sábado, 27 de febrero de 2016

Los capiteles de la iglesia del Salvador de Sevilla. Sobre los capiteles corintios asiáticos

La iglesia de El Salvador, que aún conserva restos de la mezquita que ocupaba el mismo solar, conserva un importante conjunto de capiteles reaprovechados. Desde ellos se deduce que los constructores de la mezquita de Ibn Adabbas emplearon una fórmula ya empleada en Córdoba y que está sobradamente documentada en multitud de edificios religiosos, tanto cristianos como islámicos. Particularmente, destaca en este caso la asociación de esas piezas arquitectónicas a un sistema constructivo directamente relacionado con las fórmulas de tradición bizantina, puesto que las arquerías aún arrancan de cimacios troncopiramidales de concepción sumaria, cuya basa (la parte más estrecha) concentra las cargas sobre un cuadrado que coincide sensiblemente con el diámetro del fuste. Frente a lo que sucedía en buena parte de los capiteles corintios romanos, es a los cimacios a quienes corresponde concentrar cargas, eximiendo de esa función a los capiteles, siempre comprometidos por el virtuosismo de los tallistas, que dejaban en situación comprometida las zonas angulares, por lo general, mutiladas en el sacrificio de esa función. Al colocar cimacios como los que encontramos en los restos de la mezquita de Ibn Adabbas, el alarife podía contar con que el ahuecado del capitel no comprometería su función estructural, incluso aunque, como en este caso, contara con restos procedentes de otros edificios, que pudieron llegar a sus manos ya mutilados.



En época romana no fue extraño que se procediera de modo similar, aunque la fórmula más habitual fue otra: recrecer la superficie del ábaco con un pequeño cuadrado resaltado, que evitaba la concentración de tensiones sobre las zonas más débiles.
El conjunto comprende una proporción desacostumbradamente elevada de capiteles corintios asiáticos, poco frecuentes en la Península; sin embargo, también los hay de época anterior y alguno más del conjunto que tradicionalmente se suele catalogar, a mi juicio, con pocos fundamentos, como visigodo o de época visigoda.

Capitel SSA01
Uno de los capiteles más antiguos (SSA01) es, en realidad, un fragmento que conserva el cuerpo superior y algo del cesto, apenas lo que corresponde a media corona de hojas. Sin embargo, aún se aprecian algunos rasgos significativos y entre ellos el conjunto axial del florón, que unido a la concepción volumétrica de las volutas y la ornamentación del frente del ábaco, garantiza ubicación cronológica en los alrededores del año 100.
Tampoco se conserva en buenas condiciones el segundo capitel (SSA02) de esta serie, muy erosionado en toda su superficie. Entre los pocos detalles apreciables destaca la peculiar configuración de las volutas: las internas quedan por debajo del labio del cuerpo superior, mientras las exteriores sobrepasan el espacio del ábaco, seguramente, para soportar la zona alta del ábaco según la articulación tradicional definida entre escocias, boceles y fileteados. Esa cualidad está documentada al menos desde época augústea, pero es frecuente durante la segunda mitad del siglo I y principios del siglo II. El ornato del eje del ábaco, mediante venera, sugiere tomar partido por una clasificación relativamente tardía, es decir, hacia el siglo II.

Capitel SSA02
El SSA04 ha perdido las volutas exteriores y las interiores apenas acreditan algunos rasgos significativos. A efectos de catalogación, en este caso destacan el carácter de las hojas de acanto, de escaso volumen y con ojales alargados y las brácteas que casi rellenan por completo el espacio "intercaulicular" y cumplen la función de justificar el sostén de las flores del ábaco. Todo ello apunta hacia los años finales del siglo I d.C.

Capitel SSA04
Los tres siguientes capiteles pertenecen a la variedad de los "corintios asiáticos", que se difundieron por el mundo Mediterráneo a partir de la segunda mitad del siglo II. Uno de los conjuntos más numerosos está en Leptis Magna; también hay en Cirene, en casi todos los grandes yacimientos y, por supuesto, en los acopios de reutilización como la mezquita mayor de Kairuán; también, en los foros imperiales de Roma y en sus museos; en Atenas, donde aún podemos ver contextualizados algunos de los más antiguos de esa serie y, por supuesto, en la Bética. Esas modalidades alcanzarán desarrollo muy especial en Siria y de ellas derivarán algunas de las más relevantes de la expansión bizantina.
En todo caso, los capiteles corintios asiáticos son algo así como el "fósil guía" de los momentos que determinan romanización plena en todo el universo Mediterráneo; y en ese sentido nos hablan de un modelo cultural que, a partir del año 200, se volvía hacia Oriente...
Entre los más depurados, debe citarse la colección que aún se conserva en el palacio de Diocleciano de Split, construido en los alrededores del año 300. Para ilustrar el paralelismo, he elegido una pieza que conserva con mayor fidelidad la tradición del orden corintio y además tiene la particularidad de combinar dos fórmulas para interpretar las volutas interiores, mediante hélice y ápice girado hacia la parte superior, que le pone en relación con otra pieza del propio conjunto sevillano de El Salvador. Con el paso de los años, la difusión de estas fórmulas culminará en un tipo de capitel fácil de distinguir, caracterizado por el uso de una modalidad de acanto de foliolos muy afilados que han confundido a algunos eruditos, que los evalúan como "de acantos espinosos" (el término latino "acanthus" deriva del griego ἄκανθα, planta espinosa).

Capitel del Palacio de Diocleciano, Split
Aunque los de El Salvador están erosionados es fácil distinguir sus cualidades en la línea evolutiva mencionada:poseen la peculiar configuración de las volutas, mediante "cintas" de escaso volumen y adheridas al kálathos, aún apreciable, que anuncian las fórmulas dibujísticas del fin de la Antigüedad. Bajos ellas se disponen cálices de gran amplitud, que acaso estén en el origen de ciertas variedades del norte de la Península. Los acantos, adheridos a cestos levemente redondeado en la parte inferior, tienen foliolos muy afilados; cuentan con ábacos de escasa curvatura, grosor estimable y restos de la molduración propia de estas variedades.

Capitel SSA05
Capitel SSA06
Capitel SSA07
En la mezquita mayor de Córdoba aún quedan unos cuantos del mismo tipo, entre las que se distinguen algunos particularmente próximos. Con ellos es posible apreciar todas sus cualidades en estado más o menos original, contando incluso son los restos de pintura dorada; muy probablemente, muchos de estos capiteles, como el restos de sus congéneres, fueran pintados según criterios estéticos que hoy nos parecen propios de otros planetas.

Capitel corintio asiático de la mezquita mayor de Córdoba
Capitel de la mezquita mayor de Córdoba
Entre las muchas variedades conocidas, me permito ofrecer al lector un capitel de la misma familia, pero con una única corona de hojas, que se encuentra en los alrededores del templo de Vesta en el foro romano; en él se aprecia perfectamente uno de los rasgos más característicos de la serie: las hojas nacen con una leve curvatura desde un fileteado liso en la parte inferior del cesto.

