El museo fue concebido para centralizar la colección de obras arqueológicas que, hasta entonces, se conservaban en varias instituciones. El proyecto fue diseñado por Henri Ciriani sobre los restos del antiguo circo, revalorizados en una zona relativamente marginal de Arles. Fue construido en 1995 con un criterio de ordenación espacial alterado tras el descubrimiento de la barcaza "Arles Rhône 3" (datada en el siglo I); la alteración fue tan manifiesta que Ciriani, que demandó a los responsables de esa decisión ante los tribunales. A mi modesto entender, en este caso y sin que sirva de precedente, me sumo al criterio de Henri Ciriani: aunque los edificios destinados a ser museos deban contar con la posibilidad de un cambio del modelo expositivo, ello no debería ser incompatible con el respeto al proyecto inicial. Sí, ya sé que ello es prácticamente imposible y que con el paso de los años la concepción inicial acabará diluyéndose inexorablemente, pero... en este caso, el conflicto entre la voluntad de los museólogos y la concepción espacial es demasiado frontal.
Pero en todo caso, lo más negativo del museo no es la barcaza misma ni siquiera el muy discutible planteamiento del edificio contemplado desde el exterior. A mi juicio, lo más discutible es la ubicación misma. en una zona alejada del centro histórico y bloqueada por la autopista E80. Es complicado llega a él caminando... En este caso y, sobre todo, teniendo en cuenta el potencial patrimonial de Arles, acaso hubiera sido mejor idea rehabilitar algún edificio antiguo como los Criptopórticos, que se conservan en un estado particularmente "discutible", las "Arenas", que se sigue empleando para ofrecer espectáculos taurinos o, incluso, el teatro. Por supuesto, lo digo teniendo en cuenta que los museos actuales deben someterse a servidumbres funcionales muy relevantes, no siempre fáciles de armonizar con la conservación de los restos antiguos, y también cómo está evolucionando el tejido urbano de esta ciudad del sur de Francia.
El edificio se concibió mediante una planta triangular que sólo se aprecia desde el aire y que me ha recordado ciertos planteamientos modulares con los que debí tratar en una "reencarnación" anterior. Esa concepción se ha combinado con una distribución de huecos de luces que determina un reparto lumínico heterogéneo, pero de bastante claridad general y, sobre todo, fácil de compensar mediante unos cuantos puntos de luz bastante bien repartidos, que no se inclinan hacia los excesos escenográficos de otras instalaciones. El resultado final es bastante interesante, entre los mejor resueltos de cuantos museos conozco. Sólo detecto problemas en el planteamiento de las vitrinas y en el uso de paneles rojos, que me han recordado las manías de cierto arquitecto español muy reputado... La contraposición entre el azul marítimo del exterior con la claridad interior matizada en rojo queda bien pero, como ya he manifestado en alguna otra ocasión, no me parece buena idea alterar la percepción de los objetos dispuestos en ese entorno cromático; ni en los museos de bellas artes ni, por supuesto, en los de arqueología.
El museo está organizado mediante "bloques temáticos", según fórmula habitual en la museología "moderna" (actual), de pretensiones pedagógicas que, en este caso, no se han exagerado, frente a lo que suele ser frecuente en Francia.
Aunque seguramente el "Arles Rhône 3"tiene un interés objetivo enorme, desde mi formación ajena a la cultura naval, me interesan más otros objetos y, entre ellos, los sarcófagos cristianos, en cantidad y calidad, sobresalientes. Puedo estar equivocado, pero creo que la colección sólo es superada por la de los Museos Vaticanos.
Es interesante comprobar una vez más los retos que ofrecen a los arquitectos los mosaicos para ser exhibidos en los museos. En éste han construido una pasarela elevada que permite contemplar los más relevantes; por desgracia,en este caso la elevación es poca y ello genera una angulación demasiado tendida que facilita poco la contemplación. Obviamente, la mejor manera de contemplar un mosaico seguirá siendo, como cuando fue creado, pasear sobre él, pero como los restos antiguos son sagrados...
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Sarcófago de "La entrega de la ley a San Pedro", mármol de Carrara, Fin del siglo IV, procedente de los Alyscamps |
Capiteles del Museo Départamental-Arles Antique.
Capiteles corintios.
Entre los capiteles destaca, en primer lugar, un grupo procedente de la escena del teatro, de cualidades similares a las de otros que aún permanecen "in situ" en mejores o peores circunstancias de conservación. Todos ellos se distinguen por una concepción estructural y ornamental similar. Constan de dos coronas de hojas de acantos definidos mediante agrupaciones de folíolos cortos y muy afilados, comparables a las que, en tiempos de Augusto, se emplearon en otras zonas del Imperio; concretamente, en Cataluña han aparecido varios de concepción similar, que comparten con éstos detalles como las flores dispuestas entre las volutas, el tipo de acanto y la manera de interpretar la talla. Han de ser destacados los ornatos del frente del ábaco y los motivos vegetales colocados sobre el borde de los caulículos, que unas veces ofrecen perfil de hoja de folíolos paralelos y redondeados y otras, palmeta abierta de acanto.
