miércoles, 11 de noviembre de 2009

Sartori. El homo videns.

Por Daniel López Vázquez
Sartori se centra en la televisión en su libro: Homo videns. La sociedad teledirigida. En su tesis de fondo indica que el video está transformando al homo sapiens, producto de la cultura escrita, en un homo videns para el cual la palabra está destrozada por la imagen, el acto de tele-ver está cambiando la naturaleza del hombre. Nuestro mundo se apoya sobre los frágiles hombros del "video-niño": Un novísimo ejemplar de ser humano educado en tele-ver incluso antes de saber leer y escribir.
El más cáustico en esta cuestión es Baudrillard: «La información, en lugar de transformar la masa en energía, produce todavía más masa». Es cierto que la televisión, a diferencia de los instrumentos de comunicación que la han precedido (hasta la radio), destruye más saber y más entendimiento del que transmite.
En la sociedad, además de la televisión, hay un ordenador conectado a Internet. Este desarrollo es inevitable y útil, pero siempre que no desemboquemos en la vida inútil, en un modo de vivir que consista sólo en matar el tiempo. Las imágenes televisivas habitúan al niño a la violencia porque un niño de menos de tres años no entiende lo que está viendo y, por tanto, «absorbe» con más razón la violencia como un modelo excitante y tal vez triunfador de vida adulta, la televisión es la primera escuela del niño (la escuela divertida que precede a la escuela aburrida) El problema es que el niño es una esponja que registra y absorbe indiscriminadamente todo lo que ve (ya que no posee aún capacidad de discriminación). Por el contrario, desde el otro punto de vista, el niño formado en la imagen se reduce a ser un hombre que no lee, y, por tanto, la mayoría de las veces, es un ser «reblandecido por la televisión», adicto de por vida a los videojuegos.
Este niño cuando llega a ser un adulto se muestra sordo de por vida a los estímulos de la lectura y del saber transmitidos por la cultura escrita. Los estímulos ante los cuales responde cuando es adulto son casi exclusivamente audiovisuales. Por tanto, el vídeo-niño no crece mucho más. A los treinta años es un adulto empobrecido, educado por el mensaje: «la cultura, qué rollazo>> es pues, un adulto marcado durante toda su vida por una atrofia cultural.

