miércoles, 15 de diciembre de 2010

Cuestiones de patrimonio histórico-artístico en el contexto rural.

Hace años, cuando se redactó la Ley del Patrimonio Histórico Español quedaron aparcadas algunas cuestiones importantes; entre ellas, las relacionadas con las edificaciones, de titularidad difusa, tradicionalmente utilizadas por la Iglesia. Pasados los años, casos como los recogidos en el documental de TVE, nos hacen pensar si no estaremos caminando por la Historia hacia atrás. Y lo peor del caso es que estas apropiaciones tal vez sean un mal menor desde el punto de vista de la conservación del Patrimonio...







1 comentario:

  1. No creo que porque la Iglesia se apropie edificaciones vayan a ser mejor conservadas. Por lo que parece los vecinos de ciertas localidades contribuyen más a la conservación de sus edificios, incluyendo los religiosos.

    La Iglesia reivindica el uso para el culto de las iglesias, y parece que puede haber un temor infundado de que si empiezan a pertenecer al pueblo puedan cambiar su uso. ¿Y qué? Si eso es lo que quiere el pueblo que así sea, pues conservar su antigua función si no es demanda es un poco absurdo, y, desde el punto de vista de su conservación más aún, ¿quién va a querer conservar un edificio al que no va a dar uso? Si hoy en día hay iglesias cuyo mantenimiento es por parte de los vecinos de la localidad, serán ellos los que deberían decidir que uso darle. Ahora mismo lo siguen manteniendo para el culto, pero si en algún momento deciden cambiar su uso, a mi parecer están en pleno derecho, pues si no fuese por ellos a ese edificio quizás ni se podría entrar. No obstante entiendo que la ley está para cumplirla, pero cuando ésta se encuentra desfasada debería de revisarse. Comprendo que si un edificio pertenece a la Iglesia como derecho propio y justificado siga siendo de esta institución, independientemente de que algún vecino haya querido contribuir a su mantenimiento. Pero cuando una Iglesia no se encuentra registrada y son los vecinos los que se encargan de su mantenimiento y en muchos casos fue el pueblo quién la construyó, me parece indignante que sea registrada como perteneciente a la Iglesia por inmatriculación.

    Por otro lado está la cuestión de los privilegios de la Iglesia por parte del estado. ¿Qué es eso de que no paguen IBI? Si hasta un cura del reportaje cree que ha de hacerlo: “Yo creo que lo propio de la Iglesia es que pague religiosamente todos los impuestos como todos los ciudadanos, y nuestra financiación tiene que ser de nuestro trabajo y de lo que hacemos”.

    Por lo visto hay un acuerdo del 79 por el que la Iglesia se compromete a autofinanciarse… Y me rio yo de que “una pequeña parte” –como dice el gerente de la conferencia episcopal española- del dinero de la Iglesia provenga del dinero de los contribuyentes, ¡¿pero no dice que es entre un 20 y un 25%?! ¿A eso llama “una pequeña parte”? ¡Pero si estamos hablando de un cuarto de su financiación, santísima madre de Dios! En esa casilla debería poner “para la conservación del patrimonio histórico-artístico” y así seguro que muchas Iglesias seguirían en pie, y con un uso civil…

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