Matthew Barney presenta en Art Basel su último trabajo ambicioso de casi seis horas. El título suena a cine bueno o a referencia esencial o a cantinela estúpida, según el criterio de cada cual. Imagen muy cuidada, música "interesante"... Aunque naturalmente no he podido ver ni la proyección en un teatro de ópera ni el vídeo y sólo me ha sido posible contemplar el trailer y leer algunos comentarios, deduzco... No deduzco nada.
Al parecer en este caso han cambiado las referencias del Cremaster; ahora tocaba recurrir a Egipto y a los recursos más o menos tradicionales de la ópera (Ópera). Espectacularidad, mucho culo, mucha caca, mucho pedo, mucha sexualidad... muchos coches y como referencia cultureta o salvavidas fáctico, la obra de Norman Mailer, que como murió hace 7 años, no podrá hacerse una cartera con la piel de Matthew Barney.
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