miércoles, 28 de abril de 2010

Tiempos de cambio en la Facultad de Bellas Artes de Madrid

Desde hace unos días, la Facultad de Bellas Artes de Madrid se ha transformado en fotocopia de la corte vaticana en tiempos de "fumatas". El pasado 20 se celebraron elecciones para Junta de Facultad con una participación excepcionalmente elevada del profesorado. Al menos en una de las mesas, los votantes superaron el 90 % del censo... Seguramente vemos apuntar en el horizonte matices apocalípticos y pretendemos eludir la suerte de Vicent Vega.

Del resultado de las votaciones pueden deducirse varias circunstancias que condicionarán decisivamente el gobierno de la facultad durante los próximos años; de todas ellas me gustaría enfatizar las siguientes:
1. El electorado ha dado la espalda a algunos profesores próximos a la jubilación, que conformaron la médula espinal del centro durante los últimos años. Es obvio que también aquí los jóvenes vienen empujando aunque no esté clara la dirección del esfuerzo.
2. Se advirtieron tres o, tal vez, cuatro líneas perfectamente definidas con pretensiones de controlar el decanato o tal vez de cerrar el paso a alguna otra propuesta menos consensuada. Parecen reflejo del juego de influencias determinados por los diferentes departamentos...  Ahora sólo resta repartir los papeles del drama: aunque estén lejos los idus de marzo, unos deben morir para que otros triunfen. Y, por supuesto, Marco Antonio recitará la elegía.
3. La composición de la Junta de Facultad presenta un panorama que, a mi juicio y como de costumbre, forzará alianzas entre diferentes grupos (por supuesto, de profesores). Mientras algunos hablan de bloquear a tal o cual candidato, otros se expresan de modo más constructivo: un personaje de gran proyección no se cansaba de predicar el otro día la conveniencia de un pacto que supusiera la participación de todos los departamentos en los órganos de gobierno... Cada cual con "su trocito" de tarta y todos contentos. ¿Cuántas veces habré oído la misma cantinela? Esencia democrática.
4. Como de costumbre, en esa tesitura, jugarán un papel decisivo —aunque sea de modo efímero— algunos estamentos habitualmente marginados: los alumnos, los profesores con contratos "especiales" y los miembros del PAS. Y conociendo las entretelas de la cocina, es muy probable que sean ellos quienes definan el fielato.

Este año quienes se presenten a ocupar el cargo "desinteresadamente, porque se lo han pedido muchos compañeros", deberán redactar un programa... o prometer verbalmente el oro y el moro, aunque sabiendo cómo se las gasta doña Esperanza Fuencisla, no haya ni oro ni, muchísimo menos, moros. ¡Faltaría más!
El hall de la facultad, dominado por la Victoria, en este caso, HUELE A... REVOLUCIÓN, como diría el Coronel Kilgore; esperemos que no sea cangrejera.
Se me abren la carnes imaginando que, ahora, con el plan Bolonia en marcha, la facultad de Bellas Artes, en apariencia, condenada a ser "fábrica de artesanos mileuristas", diera un golpe de timón de orientación progresista... ¡E la nave va!

Lo dicho, para mearse de risa.

lunes, 26 de abril de 2010

El maratón de Madrid, 2010.

Reconozco que las becas son deseables, atractivas… En mi caso, rejuvenecedoras, casi como la puerta que se abre al pasado pero con proyección de futuro; algo así como lo de “regreso al futuro”, por supuesto en versión liberal, si estamos en España (¡coño!). Así, pues, con la ilusión de conseguir una beca para hacer un curso de fotografía que cambiará mi vida, me lancé a la vorágine del Maratón de Madrid, como quien se suma a un cortejo báquico, con el corazón ilusionado y el objetivo enhiesto…
Como si estuvieran ante el Guernica, los mirones levantan sus cámaras fotográficas para congelar el paso de un semidiós, un amigo, un pariente o un atleta exhausto, al borde del paro cardíaco. El espectáculo, determinado entre la grandeza humana de la superación y la miseria de su contingencia, es fascinante y, por supuesto, de gran interés social.
Imposible hacer una fotografía que recoja el esfuerzo o el drama de los atletas anónimos sin incluir los aderezos publicitarios, de colores vivos… Y me pregunto si estos eventos son deportivos o comerciales o deportivos y comerciales al mismo tiempo. ¡Estúpida duda! En una sociedad estamental como la nuestra, mientras unos hacen deporte, otros especulan con los "factores contextuales" (publicidad, proyección política, etc.) o ejercen los privilegios que les corresponden en calidad de la proximidad a un parásito enquistado a la sombra del poder.
Lo mismo sucede con el mundo del arte, pero con una diferencia importante: para que un evento estético tenga relevancia social no es necesario llegar a los 15.000 participantes... Élites versus popularidad... Aunque en ambos territorios sean imprescindibles los dioses, que determinan "paradigmas" en torno a los cuales todos nos agrupamos para definir nuestra identidad mítica.
Y me fijé en los dioses, sobre los que gravita una parte importante del tinglado, infinitamente más asequibles que los de otras actividades "culturales". No me imagino a Beckham, a Fernando Alonso, a Nadal o a Barceló paseando por la calle sin cortejo trompetero y turiferario. Estos dioses, todo nervio y piel tersa, que levantarían recelos de cualquier policía estúpido, son humanos… y, desde luego, accesibles.