Capitel corintio asiático de una sola corona de hojas del los foros romanos (cerca del templo de Vesta) 
Existe un otro capitel, muy erosionado, que seguramente perteneció a una tipología próxima a los anteriores, aunque no se aprecian las hojas afiladas que los distinguen; sin embargo, es fácil advertir que la atrofia de las volutas interiores es mayor que en los tres anteriores; además, la manera de resolver las "volutas interiores" nos pone en conexión con las variedades croatas; todo ello nos conduce a clasificarlo en un momento próximo a la realización de los anteriores, es decir, hacia el año 300.

Capitel SSA08
El SSA10 es un capitel retallado en más de las tres cuartas partes de su superficie; por fortuna, lo que parmenece permite hacerse una idea de cómo debió ser, porque coincide sensiblemente con un capitel conservado en la mezquita mayor de Córdoba, que nos servirá para aproximar su catalogación. Ambos capiteles siguen la tradición del orden corintio con variaciones de gran relevancia que no disuelven la naturaleza original. Estructuralmente contiene dos coronas de hojas, caulículos, con cáliz de gran desarrollo y volutas que soportan, por el interior, el labio del kálathos, perfectamente definido, y por el exterior los extremos del ábaco, que ofrece brazos prácticamente rectos y de escasa penetración en la zona de las cartelas (ya no se puede hablar de florones). Esa estructura, en especial por la configuración del ábaco, nos hace pensar en fórmulas habituales en las zonas romanizadas a partir del siglo III.
El escaso espesor del ábaco permite relacionarlo con fórmulas arquitectónicas relacionadas con el uso de cimacios; ello podría adelantar la clasificación si no fuera porque esa misma circunstancia es común entre los corintios asiáticos antes mencionados.
Los "acantos", sensiblemente alejados de las fórmulas tradicionales, acaso condicionados por un tipo de talla de escaso volumen, muestran hojas alargadas mero muy diferentes de las de los corintios asiáticos. También destaca una cierta tendencia al horror vacui, acreditado por la inclusión de motivos ornamentales en zonas "anómalas": entre las hojas de la primera corona y entre las hojas de la segunda y los caulículos. En la península Ibérica han aparecido capiteles fechables en los alrededores del siglo V, de carácter netamente bizantino, con elementos comparables
En suma, son capiteles que se acercan a los modelos bizantinos del siglo V, pero que parecen responder a una situación cultural aún dependiente de las tradiciones locales.
Por todo ello y por la carencia de elementos cristianos, me inclino por adjudicarlo a un momento anterior a la aparición de las fórmulas bizantinas, seguramente, en los alrededores del siglo IV

Capitel SSA10
Capitel de la mezquita mayor de Córdoba
También subsisten dos capiteles más, que se alejan del universo definido por los anteriores; uno es de orden compuesto y el último de orden jónico. El de orden compuesto está muy erosionado y apenas permite conocer uno de los discos exteriores, el cuerpo superior y una de las coronas de hojas. Sin embargo, también en este caso es fácil imaginar su configuración inicial y orientar su clasificación, dado que los acantos de los capiteles compuestos siguen el mismo proceso que los de los corintios. En este caso el ornato parece apuntar hacia el siglo II. Refuerza la catalogación un ábaco de frente moldurado que, sin embargo, manifiesta trazado irregular en planta y un tipo de talla alejado delas valoraciones plásticas del siglo I.

Capitel SSA09
El último capitel de la serie es uno jónico, suplementado por la parte inferior de modo que ofrece una configuración próxima al orden compuesto; esa es la razón por la que algunos estudiosos hablan de "capiteles mixtos". Hace tiempo me ocupé de uno aparecido en Valencia... El de Sevilla seguramente estaba compuesto por dos caras con ovas y dardos y otras dos con cojinetes; y todo él recorrido por un contario de formato habitual tanto entre los jónicos como entre los de orden compuesto. Dicho elemento marca la separación entre el cuerpo superior y el "suplemento", de carácter aún distante de los cestos habituales entre los de orden compuesto. Aunque el grado de erosión no permite valorar con precisión sus cualidades, acaso se trate de un capitel de finales del siglo I, donde lo situó G. Behemerid. Eso es lo que parece indicar la alternancia entre hojas de acanto y de aguas que contiene el cuerpo inferior, aunque también podría ser algo posterior, a tenor del tipo de talla de esa misma zona.

Capitel SSA11

Revenant, crónica de un éxito anunciado

Me apetecía escribir este comentario, precisamente, hoy, 24 horas antes de que se conozcan los premios de la Academia USA, porque los condicionantes de la incertidumbre condicionan menos que los del "éxito académico". Estoy seguro de que será la película que obtendrá mayor número de estatuillas y aún y así, me gustaría exponer las razones por las que, en este caso, mis criterios de juicio no coinciden con los de Hollywood; no sería la primera ni la única vez.


No discutiré la calidad visual de la película, conseguida combinando imágenes de ordenador con otras "naturales" para componer planos-secuencia virtuosos. que dejarían helado a Sir Alfred Hitchcock y muy probablemente justificarán el éxito comercial y artístico. Tampoco el buen trabajo de Leonardo DiCaprio, que ha reunido méritos suficientes para conseguir algún otro "Óscar" con mejores argumentos; ciertamente, en esta película no se ha tenido que meter en la piel de un personaje de gran complejidad psicológica y expresiva, puesto que apenas cambia en semblante salvo en las situaciones dominadas por el dolor extremo. Y, por supuesto, no discutiré un diseño de producción que me ha parecido de "calidad" excepcional. Revenat es, de hecho, un magnífico espectáculo cinematográfico, que justifica rascarse el bolsillo para verla en pantalla grande. Algunos han enfatizado la relación de la película con Malick y con el Herzog de Lope de Aguirre (Aguirre der Zorn Gottes, 1972) y supongo que esa vinculación está clara; sobre todo, con el primero, a quien tal vez pretenda seguir, al menos en algunas de sus apuestas más conocidas: en muchas partes de la película la manera de entender la imagen es muy similar a la de The Tree of Life (2011); en un tono estético afín, el uso del gran angular y los juegos de contraluz acaso estén mejor resueltos en la de Iñárritu. Mas apurada parece la relación con el irregular director alemán...
Pero en el juicio global de cualquier película existen otros componentes... Y el primero deriva, precisamente, de una de las virtudes: el diseño de producción. Estoy acostumbrado a desconfiar de los buenos diseños de producción, porque suelen implicar anteponer la faceta comercial a la calidad estética del producto; y esa obviedad suele encerrar factores que juegan en contra de los criterios globales de calidad. Un buen diseño de producción puede marcar decisisvamente el ritmo narrativo interpolando mediante períodos bien calibrados, planos de acción o eróticos y de ese modo, conseguir mantener atento al espectador, aunque ello implique merma en la calidad del desarrollo literario o argumental. F. F. Coppola ha definido ejemplos claros en este sentido con sus películas de mayor éxito comercial y crítico.