Los niños, pasan muchas horas frente al televisor viendo programas infantiles, o para adultos, Entre los actos violentos que son vistos por los niños están: asesinatos, guerras, puñetazos, cuchilladas, patadas, accidentes y destrucción de propiedades, entre otros. Los niños que ven violencia en la pantalla se comportan más agresivos sin importar su localización geográfica, su sexo, su nivel socioeconómico o si tienen problemas emocionales. Este efecto es interdependiente, es decir, los niños agresivos eligen programas violentos y aquellos que ven estos programas, son más agresivos. La televisión fomenta la conducta agresiva , imitan el modelo que observaron y llegan a aceptar la agresión como conducta apropiada. la imitación es usada para los niños como el primer mecanismo de aprendizaje que tienen, éstos no son especialmente selectivos en lo que imitan, y lo hacen tanto con modelos reales como con personas en la televisión o dibujos animados.
Un aspecto importante como indica Gérard Imbert en su libro la tentación de suicidio es que uno de los aspectos que más preocupa, sobre todo a los padres, es que los niños se estén volviendo insensibles ante la violencia. La desensibilización a la violencia se opone al sano desarrollo y es posible que esta reducción de la ansiedad sea lo que facilita el comportamiento agresivo.
La sociedad muestra una fascinación por la aventura, por todo cuanto permite evadirse del tiempo, conquistando otros espacios, tendencia que queda reflejada en la publicidad y en las revistas de ocio.
Pero no hay que dejar de lado una pregunta: ¿en qué sentido la televisión es «progresiva», en cuanto que mejora un estado de cosas ya preexistentes? Es una pregunta a la que debemos responder haciendo una distinción. La televisión beneficia y perjudica, ayuda y hace daño. No debe ser exaltada en bloque, pero tampoco puede ser condenada indiscriminadamente.
Es cierto que la televisión se caracteriza por una cosa: entretiene, relaja y divierte. Cultiva al horno ludens; pero la televisión invade toda nuestra vida, se afirma incluso como un demiurgo. Después de haber «formado» a los niños continúa formando, o de algún modo, influenciando a los adultos por medio de la «información». En primer lugar, les informa de noticias (más que de nociones), es decir, proporciona noticias de lo que acontece en el mundo, por lejano o cercano que sea. La mayoría de estas noticias terminan por ser deportivas, sobre sucesos, asuntos del corazón (o lacrimógenas) o sobre diferentes catástrofes. Lo que no es óbice para que las noticias de mayor repercusión, de mayor importancia objetiva, sean las que tratan de información política, las informaciones sobre la polis (nuestra o ajena). Saber de política es importante aunque a muchos no les importe, porque la política condiciona toda nuestra vida y nuestra convivencia. La ciudad perversa nos encarcela, nos hace poco o nada libres; y la mala política (que obviamente incluye la política económica) nos empobrece.
La democracia ha sido definida con frecuencia como un gobierno de opinión y ésta definición se adapta perfectamente a la aparición de la vídeo-política. Actualmente, el pueblo soberano (opina) sobre todo en función de cómo la televisión le induce a opinar. Y en el hecho de conducir la opinión, el poder de la imagen se coloca en el centro de todos los procesos de la política contemporánea. (y si es a través de un hombre inocente insultando de forma indiscriminada, mejor) Entonces ¿cómo se constituye una opinión pública autónoma que sea verdaderamente del público? Está claro que esta opinión debe estar expuesta a flujos de informaciones sobre el estado de la cosa pública.
Las noticias en nuestro país están fuera de la información (Las noticias que son medios publicistas...) además los noticiarios de nuestra televisión actual emplean 20 minutos de su media hora de duración en saturarnos de trivialidades y de noticias que sólo existen porque se deciden y se inventan en la rebotica de los noticiarios. ¿Información? Sí, también la noticia de la muerte de una gallina aplastada por un derrumbamiento se puede llamar información. Pero nunca será digna de mención.
Porque ya sabemos que la imagen es enemiga de la abstracción, mientras que explicar es desarrollar un discurso abstracto. Los problemas no son «visibles». Lo que podemos ver en la televisión es lo que «mueve» los sentimientos y las emociones: asesinatos, gripes, violencia. disparos, arrestos, protestas, lamentos; y en otro orden de cosas: terremotos, incendios, aluviones e incidentes varios.
En suma, lo visible nos aprisiona en lo visible. Para el hombre que puede ver (y ya está), lo que no ve no existe. La amputación es inmensa, y empeora a causa del porqué y del cómo la televisión elige ese detalle visible, entre otros cien o mil acontecimientos igualmente dignos de consideración.

13 comentarios:

