La casa de Alba pasa apuros económicos, tras gastarse los cuartos en exponer sus tesoros ante la chusma y se ve obligada a subastar algunos muebles de cualquier manera y deprisa.
Pobrecillos, lo siguiente será ir de incógnito a montera en busca de esos simpáticos amerindios, que vestidos con llamativos cartelones, prometen cash a cambio de oro y joyas.
La casa de Alba pasa apuros económicos, tras gastarse los cuartos en exponer sus tesoros ante la chusma y se ve obligada a subastar algunos muebles de cualquier manera y deprisa.
ResponderEliminarPobrecillos, lo siguiente será ir de incógnito a montera en busca de esos simpáticos amerindios, que vestidos con llamativos cartelones, prometen cash a cambio de oro y joyas.
http://elpais.com/elpais/2013/02/27/gente/1361978848_252507.html