La película se ha construido a partir de la novela de Michael Punke, The Revenat: A Novel of Revenge, publicada en el año 2002. A su vez, la novela es reinterpretación libre de la historia del pionero Hugh Glass, cuyas andanzas habían inspirado varios relatos (John G. Neihardt, F. Manfred, etc.) y al menos, una películas relevante, Man in the Wilderness (1971), con guión de Jack DeWitt dirigida por Richard C. Serafian, director curtido en series para televisión, e interpretada por Richard Harris, "especialista" en situaciones de rango afín y el mismísmo John Huston, que, muy probablemente, participaría de modo significativo en la realización de la película. El guionista de ésta también había trabajado en Un hombre llamado caballo (Silverstein, 1970), a su vez, protagonizada por Richard Harris... Fueron tiempos en los que, al amparo de las transformaciones derivadas de las revueltas del 68, el planteamiento de Hollywood ante el conflicto entre "blancos" e "indios" giró hacia fórmulas diferente a las consagradas por la mitología artificial construida desde los tiempos del cine mudo por obra de realizadores como John Ford, que definió escuela de mitología prefabricada de acuerdo con los intereses políticos y económicos dominantes.
Y, dejando a un lado mil obras de calidad menor (Maté, Horizontes azules, 1955; Daniel Boone, serie de TV desde 1964, etc.), aún quedaría mencionar Las aventuras de Jeremiah Johnson (Pollack, 1972), realizada por un director de ciertas pretensiones estéticas pero con la vertiente comercial clara, que ofrece un contrapunto también espectacular a la propuesta de Iñárritu.
Desde la comparación con la de Serafian, el guión de la de Iñárritu queda empalidecido, aunque comprendo que ver las dos películas hoy, una detrás de otra, podría convertir este juicio en una majadería; tal es la distancia que existe entre ellas como "productos cinematográficos".


Dicho de otro modo... Contando, incluso, con la proximidad a las fórmulas de Terence Malick, el argumento de Revenant me parece demasiado infantil, demasiado manido, demasiado previsible. El drama del hombre occidental, en "contexto indio", enfrentado a la naturaleza y a personas sin escrúpulos se ha explotado demasiadas veces a lo largo de la historia del cine. Sólo por citar algún ejemplo más, me gustaría recordar The Last Hunt, de Richard Brooks (1956), rodada también mucho antes de que se replanteara el punto de vista "oficial" sobre las relaciones entre blancos e indios en Estados Unidos. Brooks partió de una novela de Milton Lott, que él mismo convirtió en guión, para hablarnos del mismo asunto pero con un grado de complejidad mucho mayor; el resultado no fue una película monumental y ni tan siquiera demasiado comercial, acaso porque en aquellos tiempos lejanos importaban relativamente poco el ritmo narrativo, pero...  Rottentomatoes otorga a la obra de Brooks un paupérrimo 51 % de "valoración popular", aunque la de los "expertos" asciende espectacularmente hasta el 83 %, un punto superior a la conseguida por Revenant. 
Y, en cierto modo, me parece lógico que así sea, porque sin llegar a los maliciosos comentarios de quienes dicen de ella que es una película muda, es obvio que el guión es la parte más floja y ese detalle otorga fundamento a quienes creemos que los realizadores se excedieron en otorgar relevancia al diseño de producción. La historia es demasiado sencilla: apenas dos o tres personajes quedan dibujados de modo sumario y maniqueo a partir de lo que dicen, como en los bodrios más comerciales de los tiempos de la caza de brujas.
Para desquiciar aún más los juicios de quienes entendemos la creación cultural en sintonía con las grandes preocupacions del género humano, nos encontramos, como en el caso de Sorrentino, con chorradas teosóficas o neoespiritualistas de esas que colocan al escéptico al borde del ataque de risa. Y no diré nada más por no hacer spoiler... aunque quien la haya visto ya se estará imaginando que estoy pensando en cierta ave que, seguramente contra la voluntad del propio director, me recordó manidas figuras retóricas del nacionalcatolicismo escolar. Confieso que cada vez me desagradan más estos planteamientos de meapilas laicos que, unidos a los valores épicos, en este caso concreto, actualizan la "mitología" de John Ford y me hacen pensar en los paradigmas más casposos del presente.


Sintetizando...

El "diseño de producción" se manifiesta en una fotografía, firmada por Emmanuel Lubezki impecable que, a mi juicio, merecería el premio de la Academia —incluso aunque ello suponga exceso de reiteración—, en la distribución de los "hechos fuertes", con frecuencia volcados hacia lo morboso, marcando pautas temporales definidas cronómetro en mano, en un respaldo sonoro magníficamente calibrado y en un ambiente general en clave baja, eficaz para "clavar" al espectador en la butaca durante los 150 minutos que dura.
Puede que la película pase a la historia del cine como la más premiada del año 2015 (lo comprobaremos en unas horas). Puede que la secuencia de la primera refriega con los indígenas precolombinos pase a la historia entre las más interesantes de asunto bélico. Puede que la película consiga unos resultados espectaculares en taquilla... Pero contando con todo ello, a mi juicio Revenat apenas es otra película más de un género, recuperado por un director de oficio consistente, que sabe cómo tocar el nervio de un público sociológicamente joven y predispuesto a esperar que el cine, cuando menos, le ofrezca un espectáculo interesante.

viernes, 26 de febrero de 2016

Algunos capiteles de la Giralda

La Giralda determina un importante conjunto de restos de ornamentación arquitectónica, entre los que dominan los capiteles, muy probablemente, transportados desde la antigua capital del califato. Éstos se reparten regularmente entre los huecos de la torre y aunque hace algún tiempo era fácil contemplarlos y fotografiarlos, desde que se cerraron los huecos con celosías metálicas, apenas son perceptibles unos cuantos porque los demás sólo se pueden ver desde el exterior. Para mayor abundamiento, aún existen unos cuantos más en arquerías ornamentales que son difíciles de documentar con medios fotográficos convencionales, Esa es la razón por la que las imágenes de algunos de ellos son de escasa calidad; supongo que en cualquier momento a alguien se le ocurrirá documentarlos adecuadamente mediante drones...

