Hace unos días, José Antonio Marina publicaba un texto con un texto muy sugerente: "¿Debe aprender nuestro sistema educativo del ejército americano?". En él comenzaba con una aclaración sorprendente:
"La tesis de ‘Despertando al diplodocus‘ es que hemos entrado en la era del aprendizaje y que vamos a tener que aprender continuamente y de manera eficiente, si no queremos quedar marginados. Por eso, intento conocer todas las experiencias educativas que me parecen interesantes. He seguido con atención el método pedagógico de las escuelas de Negocios, centradas en el “estudio de casos”, los procedimientos de modificación de conducta de los psicoterapeutas, la enseñanza de la medicina (que cambió en España gracias a la obra del recientemente fallecido Segovia de Arana), los métodos empleados por las empresas de publicidad, y hoy le toca al ejército estadounidense. Me fijo solo en las técnicas, no en el uso que después se hace de ellas."
El comentario me recordó una anécdota antigua, de mis años mozos cuando el profesor de "Materiales de construcción" nos comentó una anécdota personal sobre las fábricas de cemento; y lo explicó, más o menos, en los siguientes términos:
"Hace unos días acudí a visitar una fábrica de cemento y me encontré con un ambiente desolador en los alrededores: vegetación, calles, casas, vehículos... todo estaba cubierto de una capa de polvo blanco. Se lo indiqué a quien dirigía la fábrica, que respondió con vivacidad:
—Los técnicos sanitarios lo han estudiado y nos han dicho que no es venenoso.
A lo que respondí de inmediato:
—¡Estaría cojonudo que encima fuera venenoso!"
Pues eso, estaría cojonudo que se hubiera fijado en el uso que se hace de las técnicas de aprendizaje en ese contexto. Y el profesor Marina culminaba con la siguiente exposición:
"El ejército americano ha financiado muchas investigaciones psicológicas que utilizamos todos. Basta mirar los créditos de los artículos de las revistas más prestigiosas para comprobarlo.Roger Schank recibió el encargo de diseñar un programa de ordenador capaz de leer periódicos, y nos ha servido para progresar en los sistemas de Inteligencia Artificial.Martin Seligman y la Universidad de Pensilvania han puesto en marcha el Master Resillience Training, un plan masivo para fortalecer la resiliencia de los soldados, cuyos resultados espero que se publiquen pronto. La ‘Harvard Business Review’ dedicó un número a estudiar las tácticas negociadoras del ejército en situaciones extremas. Técnicas que están expuestas en el libro ‘In Extremis Leadership’, escrito por Thomas Koditz, experto de West Point. El ejército español también está interesado en el tema. En 2011, participé en un número monográfico de la revista ‘Cuadernos de estrategia’, publicado por el Instituto de Estudios Estratégicos, dedicado a la educación. Pero hoy quiero comentar un importante documento estadounidense, el ‘Army Learning Concept 2015‘.
En él puede leerse: “La ventaja competitiva del ejercito norteamericano descansa en su capacidad de aprender rápido y adaptarse a las situaciones con mayor rapidez que su adversario. En un entorno de aprendizaje global y altamente competitivo, en donde la tecnología da a los jugadores información permanente y al instante, el ejército no puede arriesgarse a fracasar por complacencia, falta de imaginación o resistencia al cambio”. Esto implica un cambio pedagógico: convertir las actividades docentes en actividades de resolución de problemas, personalizar el aprendizaje, reducir las clases magistrales con ‘power point’, y utilizar actividades de instrucción apoyadas en medios virtuales.
Para el ejército, la transformación del entrenamiento es, literalmente, una cuestión de vida o muerte
Tony Wagner, experto en educación de la Universidad de Harvard, autor de ‘Creando innovadores’, comenta: “Me he quedado maravillado por el marcado contraste entre el sentimiento de urgencia que los líderes del ejército tienen respecto a transformar el aprendizaje, frente al sentido de autocomplacenciaque existe en muchas de nuestras universidades y empresas. Para el ejército, la transformación del entrenamiento es, literalmente, una cuestión de vida o muerte. Imagine qué diferentes serían las cosas si nuestros líderes nacionales hablasen y actuasen como si transformar la educación fuese una cuestión de vida o muerte para el futuro económico de nuestro país, como en efecto, creo que así es”. Estoy de acuerdo. Me parece imprescindible suscitar ese sentimiento de “emergencia educativa”."
¿Queda algún profesor que de sus clases exclusivamente recurriendo al power point? ¿Hay muchos profesores que continúen dictando apuntes, como en los tiempos de las "clases magistrales"? Me permitirá el profesor Marina que, haciendo de la debilidad virtud, le recomiende ver o volver a ver Full Metal Jacket (Kubrick, 1987), Sí, ya sé que el ejército norteamericano ha cambiado mucho en treinta años, pero hoy como ayer, para que sea operativo un ejército es fundamental que los soldados antepongan las "reacciones naturales" derivada de la voz de mando y asumidas mediante la "instrucción", a sus propias capacidades de análisis racional voluntario. Y si esa película le parece demasiado antigua, vea o vuelva a ver Redacted (Brian de Palma. 2007), que es mucho más moderna.
Si es eso lo que van a propugnar quienes afronten un Pacto de Estado sobre educación, lo tenemos crudo.