  1. Al leer esto siento que está refiriéndose a personas que o son niños o son como niños, no adultos con una buena educación de base. Primero, antes de esta generación de "homo videns", ha existido una de homo sapiens como todas las anteriores, y si por no tener televisión en sus vidas ni en su mundo,ni haber conocido los videojuegos (que apuesto que este hombre tampoco se ha molestado) son mejores, me hago muchas preguntas entonces de por qué resulta que ese homo sapiens ha educado tan mal a sus hijos.
    Me explico, la educación no empieza por la televisión, empieza por el núcleo familiar, y de su capacidad de imponer un criterio al niño. El niño vale que absorbe todo lo que ve, y hay muchas cosas de la televisión que no debería ver, pero también absorbe lo que ve en casa, lo que le dicen en casa, y los modelos de comportamiento que ve en primera persona (y no solo las malas, no son esponjas que absorben negatividad). Eso le desarrolla el conocimiento de que muchas de las cosas que aparecen en la pantalla no son verdad ni son posibles de imitar.
    Los libros. ¿Quién se mete con los libros? Leer siempre ha sido una buena costumbre, y estamos de acuerdo todos creo. ¿Qué pasa cuando un escritor o un guionista, ve que puede representar en la realidad lo que tiene dentro de su cabeza y no solo dejarlo en papel? Pues me parece una tentación demasiado grande a veces de dejar pasar. ¿Y si encima también le gusta dibujar? Quizá haga bocetos de cómo serían personajes y lugares de lo que se ha inventado y sobre los que ha escrito. Qué rabia que los demás no puedan verlo tal y como se lo está imaginando...Anda, ¿y si contamos con los recursos de la animación o el cine? No me parece un problema utilizarlos. Es una forma de darle una vuelta de tuerca a los libros y al dibujo, y a otras muchas cosas, una forma de acercarlos aún más a la gente que quieres que los disfrute. Desde el punto de vista de dibujante, en serio que hacer cobrar vida a un dibujo es muy gratificante. Y no creo que por pasar por esta última vuelta de tuerca una obra de arte se rebaje en cuanto a su nivel cultural. Le veo más ejercicio intelectual a diseñar por ejemplo, un personaje para una historia concreta, con una personalidad concreta, con unos movimientos concretos, tener que crear su esqueleto para hacer pruebas de movimiento, estudiar anatomía, materiales, modelado, texturas, audiovisuales, las posibilidades de las cámaras para crear una animación, que quedarnos en el simple boceto, en el dibujo y en el estudio de color (lo cual es la base de todo y está muy bien).
    Con todo este rollo quiero decir que los videojuegos, los dibujos animados, la televisión, no tienen que ser tan malos en casos que llevan un gran trabajo artístico detrás, una gran historia, un gran guión, o una gran investigación como algunos buenos documentales que(aunque no tantas veces como se deberían)podemos disfrutar.
    El problema es que en estas cosas cabe todo, lo bueno y lo malo, pero no hay que desechar ni la televisión, ni la radio, ni el cine,ni los videojuegos, ni los dibujos animados,ni Internet. Lo que hay que saber, es educar a los niños frente a todo esto, me parece que un niño que ve violencia en la ficción y reacciona igual cuando ve violencia en la realidad, es un niño con una carencia de valores y de educación seria. Pero es que para evitar eso no está solo la tele, eso me parece una forma muy cómoda de quejarnos de los pequeños monstruitos y ya no tan pequeños ni tan -itos que estamos creando.
    También en el arte, en los libros, y en la cultura hay basura, y hay gente que se pasa de lista y trata de colárnosla.

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  2. ¿Lo visible nos aprisiona en lo visible?

    Yo no lo veo así. Una imagen te permite volar tu imaginación, pensar que ha pasado allí, quien ha provocado eso, donde ha sido... y posiblemente sea un ejercicio de imaginación mucho más duro e intenso que imaginarse los personajes de un libro para niños.

    El texto no tengo tampoco muy claro que sea abstracto... Por ejemplo, la mayoría de fotografías en prensa sin pie de foto no funcionan, por esto mismo que te digo, porque no se entienden, u otras miles de fotografías que si no estan en el contexto de un reportaje concreto podrían entenderse de cualquier forma.

    Y no es malo. Hay veces que se presenta la lectura como una especie de gran pastilla para volverte inteligente...
    Habría que ver lo que se lee bajo esta idea. ¿Acaso no hay cine que también pueda "enriquecerte"? ¿Fotografías? ¿Videojuegos?

    ¿Por qué se sataniza tanto la imagen? Tal vez el problema no es que sean muchas y nos invadan, alienen y todo eso, sino que no sabemos reacionar ante ellas, porque estamos pasivos y no sabemos relacionarlas.