Capitel SG070
Tengo documentados al menos tres capiteles de estructura similar al SG070 de la imagen adjunta, cuyas cualidades se aprecian aceptablemente. Estructuralmente siguen una fórmula acreditada por varios ejemplares aparecidos en Córdoba y Sevilla, con variantes de mayor o menos enjundia: cuatro grandes hojas angulares se acoplan a una estructura definida mediante la transición de una sección circular a otra cuadrada, según modalidad habitual en los capiteles-imposta. Algunos de ellos poseen ábaco cuadrado; otros, aun ofrecen cierta articulación; pero todos ellos coinciden en una interpretación muy estilizada de los elementos vegetales que tradicionalmente contenían las variedades corintizantes. Los capiteles de este tipo se solían considerar de época visigoda y, tal y como ya he indicado en otras entradas, a mi juicio, es muy probable que fueran realizados en época anterior, aún en tiempos culturales no dominados por los procesos de ruralización que disolvieron la cultura del Imperio Romano. La inexistencia de elementos de carácter religioso en estas piezas nos hace pensar en dos posibilidades: que fueran concebidas para edificaciones privadas o civiles o que fueran talladas antes de la difusión del cristianismo.
En suma, es difícil establecer de forma clara una cronología clara para estas piezas; según valoremos su relación con las fórmulas constructivas bizantinas o con una reinterpetación "libre" de las tradiciones romanas, los situaremos en una época o en otra: A mi juicio, en este caso, la horquilla de adjudicación "fría" podría establecerse entre los siglos IV y VI, aunque el "instinto" me dice que seguramente fue realizado más cerca del año 300 que del 599. ¿En Córdoba o Sevilla? Probablemente fuera trasladado desde Córdoba, como casi todos sus compañeros.

Capitel SG073
El SG073 se parece considerablemente al anterior salvo por el hecho de contar con "un cuerpo superior" más grueso, de cualidades apenas perceptibles. Participa de lo comentado sobre el anterior y anticipa lo que implica el SG077.
El siguiente capitel (SG077) ilustra la segunda posibilidad antes mencionada, con estructura de cuatro hojas angulares, aquí aún muy dependientes de las fórmulas del Pleno Imperio. En este caso el ábaco está articulado según fórmula de época romana y aún existe un "cuerpo superior", definido mediante un elemento que recuerda las volutas de las variedades corintizantes con volutas en V, propias de los primeros tiempos del gran influjo bizantino. No obstante, teniendo en cuenta que esta fórmula (con ábaco articulado) es frecuente en casi todo el universo mediterráneo (en el blog han aparecido capiteles de este tipo con relativa frecuencia), me parece más probable que fuera realizado antes de la llegada de dichos influjos, es decir, en los alrededores del siglo IV.

Capitel SG077
Otro tanto se puede decir de este otro, colocado en lugar difícil de ver sin los medios adecuados, pero que ofrece una estructura similar al anterior, con cuatro hojas angulares de nervaduras gruesas, volutas en V, kálathos aún apreciable y ábaco bien definido aunque de escaso espesor, que podría implicar adelanto de la cronología.

Capitel SG095
Al menos hay otro capitel (SG044) de concpción similar al de la imagen adjunta (SG046). Ambos poseen estructura similar a la de los "corintios (o corintizantes) de volutas vegetales", aunque se distinguen, en primer lugar, por una modalidad de talla con menos contraste entre forma y fondo. Junto a ello, también les aleja la fórmula empleada para ornar las cartelas (antiguos florones), mediante racimos de frutos esféricos ordenados simétricamente, que se aproximan a fórmulas conocidos en otras piezas de cronología avanzada.
Desde los datos que obran en mi poder, definen tipología propia que es fácil relacionar con los talleres califales de mayor producción, aunque perfectamente separado de ellos. El tipo de talla, alejado de la tendencia al "efectismo" que parece definir los rasgos más característicos del arte califal, permite distanciarlos relativamente del año 1000. Lo más probable es que fueran tallados durante la segunda mitad del siglo X.

Capitel SG046
Entre los capiteles de tipología netamente califal, destaca uno (el SG082) que me ha llamado la atención porque, sin grandes novedades estructurales, posee un rasgo de especial interés. Sigue la fórmula de los capiteles corintizantes de volutas vegetales con hojas de palma cruzadas bajo las cartelas, relativamente frecuente entre los restos de la ciudad palatina. Le singualriza una modalidad de ornato tapizante sobre la envolvente de las hojas de acanto de la corona superior que hace pensar en uno de los pocos capiteles animados que conocemos; concretamente, guarda relación con el conservado en el Museo Arqueológico Nacional que, desde la reciente reorganización, se puede contemplar en las salas. En los dos se aprecia la tendencia a sustituir los acantos por fórmulas ornamentales de naturaleza variable, pero casi siempre tomadas del repertorio grecolatino. En el de la Giralda, la sustitución sólo se adverte en las hojas de la segunda corona, mientras que en el de Madrid, apenas existen rastros de las tradicionales palmetas de acanto (de perfil) en las volutas vegetales. Tanto el de Madrid como el de Sevilla deben corresponder a un momento avanzado del desarrollo de las fórmulas ornamentales del califato, durante la segunda mitad del siglo X.

Capitel SG082
Capitel MAN13 (Museo Arqueológico Nacional)
A un momento similar debe corresponder otro capitel de contemplación difícil, situado en las arquerías ornamentales, con un ataurique de los más evolucionados que conozco. Derivado del orden compuesto, ofrece una idea explícita sobre como la estética hispnoislámica construyó un universo nuevo por la vía de estilizar las fórmulas derivadas de la ornamentación hispanorromana; ese proceso continuará de forma más o menos continua hasta el siglo XV, con una peculiaridad de gran relevancia cultural: el proceso respetará escrupulosamente la naturaleza original de buena parte de los elementos estilizados. En este caso, por ejemplo, han desaparecido las hojas de acanto, sustituidas por una retícula de ataurique con "apariencia" de roleos; sin embargo, se conserva intacta la estructura del capitel.

Capitel SG090
Este capitel (SG090) debió ser realizado durante la segunda mitad del siglo X, como el SG082 y el del Museo Arqueológico Nacional, probablemente en tiempos de Almanzor. Al menos eso indica la relación formal del MAN13 con los fragmentos de pila con el nombre del emir amirí conservada también en Madrid.

Los capiteles del "Templo de Diana"

El "templo de Diana", que en realidad estuvo dedicado al Culto Imperial, ha sido objeto de un ambicioso plan de reintegración urbana, firmado por José maría Sánchez García, materializado en sus inmediaciones que seguramente proporcionará buenos resultados a medio plazo, aunque de momento la situación no está clara: gran parte de los locales circundantes están vacíos, algunas de las instalaciones ya están deterioradas y los paramentos se ofrecen sugerentes a las necesidades "creativas" de los "artistas urbanos", tan activos en Mérida como en cualquier población del Tercer Mundo.


El templo fue construido en las proximidades del cambio de era, según fórmula común en aquellos tiempos, mediante granito, con las implicaciones que ello tiene a efecto de los resultados plásticos buscados para una edificación de gran relevancia declamatoria. Con el paso de los años, se han perdido parte de los elementos ornamentales y, entre ellos, el recubrimiento pictórico que seguramente modificaba radicalmente el aspecto exterior del edificio; más o menos como en cualquier otro de similar cronología, aunque en este caso el uso del granito nos ofrece una imagen menos rica de lo que hubiera sucedido si, por ejemplo, los capiteles hubieran sido de mármol.
Desde las "obsesiones" de este blog, merecen atención muy especial los capiteles, inspirados en un orden corintio, seguramente materializado en sus elementos específicos mediante el dibujo y la pintura. En la actualidad,  apenas se marcan en ellos las venas "carnosas" de las hojas y los detalles más groseros que delimitan el cuerpo superior con ábacos moldurados mediante boceles y escocias.

