En colaboración con una conocida entidad de seguros, la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, ofrece la exposición “Anton Raphael Mengs y la Antigüedad”, construida a partir de los vaciados que donó a Carlos III para que fueran utilizados en la formación de los jóvenes artistas.
El montaje expositivo, algo pobre, elude mencionar las complicadas relaciones de A. R. Mengs con la institución española; por fortuna, en la página web podemos consultar la documentación generada por el evento y, por supuesto, información suficiente para iluminar esa penosa circunstancia, menos lejana de lo que podría imaginarse.
El montaje expositivo, algo pobre, elude mencionar las complicadas relaciones de A. R. Mengs con la institución española; por fortuna, en la página web podemos consultar la documentación generada por el evento y, por supuesto, información suficiente para iluminar esa penosa circunstancia, menos lejana de lo que podría imaginarse.
También he echado en falta que se hayan integrado con mayor extensión las ideas “pedagógicas” de Mengs, que se pueden seguir en ebooksgoogle e ilustran una situación prácticamente olvidada en nuestros días. Hace sonreír leer la "Introducción en que se dan algunas reglas para que los maestros puedan enseñar bien el arte de la Pintura, y los discípulos aprenderla":
La primera cualidad que deberá buscarse en un muchacho a quien sus padres quieran aplicar a la Pintura (digo sus padres, porque en esta profesión se debe empezar antes de tener propia voluntad), es la penetración, atención y paciencia; sin dejarse engañar de aquella vivacidad y fuego que ordinariamente se toma por verdadero ingenio, y que no lo es en realidad; pues por lo regular dicha viveza impide a los muchachos el poder reflexionar sobre las cosas, y por consiguiente el hacer progresos en la Pintura: por lo que es menester cuidado para no engañarse, tomando por ingenio pictórico la inclinación a ser Pintores que se ve en muchos de ellos. La fortuna que algunos profesores de esta arte han hecho mueve a muchos padres encaminar a ella a sus hijos, los cuales, después de haberla estudiado mucho tiempo, la dejan con la misma ligereza que la emprendieron."
Penetración, atención y paciencia... ¡Cuánto han cambiado las cosas! Según Mengs, sólo había un procedimiento válido para acercarse al arte: imitar la Antigüedad, porque "los artistas griegos habían alcanzado la perfección y la imitación de sus obras conduciría a la comprensión y asimilación de la absoluta excelencia" (de un cartel de la exposición).
Foto RABASF |
En otro orden de cosas, me parece absurdo el énfasis que pone la entidad aseguradora en prohibir hacer fotografías en las exposiciones que organiza, imponiendo a los vigilantes situaciones surrealistas. Según parece, es posible utilizar artilugios electrónicos para tomar notas, pero no para registrar gráficamente ningún detalle de la exposición. En consecuencia, éstos (más en concreto, éstas) han de perseguir a los visitantes para que no se equivoquen de tecla…Me pregunto cuánto tiempo tardarán ciertas personas en entender que las cámaras fotográficas son una magnífica herramienta de entretenimiento y, sobre todo, de estudio.
Tampoco me ha parecido bien que no se hayan planteado las rebajas habituales a los estudiantes, jubilados, parados, etc… Por tratarse de lo que se trata, cuando menos deberían tener acceso libre y gratuito los estudiantes de Bellas Artes ¿O ha prescrito la voluntad de A. R. Mengs?
Resumiendo…
Ovación clamorosa para los gestores de esta exposición por ofrecer el catálogo “on line”. A ver si cunde el ejemplo.
Y “toque de atención” por la torpeza de una medida que, indirectamente, incomoda a la gente joven, y de una "política tarifaria" manifiestamente mejorable.
"Ovación clamorosa" también para la visita virtual comentada de la página web. Eso sí, lo de que menos mal que han cambiado las cosas..., para mí que en las facultades de Bellas Artes más de uno sigue abandonando las cosas con la misma ligereza con que las emprende...
ResponderEliminarPenetracion atencion y paciencia .Me pregunto cuales serian hoy las disposiciones ideales para aprender todo lo necesario para ser artista hoy. Dispersion , inmediatismo, superficialidad? no puede ser , esa seria la descripcion de una adolescente en un centro comercial.Lo de que se abandonan las cosas , hay que decir que dependiendo de las condiciones reinantes, del compromiso del profesorado, de las espectativas propias y prioridades, economia etc es perfectamente disculpable, si ves por donde van las tendencias.A veces se entra mas puro de lo que se sale de los centros educativos, no obstante algunas profes son admirables y merecen un aumento de sueldo.
ResponderEliminarQuizás el autor del blog debería entender que se titula "Anton Raphael Mengs y la Antigüedad" y no "Anton Raphael Mengs y la Academia de San Fernando" o "Anton Raphael Mengs y la pedagogía artística". El tema de la muestra es mucho más amplio y abarca múltiples facetas del artista en relación con su gusto por lo antiguo, por lo que seguramente no se trata en detalle las relaciones del pintor con la institución. Para ello ya se trató el tema en su momento en un simposium o en infinidad de publicaciones. En cuanto a montaje expositivo muy pobre,habría que dejarlo, sobre todo en momentos de crisis. A mí me ha parecido muy elegante y claro en consonancia con el gusto neoclásico de Mengs.
ResponderEliminarEstoy de acuedo en lo de las fotografías, es absurdo.
Por cierto el catálogo online no es completo, evidentemente le faltan los documentos anexos (muy interesantes) o la bibliografía, la parte técnica digamos. Yo adquirí el catálogo y me ha parecido de gran contenido científico.
Para "anónimo 16.12.2013":
EliminarSon obvias las implicaciones del título, pero también son obvias las expectativas del público cuando acude a contemplar una exposición "sobre Mengs" en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.
Según mi entender, que puede estar equivocado, una exposición debe ofrecer información concentrada y relevante, cuando menos, sobre las expectativas que movilizan la voluntad de las personas; por supuesto, sin que ello suponga negación de lo que se le ocurran al equipo organizador para proporcionar substancia al título.
Reconozco que, en este caso concreto, quizás haya sido un factor decisivo en la concreción del juicio otra circunstancia relacionada con las "expectativas": estoy acostumbrado a que el trato de quienes trabajan en el Museo de la Academia sea exquisito y consecuente con su función tradicional y a que las exposiciones cumplan con la condición mencionada.
En todo caso, muchas gracias por la indicación.