Si me dan la beca de la academia esa, patrocinada por el círculo de poder de Albertosis I, el Grande, prometo solemnemente ser aplicado y centrarme en los objetivos específicos del concurso... al año que viene.

lunes, 19 de abril de 2010

"Socialidad identitaria" del Reina Sofía.


¿Se trata de un reality show? ¿Es una performance? ¿Quizás una cámara oculta…? Sea lo que fuere, es un curioso y singular espectáculo ver a los conserjes y empleados de seguridad en el Reina Sofía moverse con frenesí para evitar que los visitantes realicen fotografías o desborden la línea “de seguridad” sugerida mediante trazos delante del Guernica…
―Es peligroso acercarse al Guernica.
―¿Peligroso para quién…?
―¡No se pueden tomar fotos!
Cuando alguien les pregunta por las razones de la prohibición, los vigilantes señalan el icono correspondiente, que está en las zonas de paso:
―No se pueden hacer fotos porque está prohibido.
Argumento contundente… La cortesía y el protocolo, como cualquier convencionalismo, se justifican en su propia materialidad y definen la imagen social que conviene ofrecer. 
Desde hace tiempo y durante los domingos, la sala del Guernica ofrece un panorama singular: flanqueado por dos vigilantes (por lo general, del género femenino) atentos a la actitud de los visitantes, el Guernica parece "camello" (ni caballo ni toro) apresado por la benemérita y expuesto en la picota para escarnio y escarmiento general... ¿No existe una fórmula menos chusca y patética para proteger la integridad de la obra emblemática del Reina Sofía?

Pero el domingo fue pródigo en anécdotas… Me atropelló un grupo de japoneses… Seguramente les han sugerido no detenerse ante nada ni ante nadie para evitar inconvenientes. Alguien debería poner un cartel que limite la velocidad de desplazamiento dentro del museo. Podrían poner radares…
También me llamaron la atención por tocar una vitrina accidentalmente.
―Se mira pero no se toca ―me recordó la “vigilanta”, como si el "padre prefecto" me hubiera sorprendido en actitud indecorosa.

Y el primer incidente "identitario" (flashback): Al cruzar el pasillo que conduce a los ascensores de la zona norte, me crucé con un "segurata" que, perplejo ante mi gesto de quitarme la gorra de pana, que suelo emplear para caldearme la calva, me abordó con los ojos como platos:
―¡Hacía años que no veía a nadie quitarse el gorro! Se han perdido los buenos modales.
―Pues dígaselo al director―respondí entre carcajadas mal contenidas.

Estará encantado de ejercer sus funciones ordenando la colocación de un cartel como el de la imagen adjunta, que prohíba acudir al museo con vestimenta veraniega, comer helados de cucurucho, beber anís, usar gorros (así como boinas, sombreros y demás tocados), comunicarse mediante el teléfono móvil, realizar fotografías (muerto el perro, se acabó la rabia), montar en patinete y llevar animales.

