Hacía mucho tiempo que no visitaba el museo de Guadalajara; creo que desde tiempos prehistóricos, cuando tuve efímera relación con ciertos asuntos alcarreños de los que apenas me acuerdo. Desde entonces ha cambiado mucho, no sé si para bien. Ocupa el Palacio del Infantado, obra de Juan Guas y Egas Cueman, acaso el edificio más interesante de esa ciudad de problemático nombre árabe, que ha sido restaurado con resultados espectaculares, aunque en algunos aspectos discutibles. No sé si es oportuno el rojo "cuasipompeyano" de las paredes que inunda de tonos cálidos el patio interior; pero el resultado es agradable al atardecer...
"Fundado en 1838, el Museo de Guadalajara es el Museo Provincial más antiguo de España. Desde 1973 su sede es el Palacio del Infantado, un impresionante edificio construido a finales del siglo XV, sin duda la mayor joya arquitectónica de la ciudad.
En 2007 se ha inaugurado la actual exposición permanente, titulada TRÁNSITOS, en la que se exponen los objetos más relevantes de las colecciones de Bellas Artes, Arqueología y Etnografía del Museo, configurando un discurso unitario de carácter antropológico, un recorrido en torno a la idea de la Vida, la Muerte y la Religiosidad en las culturas que se han sucedido en la provincia de Guadalajara desde el Paleolítico hasta el siglo XX."
La apuesta de proponer una instalación museística de coctelera es arriesgada y el resultado, cuando menos, discutible. Francamente, me parece difícil establecer un criterio razonable para homogeneizar fenómenos de cultura material separados en el tiempo por muchos cientos de años; sólo se puede hacer desde posturas de integración "actuales" y asumiendo demasiadas hipótesis. Aunque para muchos, la naturaleza humana permanece invariable desde el paleolítico, para otros —también muy numerosos— las "circunstancias" imponen demasiados rasgos específicos. Y es fácil encontrar argumentos para discutir la idea de los "Tránsitos".
Me ha hecho sonreír el panel dedicado a "la riqueza y el poder":
La imagen es una "odalisca o hurí" atribuida a Luis Masriera Rosés (Barcelona 1872-1958). No se les ha ocurrido explicar de dónde viene el nombre de la ciudad o cuál es la etimología de la Alcarria, por no hablar de ciertas raíces étnicas de los propios alcarreños. Los tiempos islámicos sólo nos han proporcionado "unos pocos objetos con símbolos religiosos de carácter protector" y la idea de "odalisca o hurí" reinterpretada por un pintor catalán. ¡Manda huevos!, que diría el famoso ex-ministro.
Dejando a un lado los "contenidos" de los paneles, no he apreciado otras anomalías que su tamaño, demasiado pequeño, y una iluminación excesivamente efectista, que genera gradientes irregulares de iluminación y reflejos.
Me ha parecido divertido que al final del recorrido hayan colocado dos pantallas que ofrecen al visitante un "juego interactivo" "inspirado" en cierta serie de televisión muy popular... Seguro que lo utilizan los jóvenes obligados a visitar el museo por indicación de sus profesores.
Me han interesado especialmente algunos restos altomedievales y entre ellos un cimacio de procedencia desconocida, atribuido a los siglos V-VI ("época visigoda"), que informa sobre la presencia de influencia bizantina en la península Ibérica.
Entre lo pictórico, destaca la Virgen de la Leche de Alonso Cano (procedente del convento carmelita del Carmen de Guadalajara o del Desierto de Bolarque), ese pintor maravilloso que, según dicen, pudo haber matado a su esposa, aunque no pudieron demostrarlo los agentes de la autoridad...
Han de padecer graves restricciones económicas, porque no nos dieron entrada y no ofrecen tríptico ni fotocopiado. Nos preguntaron el código postal de nuestra ciudad de origen...
