Con gran boato, hoy se ha inaugurado en San Petersburgo una exposición con 66 obras del Museo del Prado. Es la parte más aparatosa de un amplio acuerdo que, según recogen los medios, comprende actividades educativas, culturales, científicas y económicas. Está previsto que a finales de este mismo año se abra en Madrid una exposición con piezas del museo ruso: Tesoros del Hermitage. Quid pro quo.
Seguro que los técnicos de la primera pinacoteca española habrán comprobado que la climatización del museo ruso funciona perfectamente en invierno...
El Hermitage por dentro:
El Hermitage por fuera:
No puedo poner la mano en el fuego por algo que no conozco pero, desde luego, mejor el frío para los materiales!
ResponderEliminar¿Tienes datos contrastables acerca de las condiciones medidas?
A lo mejor el exterior está así precisamente porque los pobres se tienen que gastar lo poco que les den en el interior...
En San Petersburgo no suelen tener problemas de calor... ¿Datos contrastables? Si existe algún blog de planteamiento afín a éste estará en ruso...
ResponderEliminarCuando lo visité, en el 2007, se veía una situación de abandono especialmente sensible en las zonas menos visibles y, sobre todo, en la carpintería. La guía acompañante nos comentó que cuando desaparecían los turistas el museo quedaba en penuria y que, cuando alguien reclamaba, las autoridades justificaban el abandono diciendo que el sistema de calefacción estaba averiado...
Desde la época de los zares la cultura rusa es una cultura de apariencias; según cuentan allí, el uso de ladrillos y mortero de cal, o según la época, de cemento, en los grandes palacios está justificado porque esos materiales conservan el calor mucho mejor que el mármol o cualquier otro material pétreo. Y no suelen decir a qué distancia está la cantera de mármol más próxima...