De nuevo vuelvo a preguntarme qué le pasa al profesor Marina...
"La tesis de ‘Despertando al diplodocus‘ es que hemos entrado en la era del aprendizaje y que vamos a tener que aprender continuamente y de manera eficiente, si no queremos quedar marginados. Por eso, intento conocer todas las experiencias educativas que me parecen interesantes. He seguido con atención el método pedagógico de las escuelas de Negocios, centradas en el “estudio de casos”, los procedimientos de modificación de conducta de los psicoterapeutas, la enseñanza de la medicina (que cambió en España gracias a la obra del recientemente fallecido Segovia de Arana), los métodos empleados por las empresas de publicidad, y hoy le toca al ejército estadounidense. Me fijo solo en las técnicas, no en el uso que después se hace de ellas."
El comentario me recordó una anécdota antigua, de mis años mozos cuando el profesor de "Materiales de construcción" nos comentó una anécdota personal sobre las fábricas de cemento; y lo explicó, más o menos, en los siguientes términos:
"Hace unos días acudí a visitar una fábrica de cemento y me encontré con un ambiente desolador en los alrededores: vegetación, calles, casas, vehículos... todo estaba cubierto de una capa de polvo blanco. Se lo indiqué a quien dirigía la fábrica, que respondió con vivacidad:
—Los técnicos sanitarios lo han estudiado y nos han dicho que no es venenoso.
A lo que respondí de inmediato:
—¡Estaría cojonudo que encima fuera venenoso!"
Pues eso, estaría cojonudo que se hubiera fijado en el uso que se hace de las técnicas de aprendizaje en ese contexto. Y el profesor Marina culminaba con la siguiente exposición:
"El ejército americano ha financiado muchas investigaciones psicológicas que utilizamos todos. Basta mirar los créditos de los artículos de las revistas más prestigiosas para comprobarlo.Roger Schank recibió el encargo de diseñar un programa de ordenador capaz de leer periódicos, y nos ha servido para progresar en los sistemas de Inteligencia Artificial.Martin Seligman y la Universidad de Pensilvania han puesto en marcha el Master Resillience Training, un plan masivo para fortalecer la resiliencia de los soldados, cuyos resultados espero que se publiquen pronto. La ‘Harvard Business Review’ dedicó un número a estudiar las tácticas negociadoras del ejército en situaciones extremas. Técnicas que están expuestas en el libro ‘In Extremis Leadership’, escrito por Thomas Koditz, experto de West Point. El ejército español también está interesado en el tema. En 2011, participé en un número monográfico de la revista ‘Cuadernos de estrategia’, publicado por el Instituto de Estudios Estratégicos, dedicado a la educación. Pero hoy quiero comentar un importante documento estadounidense, el ‘Army Learning Concept 2015‘.
En él puede leerse: “La ventaja competitiva del ejercito norteamericano descansa en su capacidad de aprender rápido y adaptarse a las situaciones con mayor rapidez que su adversario. En un entorno de aprendizaje global y altamente competitivo, en donde la tecnología da a los jugadores información permanente y al instante, el ejército no puede arriesgarse a fracasar por complacencia, falta de imaginación o resistencia al cambio”. Esto implica un cambio pedagógico: convertir las actividades docentes en actividades de resolución de problemas, personalizar el aprendizaje, reducir las clases magistrales con ‘power point’, y utilizar actividades de instrucción apoyadas en medios virtuales.
Para el ejército, la transformación del entrenamiento es, literalmente, una cuestión de vida o muerte
Tony Wagner, experto en educación de la Universidad de Harvard, autor de ‘Creando innovadores’, comenta: “Me he quedado maravillado por el marcado contraste entre el sentimiento de urgencia que los líderes del ejército tienen respecto a transformar el aprendizaje, frente al sentido de autocomplacenciaque existe en muchas de nuestras universidades y empresas. Para el ejército, la transformación del entrenamiento es, literalmente, una cuestión de vida o muerte. Imagine qué diferentes serían las cosas si nuestros líderes nacionales hablasen y actuasen como si transformar la educación fuese una cuestión de vida o muerte para el futuro económico de nuestro país, como en efecto, creo que así es”. Estoy de acuerdo. Me parece imprescindible suscitar ese sentimiento de “emergencia educativa”."
¿Queda algún profesor que de sus clases exclusivamente recurriendo al power point? ¿Hay muchos profesores que continúen dictando apuntes, como en los tiempos de las "clases magistrales"? Me permitirá el profesor Marina que, haciendo de la debilidad virtud, le recomiende ver o volver a ver Full Metal Jacket (Kubrick, 1987), Sí, ya sé que el ejército norteamericano ha cambiado mucho en treinta años, pero hoy como ayer, para que sea operativo un ejército es fundamental que los soldados antepongan las "reacciones naturales" derivada de la voz de mando y asumidas mediante la "instrucción", a sus propias capacidades de análisis racional voluntario. Y si esa película le parece demasiado antigua, vea o vuelva a ver Redacted (Brian de Palma. 2007), que es mucho más moderna.
Si es eso lo que van a propugnar quienes afronten un Pacto de Estado sobre educación, lo tenemos crudo.
De nuevo vuelvo a preguntarme qué le pasa al profesor Marina...
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