tag:blogger.com,1999:blog-1213692176861645178.post6120424629471539441..comments2024-02-01T08:52:37.311-08:00Comments on LAS PARIDAS DE MARCELO DEL CAMPO: Una carta muy interesanteAlp es Enrique Domínguez Perelahttp://www.blogger.com/profile/14676193299944634835noreply@blogger.comBlogger2125tag:blogger.com,1999:blog-1213692176861645178.post-25631332391153278602012-10-22T13:55:58.479-07:002012-10-22T13:55:58.479-07:00La lectura de ese párrafo hace pensar en el panteí...La lectura de ese párrafo hace pensar en el panteísmo, si se contempla mediante un prisma filosófico al uso; si se contempla desde una postura más "científica", nos remite a cuestiones de una complejidad incompatible con la simplicidad de las religiones tradicionales. La materia es maravillosa en todo lo que subyace a la simple observación, pero también en lo que está al alcance de los sentidos. :-)))Alp es Enrique Domínguez Perelahttps://www.blogger.com/profile/14676193299944634835noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-1213692176861645178.post-79788015073633198752012-10-22T09:46:39.446-07:002012-10-22T09:46:39.446-07:00La visión que tenía Einstein acerca de la existenc...La visión que tenía Einstein acerca de la existencia de un Dios ha sido siempre confusa. He aquí el por qué de la revolución que ha causado dicha carta.<br />Sin embargo, aunque Einstein no creyese en un Dios como tal, sí que creía en «un Dios que se revela en la armonía de todo lo que existe, no en un Dios que se interesa en el destino y las acciones del hombre». Deseaba conocer «cómo Dios había creado el mundo». En algún momento resumió sus creencias religiosas de la manera siguiente:<br />"Mi religión consiste en una humilde admiración del ilimitado espíritu superior que se revela en los más pequeños detalles que podemos percibir con nuestra frágil y débil mente.<br />La más bella y profunda emoción que nos es dado sentir es la sensación de lo místico. Ella es la que genera toda verdadera ciencia. El hombre que desconoce esa emoción, que es incapaz de maravillarse y sentir el encanto y el asombro, está prácticamente muerto. Saber que aquello que para nosotros es impenetrable realmente existe, que se manifiesta como la más alta sabiduría y la más radiante belleza, sobre la cual nuestras embotadas facultades sólo pueden comprender en sus formas más primitivas. Ese conocimiento, esa sensación, es la verdadera religión."<br /><br />Por ello, más que en Dios, Einstein creía en algo capaz de motivarnos y hacernos sentir.Lucía Sotohttps://www.blogger.com/profile/01606100107220409110noreply@blogger.com