Este fin de semana hemos visitado San Andrés del Arroyo. Nos atendió sor Rosario, mujer diminuta, gavilla de nervio y mala baba preconciliar, pero del verbo aterciopelado propio de quien ha de velar por los recursos económicos del convento: cancerbera divina de toca negra y anorak azul oscuro...
Como están realizando obras de acondicionamiento y reparación, nos hicieron pasar a una especie de zaguán de piso muy irregular, donde fuimos retenidos, agrupados e inmovilizados a obscuras durante unos minutos, mientras la piadosa monja cerraba la puerta de acceso al convento y abría la del claustro... Es la única manera de evitar que los visitantes invadan el maravilloso lugar como plaga de langosta y se apoderen del espíritu que allí mora; una señora con problemas de claustrofobia a punto estuvo de estallar en una crisis de nervios... Son los inconvenientes de mantener el privilegio “de horca y cuchillo”, que posee la abadesa desde la fundación original, y que en la actualidad se aplican a la prohibición rigurosa de hacer fotografías en el interior del monasterio: privilegio de exclusividad iconográfica que, al parecer, respaldan tanto la autoridad episcopal como la civil, en sus diferentes jurisdicciones (Administración Central, Comunidad Autónoma, Obispado de Palencia, Orden Cisterciense...).
Cobran 2,5 € por entrar y ni tan siquiera entregan la obligada entrada que documenta la acción administrativa; la piadosa monja guarda el dinero en los bolsillos de su anorak azul marino... En su calidad de señoras de horca y cuchillo, no están obligadas a dar cuenta de sus actividades económicas a nadie... tal y como de hecho y por pasividad manifiesta reconocen las diferentes administraciones involucradas en la gestión del monasterio. Durante la explicación, sor Rosario lanzó algunos improperios y exabruptos a quienes escapaban de su control (el grupo debía moverse en compactación ovina) y a quienes, con disimulo, pretendían realizar fotografías... a pesar de todo.
Sencillamente, vergonzoso, pero muy ilustrativo de las circunstancias que rodean a la parte mayoritaria de nuestro Patrimonio Histórico, dejado a la voluntad de unas personas que pretenden conservar sus antiguos privilegios pasando por encima de los principios éticos y normativos más elementales.
En definitiva, el monasterio merece una visita tanto por la riqueza patrimonial, acreditada en las fotografías adjuntas, que aparecieron milagrosamente en mi cámara fotográfica (que permaneció apagada dentro de la bolsa durante la visita), como por el exotismo antropológico de sus moradoras, que también mercadean con los celebrados “raquelitos” (lazos al glas). Sepan vuestras mercedes que en las reposterías de los alrededores ofrecen “socorritos”, de cualidades muy similares a los “raquelitos”, pero sensiblemente más baratos (ver todas las fotos "milagrosas")
Del preámbulo de la Ley del Patrimonio Histórico Español (texto íntegro):
Como están realizando obras de acondicionamiento y reparación, nos hicieron pasar a una especie de zaguán de piso muy irregular, donde fuimos retenidos, agrupados e inmovilizados a obscuras durante unos minutos, mientras la piadosa monja cerraba la puerta de acceso al convento y abría la del claustro... Es la única manera de evitar que los visitantes invadan el maravilloso lugar como plaga de langosta y se apoderen del espíritu que allí mora; una señora con problemas de claustrofobia a punto estuvo de estallar en una crisis de nervios... Son los inconvenientes de mantener el privilegio “de horca y cuchillo”, que posee la abadesa desde la fundación original, y que en la actualidad se aplican a la prohibición rigurosa de hacer fotografías en el interior del monasterio: privilegio de exclusividad iconográfica que, al parecer, respaldan tanto la autoridad episcopal como la civil, en sus diferentes jurisdicciones (Administración Central, Comunidad Autónoma, Obispado de Palencia, Orden Cisterciense...).
Cobran 2,5 € por entrar y ni tan siquiera entregan la obligada entrada que documenta la acción administrativa; la piadosa monja guarda el dinero en los bolsillos de su anorak azul marino... En su calidad de señoras de horca y cuchillo, no están obligadas a dar cuenta de sus actividades económicas a nadie... tal y como de hecho y por pasividad manifiesta reconocen las diferentes administraciones involucradas en la gestión del monasterio. Durante la explicación, sor Rosario lanzó algunos improperios y exabruptos a quienes escapaban de su control (el grupo debía moverse en compactación ovina) y a quienes, con disimulo, pretendían realizar fotografías... a pesar de todo.