    Me gustaría recuperar una cita que viene muy a cuento: "No el que ignore la escritura, sino el que ignore la fotografía será el analfabeto del futuro" (W. Benjamin, 1931)

    Pero no es un problema de las imagenes: no hay más que ver las noticias cualquier día... y nadie hace nada.

    ¿Que pasa aquí?

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  3. Efectivamente, creo que no hay que desdeñar ningún medio de comunicación o divertimento per se.Lo que habría que desdeñar son determinados ( aunque sean muchos )contenidos, sobre todo para los más pequeños cuya educación básica debería constituirla la proporcionada por los padres aunque no todas sean " de recibo".
    Por otro lado, no olvidemos que la información ( venga de donde venga )seguramente va a estar tergiversada porque detrás de estos medios habrá un holding político, económico o ambos a los que les interesará decir las cosas de determinada manera en aras de sus propios beneficios. Esto ha sido así antes de la aparición de los mass media y me temo que continuará siéndolo "per secula seculorum "y ésto sí que es una pena!!!.

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  4. Claramente, la mass media y su poder ha despertado intereses de todo tipo y todo el mundo se aprovecha para intentar influir mediante esto con sus ideas, políticas y de cualquier tipo. Pero aún así, el factor humano afecta igualmente al correr las noticias, como no estemos justamente delante y en directo en el momento de una noticia, o una declaración de alguien, no vamos a tener la información al 100% nítida. Las personas tenemos ideales, principios y propias perspectivas de la vida y la realidad distintas de los demás, y esto se refleja en la información que nuestro cerebro selecciona al ver, escuchar o sentir algo. Entonces ocurre también simplemente, que los mismos que quieran transmitir una información aunque quiera transmitirla tal cual la han vivido, siempre van a estar condicionados por su propio cerebro, por lo que le ha parecido relevante, por su propia interpretación de la realidad y su nivel cultural,y por infinidad de factores relativos a la personalidad propia y adquirida.

    ¿No habéis jugado nunca al teléfono escacharrado?Es exagerado ese ejemplo, pero al fin y al cabo, al pasar la información por varias personas y el intentar transmitirla ya supone algo que la varía y la condiciona de cierta manera. Y ocurre con la imagen, ocurre con la palabra, ocurre con la palabra escrita y con todo lo que sea comunicación.

    Aparte,en los medios de comunicación hay cosas para muy distintos propósitos, y habría que analizarlos de cerca, y analizar lo positivo y lo negativo que tendría en cada factor de población, quizá no todo lo que nos sirva a nosotros, va a ser inútil para otras personas con distinto nivel cultural o distintos intereses en la vida simplemente. No es tan fácil decidir lo que vale de lo que no vale en un medio, en el mundo hoy en día.

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  5. Desde luego hay que reconocer que los verdaderos tutores de los niños no son los maestros ni los profesores, sino los cineastas, los ejecutivos de la publicidad y los proveedores de cultura pop. Disney hace más que Duke, Spielberg pesa más que Stanford…
    En todos los lados se dice que los medios de comunicación dominantes invocan la cultura popular como amenaza contra la pureza de los niños, pero no las empresas que la producen y la regulan. Por ejemplo, se sostiene que la pornografía por internet es un peligro para la inocencia de los niños, pero nada se dice de las empresas y sus accionistas de clase media que convierten sin descanso en bienes de consumo y sexualizan los cuerpos, los deseos y las identidades de los niños con el fin de obtener unos beneficios.

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  6. Respecto a la información que recibimos, creo que la pregunta fundamental es ¿Quién decide lo que deben decir los media? ¿Quién da al periodista su materia prima? De hecho, siempre las mismas fuentes: gobierno, administración y empresas. Este sistema hace que cada día se produzcan un montón de informaciones preparadas de antemano. En la mayoría de los casos no es el periodista el que escoge sus fuentes, son estas quienes se le imponen. Y es que nutrirse de las fuentes institucionales tiene muchas ventajas. Primero, no es caro: no es necesario enviar reporteros por todas partes con la esperanza de encontrar materia prima; la noticia llega ya cocinada, e incluso masticada: ¿Cuántos comunicados de prensa son recogidos tal cual vienen? Pero es que además estas fuentes, aprovechándose de su prestigio, imprimen una gran autoridad, lo que hace innecesaria la verificación de las informaciones. Otro ahorro más.