Durante estos días ofrecen una exposición "feminista", según nos indicó uno de los empleados... "¿Sabes quién es? ¿Sabes quién era?" ofrece en precario obras de Rosa Gallego, Marta Linaza, Ana Esther Balboa González, María Jesús Abad, Sara Beiztegi, Martina Dasnoy, Mareta Espinosa, Pilas R. Foronda y Concha Mayordomo, Emma García-Castellano, Rosario Naranjo, Pilar Pérez Camarero, Luz Velasco, María Jesús Aragoneses, Ana Marcos, Laura González, Eva Iglesias y Olga Isla. Lo que se ofrece es irregular pero interesante: es muy recomendable leer las hojas plastificadas que ofrece el vigilante como apoyo explicativo. ¡Ánimo chicas!
"Fundado en 1838, el Museo de Guadalajara es el Museo Provincial más antiguo de España. Desde 1973 su sede es el Palacio del Infantado, un impresionante edificio construido a finales del siglo XV, sin duda la mayor joya arquitectónica de la ciudad.
En 2007 se ha inaugurado la actual exposición permanente, titulada TRÁNSITOS, en la que se exponen los objetos más relevantes de las colecciones de Bellas Artes, Arqueología y Etnografía del Museo, configurando un discurso unitario de carácter antropológico, un recorrido en torno a la idea de la Vida, la Muerte y la Religiosidad en las culturas que se han sucedido en la provincia de Guadalajara desde el Paleolítico hasta el siglo XX."
La apuesta de proponer una instalación museística de coctelera es arriesgada y el resultado, cuando menos, discutible. Francamente, me parece difícil establecer un criterio razonable para homogeneizar fenómenos de cultura material separados en el tiempo por muchos cientos de años; sólo se puede hacer desde posturas de integración "actuales" y asumiendo demasiadas hipótesis. Aunque para muchos, la naturaleza humana permanece invariable desde el paleolítico, para otros —también muy numerosos— las "circunstancias" imponen demasiados rasgos específicos. Y es fácil encontrar argumentos para discutir la idea de los "Tránsitos".
Me ha hecho sonreír el panel dedicado a "la riqueza y el poder":
"RIQUEZA Y PODER
El intercambio de productos artesanales por alimentos dio origen al desarrollo del comercio y con él a la acumulación de riqueza y de poder en manos de unos pocos, los que controlaban los sistemas de producción y distribución, dividiéndose la sociedad en clases diferenciadas por su capacidad económica.
La demostración de pertenencia a una u otra clase comenzó a mostrarse al exterior. El poder se reflejó a través de unos signos visibles de ostentación: los grandes palacios, las joyas o el dinero, incluso objetos tan cotidianos como la vajilla se utilizaron como elementos diferenciadores que sirvieron para provocar respeto, admiración y hasta miedo y transmitir la idea de superioridad de un individuo respecto al resto.
Se inició así una forma de sociedad que, en esencia, aún perdura."
El texto hace buenos los "excesos" deterministas del viejo libro de Friedrich Engels, "El origen de la propiedad privada, la familia y el estado". Así, pues, la clave de todo el proceso estuvo en que "el intercambio de productos artesanales por alimentos dio origen al desarrollo del comercio y con él a la acumulación de riqueza y poder en manos de unos pocos". ¿No hay diferencias entre "la riqueza y el poder" en tiempos paleolíticos, en tiempos medievales, en el Barroco...? ¿En todas las "fases históricas" perduran las circunstancias enunciadas en ese panel didáctico?
No menos discutible es el panel dedicado a la guerra:
"La Guerra ha sido una amenaza durante toda la Historia de la Humanidad. El enfrentamiento a muerte entre grupos es un mal sin superar, al que pocas generaciones han sido ajenas.
