miércoles, 30 de noviembre de 2016

Cambio de dirección en el museo hostil

El director del Museo del Prado no podía elegir mejor momento para retirarse a los "jardines de invierno". Lanzado el proyecto que, por fin, incluye el Salón de Reinos para ampliar considerablemente la superficie expositiva, finalizada con éxito clamoroso la exposición de El Bosco y con los presupuestos "reajustados", podría reivindicar que le abrieran la puerta grande para salir a hombros... Ruego a los dioses que el próximo director aplique una política más rumbosa, más liberal —en el sentido antiguo del término—, menos pesetera y, por supuesto, menos hostil.

Precisamente, hoy mismo me daba una vuelta por sus salas para degustar las novedades y, de paso, echar un vistazo a los dibujos de Ribera y al "montaje" desconcertante ofrecido con el título de "Metapintura. Un viaje a la idea del arte".  Según la web del museo, en esta última de trata de:

"Una exposición que pretende hacer reflexionar al visitante sobre dos fenómenos complementarios. Por un lado, el hecho de que durante los siglos XVI, XVII y XVIII no existía una concepción de la historia en términos nacionales sino un concepto mucho más amplio de la idea del arte, un lenguaje universal que no conocía fronteras. Prueba de ello son las obras de pintores españoles, italianos y flamencos en las que se rinde tributo explícito a Tiziano y que pueden verse en la exposición. Por otro lado, a través de la presencia de Jovellanos y de los primeros escritos españoles modernos sobre historia del arte en la muestra, el visitante podrá entender cómo a finales del siglo XVIII nace una concepción moderna de la historia del arte ligada a la historia nacional.
(...)
(...) esta muestra se divide en etapas. Quince etapas que hablan de la relación entre el arte, el artista y la sociedad, y cada una de las cuales aborda un asunto específico: los poderes atribuidos a la imagen religiosa, el papel desempeñado por el cuadro dentro del cuadro, el intento de los artistas por romper el espacio pictórico y prorrogarlo hacia el del espectador, los orígenes y el funcionamiento de la idea de tradición artística, los retratos y autorretratos de artistas, los lugares de la creación o del coleccionismo artístico, el origen del concepto moderno de la historia del arte, la subjetividad que irrumpe en los autorretratos desde la Ilustración o la importancia que en el debate artístico moderno tuvieron los conceptos de amor, muerte y fama.

Además, en esta exposición el Museo del Prado rinde homenaje a Cervantes en el IV centenario de su fallecimiento ya que reserva un espacio al Quijote, como hito universal de la literatura autorreferencial, poniéndolo en relación con Las meninas. Así como la obra de Cervantes es una novela sobre la novela, la de Velázquez es una pintura sobre la pintura, en la que el autor no solo se representa pintando, sino que aborda varias cuestiones importantes sobre las posibilidades del arte de la pintura y el papel del pintor."


O dicho con más claridad: se trata de una exposición sobra la historia de la pintura entre los siglos XVI y XIX, justificada mediante argumentos más o menos afortunados, pero casi siempre, un tanto forzados, como los empleados en el cartel que "explica" la relación entre El Quijote y Las meninas, al parecer, esencialmente auto-reflexivas ambas. Por lo demás... lo de costumbre: la acostumbrada fórmula de inclinación escenográfica que, en ocasiones, dificulta extraordinariamente la contemplación de las pinturas. Ha de ser que quienes lo dirigen son conscientes de lo mucho que aún queda en nosotros de las urracas, esas aves proclives a encapricharse con los objetos brillantes.

Durante estos días, lo más interesante está en la sala "secundaria" de la zona Jerónimos. Por supuesto, me refiero a los dibujos de Ribera, ese pintor que, desde mi modesto punto de vista, ha sido sistemáticamente marginado por razones difíciles de entender y aún más difíciles de explicar. Merece la pena olvidarse de Mussorgsky y darse un paseo tranquilo.

El espacio dedicado al Maestro Mateo queda bastante pobre y, sobre todo, demasiado verde. De nuevo me pregunto cómo es posible que en un museo de esta categoría no se tengan en cuenta ciertas peculiaridades de la percepción humana. Francamente, esperaba otra cosa...

domingo, 27 de noviembre de 2016

Fujiko Nakaya en la Tate

Fujiko Nakaya formará parte del grupo de artistas seleccionado por la Tate para el próximo evento, que tienen previsto ofrecer en los Tanques de la Tate Modern entre 24 de marzo y el 2 de abril del próximo año. Según informan los medios, está previsto que ofrezca un montaje a partir de sus "esculturas" nebulosas.