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  7. La demonización de la televisión como "productora de niños agresivos" no utiliza argumentos nuevos. Sartori propone el libro como alternativa a la televisión para una educación "correcta", pero los libros tampoco se han salvado de la etiqueta de peligrosos. Fredric Wertham, el psiquiatra de la defensa de Albert Fish, llegó a atribuir una parte de la locura de este hombre al hecho de que fuera aficionado a la literatura de Poe (entro otras muchas causas, como que tuviera un larguísimo historial de enfermedad mental en su famila...).

    Y no se limitó a los libros, sino que más adelante la tomó con los cómics empleando los mismos argumentos que usa hoy Sartori. Su libro "La seducción de los inocentes" causo un tremendo revuelo en USA, y las editoriales de cómic crearon el Comics Code ante el miedo de que el sector se viera regulado por un órgano dependiente del congreso como la FCC. Las normas del Comics Code, tal y como aparecieron en su creación en 1954 son las siguientes (wikipedia):

    * Los crímenes nunca serán presentados de modo que creen simpatía por el criminal, promuevan desconfianza de las fuerzas de seguridad o inspiren a desear imitar a los criminales.
    * Si el crimen es representado, lo sera como una actividad sórdida y desagradable.
    * Los criminales no serán presentados como glamurosos o que ocupen una posición que cree el deseo de emularlos.
    * En cada momento el bien triunfará sobre el mal y los criminales serán castigados por sus acciones.
    * Las escenas de excesiva violencia serán prohibidas. Las escenas de tortura brutal, el excesivo e innecesario uso de pistolas y cuchillos, la agonía física y los crímenes sangrientos y truculentos serán eliminados.
    * Ninguna revista de cómics usaran la palabra horror o terror en su titulo.
    * Todas las escenas de horror, demasiado sangrientas o repelentes, la depravación, la lujuria, el sadismo y el masoquismo no seran permitidos.
    * Todas las ilustraciones repelentes y soeces serán eliminadas.
    * La inclusión de historias sobre tratos con el Mal serán usadas o publicadas solo cuando su intención sea ilustrar moralmente y no en caso que el Mal se presente atractivo ni cuando se dañe la sensibilidad del lector.
    * Las escenas que traten con, o con instrumentos asociados con muertos vivientes, tortura, vampiros y vampirismo, ghouls, canibalismo y licantropismo están prohibidas.
    * La profanación, obscenidad, el lenguaje soez, la vulgaridad o palabras o símbolos que puedan adquirir significados indeseables están prohibidos.
    * La desnudez en cualquier forma está prohibida, así como poses indecentes o inapropiadas.
    * Las ilustraciones sugerentes o libidinosas o en poses sugerentes son inaceptables.
    * Las mujeres serán dibujadas realisticamente sin exageración de ninguna cualidad física.
    * Las relaciones sexuales ilícitas no serán retratadas ni insinuadas. Las escenas de amor violento, así como anormalidades sexuales son inaceptables.
    * La seducción y la violación nunca serán mostrados o sugeridos.
    * La perversión sexual o cualquier inferencia a lo mismo esta estrictamente prohibido.
    * La desnudez con intenciones prostituidoras y posturas salaces no serán permitidas en la publicidad de ningún producto; Las figuras vestidas nunca serán presentadas de modo alguno que sean ofensivas o contrarias al buen gusto y a la moral.

