Entre la iniciativa de unos y la pasividad de otros, los representantes de los partidos políticos y los sindicatos en el Consejo de Administración de RTVE, con la excepción de IU y UGT, acordaron el otro día que ellos tuvieran acceso a los contenidos informativos con anterioridad a su emisión.
El revuelo fue tal que en pocas horas quienes lo había aprobado decidieron rectificar en un gesto propio de parvulario o de sínodo de imbéciles. Sólo ha presentado la dimisión el representante de CCOO... ¿Cómo van a dimitir si les nombraron en el Congreso?
Supongo que tomaron la decisión con la muy noble intención de poner en marcha una maquinaria electoral que, en razón de la costumbre, cuenta con emplear la información como primer instrumento de manipulación.
Pero lo más alucinante ha sido la escandalera recogida en los medios, y las palabras "condenatorias" o de "rectificación" formuladas por los periodistas "acreditados" en los medios de gran difusión y los políticos que se han puesto delante de un micrófono o de una cámara.
¿Han olvidado cómo vienen funcionando los medios desde tiempo inmemorial? ¿Han olvidado la praxis informativa del PP? ¿Han olvidado la pretensión de los mandarines mediáticos por emplear la información como "instrumento educativo" para afianzar los "valores democráticos"? ¿Hay que hacer las cosas como en Tele Madrid, en la Cadena SER o en la COPE?
Desde sus púlpitos, los políticos y los periodistas siguen hablando para sí mismos y para quienes tengan en lugar de cerebro un procesador programado para la fidelidad inquebrantable.
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