Lástima que sea tan poco ambiciosa tanto en el número de obras presentadas como en el propio planteamiento expositivo, circunscrito al patio del museo y excesivamente timorato. Algunas obras no han sido coloreadas por completo, seguramente para evitar impactos expresivos demasiado exagerados.
Desde que contemplé la sala del British alusiva a esta circunstancia, late en mi cabeza la idea de contemplar una reconstrucción coloreada con pretensiones comparables a las exhibiciones de los grandes museos europeos. Sería maravilloso ver el altar de Pérgamo, los frisos del Partenón o la colección de escultura del Museo del Prado en las condiciones estéticas originales... Delicioso. Los niños se lo pasarían en grande.
Pero nadie se preocupe, porque ideas tan extravagantes jamás serían consentidas por la beatería estética... Y, al amparo de criterios restauradores bien fundamentados, seguiremos contemplando la escultura grecolatina según el gusto de Canova y sus seguidores, olvidando que los griegos y los romanos eran, en términos estéticos, unos perfectos horteras. Y los niños seguirán aburriéndose...
Exposición muy recomendable.
Pobre Wilkelmann...
ResponderEliminarYo soy pro reconstrucciones. Pero me niego a invertir dinero en pintar directamente el Altar de Pérgamo con base en una hipótesis de colorido. Es poner un falso sobre otro y no, gracias; ya tenemos bastante con la recontextualización. Eso sí, copias y reconstrucciones las que sean necesarias, por favor.
A mí me parece una iniciativa interesante. El problema es que huelen a escayola. Deberían dedicarse a investigar más allá de Winckelmann y devolver a su esencia tanta reliquia incolora.
ResponderEliminarYo iré con las niñas. Ya preguntó Violeta hace tiempo por qué todas las estatuas eran blancas. Quizás ahora las perciban más cercanas.
Para Lucrezia:
ResponderEliminarEstoy totalmente de acuerdo. Sería terrible repintar el Partenón. Pero los museos deberían dedicar mucho más espacio a informar sobre estas cosas que a venerar la piezas.
Para Vera:
Claro que huele a escayola. Algunas piezas cantan demasiado. Pero si no has estado nunca en el Museo de Alcalá, le sacarás partido al viaje porque el museo es muy interactivo.
Eso por supuesto, Alp. Pero con piezas griegas y con cualquier tipo de bien.
ResponderEliminarY sí, Vera, las reproducciones parecen más maniquíes del "cortinglés" colocados y pintados que piezas decentes.
Creo que los niños se lo pasarían pipa, seguro que los dioses se convertirían en héroes de comics en los folletos didácticos para niños de los museos, las imágenes de las esculturas que he visto bien podrían ser personajes de Ásterix y Obelix, aunque la historia del comic no esté planteada en Grecia.
ResponderEliminarSegún he leido en internet sobre el tema, en 2007 el El Museo Nacional de Arqueología de Atenas presentó una exposición de réplicas de 21 estatuas clásicas. La idea fue lanzada por el Museo de Esculturas (Gliptoteca) de Múnich (Alemania) La exposición se llamó 'Dioses en color".
Esto cambia el paradigma sobre la interpretación de estas obras y si es verdad que es poco realista "restaurar" todas las esculturas dándole color, se debería especificar que la situación actual no corresponde a la versión original y que en su origen estaban policromadas. Para que luego te cuenten en el libro de bachillerato que el marmol era un material precioso, si pintaban encima!
Es curioso el porqué de ese síndrome diogenesiano de la raza humana hace que veamos un atentado restaurar a su forma original las obras artísticas...
ResponderEliminarEs que son testigos de la historia, y están condenados a deaparecer bajo una constante e irrefrenable capa de estucos y reintegraciones... Sin embargo ahora nos encargamos de conservar todo a la perfección... ¿No deberíamos dejar que se deteriorasen igual que en la antigüedad? ¿Que pasa, acaso queremos conservar las cosas tal cuál las conocemos en la época en que las conocemos?
Diógenes...
PD: Hacer el arte un mundo de especialistas hace que el arte se distancie del pueblo, estoy de acuerdo.