Llegó Fidel... y 57 años después, se fue

Cuando estamos a punto de descubrir las virtudes del sistema esclavista, muere uno de los personajes con mayor proyección histórica del siglo XX, aunque sus decisiones apenas afectaran directamente a quienes vivían en una "apartada" isla del Caribe. A pesar de ello, por la fuerza de las circunstancias, para “muchos”, Fidel Castro se convirtió en un símbolo, en una referencia sobre “lo que se podía hacer” para defenderse del avasallamiento de quienes no tienen otros objetivos que la acumulación de beneficios que, según dice otros, es la energía motriz del interés general
Para compensar las manipulaciones maniqueas “regaladas” por los medios con persistencia goebbeliana (Goebbels fue ministro para la Instrucción Pública) y sin que ello signifique argumentar implícita o explícitamente las bondades del sistema castrista y menos aún su adecuación para un país inmerso en la "sociedad del bienestar", ofrezco a quienes hayan “aterrizado” en este blog una canción popular, que es documento categórico sobre los juegos de intereses que propiciaron la derrota de Fulgencio Batista, por entonces, paladín de los intereses "democráticos".

sábado, 26 de noviembre de 2016

Robert Rauschenberg en la Tate

La Tate, en colaboración con el MoMA, va a inaugurar el próximo día 1 (durará hasta el 2 de abril de 2017) la primera exposición monográfica dedicada a Robert Rauschenberg desde que murió en 2008. Con un periplo muy amplio, acaso sea uno de los creadores más influyentes durante los años que siguieron a la crisis del Expresionismo Abstracto. Uno de los puntos más reconocidos de su carrera fue El dibujo de De Kooning borrado (1953) que, para algunos autores, marca el comienzo de las corrientes conceptuales de los años centrales del siglo XX.

Fotografía Jack Mitchell. Getty Images

David Hamilton

Los medios de comunicación han publicado la muerte, probablemente por suicidio, de quien fuera uno de los fotógrafos más populares de los años setenta del siglo pasado, creador de un "estilo"que causó furor durante algún tiempo y que consistía en forzar el grano de la emulsión y combinarlo con efectos de flow, conseguidos mediante filtros de naturaleza diversa (vaselina, gasa, malla metálica, etc.) hasta conseguir efectos similares a los que hoy denominamos "resplandor difuso". Aplicó esa fórmula, muy especialmente, para realizar desnudos más o menos "pudorosos" de jóvenes adolescentes —ninfas—, que según sus propias declaraciones, estaban inspirados en las ideas expuestas por Mr. Humbert en la novela Lolita, de Vladimir Nabokov; supuestamente, le unía a él la misma "obsesión por la pureza" y el objetivo de perseguir "el candor del paraíso perdido"... Todo muy literario.



Con el paso de los años, buena parte de sus modelos manifestaron que las intenciones de Hamilton no fueron, precisamente, espirituales. Por suerte para él y desgracia para ellas, para entonces, los posibles delitos ya habían prescrito...

viernes, 25 de noviembre de 2016

Anne-Marie Schneider en el MNCARS

Desde los planteamientos habituales del MNCARS cuesta entender esta exposición...

Sin título ("Mujer y hombre al revés"), 2000

Según recoge el tríptico:

"La obra de Anne-Marie Schneider (1962, Chauny, Francia) muestra un enigmático universo de cuerpos desarmados, objetos banales, escenas domésticas,leyendas yhumornegro, conelquedesvela relaciones tormentosas y violentas. El trazo es el enunciado elemental de este imaginario; con él desarrolla un ejercicio psicográfico, una escritura gestual entendida como acontecimiento. No resulta extraño que entre sus referentes, junto a artistas plásticas como Eva Hesse o Louise Bourgeois, se hallen también figuras clave de la literatura como Franz Kafka y Virginia Woolf, pues el dibujo le sirve como estímulo para la imaginación, favoreciendo un juego de motivos análogos a la escritura".