El espacio del templo fue reutilizado de mil maneras, según indican los paneles expuestos allí mismo y que reflejan los resultados de las campañas arqueológicas emprendidas en diferentes momentos. Desde mi punto de vista destacan varios capiteles reempleados en las dependencias del palacio de los Condes de Corbos, actualmente, aún en obras. El primero (MTD31) es un fragmento (sector) de capitel corintizante, bastante estropeado, que permite intuir un trabajo de cierta sofisticación, al menos, en una de las caras de la fotografía adjunta, de configuración distinta de la anexa: en un caso se aprecia el motivo liriforme y en la otra, lo que parecen ser aros entrelazados, por desgracia, muy mutilados. El modelo de las hojas angulares y la configuración general hacen pensar en el magnífico ejemplar adjudicado a la época de Nerón, conservado en el Museo Palatino de Roma; en suma, el capitel de Mérida pudo ser realizado durante la segunda mitad del siglo I d.C. y proporciona testimonio de una actividad constructiva de cierta entidad en esos años, en sintonía con los restos atribuibles al mismo momento y repartidos por los diferentes recintos arqueológicos de la que fuera gran foco de proyección cultural.

Capitel MTD31
Es muy curioso un capitel retallado (MTD32) tanto en la parte superior como en la inferior, al que se han añadido flores de factura sumaria y cruces (no sé si más de una); las volutas se han convertido en hojas de diseño sencillo o en muñones de concepción anómala. Han desaparecido buena parte de los elementos del cuerpo superior, pero aún se perciben las hojas del cesto y los caulículos con remate sogueado. El alargamiento de los ojales y la manera de tratar la zona axial de las hojas apuntan hacia el siglo II.

Capitel MTD32
Aunque es complicado hacerse una idea de las cualidades de la siguiente pieza (MTD33), difícil de fotografiar teniendo dadas las circunstancias, las imágenes informan de una concepción ornamental evolucionada que nos acerca a los "paradigmas" de época visigoda. Sin embargo, posee casi todos los elementos del orden sin otras alteraciones que las "simplificaciones" habituales a partir del siglo III en lo ejes de las caras. Se aprecia perfectamente el kalathos y el conjunto de caulículos volutas. Destaca una modalidad de "acanto" evolucionado que podríamos relacionar con las simplificaciones asociadas a la oleada de influjos orientales posterior al años 300. Desde lo poco que se advierte en la fotografía, pero teniendo en cuenta las cualidades de otro similar conservado en Santa Eulalia, acaso estemos ante piezas del siglo IV

MTD33
El siguiente capitel (MTD34) es de hojas lisas y tal vez también haya sufrido mutilaciones, tanto por arriba como por abajo. En el cartel lo valoran como "Capitel Tardoantiguo"
Destaca la fuerte valoración de las volutas angulares y el escaso desarrollo del ábaco (puede haber sido mutilado). A mi juicio se trata de un capitel relacionado con las series bizantinas y, muy especialmente, con los de Wamba y Toledo, recogidos en otra entrada de este blog; en consecuencia, deberíamos situarlo a partir del siglo V, obra de un taller local, con gran influjo bizantino. Desde el carácter del ábaco (que puede haber sido reducido para ajustarlo a las posibilidades del lugar de reutilización) podemos deducir que fue concebido para "trabajar" junto a un cimacio, tal vez, de perfil trocopiramidal. 

MTD34
Precisamente, la siguiente pieza es un cimacio que en el panel explicativo aparece definido como "Capitel Tardoantiguo". De acuerdo con las hipótesis defendidas en este blog, debió pertenecer a una construcción religiosa cristiana de fuerte influencia bizantina. Las dos caras visibles ("fotografiables") ofrecen fórmulas ornamentales que nos ayudan a situar culturalmente una parte muy importante de los relieves que, por lo general, se valoran como "visigodos" o "de época visigoda". Las estructuras reticulares de cruces, círculos y demás elementos habituales en estas piezas se completan en este caso con la temática "eucarística" relativamente habitual en lápidas y otros elementos cristianos. Siglos V-VI.


jueves, 25 de febrero de 2016

Los Escipiones. Roma conquista Hispania

Hacía tiempo que no nos acercábamos al Museo Arqueológico Regional de Alcalá de Henares, que acredita una actividad encomiable, teniendo en cuenta los medios puestos a la disposición de sus gestores. Reconozco el pecado de no haberlo visitado para ver la exposición anterior, que era preludio de ésta: desde esa carencia, cualquier juicio estará condicionado por mi  indolencia. Pero aún y así, me gustaría comentar unos cuantos aspectos relacionados con ella.
El primero: a medida que pasan los años, las instalaciones ofrecidas por el Museo Regional cambian poco en el énfasis pedagógico que le es propio. Me he manifestado varias veces en este sentido e insisto en que me parece un error táctico dejar de lado la vertiente lúdica que justifica la idea de museo desde cuando en el año 2007 el ICOM fijó un criterio, a mi juicio, encomiable:

“Un museo es una institución permanente, sin fines de lucro, al servicio de la sociedad y abierta al público, que adquiere, conserva, estudia, expone y difunde el patrimonio material e inmaterial de la humanidad con fines de estudio, educación y recreo.”

Está bien no olvidar ni la educación ni el estudio pero me parece terrible desdeñar el recreo; por fortuna, para muchas personas en edad adulta, visitar museos es una forma de recreo, incluso aunque para sus gestores esa circunstancia resulte odiosa, porque los museos deben ser lugares tan serios como los entierros de primera..


