viernes, 8 de febrero de 2013

14 euros para garantizar el cumplimiento de las funciones del Museo del Prado


El BOE del pasado 2 de febrero publicaba una resolución de 28 de enero de 2013 por la que se publicaba el acuerdo de la Comisión Permanente del Real Patronato del Museo del Prado para elevar los precios de entrada de 12 a 14 €. Y se justificaba del siguiente modo:

"El Museo Nacional del Prado, de acuerdo a la estrategia económica trazada por el Organismo a partir del documento «Respuestas a una nueva coyuntura presupuestaria. Iniciativas para la mejora de servicio público y el aumento de ingresos», aprobado por el Pleno del Real Patronato, en sesión celebrada el 30 de junio de 2011, y ante la actual coyuntura económica y los últimos ajustes presupuestarios impulsados por el Gobierno, ha de reforzar la capacidad que le ofrece su autonomía financiera y capacidad de generación de recursos con el fin de garantizar el cumplimiento de sus funciones, y la estabilidad presupuestaria del Organismo".

Los 14 € dan derecho a visitar las exposiciones temporales y la entrada reducida (jubilados, asociaciones culturales, etc.) pasan de 6 a 7 €. De momento se mantiene la gratuidad a los menores de 18 años, estudiantes hasta 25, discapacitados, parados, miembros de APME, ANABAD, AEM, ICOM, Reales Academias, personal de museos, docentes, guías oficiales, periodistas y miembros del Patronato y la Fundación propios. También se podrá visitar el museo sin pagar de lunes a sábado entre las 18 y las 20 h. y los festivos entre 17 y 19 h. Digo "de momento" porque ya han aparecido indicios inquietantes:

"Con carácter excepcional, los grupos educativos que participan en la actividad Visitas comentadas y dinamizadas del programa educativo El arte de educar, abonarán por grupo el precio de 60 euros".

"El arte de educar" es un programa organizado por una entidad financiera que, según parece, tiene intención de cobrar la entrada a todas sus actividades culturales...

Mediante una ley de noviembre del año 2003, quedaron definidos los fines del museo según modelo más próximo a la Fundación Solomon R. Guggenheim que a la propuesta del ICOM:

El Museo Nacional del Prado tiene por objetivo la consecución de los siguientes fines:
Garantizar la protección y conservación, así como promover el enriquecimiento y mejora de los bienes del Patrimonio Histórico Español adscritos al mismo.
Exhibir ordenadamente las colecciones en condiciones adecuadas para su contemplación y estudio.
Fomentar y garantizar el acceso a las mismas del público y facilitar su estudio a los investigadores. Impulsar el conocimiento y difusión de las obras y de la identidad del patrimonio histórico adscrito al Museo, favoreciendo el desarrollo de programas de educación y actividades de divulgación cultural.
Desarrollar programas de investigación y formación de personal especializado y establecer relaciones de colaboración con otros museos, universidades o instituciones culturales, organizando exposiciones temporales y desarrollando acciones conjuntas para el cumplimiento de sus fines. Dichas relaciones de colaboración se desarrollarán preferentemente con las instituciones dependientes o vinculadas a las Administraciones públicas, prestando especial atención a aquellas con mayor relevancia y proyección en el ámbito museístico.
Prestar los servicios de asesoramiento, estudio, información o dictamen de carácter científico o técnico que le sean requeridos por los órganos competentes de la Administración General del Estado o que se deriven de los convenios o contratos otorgados con entidades públicas o privadas, con personas físicas, en las condiciones y con los requisitos que reglamentariamente se determinen.
Artículo 3 de la Ley 46/2003, de 25 de noviembre, reguladora del Museo Nacional del Prado.


Por razones obvias, el Museo del Prado es referencia de primera magnitud y en desde esos "fines", me pregunto por la consideración que se ofrece al público... El público en general, aquel que determina los conjuntos mayoritarios de visitantes, tiene tres derechos fundamentales:
1. Contribuir a garantizar el cumplimiento de las muy elevadas funciones sociales del Museo pagando la entrada.
2. "Contemplar" las obras sin levantar la voz ni formar grupos superiores a ocho personas ni utilizar el teléfono móvil "para contribuir al clima de tranquilidad y reflexión que requiere el disfrute de las obras de arte".
3. "Estudiar" (¿y "educarse"?), valiéndose de los recursos proporcionados por el Sumo Hacedor,  por supuesto, sin utilizar cámaras fotográficas ni otros artilugios diabólicos que capturen la estructura formal de la intangible esencia estética de las obras. Si los dioses hubieran deseado que pudiéramos hacer fotos, tendríamos conexiones USB en los esfínteres.

¿Clima de tranquilidad y reflexión que requiere el disfrute de las obras de arte? ¿Será casualidad la proximidad de estas normas con las propias de los actos religiosos? ¿Qué sucedería si cobraran 14 euros a quienes acuden a misa? ¿Por qué no se aplica el mismo criterio de sostenibilidad económica a las instituciones religiosas? Seguramente, desde la responsabilidad del señor ministro, la explicación sea obvia: cada vez es más necesaria la labor de Cáritas...

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