    A Frederic Wertham, la medida le pareció insuficiente

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  8. Hay que destacar que este código solo existe como un medio de homologación editorial, que otorga a los cómics que lo cumplen un sello de aprobación; del mismo modo que muchas editoriales quedaron prácticamente hundidas, otras vieron su popularidad aumentar por el hecho de no estar aprobadas, y propició la aparición en los sesenta de infinidad de publicaciones underground. A diferencia de código Hays, el Comics Code sigue en vigor con muchas modificaciones, pero cada vez se le da menos importancia a la hora de permitir a los niños leer cómics, y las editoriales más importantes han dejado de buscar el sello de aprobación, en virtud de sistemas propios de clasificación basados en la edad.

    Hoy en día no nos preocupa que el niño lea cómics, esta preocupación se desvía hacia medios como la televisión, los videojuegos (el chaval de la katana) o los juegos de rol (el asesino de la baraja). El caso es tener a alguien a quien culpar del mal comportamiento de los niños, quitarle responsabilidad a los padres al tiempo que se aprovechan de la preocupación de estos para captar su atención. Creo que lo realmente perjudicial para los niños no es que vean la televisión, o jueguen a la consola; sino el hecho de que los padres aparquen al niño y este crezca aislado, sociabilizándose solo con la pantalla. Francamente, si los padres vieran la televisión con sus hijos, o jugaran a la consola con ellos no sólo no creo que el niño se vuelva agresivo; sino que me parece bastante probable que entienda perfectamente la diferencia entre lo que ve y la realidad, refuerce el vínculo con su familia y sea un niño mas sano emocionalmente.

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  9. Coincido con las dos intervenciones de IX de Pikas, yo no creo que la culpa de que los niños sean agresivos la tenga la televisión, mayormente porque la televisión es un trasto eléctrico inherte... Alguno dirá que la culpa es de la gente que hace los programas de televisión, y de los contenidos que en ella vuelca...

    Bien, pues he de decir que tras informarme y documentarme en la wikipedia en inglés y en español, ¡¡he descubierto que en Japón ya se están diseñando televisores con un interruptor que las enciende y las apaga!!

    La responsabilidad de la educación es de sus tutores, que son sus padres, por ello, siento replicar a Irene, que ha dicho: "[...]Desde luego hay que reconocer que los verdaderos tutores de los niños no son los maestros ni los profesores, sino los cineastas, los ejecutivos de la publicidad y los proveedores de cultura pop[...]"

    Si sientas a un niño de cinco años a ver series como padre de familia o los simpson, que están dirigidas a un público adulto y maduro (si, aunque sean dibujos...) no te quejes si luego dice palabrotas, si cuando tu equipo pierde te cagas en la putisima madre del árbitro y tu hijo te ve, luego no digas que es agresivo... No me jodáis, eso en mi pueblo es escurrir el bulto y echar la culpa a otro de que tu hijo es un cabronazo, basta con que si quiere jugar, te sientes a hacer un pùzzle con él antes que desenchufarle en frente de la tele o con una videoconsola.

    Por último y para corroborar lo que decía IX de Pikas, a mí me encanta ver la tele, pero si no echan más que mierda en un momento determinado, pues me leo un libro, o adelanto trabajos, o me la machaco, yo que sé, pero no veo la tele por sistema y ni mucho menos rige mi vida, y si los niños hoy en día están pegados a la tele todo el día es por alguien se lo habrá consentido/inculcado n su momento. He dicho.

    Salud

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  10. Ver la televisión, está claro que no promueve el desarrollo intelectual, como lo haría un libro por el simple hecho de que leer un libro de forma pasiva es imposible. Esto es una característica del medio audiovisual, y punto. Del mismo modo que se puede escuchar una canción de forma activa o pasiva, también se puede ver la tele de forma activa. Es cuestión de analizar lo que estamos viendo, o limitarnos a absorberlo. Y esa característica intuitiva de la televisón tampoco es mala per se, creo que se puede aprovechar como complemento a la educación del niño a la hora de enseñarle a leer o sumar...