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AMDA07 |
En una de las cartelas indican que tienen tres filas de hojas ("Ces grandes chapiteaux à trois rangées de feuilles d'acanthe..."). En realidad, cuentan como la inmensa mayoría de los capiteles corintios de los siglos I, II y III, de dos coronas de hojas y cáliz bajo las volutas que, como es asimismo normal, suele repetir las fórmulas ornamentales de las hojas con las variaciones impuestas por la orientación del motivo. Aunque la "errata" no tiene la entidad de otras recogidas en este blog, no estaría de más que la rectificaran...
Con buen criterio, los sitúan a finales del siglo I a.C.
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AMDA08 |
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AMDA03 |
El AMDA04, que ha perdido las volutas externas, se ofrece en un conjunto señalizado con cierta vaguedad, de modo que no se aprecia con claridad a qué pieza corresponde cada cartela.
No obstante, en este caso, la naturaleza del capitel no ofrece demasiadas dudas sobre su momento de realización, porque repite una fórmula común en todo el Imperio Romano, que se suele fechar en los alrededores del cambio de era.
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AMDA04 |
La instalación del museo enfatiza un fragmento de capitel (AMDA01), de tamaño excepcional entre los aparecidos en la Galia, mediante un montaje con fórmulas similares a las que se emplearon años después en el Museo de la Acrópolis. En la cartela se plantea la posibilidad de que formara parte de una columna conmemorativa; avalaría esa hipótesis la talla esquemática aplicada a los acantos, propia de piezas colocadas en áreas de acceso visual difícil. La cartela lo cataloga en la segunda mitad del siglo I.
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AMDA01 |
El conjunto de los capiteles corintios romanos lo cierra una pareja de capiteles "asiáticos", aparecidos en la zona del Forum (AMDA05 y AMDA 06). que la cartela adjudica al siglo II. Sin embargo, a juzgar por el carácter de las volutas, especialmente simplificadas, por la forma de componer el conjunto axial, sin el tallo que soporta el florón, por el diseño del kalathos y por la forma de los ojales, sería más propio adelantar la cronología, al menos, en cien años. Siglo III.
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AMDA05 |
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AMDA06 |
En una vitrina ofrecen un capitelillo diminuto de mármol (AMDA137), sin ninguna otra indicación que su procedencia arlesiana. Tiene interés compararlo con las representaciones de capiteles que aparecen, por ejemplo, en los sarcófagos, donde se interpretan los elementos arquitectónicos con cierta "libertad". Debió pertenecer a algún conjunto parietal realizado durante el siglo I.
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AMDA137 |
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Detalle del sarcófago de "La entrega de la ley a San Pedro" |
Capiteles compuestos
Aunque supongo que en los almacenes del museo conservarán otros muchos y entre ellos algunos de orden compuesto, que den réplica a las representaciones de los sarcófagos, no me gustaría cerrar este comentario sin aludir someramente a los dos del Foro (AFOR01 y AFOR02), que guardan relación con algunas circunstancias comentadas en este blog. Por supuesto me refiero al cesto decorado con incisiones verticales que determinan "cañas" o "palmas" y documentan un precedente más a la génesis de los "capiteles de palmas", en este caso a principios del siglo II y también a la de los capiteles compuestos, cuyo desarrollo evolutivo conocemos desde pocos restos contextualizados. Francamente, sorprende la aparición de "rasgos orientales" en esta zona de Francia como sorprende el mismo hecho en los pocos restos comparables aparecidos en Hispania.
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AFOR01 |
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AFOR02 |
Capiteles jónicos
Tampoco en Francia son abundantes los capiteles jónicos. En la misma zona del fragmento descomunal (AMDA01), muestran uno angular, tallado en el mismo bloque que un fragmento de fuste con acanaladuras, procedente de la sede arzobispal. Es digna de ser enfatizado la acumulación de elementos ornamentales que parece distinguir a la ornamentación galo-romana de la Provenza y que podrían dar una pista sobre la difusión de ciertas fórmulas ornamentales durante el Románico: la moldura taqueada y la cadeneta se emplearán con profusión a partir del siglo XI.
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AMDA02 |
La cartela lo clasifica en "époque romana"; atendiendo a los elementos ornamentales podría situarse en los alrededores del año 100, por supuesto, con las prevenciones que he manifestado en otras ocasiones, ante los capiteles jónicos.
Capitel de dos zonas
También en Arles está acreditada la presencia de "influjos bizantinos" directos o indirectos mediante un capitel de dos zonas con cabezas de carnero (o de "conejo", según los responsables del Museo Arqueológico de Sofía). Según indican en el museo, fue realizado en mármol de Preconnèse (isla del mar de Mármara, próxima a Constantinopla) y procede de la basílica que existió donde hoy se encuentra Saint-Trophime, y habría sido tallado durante la primera mitad del siglo VI, según el criterio de Annie Pralong ("La typologie des chapiteaux corinthienes tardifs en marbre de Preconnèse et la production d'Alexandrie",
Revue Archéologique, Nouvelle Série, F. 1 (2000), p. 81-101). Proporciona un dato relevante sobre la presencia bizantina en la costa occidental mediterránea, que debemos sumar a los localizados en Toulouse, Narbona, Barcelona, etc. En ninguna de estas ciudades han aparecido restos que permitan deducir la existencia de edificios estrictamente "bizantinos"; apenas unas cuantas piezas sueltas que, probablemente, en todos los casos fueron transportadas desde Constantinopla y, tal, vez, en algún caso, desde (o con escala en) el sur de Italia.
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AMDA10 |
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Actualizado en 14/06/2017
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