La exposición ofrece muchos paneles explicativos y pocas piezas. Supongo que es fácil justificar esa carencia dado el título del evento. Pero si realmente se nos está hablando de la conquista de Hispania, acaso hubiera sido más apropiado ofrecer un discurso más militar, al estilo de De bello civili, de Julio César... Aunque no sé como se podría conciliar el espíritu bélico con el pedagógico.
Entre las piezas destacan el relieve de mármol con la representación de un acopio de armas, de la colección de los duques de Cardona (Córdoba), la escultura de personaje romano con aspecto de Hércules (120-130 d.C.) del Museo del Prado, procedente de la colección del cardenal Livio Odescalchi, y alguna otra pieza de potencial eminentemente arqueológico, en sentido estricto. Con carácter de "relleno" ofrecen tres piezas de especial interés desde mi punto de vista: el altar en forma de columna jónica perteneciente al museo arqueológico de Girona, y dos capiteles procedentes de Cartagena.
El altar es una de las pocas piezas griegas de ornamento arquitectónico y calidad excepcional aparecidas en la península Ibérica; acaso de las primeras que fueron trasladadas a la Península no sé si por razones religiosas, comerciales, emblemáticas o de otro tipo. En todo caso, define el inicio de una "tradición" que se mantendrá secularmente para concretar lo que podríamos entender como preliminar flujo "comercial" de objetos artísticos. El fenómeno se dejará sentir, sobre todo, en las ciudades portuarias, pero también en zonas del interior: poseen obras "griegas" (orientales) Girona, Mallorca, Barcelona, Narbona, etc. pero también Chirigan, Toulouse, Wamba, Toledo... A partir del año 1000 cambiará el sentido del flujo y objetos de ornamentación arquitectónica "hispanas" (andalusíes) cruzarán el mediterráneo hacia Marruecos e Italia, pero esa es otra historia.
El altar de Girona es de de mármol pentélico y quienes lo han estudiado lo fechan entre los siglos III y II a.C, pero podría ser anterior; en todo caso advierto al lector que en asuntos de orden jónico, escasamente documentado en la península Ibérica, mi juicio es poco fiable.
Los capiteles de Cartagena fueron tallados en arenisca local y aparecieron en contexto arqueológico altoimperial en el peristilo de la "domus de Salvius" (se guardan en el Museo Arqueológico Municipal de Cartagena). Me hizo gracia que en la cartela del jónico, se leyera: "estilo jónico"... Me consta que en ciertos ambientes se etiqueta como "estilo" el orden jónico, pero no sé si es buena idea que un museo arqueológico se una a esa "costumbre". Hablar de estilo puede tener sentido para ciertas épocas, pero tratando sobre objetos de época grecolatina y dejando al margen ciertos fenómenos de "moda", sensibles, incluso, en el terreno de la ornamentación arquitectónica, el término informa, más sobre quien lo usa que sobre el objeto mismo.

Capitel de la domus de Salvius (Cartagena)
Resueltos "viejos problemas" de índole prosaica, el montaje museístico es, como suele ser frecuente en esta institución, de marcada inclinación escenográfica, con lo que ello implica para bien y para mal. Para bien, porque el aspecto general de la exposición es bastante atractivo; para mal, porque la iluminación genera demasiadas irregularidades de gradiente lumínico, tal y como refleja la imagen adjunta, que no facilitan precisamente la lectura de la mayor parte de los carteles.
En todo caso, darse un paseo por Alcalá de Henares puede ayudarnos a reflexionar sobre lo que supuso que la península Ibérica saliera de la Protohistoria para formar parte de un fenómeno cultural que marcó definitivamente el desarrollo histórico del sur de Europa y el norte de África.

Al salir del convento de la Madre de Dios me acordaba de la exposición recientemente clausurada en cierta institución financiera sobre la mujer en Roma, en colaboración con el Museo del Louvre. Y de nuevo comprendí que las comparaciones pueden llegar a ser particularmente odiosas. Alegrémonos porque el dinero dedicado a actividades culturales se canalice mayoritariamente por las vías financieras, gracias al espíritu noble que caracteriza a quienes lo poseen en abundancia: es sabido que el dinero ennoblece.

España 2016, Die Dreigroschenoper

Me pregunto qué pasaría si resucitara Bertolt Brecht en un país cuyas leyes permiten meter en la cárcel a titiriteros y garantizan los privilegios de los magnates.  Y me acordé del argumento de Die Dreigroschenoper (1931) en dos direcciones: como "metáfora" de lo que sucedería dos años después en Alemania y como sátira de una sociedad como la nuestra, por entonces, imaginable sólo como producto de la mente de un puñado de titiriteros: Pabst, Weil, F.A. Wagner, Vajda, Lania, Balázs...  Por fortuna, entre nosotros, émulos desconcertados de la República de Weimar, tienen mayor arraigo las "enseñanzas" de Antonio Gramsci, cataplasma mágica para todos los males políticos y sociales, y las de Sorrentino, especializado en proporcionar soluciones existenciales, también mágicas... Brecht está superado; realmente.


No tenemos cura.

miércoles, 24 de febrero de 2016

¿Qué pasa con el C4?

Hace unos días, ZEMOS98 firmaba un artículo en Diagonal, planteando ciertas vicisitudes relacionadas con la situación del C4, ese centro concebido para que fuera escaparate del arte contemporáneo en Andalucía y que, según parece, no acaba de arrancar. Hace poco más de un año le dediqué unas líneas dubitativas... Entre debates más o menos surrealistas y entre conflictos de intereses más o menos confesables, 20 millones de euros sestean para dar argumentos a quienes dicen que la hacienda del ruin se gasta dos veces. ¿Están las autoridades andaluzas dispuestas a gastarse lo necesario para que ese espacio lo ocupe una institución de reconocida solvencia tipo MoMA o Tate?
Francamente, no me gustaría estar en el pellejo de quienes están obligados a emplear criterios democráticos para orientar la gestión de un centro de arte contemporáneo con pretensiones de "excelencia".
Hace unos días y según recogía el Diario Córdoba, los "populares" se preguntaban públicamente qué se iba a hacer con el C4, teniendo en cuenta que el edificio está construido en zona verde... Si están en zona verde, podrían emplearlo para plantar cebollinos. A lo mejor esa es la solución para que el C4 abra en 2016, tal y como indicó la Delegada del Gobierno de la Junta de Andalucía en Córdoba.Rafaela Crespín, hace unos días a la cadena SER.

martes, 23 de febrero de 2016

Umberto Eco

Foto tomada de la Wikipedia
That's the press, baby 

(...)

"Había fotografiado al magistrado mientras, sentado en el banco de un parque, fumaba nerviosamente un cigarrillo tras otro, con una docena de colillas a sus pies. Palatino no sabía si el tema podía ser interesante, pero Simei dijo que sí, un hombre de quien se espera ponderación y objetividad daba la impresión de ser un neurótico, y además ocioso: en lugar de sudar tinta china sobre los documentos, iba a perder el tiempo en los parques. Palatino también le había sacado fotos a través de una ventana mientras comía en un restaurante chino. Con palillos. 
—Espléndido —dijo Simei—, nuestro lector no va a restaurantes chinos, quizá donde vive no los hay, y jamás soñaría con comer con palillos como un salvaje. ¿Por qué este individuo frecuenta ambientes chinos, se preguntará el lector? ¿Por qué, si es un magistrado serio, no come fideos o espaguetis como todo el mundo?
—Si solo fuera eso —añadió Palatino—, llevaba también calcetines de color, digamos, esmeralda, o verde guisante, y zapatillas de tenis. — El purtava i scarp del tennis! —entonó Simei, dialectalmente jubiloso—. ¡Y calcetines esmeralda! Este o es un dandi, o un hippy, como se decía antes. Poco nos falta para imaginarnos que se fuma también sus buenos porros. Pero esto no hay que decirlo, tiene que deducirlo el lector. Trabaje con estos elementos, Palatino, haga que salga un retrato lleno de matices oscuros, y el hombre queda compuesto como Dios manda. De una no noticia hemos sacado una noticia. Y sin mentir. Creo que el Commendatore va a estar muy contento con usted. Y con todos nosotros, obviamente."

(...)