En la página oficial dicen que es misión del Museo:

"El museo no se concibe como la institución que exhibe un saber universal, identitario (sic) y excluyente, sino como un lugar capaz de generar nuevos espacios intersticiales de socialidad (sic) y discusión en la esfera pública. En este sentido, debemos comprender qué modelos de resistencia proporciona en una sociedad en la que el consumo y la mercancía abarcan espacios de privacidad y en la que la producción se ha fragmentado y desmaterializado ocasionando no sólo un mapa geopolítico inédito, sino nuevas clases sociales, relaciones y subjetividades. En este contexto, el entramado de la(s) narración(es) alternativa(s) a la historia moderna, el pensamiento de nuevas formas de intermediación y la consideración del espectador no como un sujeto pasivo ni consumidor, sino como agente, un sujeto político son las tres líneas de fuerza propuestas por el Museo".

Para morirse de risa.

jueves, 15 de abril de 2010

Sinde & Punset

Marco me ha pasado esta referencia... Por primera vez reconozco eficacia retórica a la dialéctica de Punset.



¿Creación de empleo? ¿Se debe defender el empleo de los especuladores culturales?
¿Protección de la creación? Será de los amiguetes debidamente "acreditados", porque ahora mismo los jóvenes con talento tienen que emigrar para no caer en el fondo mileurista.

martes, 13 de abril de 2010

Otro síntoma de la gestión cultural cutre en Madrid

El próximo día 25 de abril se celebra en Madrid el XXXIII Maratón de Madrid, bajo el paraguas institucional de la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento, manejados por varias firmas comerciales (bancos, fabricantes de productos deportivos, bebidas alcohólicas, empresas de seguridad, etc.) que, como en otros años, emplearán el evento como marco de proyección publicitaria... En ese contexto, "Escudero Ramos Gestión Cultural, Maratón de Madrid, DSLR Magazine, Laister, Centro de Estudios del Vídeo (CEV) y 7 Producciones convocan el concurso de fotografía Maratón de Madrid como homenaje a la prueba reina del atletismo, el Maratón, que en el año 2010 hace su XXXIII edición". Según las bases, se pueden presentar " todos los fotógrafos, mayores de edad, profesionales o aficionados que lo deseen, residentes en el estado español" .


La temática:

"•El tema es el “Maratón de Madrid 2010” que se celebrará el 25 de abril de 2010.
•No se podrán enviar fotografías realizadas en otras carreras ni en otros años.
•Las obras deberán reflejar tanto el espíritu del corredor de fondo, sacrificio y esfuerzo, como el que rodea al maratón, calentamiento, controles, avituallamiento, público, llegada…
•Se premiará tanto el lado artístico de la fotografía como la fotografía que refleje el lado humano del deporte, fomentando el espíritu deportivo de los madrileños."

Lo más significativo son los premios:

"•Beca de 500 € para el primer premio y de 300 € para los dos accésit. Estas becas podrán ser utilizadas para cualquier curso de fotografía de titulación propia que imparte el CEV. (ver www.cev.com).
•Laister aporta prueba de biomecánica y unas zapatillas de 150 euros para el primer premio y otras de 120 euros para los dos accésits.
•Exposición de 20 obras finalistas (ampliación y montaje sobre Foam).
•Diploma acreditativo a las fotografías premiadas y a las 17 finalistas.
•Para confirmar otros premios es preferible actualizar la información en: escuderito.wordpress.com; www.cev.com: www.dslrmagazine.com"

Me imagino a los profesionales de cierta trayectoria personal y profesional recibiendo como premio por su trabajo una beca de 500 € que necesariamente deberá gastar en recibir un curso en el CEV, impartido por un grupo de "profesores" mileuristas. En su afán por rentabilizar los flecos que rodean a los procesos de creación cultural, los gestores políticos están perdiendo la cabeza. ¡Estamos hablando de un evento publicitario y deportivo que moverá unos cuantos millones de euros!
Y lo peor del caso es que, concociendo la peculiar idiosincrasia de nuestra sociedad, es fácil imaginar la relevancia de los consabidos factores endogámicos...
Lógicamente, las mejores fotografías aparecerán en la prensa deportiva y en el National Geographic...

