidad"... Según mi criterio, la fotografía por su propia naturaleza, es paradigma de inmediatez, frescura y expontaneidad, y valorar los defectos o las carencias como cualidades positivas es como redefinir el síndrome de Diógenes mediante "razones ecológicas", como "el estado de ánimo propio de quienes pretenden reciclar la basura con medios domésticos precarios".

lunes, 20 de abril de 2009

El síndrome de Transnistria

De paseo por esos mundos de Dios o del Maligno materialista que lo invade todo, un amigo efímero me habló (en ese inglés que hace sonreír a Vera) de un extraño territorio, donde como en el Museo del Prado, está prohibido hacer fotografías: Transistria. Es un medio-país, implantado sobre una estrecha franja cerca del mar Negro, declarado independiente de Moldavia, que no ha sido reconocido por ningún país "importante". Al parecer, el sisema político es rezago del modelo soviético aunque, según parece (las noticias procedentes de Transistria son muy escasas), está evolucionando hacia fórmulas democráticas más o menos homologables. Aunque no me consta la existencia de museos, prohiben realizar fotografías... por "razones de seguridad". Los viajes a Transnistria son toda una experiencia, reflejada por la literatura contemporánea en un pasaje del ‘best-seller’ El Método, de Neil Strauss. La odisea incluye múltiples sobornos a la policía, camuflados en la necesidad de obtener todo tipo de ‘visados’ o ‘licencias’ ficticias, o en el pago de multas inexistentes. Se aconseja viajar con billetes pequeños de dólares por este motivo.
No me consta que el director del Museo del Prado, las monjas de San Andrés del Arroyo, los religiosos de San Isidoro de León, y tantos otros prelados de los asuntos místicos y estéticos, adornados de "fotografobia" hayan pasado por allí, pero no me extrañaría...
He recogido la imagen adjunta para que el curioso lector se haga una idea de por dónde andan los "transistrianos" y para que nuestras autoridades culturales y los prebostes celosos de la exclusividad iconográfica sepan con quienes forman grupo.

jueves, 16 de abril de 2009

Turquía

Tenía pendiente visitar Bizancio (Constantinopla)... hoy, Estambul. He tardado más de veine años...
El viaje ha sido especialmente fructífero. Han reverdecido las propuestas que realicé sobre el llamado "arte mozárabe", que ocultaba un influjo directo de Bizancio en el noroeste de la península Ibérica, incompatible con la historia oficial de la "Iglesia Hispánica"... A mi juicio, la situación es particularmente diáfana: aunque a los monaguillos de Gómez Moreno les salga sarpullido, la diócesis de Astorga o una zona próxima a sus límites territoriales, "sufrió" un "influjo" bizantino directo, perfectamente documentado por unos cuantos capiteles con paralelos prácticamente idénticos en Estambul. Si no lo digo, reviento.

Desde las obsesiones que manifiesto en este espacio de comunicación, deseo destacar varios detalles:
1. Que las autoridades turcas no padecen "fotografobia": se pueden hacer fotografías en todas partes y sólo en algunos lugares nos obligaron a pagar por usar las cámaras, como hacen en los grandes museos rusos. En los museos de proyección educativa sólo prohíben el uso del flash y no cobran por entrar con la cámara. En las mezquitas no cobran la entrada y ni siquiera prohíben el flash. Tomen nota los responsables de la Conferencia Episcopal Española...
2. Las autoridades tienen muy claras las posibilidades turísticas y se afanan en acrecentar el flujo de visitantes recurriendo a fórmulas de probada eficacia. En Éfeso ofrecen "la casa de la Virgen María", acaso con la pretensión de crear un centro de peregrinación comparable a Santiago de Compostela. También presumen de la tumba de san Juan Evangelista y del sarcófago de Alejandro Magno... Me atrevo a vaticinar que en el futuro nos sorprenderán con ideas aún más exóticas., siempre respaldadas en restos artísticos de mayor o menor entidad.
3. Los museos ofrecen una imagen tan patética como los españoles... También allí prestan especial atención a los emblemáticos, con instalaciones museísticas de ingenuas y pretenciosas cualidades escenográficas; los demás subsisten. Sin embargo, pervive la función "pedagógica": en el Museo Arqueológico de Estambul permiten que los estudiantes de Bellas Artes se sientan en el suelo y copien o tomen notas de las esculturas helenísticas.
4. El "problema Santa Sofía". Primero fue iglesia ricamente ornamentada; más tarde, mezquita... Los musulmanes suprimieron de mala manera la decoración antigua, unas veces picando mosaicos y pinturas y otras, recubriendo las imágenes con enfoscados y enlucidos, que luego cubrieron con ornatos sumarios y de muy escasa calidad. Una vez convertida en Museo, las autoridades actuales han optado por la solución más simple: dejar el edificio como estaba cuando era utilizada como mezquita, con unas cuantas "catas" que muestran el ornato de la época cristiana. Espero que en el futuro se imponga el sentido común y se recupere el carácter original en su integridad... El "interés turístico" lo justificaría plenamente...
5. Pudimos ver Santa Irene... Aunque sus paredes están repicadas y las autoridades turcas la tienen medio abandonada, ofrece un espectáculo arquitectónico fastuoso.
6. La cultura turca actual parece ajena a las corrientes estéticas occidentales. Las ciudades turcas son paraísos para los admiradores de Iman Maliki.
7. Los restos greco-latinos que aún existen "in situ", a pesar de la rapiña de ingleses y alemanes, son espectaculares...
Pasamos un rato en Troya, recordando lo peligroso que puede ser juzgar la belleza de una mujer... Sentí la presencia de Afrodita y Éride... Pernoctamos frente a Lesbos, cuyo relieve surgía de las brumas con tonos rojos y amarillos. Caminamos por las calles de "La Ciudad Sagrada" (Hierápolis), construida en travertino sobre nubes de algodón... Completo y maravilloso universo de referencias míticas y literarias, incompatiples con la concisión de este medio... Pero, por desgracia, para completar el periplo jónico, debemos acudir a Berlín, Viena y Londres...