jueves, 11 de abril de 2013

Los pijos del Monopoly


Si no interpreto mal el artículo recientemente publicado en The Financial Times y firmado por Gideon Rachman, el señor de Gindos —¿el "funcionario anónimo"?— "ha comprendido" que entender la gestión de la "cosa pública" como el juego del Monopoly conduce al abismo. Y según parece, el detonante procede de los resultados ofrecidos por las encuestas de proyección electoral que se están conociendo y que invariablemente definen un horizonte descorazonador para los intereses de "los mercados". Con la experiencia del "pacto contranatura" entre el PSOE y el PP en el País Vasco, un parlamento excesivamente fragmentado convertiría a UPyD y a IU en los directores de la orquesta... Si la llave quedara en manos de UPyD, bastaría con dramatizar un "acuerdo forzado por las circunstancias", pero si quedara en manos de IU...  ¡El apocalípsis!
Anoche mismo, la "periodista" que presenta el informativo nocturno de TeleMadrid, con sonrisa mefistofélica, presentaba la mediad anti-desahucios de la Junta de Andalucía como una medida "chavista", que es el peor insulto aplicable a una medida política en un país democrático. El problema de los desahucios se han metamorfoseado en el "problema de los escraches", que como sabe todo el mundo es una actividad especialmente detestable.  Molestar a la familia de los pijos del Monopoly es detestable, acción propia de perroflautas, malvados y nazis... El problema no es arrojar a la calle a  una legión de ciudadanos desempleados con sus hijos o ancianos; el problema es molestar con manifestaciones y pegatinas de colores a los parientes y vecinos de los pijos. Así "informan" los paladines de la libertad.
Y lo mismo con las preferentes. Los medios de mentalización pública han invertido el problema y ahora los perversos son quienes exigen a los políticos que resuelvan con justicia un asunto bochornoso: los bancos saquean a los ancianos y resulta que todos los gestores de las entidades financieras chorizas tienen garantizada la inocencia durante más de treinta años... Hoy mismo algunos afectados por la estafa bancaria masiva eran expulsados del Congreso de los Diputados por insultar a los "señores diputados"...  a quienes todos debemos el respeto impuesto por sus méritos.

Escaparate en Girona, marzo de 2013
Mientras los pijos juegan,  los acontecimientos siguen su curso con tozudez...  Hace poco Matthew Parris explicaba en The Times la delicadísima situación de Europa si no se detenía la infernal dinámica española. Según su criterio, el proceso independentista catalán podría culminar en el hundimiento de la economía española y desencadenar un proceso en cascada infinitamente más pernicioso que la crisis chipriota. Y recordaba la "historia" del escorpión y la rana... En 40 años de "democracia" ha habido tiempo suficiente para resolver o canalizar problemas añejos y no hemos hecho sino encadenar al escorpión sobre los lomos de la rana. Cada nueva medida política relacionada con "el problema catalán " lo agudiza.  Como muestra, ahí está la reciente sentencia sobre la "cuestión idiomática":

"El Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TJSC) ha fallado en un auto que la Conselleria d'Ensenyament debe introducir el castellano en las aulas donde esté escolarizado el alumno cuyos padres hayan solicitado por vía judicial la atención en castellano. 
Según el auto, con fecha 6 de marzo, el sistema "ha de adaptarse a toda la clase -o unidad escolar- de la que forma parte ese alumnos", lo que afecta al estudiantes juntamente con sus compañeros, y no sólo al alumno."

Me pregunto si quienes han tomado esa "sabia decisión" habrán imaginado lo que sucedería —inevitablemente— si los padres de un alumno impusieran a todos sus compañeros de un colegio catalán hablar en castellano, porque así lo ha dictado el TJSC...  ¿Dónde quedarían los fundamentos democráticos? ¿No se resentiría la integración social del hijo de los padres "castellanistas"?  ¿Cómo puede una decisión judicial imponer la marginalidad a quien pretende "defender"?¿Nadie se ha planteado que la decisión judicial quiebra los fundamentos elementales del proceso educativo?  ¿Cómo habrán interpretado esta sentencia quienes no tenían clara la conveniencia de sumarse a las corrientes independentista?
El sistema de la educación pública en quiebra, la Sanidad ofrecida en saldo de baratillo, el periodismo desacreditado —ver último informe del CIS— la Universidad arruinada, la Justicia con elevadas dosis de inoperancia, los políticos desacreditados hasta extremos inimaginables, la jefatura del Estado en caída libre, tasas de paro insostenibles y en crecimiento, las pequeñas empresas paralizadas por falta de financiación, la integridad del Estado en grave amenaza...  
Y las sesiones parlamentarias "guionadas" por los Monty Python... Hoy, al contemplar en la pantalla de televisión que el presidente de las Cortes expulsaba a "los invitados" por manifestarse cabreados e impedía hablar en catalán a los diputados de ERC, me acordé de Labordeta...

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