La pila del Patio de los Naranjos de la catedral de Sevilla

El Patio de los Naranjos de la Catedral de Sevilla contiene una fuente que, a su vez, cuenta con una taza con caños, que refresca el ambiente en verano y proporciona agua a los pájaros... 

Es de planta octogonal con aristas curvas, que definen ocho sectores decorados del mismo modo. Aunque está muy erosionada, es relativamente fácil imaginar el estado inicial, que comprendía una banda ancha con molduras lisas y de "doble sogueado" y los citados ocho sectores que, a su vez, contienen un círculo obtenido mediante el mismo motivo ("laureado") alrededor de una flor que podría ser de ocho pétalos. En las albanegas hay cuatro flores, asimismo de ocho pétalos, talladas con un volumen superior a las fórmulas esquemáticas de época tardía.

Me excuso por no reiterar que el motivo del "doble sogueado" al que he aludido muchas veces en este blog, no puede considerarse "típicamente visigodo". En este caso, tras recordar "de paso",  las cualidades de los capiteles del mausoleo de Lucius Poblicius, me limitaré a ofrecer la imagen de uno "de cesto", del Museo Nazionale Romano, que Carla Martini situaba en el siglo II (Museo Nazionale Romano, Le sculture 1, 1981, p. 99-100) y que está ornado con dos bandas de doble sogueado ("dopio tondino con motivo a treccia"); al parecer, según indicaba ella misma, existe un capitel similar en el Museo Gregoriano Profano (Museos vaticanos), que no he podido documentar directamente pero que fue publicado por Merckelin. Martini hacía notar la relación entre algunos elementos de ese capitel con variedades bizantinas, que hemos contemplado varias veces en este blog.

Museo Nacional Romano, RMNR0891

En el momento de deducir una catalogación, brotan asociaciones como las mencionadas por Carla Martini: también la pila del Patio de los Naranjos pudiera hacer pensar en ciertos elementos bizantinos, en especial si tenemos en la mente ciertos capiteles de la antigua diócesis de Astorga, pero... 
Carece de elementos de filiación cristiana y de los relieves "de bisel", que se suelen valorar como "de época visigoda" en la península Ibérica. Frente a ello, la manera de organizar el ornato de la pila encaja bien entre las fórmulas romanas, por supuesto, con mayor sencillez de la documentada en la capital del Imperio.
Si a todo ello unimos que la ornamentación de época visigoda parece caracterizarse por el uso masivo de elementos arquitectónicos ajenos y por la realización de relieves de escaso volumen, cuesta imaginar que una pieza de talla tan compleja como ésta pudiera haber sido realizada entre los siglos Vi y VII, a no ser que mediara impulso institucional y cultural bizantino que, en este caso, no se manifiesta por ninguna parte.
Puede que a ciertos sectores les interese enfatizar las raíces cristianas de la catedral de Sevilla, pero la la pila del Patio de los Naranjos debió ser realizada entre los siglos I y II, por supuesto, en contexto cultural hispanorromano.