¿Para cuándo la privatización de los partidos políticos? ¿O ya están privatizados? ¿Por qué no se paga a los políticos más sobresalientes con un cursillo de ética (o hética) en Harvard por importe de 500 €?

lunes, 12 de abril de 2010

En Caixa-Forum han inaugurado una exposición de arte contemporáneo turco…

En la sala pequeña del tercer piso han colgado unas cuantas pinturas que certifican la alineación estética de los creadores turcos con las corrientes dominantes, que materializan el modelo único de la actividad estética. Devorados por la curiosidad, nos acercamos a verla...
Antes de entrar me asaltan algunas ideas. Turquía es un “país islámico”, con más del 90 por ciento de musulmanes confesos… Es notorio que desde comienzos del siglo XX las autoridades turcas se empeñan en una extraña occidentalización … en presentar una imagen occidentalizada de Turquía, porque, según entienden desde su peculiar idiosincrasia, ello es garantía de desarrollo económico, progreso social y estabilidad política (con frecuencia, forzada mediante fórmulas demasiado heterodoxas). Con unos cuantos años de historia a las espaldas, el proceso ofrece tantas contradicciones y sinsentidos que sería difícil ofrecer el modelo turco como ejemplo de política práctica, aplicable a otros países islámicos; sólo si uno es muy estúpido, podría creer que es una buena referencia para establecer una “Alianza de Civilizaciones”, tal y como proponen Zapatero y Erdogan con el beneplácito de los poderes fácticos... excepción hecha de los ultramontanos, naturalmente. Sólo faltaría que se rompiera la exclusividad religiosa del Vaticano en Europa.
Un paseo por Turquía es sumamente explícito. Si nos atenemos a los circuitos turísticos rígidamente definidos por las autoridades, Turquía parece un país desarrollado según parámetros occidentales con ciertas limitaciones y ciertos servicios, como el sanitario, de calidad superior a lo que encontramos en Madrid. Si salimos de ellos, la imagen cambia radicalmente, porque en la sociedad turca subyacen los referentes propios de las culturas islámicas, con el soporte dogmático que les es peculiar. Algo parecido a lo que sucede en ciertas áreas de Castilla-León. Extremadura o del sur de Italia. Francamente, la situación es poco propicia para que arraiguen los valores culturales de los que se alimenta el arte contemporáneo.
Seguramente de esa divergencia cultural nace el argumento sobre el que descansan las reticencias de algunos países europeos para admitir a Turquía en la Unión. A estas alturas, cuando los sectores sociales mayoritarios de la cultura occidental se han desprendido de los dogmatismos cristianos, integrar un colectivo manifiestamente inclinado hacia la prevalencia de los criterios religiosos islámicos resulta fuera de lugar, incluso, como utopía. A los musulmanes turcos les pase lo mismo que a los integristas españoles: pretenden asumir los aspectos materiales del sistema occidental desarrollado sin sumarse a los patrones de orden social que lo han hecho posible. La contradicción es tan manifiesta que me parece sumamente ingenua la opinión de quienes, creyéndose miembros de una cultura “superior” entienden que la occidentalización de los musulmanes y la secularización política de los católicos es cuestión de tiempo; en Turquía se occidentalizan algunos sectores sociales minoritarios como los artistas plásticos que viajan a Occidente, los militares de alta graduación, los políticos, los jugadores de fútbol de élite, los banqueros… En ese sentido, los paralelismos entre Turquía y España acaso sean mayores de lo que parece, porque también aquí son minoritarios los sectores sociales dispuestos a asumir los valores de un desarrollo cultural incompatible con los privilegios de grupo, con el poder moral de la Conferencia Episcopal, con los toros, con la endogamia, con el protagonismo cultural del sector financiero... Supongo que ahí está la clave para entender la voluntad de Zapatero por apoyar la famosa alianza y la actitud de las autoridades alemanas para negarse: con un país como España en Europa es más que suficiente.
Mal ambiente para el desarrollo del arte contemporáneo... Creo que he mencionado el asunto unas cuantas veces en este blog... No conozco el caso turco, pero lo que se ve por sus calles encaja mal con los valores propios del pensamiento occidental posterior a la Segunda Guerra mundial y menos aún con la posmodernidad...
La colección que presenta Caixa-Forum tiene otra peculiaridad muy explícita: son obras del Banco Central turco… Si son obras de los banqueros turcos, tienen que ser buenas… muy buenas. ¡El capital como garante de calidad estética! La segunda peculiaridad recogida en la exposición tampoco tiene desperdicio: casi todos los artistas recogidos en la muestra se formaron fuera de Turquía… en Europa o Estados Unidos… En consecuencia, las obras colgadas son tan occidentales como las que veríamos si se tratara de un grupo de artistas franceses o ingleses… Globalización estética pura y dura.
Y me pregunto si, como cuando se inaugura una exposición en el Reina Sofía, la muestra tiene otra finalidad que no sea ofrecer una imagen “moderna” y “occidental” de la cultura turca…