    Otra cuestión sería la de los contenidos de los programas televisivos. Todos criticamos a la telebasura, pero la proliferación de esta es inexorable. Entonces cabría preguntarse si la televisión está idiotizando a la sociedad, o la sociedad ya es idiota y la televisón se limita a darle lo que pide.
    Al hilo de todo esto, dejo la intro de la película "Idiocracy", que a pesar de acabar siendo una película de sábado por la tarde, tiene una idea de fondo gloriosa y atemorizante al mismo tiempo, muy al hilo de lo que venimos tratando

    http://www.youtube.com/watch?v=IAYNHtEDz64

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  11. Respecto al comentario de Abend sobre las normas del Comics Code, asustan. La receta para hacer un cómic. Qué después cuenten a qué sabe.

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  12. Como apunte, simplemente discrepo mucho (aunque eso siempre puede cambiar si alguien me contradice y me convence)sobre el comentario de que no se puede leer un libro pasivamente. Yo creo que sí puede ocurrir con libros que no comprendemos, bien porque no tenemos nivel suficiente, o porque al que lo escribe lo que más le interesa es que su lector piense que no está al nivel del libro, porque sino no tiene otra forma de tirarse el rollo. En fin, que no creo que sea la única persona que se ha tenido que leer libros y ha leído los mismos parrafos millones de veces. También simplemente por cansancio o falta de atención en determinado momento que no estés centrado en lo que lees, puedes leer pasivamente y no enterarte bien o no profundizar ni ser crítico con lo que estás leyendo (con los libros también hay que ser críticos y no solo con las imágenes, es información al fin y al cabo), y entonces asimilas ideas equivocadas, o absorbes el pensamiento del autor automáticamente, sin ningún tipo de filtro. Las imágenes como las estamos tratando, y los libros, ambos son obra de una persona, y las personas se equivocan y las personas manipulan, con el medio que más les convenga. Por tanto, si leyendo no estamos atentos, no nos interesa mucho el tema, no lo entendemos bien porque habla de temas que no explica y no conocemos de antemano, perfectamente se puede leer pasivamente. Creo yo. No sé si pasividad en este caso tenía otro matiz y me esté equivocando.

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  13. Bueno, pues yo intentaré convencerte, o al menos explicar un poco mejor lo que quería decir.
    No me refería a capacidad crítica, de comprensión o de reflexión. Simplemente a los procesos perceptivos que operan en cada caso. Para empezar, nadie nos tiene que enseñar a ver, y en cambio si que nos tienen que enseñar a leer ( no me voy a meter en el berenjenal de si nos tiene que enseñar a hablar...) Esto es porque las imágenes las percibimos y registramos la información que contienen de forma automática, y casi involuntaria. Para ver sólo tenemos que abrir los ojos; para leer hemos de interpretar unos signos alfabéticos en fonemas, pronunciandolos mentalmente, buscando su significado y su coherencia con las palabras que siguen. Es cierto que la mayoría de la gente tiene esta capacidad bastante desarrollada y realizan este proceso sin esfuerzo, leyendo palabras enteras en lugar de letras; pero se hace muy evidente que no es un mecanismo automático cuando nos encontramos con un término en otro idioma, o que no comprendemos. O cuando oímos a un cani intentar leer en voz alta
    Al decir que la lectura promueve más el desarrollo intelectual, me refiero principalmente a que la lectura mejora el vocabulario y la escritura de manera eficaz. Es cierto que no es el único método para mejorar la oratoria, o adquirir conocimiento; pero la propia complejidad del proceso de lectura hace que aumente nuestra capacidad de retener y comprender la información, simplemente porque tenemos que estar más concentrados. Por eso cuando nos preparamos un examen no nos grabamos cintas, o visionamos fotos; simplemente porque lo que lee se retiene mucho más que lo que se ve o lo que se escucha. Complementarlo con la memoria fotográfica o auditiva, por otro lado, me parece estupendo

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