jueves, 3 de abril de 2014

El retrato de Manuel Marín por Cristina García Rodero

Anoche se me ocurrió poner la televisión (La noche en 24 horas) para ver cómo encajaban los medios oficiales la noticia emanada desde los tribunales, según la cual, el señor Bárcenas había "desviado" fondos de la cuenta B del PP a las suyas y a las de su esposa... ¡Quién lo hubiera imaginado! Quién me ida a decir que me encontraría con la reencarnación de Groucho Marx; creo que es el programa más divertido de la televisión, mucho más que los monólogos de la Paramount Comedy, del Gran Wyoming o de cualquier humorista de moda. Francamente, lo tenían difícil: ¿Cómo hablar de lo que no puede ser? Lo dicho, marxismo puro.
Y el tono cómico alcanzó el paroxismo cuando comentaron el retrato de Manuel Marín, realizado Cristina García Rodero. No fueron capaces de hablar de ello asumiendo que la fotografía es "otra" forma de expresión estética, propia de nuestro tiempo. Al parecer, entre magnates y profesionales de la lisonja son muchos quienes no perdonan al señor Marín que sacara las pies del tiesto. Uno de los contertulios llegó a quejarse de lo que había costado (25.000 €): "Para ser una foto, cuesta una pasta"... "Si todos son cuadros, a qué viene que el señor Marín se haga una foto..." Otro llegó a decir que si nos ponemos a ahorrar en estas cosas, Velázquez se habría muerto de hambre...  Alguno, incluso, pareció recuperar la sensatez por un instante...

Foto EP






































La noticia, según Europa Press:

"El Congreso ha colocado este miércoles el retrato del socialista Manuel Marín en la Galería de Presidentes en la que quedan inmortalizados los máximos responsables de la institución, pero se ha hecho sin boato alguno y sin organizar ningún acto oficial, pues el propio homenajeado no lo deseaba: todo se ha limitado a la presencia de unos operarios que han colgado el retrato de quien presidió la Cámara entre 2004 y 2008.
Según han informado a Europa Press fuentes parlamentarias, el retrato que Marín encargó a la fotógrafa Cristina García Rodero, llegó hace semanas a la Cámara Baja, donde también espera su turno para ser colgado el de José Bono, quien sucedió a Marín en la segunda legislatura del gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero."

Puede que esté muy equivocado, pero tengo la sensación de que los retratos de Cristina García Rodero están más cerca de la reinterpretación (actual) de los valores estéticos de la pintura de Velázquez que los de Bernardo Torrens, tal vez demasiado condescendiente con quienes entran en éxtasis hortera ante la habilidad manual. 

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