Ambas son especialmente interesante para comprobar hasta dónde llega la beatería estética de algunos; sobre todo, en la de Caixa Forum, alumbrada por un éxito de público muy estimable. Maravilloso, sublime, espléndido, sublime, precioso, sublime, turgente, sublime, estremecedor, sublime...
Supercarifragislísticoespialidoso. Esperpéntica cascada de adjetivos "categorizados" para consumo de esa autoestima postindustrial, escéptica ante la religiosidad tradicional. Creo que Barceló es el más claro ejemplo de cómo se puede "triunfar" valiéndose de una gran capacidad para hacer lo conveniente, por supuesto, en los aledaños del poder (político, diplomático, religioso), sin hacer ascos a las piruetas éticas, y para diseñar el currículum con inteligencia excepcional. Conozco mil pintores con igual o mejor calidad pictórica, que morirán desconocidos y en la penuria, seguramente, confundidos con la indisoluble comunión entre Ética y Estética. Según mi punto de vista, en una sociedad como la nuestra, no creo que se le pude reprochar nada a Barceló... En este caso, mi juicio es una simple cuestión de gusto: apenas me interesa alguna pintura suya...
La Fundación Juan March nos invita a contemplar una magnífica exposición de Wyndham Lewis, uno de los pintores ingleses más activos en el desarrollo de las vanguardias históricas (Vorticismo), según mi juicio, mucho más interesante cuando tomaba la pluma que el pincel...
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