En la sala grande de la tercera planta, podemos ver la exposición dedicada a Fotopres'09, XIX Certamen de Fotografía de Prensa Española. Demasiada irregularidad, demasiado exotismo, demasiado morbo...

martes, 6 de abril de 2010

El palacio de Diocleciano en Split

Hemos pasado unos días en Croacia... Curioso país, nacido de la desmembración de Yugoslavia, aquel exótico invento del mariscal Tito, que se desintegró a su muerte como un diabólico castillo de naipes. Tiene algunos rasgos sumamente familiares: excesiva dependencia de intereses externos, el pasado fascista, una estructura social muy supeditada a la contradictoria ética católica, practican el culto a las apariencias, pretenden fundamentar el desarrollo económico en el turismo... Y además, en los hoteles y en los establecimientos para turistas todo el muncho chapurrea la lengua de Cervantes. Para sentirse como en casa sólo faltan los emigrantes.
El patrimonio histórico-artístico tiene cierta entidad, aunque los planteamientos de conservación sean ajenos a los actuales criterios mayoritarios. Cuando uno llega a Palermo sorprende que en el centro histórico menudeen los antiguos palacios (construidos bajo dominación española) en condiciones ruinosas o muy deplorables; si se lo comentamos a uno de sus habitantes, contestará invariablemente:
—¡Es que Palermo fue bombardeada!
Fue bombardeada durante la Segunda Guerra Mundial y aún no han completado las reparaciones. Cuestiones sicilianas...
Dubrovnik fue bombardeada entre 1991 y 1995 con particular dureza y lo que hoy encontramos es una ciudad flamante, en la que no quedan otras huellas de las bombas que los correspondientes paneles "doctrinales". La restauración ha sido tan radical que Dubrovnik parece haberse convertido en una Ragusa rediviva para disfrute de visitantes voraces de "tipismo mediterráneo". Demasiado artificioso.

Seguramente, los restos histórico-artísticos más importantes de Croacia están en Split: el palacio de Diocleciano (finales del s. III, principios del IV), un emperador que intentó detener los influjos religiosos orientales y trazó una política fiscal comparable a las que hoy aplican casi todos los países desarrollados. Los croatas lo presentan como el edificio histórico que más años consecutivos ha permanecido habitado: 1700 años... y no se advierten iniciativas comparables a las de la vieja Ragusa, seguramente, porque no son posibles a corto plazo.
El palacio-villa es, sin duda, uno de los edificios fundamentales para seguir la evolución de la arquitectura romana en todos sus aspectos (estructura, organización espacial, recursos constructivos, materiales, decoración, etc.) y para desacreditar algunos criterios de clasificación que adjudican a épocas tardías (siglos III y IV) los elementos arqueológicos de escasa "calidad formal". Los restos ornamentales del palacio de Diocleciano acreditan que durante el siglo IV pervivían los modelos grecolatinos tradicionales con modificaciones de escasa entidad. En el mundo de los capiteles, por ejemplo, se aprecia el desarrollo de los modelos "orientales" (habituales desde finales del siglo II) con acantos de hojas cada vez más afiladas, pero sin perder la organización estructural del orden corintio.
También es interesante para documentar de dónde viene el "aparejo toledano", que muchos aún creen fórmula constructiva específicamente hispana... Los constructores del palacio emplearon diferentes modalidades de "opus mixtun", algunas de las cuales, asimismo documentadas en Pompeya (Occidente) y Éfeso (Oriente) mucho antes, acreditan las fórmulas del mudéjar toledano. Está claro, pues, que en ese aspecto nuestros ancestros no fueron demasiado originales, aunque fuera excepcional su fidelidad a las tradiciones constructivas greco-latinas.
Naturalmente, la situación actual del palacio de Diocleciano plantea un problema de restauración comparable a los afrontados desde hace muchos años en Roma... Yo mismo he conocido el teatro de Marcelo convertido en bloque de viviendas. En el caso de Split el problema es de dimensiones ciclópeas por cuanto el actual casco antiguo está inscrito en la vieja estructura palaciega... Me temo que a efectos de explotación turística, durante muchos seguirán vendiendo una Split con el palacio habitado continuamente durante mayor tiempo... Los records interesan.