Se pone en marcha la ampliación del Museo del Prado

Parece que, al final, Norman Foster, en colaboración con Carlos Rubio, culminará el "proyecto" errático de la gran ampliación del Museo del Prado, que comenzó Rafael Moneo y que había quedado en suspenso durante los años de la crisis financiera. El proyecto elegido, que compitió con otros siete de estudios (Cruz & Ortiz; Nieto-Sobejano; B720 David Chipperfield; OMA Stedebouw BV; Souto Moura; J. M. Hernández León, C.Riaño Lozano; Garces de Seta Bonet, Pedro Feduchi Canosa; y Gluckman Tang Architects - Estudio Álvarez Sala - Arquitectura Enguita y Lasso de la Vega), replantea el carácter del espacio comprendido entre el actual museo y los restos del antiguo palacio del siglo XVII, que fue Museo del Ejército.
Está prevista una inversión de 30 millones de euros y que las obras finalicen en 2019. El museo incrementará su área expositiva en 2.500 metros cuadrados, que servirán para reconstruir el Salón de Reinos y para "recuperar" unas cuantas piezas del almacén

Foster & Partners

Foster & Partners

Foster & Partners
Aunque seguramente serán numerosos quienes se echen las manos a la cabeza, ante la "galería" dispuesta ante la fachada sur, a este humilde diletante le parece buena idea y, sobre todo, la creación de un amplio espacio público que transforme las proximidades de la calle Felipe IV y de la Real Academia Española. En todo caso, el proyecto deberá negociarse con el Ayuntamiento de madrid y es de prever que sufra algún cambio...

Ficciones y territorios. Arte para pensar la nueva razón del mundo

Lo más interesante de la exposición del MNCARS es, a mi juicio, el texto del tríptico o, con más precisión, sus cuatro primeros párrafos, que condensan una visión relativamente asumible de las circunstancias culturales que nos han acompañado durante los últimos años, aunque, como de costumbre, no esté clara la frontera que define el "marco temporal" de referencia. Cabría suponer que nos están hablando del período comprendido entre finales de los años 90 y el año 2007, dado que corresponden a ese momento la mayor parte de las adquisiciones ofrecidas en la exposición, pero el texto del tríptico alude expresamente a los fenómenos del año 2011 y, entre ello, menciona al 15M, Occupy Wall Street y la "Primavera Árabe"... Y además hay varias obras realizadas en plena crisis.
Para resolver dudas o para acrecentarlas, el tríptico menciona expresamente La nueva razón del mundo, ensayo escrito por Christian Laval y Pierre Dardot, y publicado en La Découverte en 2009 (ed. española, 2013):

Ibon Aranberri, Política hidráulica, 2004-2010
"El neoliberalismo, sinónimo de privatización y de reducción progresiva de lo público en favor de lo privado, se ha convertido en nuestra condición, el medio social, económico y político en el que nuestras actividades han venido acaeciendo en las últimas décadas. Se opone a cualquier tipo de interferencia gubernamental en la vida de los ciudadanos, cree fehacientemente en la autorregulación del mercado y percibe la administración del Estado como un engorro, un obstáculo para el crecimiento de la economía. Sin embargo, la realidad nos demuestra que, tanto en su versión clásica del siglo XIX como en la actual, esta ideología no ha cesado de crear estructuras y normas, consolidando una sociedad que, en aras de preservar la libertad del mercado, se ha vuelto cada vez más autoritaria y en la que los aparatos de control han actuado de un modo implacable con un objetivo principal: la defensa del capital sobre los ciudadanos y el bien común. 
En este orden de cosas, que los pensadores franceses Christian Laval y Pierre Dardot han denominado “La nueva razón del mundo”, la cultura ocupa una posición a la vez central y marginal. Las industrias del conocimiento y de la comunicación han adquirido una gran importancia en la economía mundial y en nuestro sistema de valores como formas de articulación de nuestros saberes, afectos y subjetividades. Esta preeminencia ha provocado la absorción —y consecuente cancelación— de toda una serie de prácticas que en su día fueron críticas para ponerlas al servicio del nuevo paradigma. Como revulsivo a esta velada dictadura, que crece exponencialmente a lo largo de todo el siglo XX y empieza a hacerse mundial tras la caída del Muro de Berlín, nacen en los noventa los movimientos antiglobalización, expresados con protestas como las de Madrid en 1994, alzamientos sociales como el de Chiapas en 1996, o contracumbres como la de Seattle en 1999. En el contexto español, durante estos años asistimos a políticas neoliberales basadas en el consumo y la especulación inmobiliaria centrada en las grandes ciudades, un periodo que Manuel Vázquez Montalbán denominó “Aznaridad”, y que se definía por la euforia pos-92 y el triunfo del Partido Popular tras catorce años de gobierno socialista. Por su parte, la crisis económica internacional iniciada en 2007, tras la caída de Lehman Brothers, supuso el disparadero de los nuevos movimientos altermundistas como Occupy Wall Street, la Primavera Árabe o el 15 M, surgidos en 2011.
(...)
"En este escenario, ¿cómo se posicional los artistas en el marco de su propia práctica artística ante la "nueva razón" del mundo? Esta exposición presenta diversas respuestas que van desde la reterritorialización de las prácticas y discursos —entendiendo que el neoliberalismo impone un sistema totalizador global y desideologizado, hasta el uso de la ficción como ámbito de posibilidad para enunciar alternativas."