El hombre ha desarrollado armas tanto para matar como para no morir. Toda su capacidad de inventar se ha dirigido a no perder la vida a costa de arrebatársela al otro y la variedad de estos objetos es tan amplia como la imaginación humana para fabricarlos"
También me ha hecho gracia la manera de afrontar la "cuestión religiosa", mediante un ejercicio sintético exagerado y sesgado, que equipara las corrientes no cristianas en cuatro vitrinas de concepción afín, alusivas a fenómenos muy distintos: "las creencias en la prehistoria", "la religión celtibérica" (sic), "el judaísmo" y "el Islam"; y con aclaraciones sorprendentes. La de la vitrina islámica es "para nota":
"Durante varios siglos la religión islámica fue la predominante en nuestra provincia, a pesar de ello y de que sus manifestaciones impregnaban todos los aspectos de la vida, las muestras conservadas son tan escasas que no podemos representarla más que por unos pocos objetos con símbolos religiosos de carácter protector y por una imagen romántica del paso del siglo XIX al XX"
"Oalisca o hurí" atribuida a Luis Masriera Rosés |
"La Guerra ha sido una amenaza durante toda la Historia de la Humanidad. El enfrentamiento a muerte entre grupos es un mal sin superar, al que pocas generaciones han sido ajenas.
El hombre ha desarrollado armas tanto para matar como para no morir. Toda su capacidad de inventar se ha dirigido a no perder la vida a costa de arrebatársela al otro y la variedad de estos objetos es tan amplia como la imaginación humana para fabricarlos"
También me ha hecho gracia la manera de afrontar la "cuestión religiosa", mediante un ejercicio sintético exagerado y sesgado, que equipara las corrientes no cristianas en cuatro vitrinas de concepción afín, alusivas a fenómenos muy distintos: "las creencias en la prehistoria", "la religión celtibérica" (sic), "el judaísmo" y "el Islam"; y con aclaraciones sorprendentes. La de la vitrina islámica es "para nota":
"Durante varios siglos la religión islámica fue la predominante en nuestra provincia, a pesar de ello y de que sus manifestaciones impregnaban todos los aspectos de la vida, las muestras conservadas son tan escasas que no podemos representarla más que por unos pocos objetos con símbolos religiosos de carácter protector y por una imagen romántica del paso del siglo XIX al XX"
La imagen es una "odalisca o hurí" atribuida a Luis Masriera Rosés (Barcelona 1872-1958). No se les ha ocurrido explicar de dónde viene el nombre de la ciudad o cuál es la etimología de la Alcarria, por no hablar de ciertas raíces étnicas de los propios alcarreños. Los tiempos islámicos sólo nos han proporcionado "unos pocos objetos con símbolos religiosos de carácter protector" y la idea de "odalisca o hurí" reinterpretada por un pintor catalán. ¡Manda huevos!, que diría el famoso ex-ministro.
Dejando a un lado los "contenidos" de los paneles, no he apreciado otras anomalías que su tamaño, demasiado pequeño, y una iluminación excesivamente efectista, que genera gradientes irregulares de iluminación y reflejos.
Me ha parecido divertido que al final del recorrido hayan colocado dos pantallas que ofrecen al visitante un "juego interactivo" "inspirado" en cierta serie de televisión muy popular... Seguro que lo utilizan los jóvenes obligados a visitar el museo por indicación de sus profesores.
Me han interesado especialmente algunos restos altomedievales y entre ellos un cimacio de procedencia desconocida, atribuido a los siglos V-VI ("época visigoda"), que informa sobre la presencia de influencia bizantina en la península Ibérica.
Entre lo pictórico, destaca la Virgen de la Leche de Alonso Cano (procedente del convento carmelita del Carmen de Guadalajara o del Desierto de Bolarque), ese pintor maravilloso que, según dicen, pudo haber matado a su esposa, aunque no pudieron demostrarlo los agentes de la autoridad...
Han de padecer graves restricciones económicas, porque no nos dieron entrada y no ofrecen tríptico ni fotocopiado. Nos preguntaron el código postal de nuestra ciudad de origen...
Durante estos días ofrecen una exposición "feminista", según nos indicó uno de los empleados... "¿Sabes quién es? ¿Sabes quién era?" ofrece en precario obras de Rosa Gallego, Marta Linaza, Ana Esther Balboa González, María Jesús Abad, Sara Beiztegi, Martina Dasnoy, Mareta Espinosa, Pilas R. Foronda y Concha Mayordomo, Emma García-Castellano, Rosario Naranjo, Pilar Pérez Camarero, Luz Velasco, María Jesús Aragoneses, Ana Marcos, Laura González, Eva Iglesias y Olga Isla. Lo que se ofrece es irregular pero interesante: es muy recomendable leer las hojas plastificadas que ofrece el vigilante como apoyo explicativo. ¡Ánimo chicas!
