Por Sarapa
El artista ruso Piotr Pavlenski vuelve a ser noticia tras una nueva protesta contra el gobierno de Putin. Coincidiendo con el Día de la Policía en Rusia, Pavlenski clavó sus testículos a los adoquines de la Plaza Roja de Moscú y permaneció así durante una hora y media hasta que fue hospitalizado.
Según publica la noticia, hora y media después de iniciarse, el artista fue trasladado a un hospital de la capital rusa, aunque una fuente de las fuerzas de seguridad ya adelantó a la agencia oficialista RIA-Nóvosti que tras recibir tratamiento será detenido por la policía. Un agente calificó la acción del pintor como algo "normal para un enfermo psíquico".
Quizás sea más importante dejar nuestro juicio sobre el estado mental de Pavlenski a un lado y preguntarnos, sin embargo, qué lleva a una persona a realizar tales acciones dañinas para sí mismo, cómo tiene que ser la situación para que un individuo llegue hasta esos extremos por defender sus ideales y sacrificarse por intentar un cambio. Es una forma de protesta extrema, pero autoagresión hay todos los días, de muchos tipos y gratuita. Y me parece más legítimo hacerlo en nombre de tu libertad que por ejemplo la que vemos cada Semana Santa en Filipinas, y esa no crea tanta controversia.
Este tipo de actos siempre crean polémicas. Pero lo cierto es que sólo acciones como estas consiguen llamar de verdad nuestra atención.
El artista ruso Piotr Pavlenski vuelve a ser noticia tras una nueva protesta contra el gobierno de Putin. Coincidiendo con el Día de la Policía en Rusia, Pavlenski clavó sus testículos a los adoquines de la Plaza Roja de Moscú y permaneció así durante una hora y media hasta que fue hospitalizado.
Según publica la noticia, hora y media después de iniciarse, el artista fue trasladado a un hospital de la capital rusa, aunque una fuente de las fuerzas de seguridad ya adelantó a la agencia oficialista RIA-Nóvosti que tras recibir tratamiento será detenido por la policía. Un agente calificó la acción del pintor como algo "normal para un enfermo psíquico".
Quizás sea más importante dejar nuestro juicio sobre el estado mental de Pavlenski a un lado y preguntarnos, sin embargo, qué lleva a una persona a realizar tales acciones dañinas para sí mismo, cómo tiene que ser la situación para que un individuo llegue hasta esos extremos por defender sus ideales y sacrificarse por intentar un cambio. Es una forma de protesta extrema, pero autoagresión hay todos los días, de muchos tipos y gratuita. Y me parece más legítimo hacerlo en nombre de tu libertad que por ejemplo la que vemos cada Semana Santa en Filipinas, y esa no crea tanta controversia.
Este tipo de actos siempre crean polémicas. Pero lo cierto es que sólo acciones como estas consiguen llamar de verdad nuestra atención.
No me parece del todo mal lo que opinas pero no estoy del todo de acuerdo. Bien es cierto que este hombre se “deja” la piel en su empeño de que se produzca un cambio en su país. Pero por otra parte si cada dos por tres realizas acciones de este tipo como coserte los labios por la detención de las Pussy Riot o meterte desnudo en alambres de espino, al final no dejas de parecer un tarado que quiere llamar la atención como sea porque ¿Quién te dice a ti que su intención más profunda no sea hacerse famoso? Nadie le conocía antes de estas cosas, he estado buscando y es difícil encontrarle sin que te aparezca alguna de las tres noticias (boca cosida, alambres y testículos).
ResponderEliminarPersonalmente este tipo de acciones las veo muy complejas y creo que poca gente puede entenderlas. Seguramente con cualquiera que hables del tema se ha quedado con el asunto de un tío ruso que se clavo sus partes nobles al suelo, el contexto, el lugar y sus motivos acaban quedando relegados por la acción en sí. Considero que este tipo de acciones deberían medirse un poco más para obtener resultados y que no quedara todo en algo anecdótico con lo que demostrar a la gente lo “locuelos” que son estos artistas.
Sea su motivación real la fama o la denuncia social no podemos saberlo a ciencia cierta. Lo que sí que es verdad es que la mayoría le tacha de loco y los primeros comentarios que se oyen al leer la noticia son de crítica, pero no una crítica argumentativa como puede ser la tuya, sino limitándose al mero insulto. Y eso me parece triste, y preferí centrarme más en, como tú dices, el contexto, el lugar y los motivos que en la acción en sí, que nos puede gustar o no, pero dígamos que preferí dejar a un lado el "cómo", donde las opiniones difieren tanto, para reflexionar sobre el "por qué" (aunque justo es ahí donde pueden surgir las dudas de si sus razones son lícitas como tú planteas). Yo también opino que son medidas desbordadas, un acto de protesta extrema como ya dije, y no voy a negar la primera sensación de repulsión que me vino al leer la noticia. Pero repito que si no es por estas cosas, ¿quién se para a mirar?
ResponderEliminarEsta muy bien lo que dices pero no puedo evitar seguir pensando que precisamente si el mensaje que pretende emitir va destinado al pueblo, (a una gran masa) al decir esto me refiero a un nivel medio-bajo cultural; no creo que el nivel de comprensión de este público pase del "ole sus huev... " . Cuando en lugar de esto se debería hacer una abstracción y leer entre líneas. De ahí en parte me da a pensar en sus intenciones ya que para los entendidos esta muy claro lo que esta haciendo.
ResponderEliminarAunque suelo ser escéptico y critico con artistas que hacen performances tan extremas creo que en este caso no esta buscando fama. A través del dolor físico y lo morboso nos esta reflejando el sufrimiento real de muchas personas que no pueden sentirse libres dentro de su propio país. Si, puede ser difícil que esa gran masa capte el mensaje y la finalidad de acciones tan complejas, pero precisamente en este caso el que se haya clavado los "huevos" en la Plaza Roja y no en otro sitio crea un interés sobre el espectador. No creo que nadie se quede en la mera anécdota sin preguntarse porque este señor ha hecho esto, o al menos lo espero.
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