Por Carmen Bolívar
Ëric Joisel. Retrato de un artista. 14.03 al 2.06. 2013. La maestría casi llevada a la obsesión (seguramente no para el autor), es tal la destreza que llega un momento que se pierde la curiosidad porque sabes, con certeza, que cualquier cuartilla que caiga en sus manos, se trasformará en lo que él quiera. Lo que me ha parecido más interesante es la insistencia en los patrones y , a la vea, la importancia que da a lo no previsible, esa mezcla entre lo sistemático y lo desconocido en el proceso de creación es un fin que no hay que olvidar. La redefinición, y la búsqueda de una expresión, a través de la forma y el significado, personal se debe despertar en los niños para dar confianza a los "no hábiles" y no cerrar caminos de exploración a los que se dejan llevar por sus sueños.
Arrugado. CRIMP 14.03 al 16.06 de 2013. A través de la exploración las posibilidades del material y acciones muy sencillas, arrugar e inflar, crean más escenografías que trasladan al espectador, y al más soñador, el niño, a otros mundos. El descubrimiento de la sombra, como interposición de la acción del hombre entre la luz y el mundo, en este caso las paredes, suelos y techos limpios de un espacio vaciado, establece una relación entre el cuerpo, complejo y ambiguo, y su proyección, casi irónica. Acompañado de una iluminación coloreada, el movimiento del papel ingrávido provocado por el paso del espectador, es una experiencia entre el sueño y el recuerdo de un fondo marino nunca visto. Mucho mejor que cualquier recreación de cartón pluma coloreada, una experiencia estética.
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