Según elEconomista:
"El derrumbe de un edificio en el que se ubicaban talleres de costura en Dacca, Bangladesh, y que ya se ha cobrado, al menos, 340 muertos, ha vuelto a abrir la cuestión de la seguridad laboral en algunos países asiáticos.
Bangladesh, China, Vietnam, India, son los escenarios de la reubicación de las principales factorías textiles occidentales.
Un par de accidentes en sendas fábricas de Bangladesh en los últimos meses, sucediendo el último hace apenas tres días, ha puesto la lupa en el comportamiento de las grandes empresas occidentales que se benefician de unos costes mucho más bajos, y que les reportan un margen de beneficios mucho mayor.
La española El Corte Inglés y la británica Primark son algunas de las empresas que han reconocido el contrato de servicios de costura con los talleres accidentados en Dacca. Eso sí, El Corte Inglés difundió un comunicado en el que matizó que solo habían contratado trabajos puntuales y de bajo volumen, según relata el diario El País.
Otra gran compañía textil española, Mango, ha sido relacionada con el incidente al haberse encontrado etiquetas de prendas de la firma catalana entre los escombros. Mango ha explicado que la presencia de etiquetas se debe a que estaban probando estos talleres para una futura contratación.
La estadounidense Wal Mart también contaba con los servicios de los empleados que cosían sus prendas dentro del edificio".
Fotografia publicada en ropalimpia.org |
No me ha sorprendido el escaso "espacio" que los medios "de comunicación" han dedicado a la noticia, porque como es notorio, su negocio no es la información sino la publicidad. Algunos, incluso, la han silenciado o la han emitido con extrañas retóricas elípticas.
Si alguien no comprendía por qué ciertos comercios ofrecen precios bajos, ahí tiene la explicación. Por desgracia, quienes compran los productos de "bajo coste" no tienen alternativa y con su actitud cierran el círculo infernal.
Son las "bondades" de la globalización bajo sistema liberal...
Sí, es realmente escandaloso ver la poca repercusión que ha tenido en los medios de comunicación semejante tragedia. Lo podríamos comparar con, p.ej., la cobertura dada al suceso que ha causado 3 (¡¡¡TRES!!!) fallecidos en Boston (con todos mis respetos). Además, en mi opinión, todos somos cómplices de la explotación. Deberíamos concienciarnos y dejar de comprar mercancías fabricadas por empleados sometidos a semejantes condiciones laborales.
ResponderEliminarSe resolvería mejor con legislación positiva, que impidiera a las empresas vender mercancías producidas en países sin garantías laborales, precisamente esas que se están perdiendo aquí, supuestamente por imposición de los mercados. Supongo que ese es (debería ser) el objetivo más plausible a corto plazo. El caso de Bangladesh define los límites que todos deberíamos poner a la libertad de mercados, pero ello iría contra los principios del sistema liberal...
ResponderEliminarTodos los sucesos lamentables son dolorosos, da igual la cantidad. Pero que se aprovechen para hacer relaciones absurdas, demagogias oportunistas y falsedades PORQUE SI QUE SE INFORMO DE ESTO. DE LA COMPLICIDAD DE ESTAS COMPAÑIAS, ENCABEZÓ TELEDIARIOS Y ADEMÁS DE LAS TELEVISIONES PÚBLICAS ESPAÑOLAS. Casi tan repugnante como lo de estas compañías la demagogia pueril de algunos. Un antiyanquismo que ya raya lo paranoide.
ResponderEliminarNo estoy de acuerdo, anónimo.No se trata de comentarios antiamericanos sino la constatación de que ciertas noticias no tienen la repercusión que deberían. Está claro que una noticia de un derrumbe en Bangladesh tiene menos capacidad "empática" para el público occidental y por tanto menos "gancho". Y precisamente ahí radica el problema del periodismo: efectivamente son los aspecto políticos de esta noticia los que deberían interesar y no tanto el número de muertos o "la magnitud de la tragedia".
ResponderEliminarNo parece que ningún político esté interesado en un debate sobre estos temas cuando las noticias de condolencia y movilización contra el terrorismo han seguido inmediatamente al atentado de Boston.
Quizás el hecho de no contar con imágenes previas de las calles de Bangladesh llenas de jolgorio antes de la tragedia sea un handicap para los periodistas, y lo digo sin ánimo de ser cínico, la comunicación de masas tiene estas particularidades.