Ayer Esperanza Aguirre se empeñaba en recomendar que el Gobierno de la Nación hiciera cumplir la ley y disolviera las concentraciones por la "democracia real ya". Quiero imaginar que sus intenciones no eran las de forzar una represión brutal para que luego acudiera la Otan a imponer orden, como en Libia. Porque está claro que la situación española nada tiene que ver con la de Egipto o Túnez... aunque nuestros representantes políticos digan las mismas chorradas que decían los representantes egipcios o tunecinos. Son los inconvenientes de preocuparse demasiado por las formas. Nuestro sistema democrático tiene unas formas tan homologables, que en cuanto tropezamos, se nos ve el plumero y recuperamos la proximidad con las sociedades islámicas. Los ocho siglos de al-Ándalus perviven en los hábitos de nuestros emires... y "emiresas" (permítaseme la "boutade" surrealista).
Hoy, de nuevo hemos acudido a la Puerta del Sol... El faraón, que se cubrió de gloria el primer día, considerando la concentración un hecho violento, ha dado medida de sus capacidades de gestión... Sumándose a la cadena de despropósitos, las autoridades municipales se han empeñado en mantener la circulación rodada por la Puerta del Sol e, incluso, han retirado el paso de peatones que habían construido con vallas para separar a los viandantes de los vehículos policiales, aparcados junto al viejo Palacio de Gobernación. Si hubiera habido un accidente, habrían tenido "razones" para tomar medidas drásticas...
Jornada de reflexión... En realidad hay muy pocos objetos de reflexión, salvo recurrir al cantar de Mío Cid: ¡Dios que buen vasallo, si hobiese buen Señor! Llevamos mil años de gobernantes incompetentes... ¡Qué hartazgo!
Pensando en pasado mañana se me ocurre que van a crecer los problemas para ofrecer una buena imagen de la "democracia española". Los mercados se harán eco de esa circunstancia y, muy probablemente, se van a complicar mucho las cosas en el terreno económico, si nuestras autoridades se empecinan en seguir al dictado de Angela Merkel. Y, con estos precedentes, no quiero ni imaginarme las conclusiones de los analistas al enfrentar lo que sucede en la Puerta del Sol con lo que supondría un gobierno del PP.
Por fortuna, en esta ocasión y contando, incluso, con los resultados electorales de mañana, podremos pasearnos por el mundo diciendo: "Yo estuve en la Puerta del Sol". Y nos mirarán con envidia o conmiseración...
Me he encontrado con un viejo amigo junto a la zona de intendencia y, después de algunas "reflexiones", me ha dicho:
—¿Angela Merkel? Pero si cada vez dependemos más de los chinos... Habrá que largarse a Dafen.
—¿Sabrán allí donde está Madrid...?
http://vimeo.com/3290236
ResponderEliminarGracias. Lo integro en el blog.
ResponderEliminarLa señora Esperanza Aguirre, caudillo por la gracia de Dios, es especialmente peligrosa, casi tanto como la protagonista revelación Dolores de Cospedal…no sé cuál me da más miedo de las dos. A la primera de cambio blande su tutor amenazante ostentando el poder que le ha sido otorgado, una vez más, por los madrileños.
ResponderEliminarNo obstante, el 15M ha sido seguido en otras ciudades del mundo globalizado (Europa)…y en ese sentido no entiendo por qué va a tener huella esto en el asunto de los mercados. Creo que los mercados (Árabes, Chinos…), los que parten el bacalao, deberían buscar la solvencia del país en vez de su estructura interna… Pero… ¿Y si una de ellas depende de la otra? …
Para Jorge
ResponderEliminarUn gobierno del PP con ese trasfondo social es garantía de inestabilidad política. Reaparecería la beligerancia sindical; habría manifestaciones todos los días, etc. En Grecia llevan años con una situación de ese tipo.