Madrid 2020. Ciudad aspirante

Es claro, limpio, diáfano, pero... ¡¿con faltas de ortografía?!
—Son cosas del tipo de letra elegido —responden.
Empezamos bien, con tipografía que permite imaginar tildes caprichosas, y una concepción de cartel, que podría pasar a los manuales perceptivos como ejemplo de ambigüedad. El problema perceptivo parece obvio: ¿qué debemos "leer" sobre fondo de guante cromático inspirado en la Puerta de Alcalá, m20 o 20020? ¿Puerta de Alcalá o diadema-plumero de indio norteamericano?

Sea como fuere, nuestras autoridades se empeñan en jugar a la lotería de la designación olímpica sin calibrar con realismo las posibilidades propias y, seguramente, por ello, aparecen situaciones tan chuscas como las ofrecidas por un cartel adecuado también para dentro de 18.000 años... ¿Seguirán celebrándose Juegos Olímpicos? ¿Seguirá el alcalde de Madrid intentándolo?
Pajaritos contra corderos a que en pocos días aparecen carteles "mejorados"...
Las autoridades municipales han dicho públicamente que no se realizará ninguna obra antes de haber conseguido la designación...
Y aunque no lo han dicho públicamente, mis informantes del PP me han comentado sigilosamente que la alcaldesa ha comunicado a sus colaboradores más próximos que, como han recibido tanto de Madrid, deberán costear de sus propios bolsillos los viajes que realicen por el ancho mundo para hacer campaña...
¿Me han tomado el pelo? Si pretende gestionar las instituciones culturales con voluntarios, parece natural que, en tiempo de crisis, los altos cargos municipales hagan turismo pagando de su propio bolsillo y no mediante justificaciones difíciles de asumir desde el sentido común.