¿Sinde? ¿Sin... qué? Como persona de buena cultura cinematográfica, parece empeñada en vivir la leyenda de Robin Hood, aunque se haya adjudicado el papel menos glamuroso, el del príncipe Juan sin Tierra (legal, pero usurpador según la leyenda).
La ministra española de cultura (con minúsculas, ¡naturalmente!) ha resuelto, por fin, el viejo problema de las poéticas conceptuales: Sólo pueden ser "arte" (o "cultura") los objetos comercializables. Lo demás, si refleja creatividad y no proporciona beneficios a los especuladores, debe ser perseguido por las leyes.
Mientras escribo estos renglones se está votando en el Congreso la "Ley Sinde"...
¡Vaya forma de pasar a la historia!
Empezaron enalteciendo el "talante" y acaban reconstruyendo los privilegios estamentales.
¡Talante..."tatrás"!
ADENDA
El PSOE se quedó solo y los parlamentarios tumbaron la propuesta Linde.
Reivindiquemos la risa como terapia vital...
ADENDA
El PSOE se quedó solo y los parlamentarios tumbaron la propuesta Linde.
Reivindiquemos la risa como terapia vital...
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