Por Moya
El pasado mes de octubre tuvo lugar la Frieze Fair, en el Regent's Park de la capital británica. Esta feria, fruto del ingenio de Matthew Slotover y Amanda Sharpe, editores de la revista de arte británica Frieze, ha marcado desde su inicio en 2003 un hito dentro del panorama artístico londinense, presentando ya en la primera edición más de mil artistas, entre ellos algunos de tanta importancia como Tracey Emin, Takashi Murakami, Damien Hirst, Maurizio Cattelan, Sarah Lucas o Gerhard Richter.
Desde entonces, es una fenómeno casi a nivel de la Art Basel de Miami o Suiza, que muestra la importancia que ha ido ganando Londres como capital del arte, llegando a convertirse en una seria competidora del otro centro contemporáneo desde la posguerra, Nueva York, donde también tiene lugar esta feria. Señas de ello son el boom de los YBA (Young British Artists) desde los ochenta y su trascendencia en los artistas más recientes, que deja a la vista que la producción artística, no tiene nada que envidiar a la americana, y sobre todo, la llegada en la última década de magnates rusos, jeques árabes, y nuevos ricos chinos a la capital han marcado, junto con sus riquezas, el nuevo epicentro del mercado del arte mundial. Por lo tanto, en las dos últimas décadas, se establece un diálogo entre EE.UU, Reino Unido, y más recientemente China (acaparando casi un 41% en 2012) en el que se reparten casi 43.000 millones de euros en 2012*, de los cuales casi 5.000 millones se quedan en las subastas de las capitales occidentales, según las pesquisas realizadas por Artprice.
Volviendo a Frieze, cabe destacar hasta que nivel ha llegado el arte contemporáneo, llegando a excentricidades del estilo de poner dos “gorilas” protegiendo las esculturas de estilo neopop y kitch del artista neoyorquino Jeff Koons, representante de la gran Gagosian Gallery, o para los aficionados al panorama español, la aparición de solo tres galerías nacionales, dos de ellas las madrileñas Maisterravalbuena y Juana de Aizupuru. entre las más de 140 galerías presentadas, dejando en los últimos puestos de la tabla la importancia de España en el mercado internacional.
El pasado mes de octubre tuvo lugar la Frieze Fair, en el Regent's Park de la capital británica. Esta feria, fruto del ingenio de Matthew Slotover y Amanda Sharpe, editores de la revista de arte británica Frieze, ha marcado desde su inicio en 2003 un hito dentro del panorama artístico londinense, presentando ya en la primera edición más de mil artistas, entre ellos algunos de tanta importancia como Tracey Emin, Takashi Murakami, Damien Hirst, Maurizio Cattelan, Sarah Lucas o Gerhard Richter.
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| EFE |
Volviendo a Frieze, cabe destacar hasta que nivel ha llegado el arte contemporáneo, llegando a excentricidades del estilo de poner dos “gorilas” protegiendo las esculturas de estilo neopop y kitch del artista neoyorquino Jeff Koons, representante de la gran Gagosian Gallery, o para los aficionados al panorama español, la aparición de solo tres galerías nacionales, dos de ellas las madrileñas Maisterravalbuena y Juana de Aizupuru. entre las más de 140 galerías presentadas, dejando en los últimos puestos de la tabla la importancia de España en el mercado internacional.
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