Según
informan los medios, Marina Abramovic desea trabajar bajo la dirección de Lars Von Trier:
“Dear Mr Lars von Trier, I think you are the most disturbing director in this planet and this is why I’d really, really love to work with you … You really bring the actors on the edge of complete nervous breakdowns. Because I am a performance artist, I understand very well what you are doing.”
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Foto Wikipedia |
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Foto tomada de picpicx |
Teniendo en cuenta el tono ideológico de ambos, el resultado podría ser espectacular...
Resulta cuanto menos curioso que la misma que en palabras textuales decía que "en el teatro la sangre es ketchup y en la performance la sangre es sangre" ahora quiera estar en la disciplina que hizo del ketchup su Santo Grial (Sangre Real). El cine. Abramovic, después de ningunear el teatro quiere la gran pantalla. Abramovic no puede deshacerse de su necesidad desmesurada por llamar la atención. Abramovic está en ese difuso borde que separa el mero egocentrismo del más narcisismo integral. El difuso borde del Ombligismo, tan apreciado en su obra. De concederla el capricho de entrar al cine, sería colmar de globos y canciones de cumpleaños feliz, los trescientos sesenta y cinco días del año, a un narcisista. Es decir, algo perjudicial para su salud mental.
ResponderEliminarAunque Marina resulte un poco pesada y egocéntrica creo que es inevitable ver algo tanto en su obra como en su persona. Esa figura que se ha creado, ese "personaje" (que por cierto me recuerda un poco a lo que hizo Dalí en su día) va a facilitarle el trabajo con Lars Von Trier si es que llega a hacerse. Marina Abramovic dentro de lo que cabe ya es actriz.
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