¿Es imaginable que jóvenes de nuestros días "se diviertan" con las obras más reconocidas de nuestro "teatro clásico"? ¿Las obras de Calderón tienen capacidad intrínseca para conectar con jóvenes del siglo XXI? Muchos profesores habrán perdido los nervios y la vocación en el empeño estéril de conseguir que sus alumnos "amen" a Lope de Vega o a Cervantes. Y sin embargo, si tenemos en cuenta la "distancia semántica" que hay entre el siglo XVII y el XXI, no es tan difícil conseguir buenos resultados. Basta con "entender" que el paso de los siglos impone cambios importantes en la "apreciación de la forma verbal" y que, en consecuencia, es absurdo empeñarse en que los no especialistas "disfruten" con las obras que componen el acervo literario de máxima calidad.
En consecuencia, el profesional de esos asuntos (el profesor) está obligado a afrontar un dilema "dramático"; olvidar dicho acervo u ofrecer "versiones" que conserven algunas de las cualidades de las obras originales. Y, por supuesto, tomar decisiones sin menospreciar la inteligencia del alumno. Porque no sintonizar con la forma de escribir del siglo XVII no implica necesariamente escasez de inteligencia ni carencias en la compresión verbal.
La Fundación CRETA (Centro para la Representación y el Estudio del Teatro Antiguo) lleva muchos años en esa empresa facilitando a los estudiantes de "enseñanza media" dicha aproximación con resultados, a mi juicio, excepcionalmente positivos. Inicialmente trabajaron textos grecolatinos en aquellas celebradas representaciones de Segóbriga... Han organizado muchos festivales juveniles.
Desde hace relativamente poco se han vuelto hacia el teatro del Siglo de Oro...
El otro día tuve la suerte de asistir a una representación en Almagro rodeado de jóvenes escolares. El objetivo era facilitarles una aproximación seria a La vida es sueño, de Calderón de la Barca, mediante un texto substancialmente aligerado, pero muy construido. El juego escénico estaba definido por una escenografía sencilla pero eficaz y, sobre todo, por un actor del grupo AEDO Teatro, Jesús Torres, que nada debe envidiar a colegas de mayor caché. El resultado: una función interesante, bien construida, sin carencias rítmicas... una magnífica fórmula para iniciar a los jóvenes en el interés por el teatro, tanto en el territorio activo como en el pasivo. Y recordé algunos montajes de los teatros del Canal, que he comentado en este mismo foro..
Al final de la representación, el actor, sentado en las escaleras del proscenio, se ofreció para responder las preguntas de los asistentes... que no destacaron por exceso de garra, inteligencia o imaginación. La situación tampoco lo favorecía: se aproximaba la hora de comer...
La representación fue presentada por Alfonso Martínez Díaz, uno de los promotores que más esfuerzo ha dedicado a las actividades de la Fundación CRETA, con quien crucé pocas pero reconfortables palabras. Sé que mi juicio no añade ni quita nada a su labor, pero me gustaría subrayar que su línea de trabajo merece mayor apoyo institucional...
Querido amigo, gracias por tus palabras, que reconfortan, satisfacen y animan a un humilde bululú. Vosotros sois el motivo por el que merece la pena seguir abriendo la Taberna del Turco de manera clandestina. Un fuerte abrazo,
ResponderEliminarSebastián de Prado ;)
(Gracias por la foto)
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El día 6 de febrero se representó dicha obra en Almería y pude constatar el interés que despertó en los jóvenes estudiantes que asistieron a dicha representación.
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