Este fin de semana "tocaba" dar una vuelta por tierras navarras y en el programa estaba previsto hacer una parada breve en un monasterio cisterciense... Queda poco del antiguo edificio, realmente poco, aunque las instalaciones que se ofrecen al visitante, incluida la hostería, son de pulcritud excepcional.
Lo mejor: un museo con una interesante colección de pinturas, la repostería y, sobre todo, la religiosa que explica las bondades del monasterio al viajero deseoso de vivir experiencias estéticas singulares. Es una mujer de edad incierta -es difícil deducir la edad de las religiosas-; tiene el perfil de Petrarca y una locuacidad "feminista" excepcional y sorprendente para quien se reconoce "católica" en el más estricto sentido del término. Jamás imaginé que oiría a una religiosa decir que, si Jesucristo hubiera considerado los méritos de sus seguidores, habría puesto a María Magdalena, que estaba enamorada de Él, al frente de la Iglesia... Y lo argumenta recordando a quién se manifestó en primer lugar Jesucristo cuando resucitó.
Lo más destacable: la Trinidad de Jerónimo Cósida, con modelo iconográfico obtenido fundiendo tres cabezas, próximo a los juegos perceptivos que interesaron a Picasso....
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