A veces la mala utilización de las palabras juega en contra de nosotros. Copio significado de precrio según la RAE:precario, ria.
ResponderEliminar(Del lat. precarĭus).
1. adj. De poca estabilidad o duración.
2. adj. Que no posee los medios o recursos suficientes.
3. adj. Der. Que se tiene sin título, por tolerancia o por inadvertencia del dueño.
4. m. y f. Ur. Docente que ocupa un cargo provisionalmente.
No sé muy bien cual de las acepciones es a la que se hace referencia con el comentario de la exposición.
Por otra parte, ¿feminista? o ¿reflexión sobre la realidad de nuestra sociedad en el siglo XXI?
No obstante, gracias por animar a ver esta exposición comisariada desde la más alta estima solicitada para las mujeres donde las artistas participantes lo hacen con pleno convencimiento. Olga Isla (artista participante)
Exactamente, "en precario", según la segunda acepción del DRAE. A lo mejor estoy mal acostumbrado, pero eso me pareció cuando el vigilante nos preguntó por el código postal y me comentó que no se había editado ningún tríptico, pero que si deseaba informarme podría leer las páginas plastificadas que él tenía. Los visitantes de los museos tenemos "la costumbre" (expectativas) de recoger los panfletos que ofrecen en ellos... Nos ayudan a contextualizar las obras y, por añadidura, sirven como recuerdo o como sugerencia fetichista. Los profesionales estamos acostumbrados a planteamientos más ambiciosos... y a ofrecer, cuando menos, unas fotocopias que orienten al público.
ResponderEliminarNada diré de la manera de colocar las obras... porque tal vez, existieran pocas opciones.
Y "feminista", según se expresó otra persona que nos habló de la exposición "de arriba": por eso las comillas.
Que yo recuerde, y llevo viviendo en Guadalajara los 21 años de mi vida, nunca han dado panfletos ni ticket de entrada, si siquiera cuando había más dinero. El museo siempre ha sido algo cutre, más que nada responde, creo yo, a la necesidad de toda ciudad de tener un museo para "no ser menos".
ResponderEliminarla verdad es que me sorprende sobremanera todo lo que estoy leyendo. De la exposición "feminista" (así, con las comillas a que se refiere el autor) no voy a comentar por dos motivos: 1º porque soy la comisaria y 2º porque se está menospreciando el interés mayor de la muestra que es, ni más ni menos, el mensaje que conlleva, tanto por la generosidad de las artistas, como por el el esfuerzo del museo en posicionarse en este terrible problema.
ResponderEliminarPero del espacio, y ahora refiriéndime a Mene, me gustaría que apreciara el valor del edificio del que cualquier otra ciudad estaría orgullosa y lo que les cuesta a los responsables seguir manteniendo ese proyecto con entusiasmo y valor en los tiempos que corren. Lo que hacen estas personas es mucho más que trabajo, es algo que no se puede pagar con dinero (que en los tiempos que corren todos nos podemos imaginar las piruetas presupuestarias que tienen que hacer para programar con tanta dignidad)
Te contesto por razones de cortesía pero sin ánimo de movilizar una polémica que, a la vista de cómo se ha planteado, no tendría sentido, al menos, en este blog. Seguro que las personas del museo son maravillosas y desarrollan un trabajo impagable, pero por voluntad expresa de quien lo "mueve", este blog, de orientación eminentemente crítica, no está sujeto a otras servidumbres que la voluntad de ser útil a quien se sienta próximo a la “línea editorial”. Desde ese planteamiento, la exposición, que seguramente persigue objetivos loables a los que me sumo de buena gana, parece (me parece) haber sido organizada con manifiesta escasez de medios. En todo caso, creo que no debería preocuparte demasiado mi opinión, porque seguramente serán mayoría inmensa quienes opinen exactamente lo contrario.
Eliminar