Sencillamente, vergonzoso, pero muy ilustrativo de las circunstancias que rodean a la parte mayoritaria de nuestro Patrimonio Histórico, dejado a la voluntad de unas personas que pretenden conservar sus antiguos privilegios pasando por encima de los principios éticos y normativos más elementales.
En definitiva, el monasterio merece una visita tanto por la riqueza patrimonial, acreditada en las fotografías adjuntas, que aparecieron milagrosamente en mi cámara fotográfica (que permaneció apagada dentro de la bolsa durante la visita), como por el exotismo antropológico de sus moradoras, que también mercadean con los celebrados “raquelitos” (lazos al glas). Sepan vuestras mercedes que en las reposterías de los alrededores ofrecen “socorritos”, de cualidades muy similares a los “raquelitos”, pero sensiblemente más baratos (ver todas las fotos "milagrosas")
Del preámbulo de la Ley del Patrimonio Histórico Español (texto íntegro):
El Patrimonio Histórico Español es una riqueza colectiva que contiene las expresiones más dignas de aprecio en la aportación histórica de los españoles a la cultura universal. Su valor lo proporciona la estima que, como elemento de identidad cultural, merece a la sensibilidad de los ciudadanos, porque los bienes que lo integran se han convertido en patrimoniales debido exclusivamente a la acción social que cumplen, directamente derivada del aprecio con que los mismos ciudadanos los han ido revalorizando.
En consecuencia, y como objetivo último, la Ley no busca sino el acceso a los bienes que constituyen nuestro Patrimonio Histórico. Todas las medidas de protección y fomento que la Ley establece sólo cobran sentido si, al final, condicen a que un número cada vez mayor de ciudadanos pueda contemplar y disfrutar las obras que son herencia de la capacidad colectiva de un pueblo. Porque en un Estado democrático estos bienes deben estar adecuadamente puestos al servicio de la colectividad en el convencimiento de que con su disfrute se facilita el acceso cultura y que ésta, en definitiva, es camino seguro hacia la libertad de los pueblos.
Ley del Patrimonio Histórico Español, Artículo 2:
En consecuencia, y como objetivo último, la Ley no busca sino el acceso a los bienes que constituyen nuestro Patrimonio Histórico. Todas las medidas de protección y fomento que la Ley establece sólo cobran sentido si, al final, condicen a que un número cada vez mayor de ciudadanos pueda contemplar y disfrutar las obras que son herencia de la capacidad colectiva de un pueblo. Porque en un Estado democrático estos bienes deben estar adecuadamente puestos al servicio de la colectividad en el convencimiento de que con su disfrute se facilita el acceso cultura y que ésta, en definitiva, es camino seguro hacia la libertad de los pueblos.
Ley del Patrimonio Histórico Español, Artículo 2:
1. Sin perjuicio de las competencias que correspondan a los demás poderes públicos, son deberes y atribuciones esenciales de la Administración del Estado, de conformidad con lo establecido en los artículos 46 y 44, 149.1.1, y 149.2 de la Constitución , garantizar la conservación del Patrimonio Histórico Español, así como promover el enriquecimiento del mismo y fomentar y tutelar el acceso de todos los ciudadanos a los bienes comprendidos en él. Asimismo, de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 149.1, 28, de la Constitución, la Administración del Estado protegerá dichos bienes frente a la exportación ilícita y la expoliación
2. En relación al Patrimonio Histórico Español, la Administración del Estado adoptará las medidas necesarias para facilitar su colaboración con los restantes poderes públicos y la de éstos entre sí, así como para recabar y proporcionar cuanta información fuera precisa a los fines señalados en el párrafo anterior.La ley no dice expresamente que se debe consentir la obtención de fotografías, pero si los Bines del Patrimonio Histórico Español deben estar "puestos al servicio de la colectividad en el convencimiento de que con su disfrute se facilita el acceso cultura y que ésta, en definitiva, es camino seguro hacia la libertad de los pueblos"...
Varias cosas
ResponderEliminarPrimera, me ha encantado el símil de "compactación ovina" jajaja
Me ha hecho mucha gracia, en serio
En general la historia suena muy surrealista, colgaré una referencia en el foro
Creo que la ley debería repasar ciertos "vacios legales" en cuestión de propiedad de bienes públicos y patrimoniales por parte de la iglesia... Y de que se lucren con ello
Es melocotón en almibar, ya lo dijo Miguel Mihura, no te fies de nadie, y de una monja, menos
Salud
Buenas fotos :-)
ResponderEliminarA mí en Silos me trataron mucho mejor (pero creo que la entrada es un poco más cara). Además, los curas son más majos que las monjas. Además, en Silos no hay curas, hay monjes (con lo que me gustan a mí los monjes)... y claro, como no salen porque están enclaustrados, pues tienen guías muy majetes.