"Si se fijan ustedes, es lo que hacen las televisiones cuando llaman a la puerta de la madre cuyo hijo de diez años ha sido disuelto en ácido: señora, ¿qué ha sentido con la muerte de su hijo? A la gente se le humedecen los ojos y se quedan todos tan contentos. Hay una buena palabra alemana para eso, Schadenfreude, regodearse de la mala suerte ajena. Es este el sentimiento que un periódico tiene que respetar y alimentar. Pero, por ahora, no estamos obligados a ocuparnos de estas miserias, y la indignación hay que dejársela a los periódicos de izquierdas, que están especializados en eso. Además, no es una noticia tan espectacular. Ya han matado a otros jueces y matarán a otros. Seguiremos teniendo buenas ocasiones. De momento, aparquemos este tema."

(...)

"—¿Y ante quién lo denunciarías? —me preguntó—. Primero, no te arruines por mí; segundo, ¿adónde vas a ir a contar este asunto cuando los periódicos, lo voy entendiendo poco a poco, son todos de la misma calaña?"

Fragmentos tomados de Número Cero, la última novela publicada de Umberto Eco (primera edición, Milano, Bompiani, 2015)

lunes, 22 de febrero de 2016

El castillo de Matrera, monumento a la desidia de la Junta de Andalucía

Hispanoa Nostra se hacia eco el otro día de la "desastrosa" intervención en el castillo de Matrera, que ordenó construir Omar Ben Hafsun a finales del siglo IX, y que permanecía en lamentable estado de abandono desde tiempo inmemorial; de hecho, se hundieron sus bóvedas hace tres años. A la postre, Carquero Arquitectura se encargó de afrontar el desaguisado con un proyecto discutible en su aspecto definitivo, pero... ¿qué se podía hacer con un edificio arruinado prácticamente por completo? El resultado, como monumento a la desidia de la Junta de Andalucía, es brillante.

Foto Carquero
Foto Pedro Sánchez

domingo, 21 de febrero de 2016

Los capiteles de la torre de El Carpio de Córdoba

Hacía tiempo que me ocupaba de esos objetos que tantas veces han aparecido mencionados en este blog. Una vez alteradas las circunstancias de mi propio contexto, cumple ocuparse de unos cuantos conjuntos que permanecían en la "sala de espera". El primero vuelve a plantearnos el problema ya tratado en varias ocasiones del "taller milagroso" del siglo IX, del que no me había ocupado expresamente hasta ahora por razones de naturaleza variable, pero casi siempre vinculadas con las circunstancias geográficas de El Carpio de Córdoba, pueblo que siempre viene mal para hacer una parada a horas razonables en el viaje de Córdoba a Madrid o de Madrid a Córdoba. Habré pasado por las inmediaciones de El Carpio más de cien veces y las cien ha nacido en mi "quijotera" la misma consideración: a Gómez-Moreno jamás se le habría planteado un problema similar: llegar cuanto antes a Córdoba o llegar cuanto antes a Madrid. Son las cosas de cambiar la tracción animal por la mecánica. El progreso suele manifestarse contundentemente contra la proximidad: hoy es más fácil llegar desde Madrid a Roma que a Santiago de Peñalba. Y por añadidura en Roma nadie pone dificultades al trabajo del estudioso mientras que en estas tierras de Dios es fácil encontrarse con "paisanos" animistas, predispuestos a creer en la magia nefasta de las imágenes. Es la paradoja del relativismo nefando que nos invade.
Pero las circunstancias cambiaron durante las pasadas vacaciones de Navidad y gracias a los funcionarios municipales y a la persona que gurda las llaves de la Torre, la visita fue fácil y relativamente cómoda a pesar de las inclemencias metereológicas. Quede constancia de mi agradecimiento a todos ellos.

Rampa de la Torre de El Carpio
La Torre con los sótanos anexos es, en realidad, lo que resta del castillo de Garci Méndez, construida en 1325 por un tal maestre Mahomar, que en su nombre orienta sobre la naturaleza cultural (mudéjar) de la obra, es decir, sobre la pervivencia de las fórmulas arquitectónicas hispanoislámicas. La subida por sus rampas induce recuerdos sevillanos de mayor fuste y otro tanto sucede con la sala en la que se han empleado capiteles reutilizados para ornar los parteluces de los huecos de las "balcones amatacanados", según fórmula frecuente en la arquitectura de raíz islámica en toda la península Ibérica. Precisamente, la Giralda define la referencia más clara en esa dirección, puesto que en sus ventanas los constructores recurrieron a la misma fórmula, tanto en parteluces como en los arranques de arco adosados.

Capitel califal de El Carpio CEC03
El Carpio de Córdoba contiene cuatro capiteles, que forman dos grupos de "homogeneidad" relativa. El primero está integrado por dos típicamente califales: uno de ellos sigue fórmula derivada del orden compuesto y el otro de las modalidades corintias (corintizantes) de volutas vegetales. Están bastante erosionado pero ello no impide que podamos clasificarlos con relativa precisión, dado que aún se conservan rasgos suficientes.
El primer capitel (imagen superior) es un "compuesto califal" de diseño común, con paralelos muy abundantes, incluso en el ornato del equino, que suele ser el lugar donde se emplean fórmulas más variadas. El cesto, sensiblemente cilíndrico, contiene dos coronas de hojas de foliolos bastante estilizados. Todo ello define un contexto cultural propio de la segunda mitad del siglo X.

Capitel califal de El Carpio CEC04
Tampoco es anómala la modalidad del segundo capitel califal, muy erosionado como el anterior; pero tampoco existen dificulatades para clasificarlo. Pertenece a la modalidad derivada de los corintios (o corintizantes) de volutas vegetales, muy habituales entre los cordobés de la segunda mitad del siglo X. Asimismo son numerosos los paralelos entre los conjuntos más numerosos conocidos (Giralda, Museo Arqueológico de Córdoba y Museo Arqueológico Nacional, etc.).

El segundo conjunto es el más interesante por cuanto ofrecen peculiaridades muy especiales en su configuración y en ciertos elementos del ornato. Forman, a su vez, parte de un grupo de piezas que tradicionalmente se consideran obra de los "maravillosos" talleres emirales, tan magníficamente dotados como para realizar piezas que si hubiera aparecido en cualquier otro contexto habrían sido considerados de época romana. Según mi punto de vista, abren un margen de posibilidades polarizadas por dos momentos para situar su realización: bien en época romana, en los alrededores del siglo II, bien en pleno siglo X, por obra de un taller con extraordinaria capacidad para copiar modelos de esa época.

