Por Luchi
El alcalde del Bagheria, Patrizio Cinque (del partido Movimiento Cinque Stelle), anunció el pasado 24 de noviembre el “cierre temporal” del Museo Guttuso. Se trata de un museo fundado en 1973 en Bagheria, ciudad natal del gran pintor siciliano Renato Guttuso, quien donó a la institución una considerable parte de su obra. Además, junto a las pinturas de Guttuso, el Museo recoge piezas de varios artistas italianos del siglo XX. Sin embargo, a pesar de constituir un importante polo cultural dentro de la isla, sus ingresos no superan los 20 mil euros, y resultan insuficientes para cubrir los 480 mil de los gastos.
El heredero del pintor, Fabio Carapezza Guttuso, presidente de los Archivos Guttuso, anunció que evaluará la posibilidad de pedir la restitución de las obras cedidas al Museo; añadiendo que sin la fruición por parte del público, la permanencia de la Colleción Guttuso dentro de la institución carece de sentido. En una carta al alcalde Cinque, Carapezza Guttuso afirmó que “la comunicación del cierre del Museo, efectuada con solo dos días de preaviso, impide la búsqueda de cualquier solución alternativa y compartida, obstaculizando además importantes proyectos que garantizarían al Museo –y por lo tanto a la pequeña comunidad de Bagheria- un notable flujo turístico y cultural”.
Según informa un comunicado emitido por el Movimiento Cinque Stelle, pocos días después del alboroto causado por el anuncio del cierre del Museo, el Alcalde y la Junta Municipal de Bagheria, junto con algunos concejales del mismo partido, decidieron analizar las posibles causas que llevaron al mal funcionamiento de la institución. En el comunicado se lee que “durante el análisis del registro de inventario de las obras resultó que, a partir del año 2002 hasta hoy, todas las informaciones acerca de las obras catalogadas en dicho registro, fueron transcritas con lápiz, con un trazo muy ligero, que permitiría ser borrado con facilidad”. Según el M5S rellenar actas públicas con una escritura poco legible y sin servirse de un bolígrafo negro o azul, constituiría un delito. Por lo tanto Junta Municipal entregó la documentación a los Carabinieri, que se encargarán de estudiarla con más detenimiento. “Nuestro objetivo” afirmó el Alcalde “es que se aclare qué está detrás de estas acciones ilegales. El Museo Guttuso tendría que ser gestionado con transparencia y en el respeto de las leyes”.
¿Puede que realmente que la ligera caligrafía trazada en lápiz sea síntoma de que hayan desaparecido obras pertenecientes a la Colección? Caparezza Guttuso declaró no haber visto nunca en primera persona los registros en cuestión. Sin embargo, declara conocer la catalogación de las piezas registrada de forma oficial, y que jamás vio a un notario escribir en lápiz. En cualquier caso, falten o no falten obras (algo que habrá que aclararse) resulta llamativo que la investigación se empezó justo después de las polémicas relacionadas con el cierre del Museo, casi queriendo desviar la atención de los medios de comunicación de la supuesta mala gestión de la política cultural de los representantes Cinque Stelle. Y volvemos a escuchar himnos a la trasparencias solo y siempre allí donde las cosas no marchan del todo bien.
El alcalde del Bagheria, Patrizio Cinque (del partido Movimiento Cinque Stelle), anunció el pasado 24 de noviembre el “cierre temporal” del Museo Guttuso. Se trata de un museo fundado en 1973 en Bagheria, ciudad natal del gran pintor siciliano Renato Guttuso, quien donó a la institución una considerable parte de su obra. Además, junto a las pinturas de Guttuso, el Museo recoge piezas de varios artistas italianos del siglo XX. Sin embargo, a pesar de constituir un importante polo cultural dentro de la isla, sus ingresos no superan los 20 mil euros, y resultan insuficientes para cubrir los 480 mil de los gastos.
El heredero del pintor, Fabio Carapezza Guttuso, presidente de los Archivos Guttuso, anunció que evaluará la posibilidad de pedir la restitución de las obras cedidas al Museo; añadiendo que sin la fruición por parte del público, la permanencia de la Colleción Guttuso dentro de la institución carece de sentido. En una carta al alcalde Cinque, Carapezza Guttuso afirmó que “la comunicación del cierre del Museo, efectuada con solo dos días de preaviso, impide la búsqueda de cualquier solución alternativa y compartida, obstaculizando además importantes proyectos que garantizarían al Museo –y por lo tanto a la pequeña comunidad de Bagheria- un notable flujo turístico y cultural”.
Según informa un comunicado emitido por el Movimiento Cinque Stelle, pocos días después del alboroto causado por el anuncio del cierre del Museo, el Alcalde y la Junta Municipal de Bagheria, junto con algunos concejales del mismo partido, decidieron analizar las posibles causas que llevaron al mal funcionamiento de la institución. En el comunicado se lee que “durante el análisis del registro de inventario de las obras resultó que, a partir del año 2002 hasta hoy, todas las informaciones acerca de las obras catalogadas en dicho registro, fueron transcritas con lápiz, con un trazo muy ligero, que permitiría ser borrado con facilidad”. Según el M5S rellenar actas públicas con una escritura poco legible y sin servirse de un bolígrafo negro o azul, constituiría un delito. Por lo tanto Junta Municipal entregó la documentación a los Carabinieri, que se encargarán de estudiarla con más detenimiento. “Nuestro objetivo” afirmó el Alcalde “es que se aclare qué está detrás de estas acciones ilegales. El Museo Guttuso tendría que ser gestionado con transparencia y en el respeto de las leyes”.
¿Puede que realmente que la ligera caligrafía trazada en lápiz sea síntoma de que hayan desaparecido obras pertenecientes a la Colección? Caparezza Guttuso declaró no haber visto nunca en primera persona los registros en cuestión. Sin embargo, declara conocer la catalogación de las piezas registrada de forma oficial, y que jamás vio a un notario escribir en lápiz. En cualquier caso, falten o no falten obras (algo que habrá que aclararse) resulta llamativo que la investigación se empezó justo después de las polémicas relacionadas con el cierre del Museo, casi queriendo desviar la atención de los medios de comunicación de la supuesta mala gestión de la política cultural de los representantes Cinque Stelle. Y volvemos a escuchar himnos a la trasparencias solo y siempre allí donde las cosas no marchan del todo bien.
Guttuso, La battaglia di Ponte dell’Ammiraglio, 1951 |
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