Saludos
Vera
Que la ley "repasara" esos vacios legales iba a levantar mucho revuelo en este pais que tiene la religión hasta la médula...y que la mayoria del patrimonio cultural este en manos de la Iglesia viene a ser por lo mismo;la gestión acorde con las costumbres católicas...compactación ovina lo define muy bien y en realidad se intenta aplicar por todos lados.
ResponderEliminarUn saludo
Creo que como nos dijiste un dia, llevare una copia en la cartera de la Ley del Patrimonio Histórico Español al visitar algun lugar de
ResponderEliminarinterés como este.
Aquí mientras sueltes la gallina, da igual la situación en la que se encuentre el monasterio, los impedimentos que te impongan las personalidades de seguridad contratadas y demás embrollos.
Lo que no me queda claro es la potestad que se les da a los cuerpos de seguridad en cuanto a la imposición de las normas de lugares como este. Espero que estas medidas no sean iguales en lugares de uso común como el Metro de Madrid, todo este comentario a raíz de las ultimas imágenes de la discordia en cuanto a palizas sobre usuarios. En fin, un desbarajuste vergonzoso donde todo el mundo se lava las manos, y para acudir a los máximos responsables para reclamar, debes escribir cartas o conformarte con jurar en hebreo.
A ver si nos cuentas donde venden esa cámaras milagrosas que en ocasiones nos podrían sacar de algún apuro ;).
El sábado 8 de Noviembre pasamos por la mañana y vimos los horarios de visitas, decidimos volver a ir a la tarde en horario de visita guiada ya que por la mañana habíamos reservado otra visita. Llegamos a la tarde casi con 10 min de antelación y nos confirmaron de dónde salía la visita, sin embargo casi 10 minutos más tarde salía un grupo numeroso de otra zona, fuimos a preguntar a la hermana que acompañaba al grupo (era la misma de mala baba) y nos informó que ya era tarde, que llevaba 10 minutos esperandoy que como mucho nos haría al mismo precio una visita de 15min en lugar de 1hora. Todos los que esperábamos, algunos durante más de 40 minutos, decidimos no entrar. Penoso
ResponderEliminarLamentable y vergonzoso. El autor en vez de tanto comentario vitriólico, como buen español se salta las reglas y disfruta con ello, debería emprender una buena labor viviendo en ese lugar como guía todo el año... Que mejor que cuidar del patrimonio que haciendo uno mismo... Hierba hay la suficiente para no morir de hambre...
ResponderEliminarCuanta razón Marcelo, siendo del norte de Palencia,me han tratado como un ladrón, la tal Doña Ana, si, si, la prima del responsable de bienes de la Junta de Castilla," titular de privilegio de soga y cuchillo"
ResponderEliminarmuy buen articulo, y al mismo tiempo gracioso (que bueno), y penoso! No estoy de acuerdo con el Anonimo del 9 de Julio: seguro que se podrian encontrar mucho mejores guias que la tal señora... no se le puede llamar "cuidar del patrimonio" a cambiar las horas de visita aleatoriamente y dejar sin ver este lugar a quien va cuando debe. Me guardo este blog en favoritos porque veo que promete
ResponderEliminarjose miguel ugartetxea
Al cabo de más de diez años de que se escribiera este artículo las cosas siguen igual. Sale la monja que por calificar de algún modo llamaré "la simpática", te hace el recorrido en nada y menos pidiéndote que no te separes del minúsculo grupo, que ya habrá luego tiempo de hacer fotografías, y cuando te quieres dar cuenta te dice "pasen por aquí" y ves que estás en la santa calle sin posibilidades de volver atrás para hacer para hacer las prometidas fotos; total, que ni fotos ni nada.
ResponderEliminarLos dulces, que se los coman ellas, que parece que viven amargadas.
Dinero negro al bote y a esperar -de mala leche- a otro grupo. A fin de cuentas, el negocio es el negocio. En la cercana Santa Eufemia de Cozuelos o de Cozollos, en Olmos de Ojeda, el dueño dejó la comida en la mesa para enseñarme la iglesia, sin preocuparle lo más mínimo la cantidad de fotos que hiciera dentro, y por menos dinero. Pero claro, San Andrés de Arroyo es Iglesia S.A. del siglo XIII con privilegios del siglo IV, Concilio de Nicea.