Capitel de El Carpio, CEC01
El primer capitel es un corintio casi "canónigo". Cuenta con dos coronas de acanto, según modalidad habitual entre los siglos I y IV; en el cuerpo superior aparece el conjunto completo con sólidas volutas que brotan de un cáliz de amplia carnosidad que, a su vez, brotan de caulícuos de aspecto común en el Pleno Imperio. Destaca muy especialmente la "perfecta" definición del labio del kalathos a pesar del tamaño de las volutas que casi lo tapan por completo. En capiteles tardíos (posteriores al siglo III), en esas circunstancias, es frecuente que el kalathos desaparezca por completo en beneficio de la "expansión" de las volutas interiores. La curvatura del ábaco apunta en la misma dirección: hacia fórmulas de tiempos romanos.
Sin embargo, tiene dos "anomalías" entre las variedades de época romana más comunes: la inexistencia de tallo del florón en la espata de la que surja para culminar en el florón del ábaco y la peculiar decoración de los frentes del ábaco. No obstante, la primera cualidad no es rara a partir de finales del siglo II y el ornato del frente de los ábaco es relativamente frecuente en todas las zonas del Imperio. En este blog hemos visto recientemente algunos capiteles del sur de la Galia con esa peculiaridad y también otros de Hispania, con fórmulas ornamentales diferentes, más próximas al segundo capitel de este conjunto que describiré a continuación.

Capitel del mihrab de la mezquita mayor de Córdoba CMH02

Capitel CMH02; detalle del arranque del tallo del florón
Su parentesco con dos de los capiteles del mihrab de la mezquita mayor de Córdoba (CMH02 y CMH04) es obvia, aunque en ellos no se aprecie las anomalías mencionadas y además contengan otra cualidad significativa: los del mihrab poseen el arranque del tallo que conduce al florón, el frente del ábaco no tiene otro ornato que una moldura sencilla y además su espesor es considerable. Ello abre la posibilidad de que ése de El Carpio pudiera ser copia de los del mihrab...
La ornamentación del frente del ábaco lo pone en relación con un capitel conservado en el Instituto Valencia de Don Juan, de estructura derivada del orden compuesto, con una corona de hojas en el cesto y ábaco con ornato similar. Ambos capiteles comparten el motivo en 8, que en el de Madrid alterna con formas que podrían interpretarse como "U" y como "O". Parece difícil admitir que fueran alusiones a letras latinas que, a su vez, pudieran conducirnos a ideas propias de tiempos de gran influjo bizantino. Confieso mi desconcierto a la hora de explicar estos motivos que podrían haber sido retallados sobre frentes moldurados y que, tal vez, tengan carácter de gran significación cultural que no alcanzo a comprender.
La configuración ornamental del mencionado capitel conservado en Madrid, a su vez, nos conduce a ciertos ejemplares del alcázar sevillano, que el lector puede encontrar en este mismo blog, mencionados a propósito de un capitel conservado en el Museo de Cuenca, y a otros que recogeré lo antes posible.

Capitel de El Carpio CECO2
El segundo capitel ofrece las mismas referencias aunque sus cualidades definen carácter peculiar. El cuerpo inferior está tapizado por una corona de hojas de cierta altura, según fórmula frecuente en los formatos reducidos de época romana y en la serie mencionada en relación con el anterior (Valencia de Don Juan, Alcázar de Sevilla). El cuerpo superior, aplicado a un kálathos troncocónico bien definido, seguramente estuvo cubierto mediante dos fórmulas diferentes según las caras (dos de ellas están muy perdidas), acaso derivadas de la fusión entre las "ideas" de las variedades corintias y las corintizantes. La primera fórmula ofrece un desarrollo exagerado de las brácteas de la espata, que componen dos pequeñas volutas que recuerdan las composiciones de las variedades liriformes. Otro tanto sucede con las "hojas" anguladas e hiperdesarrolladas que culminan bajo los ángulos del ábaco, para configurar como "volutas vegetales" de escaso desarrollo angular,
También en este capitel está perfectamente marcado el cesto, aunque sin labio enfatizado.
Las volutas, dobles, ofrecen una configuración de cierta "degradación", que se aproxima a lo habitual en modalidades tardorromanas y de ambiente mrginal, talladas mediante recursos técnicos reducidos.
Contaba con el conjunto axial bien definido, según el arranque mencionado (espata con remate en arillos), del que surgen, según la cara, una especie de cadeneta o un tallo sogueado (casi con carácter de tornillo de banco).
Como el anterior, también en éste aparecen los frentes del ábaco, de gran concavidad, con ornato de espiguilla (o de laurea estilizada), que de nuevo nos remite a las fórmulas romanas del siglo II. Sin embargo, la manera de repartir el ornato es muy diferente a lo ofrecido por los modelos hispanorromanos, en los que el motivo tapiazante suele adaptarse a la molduración del ábaco. Este detalle permite situarlo en tiempos califales, cuando los artífices cordobeses se dedicaron a copiar fórmulas de tradición helenística.
Estructuralmente es similar a una conservado en Granada, cuya superficie está muy erosionada, de modo que en éste es más difícil percibir sus detalles; existe otro más en el Museo Arqueológico de Córdoba, de hechura más tosca pero de la misma concepción estructural (tal vez, esté cortado por la parte inferior).

Capitel del Museo Arqueológico de Córdoba
Todos ellos podrían derivar de variedades evolucionadas del orden corintio o de las fórmulas "corintizantes", tan frecuentes en la península Ibérica, especialmente documentada entre los capiteles reutilizados de la mezquita mayor de Córdoba.
Si hubieran aparecido en otro lugar, cabrían dudas acerca de su ubicación "original", pero pertenecientes a una edificación construida durante el siglo XIV cerca de Córdoba, parece razonable inferir que fueran trasladados de la antigua capital del Califato. Desde esa consideración, se abre la posibilidad de que originalmente (sin comillas) fueran realizados para una edificación hispanorromana del siglo II o que fueran "copias" de los muy activos talleres califales. Decida el lector la opción más razonable, aunque en este caso existen grandes posibilidades de que ambos sean copias califales. Sobre el primero caben a mi juicio pocas dudas: el CEC01 parece una copia de la primera mitad del siglo X a partir de un modelo afín a los mencionados del mihrab; tal vez sea una copia directa de los CMH02 Y CMH04; muy probablemente, con este capitel y con los de estructura afín, relativamente comunes entre las piezas procedentes de al-Zahara, ocurra algo similar a lo indicado con los capiteles corintios (o corintizantes) de volutas vegetales, a propósito del capitel del Museo de Cuenca. Más dudas ofrece el segundo, pero es muy probable que también fuera realizado en la misma época, durante la primera mitad del siglo X, según fórmula hispanorromana interpretada con cierta "libertad"...

Capitel romano reempleado en la mezquita mayor de Córdoba
Capitel romano reempleado en la mezquita mayor de Córdoba
Por si al aficionado le sirve de algo, me place dejar testimonio de una situación protagonizada junto con cierto colega, cuyo nombre prefiero silenciar por no vincularle a un blog tan heterodoxo y que tuvo la gentileza de facilitarme la documentación gráfica que, en cierto modo, justificaba mi pereza por no parar en El Carpio: ante las imágenes de los capiteles de esta serie (los mencionados y algunos más) y tras "darles vueltas durante unos minutos" y aunque ambos ya nos habíamos manifestado sobre ellos "oficialmente" (mediante las oportunas publicaciones), recuerdo que nos encogimos de hombros... Hoy tengo las ideas un poco más claras, pero las dudas persisten.