No creo que "la Primavera Árabe" tenga absolutamente nada que ver con el análisis evolutivo construido por los autores mencionados; y muy poco con el 15 M. En todo caso,  no me resisto a lanzar un breve apunte sobre la alusión al libro de Laval y Dardot, que parece haberlo inspirado, y que sigue la tradición —"muy francesa"— de encontrar con mayor o menor acierto las "claves profundas" de fenómenos que, por lo general, desbordan los límites de la generalización y del razonamiento humano. No es fácil relacionar las obras exhibidas con el pensamiento de dichos autores ni, por supuesto, con Foucault, por más que en la parte final del texto del tríptico se fuercen las posibilidades de las palabras para hilvanar argumentaciones incomprensibles, tal vez, concebidas con esa intención. Existen formas más sencillas y comprensivas par hablar del sometimiento del Estado a la globalización: existen fórmulas más claras para aludir a la competencia, a la supresión de los registros nacionales...  a la necesidad de reformular nuestro actual sistema cultural.
Para proporcionar al lector un hilo del que tirar, me permito ofrecer el último párrafo del ensayo que, tal vez, le ilumine algún recuerdo si ha tenido el atrevimiento de contemplar cómo la actual dirección interpreta "la misión" del MNCARS:

"La genealogía del neoliberalismo que hemos intentado llevar a cabo en este libro enseña que la nueva razón del mundo no tiene nada de un destino necesario que encadene a la humanidad. Al contrario que la razón hegeliana, no es de ningún modo la razón de la historia humana; es en sí misma del todo histórica, o sea, relativa a condiciones estrictamente singulares que nada autoriza a pensar como insuperables. Lo esencial es comprender que nada puede ahorrarnos la tarea de promover otra racionalidad. Por eso la creencia de que la crisis financiera es el clarín del final del capitalistno neoliberal es la peor de las creencias. Quizás complazca a quienes quieren creer que la realidad puede ofrecerse a sus deseos sin que ellos tengan que mover un dedo. Conforta, seguramente, a quienes encuentran ahí el modo de congratularse de lo que habría sido su propia «clarividencia». En el fondo, es la forma menos aceptable de dimisión intelectual y política. El capitalismo neoliberal no caerá como una «fruta madura» debido a sus contradicciones internas. Los traders no serán, a su pesar, sus inesperados «sepultureros». Marx ya lo decía con fuerza: «La historia no hace nada». Lo único que hay son hombres, que actúan en condiciones dadas y que buscan, mediante su acción, abrirse un porvenir. A nosotros nos corresponde permitir que se abra camino un nuevo sentido de lo posible. El gobierno de los hombres puede ordenarse de acuerdo con otros horizontes, diferentes de los de la maximización del rendimiento, de la producción ilimitada, del control generalizado. Puede sostenerse en un gobierno de sí que abra a otras relaciones con los otros, diferentes de las de la competencia entre «actores auto-emprendedores». Las prácticas de «comunicación» del saber, de asistencia mutua, de trabajo cooperativo, pueden esbozar otra razón del mundo. A esta razón alternativa, no podría dársele mejor nombre que éste: la razón del común."

¿Arte para pensar la nueva razón del mundo? Si con la exposición se pretende poner de manifiesto la capacidad del arte para "adelantarse a los acontecimientos" o para incidir en ellos y cuestionar las circunstancias del entorno cultural actual, debo manifestar, una vez más, mi más profunda perplejidad. Si realmente tenemos la intención de reforzar una razón (crítica) "del común", acaso debiéramos empezar por ofrecer discursos, cuando menos, tan legibles como el texto de Laval y Dardot: es la única forma de acercarse a las personas "del común".
Sospecho que, por debajo de la habitual retórica grandilocuente, late la voluntad de ofrecer un conjunto de obras que, en apariencia ajeno a los "dictados" del mercado internacional, armoniza con la actual línea programática del museo, definida por el señor Borja-Villel, que se hizo cargo de la dirección del museo, precisamente, en el año 2007. 

El mapa de Europa entre los años 1000 y 2000

Aunque tiene algún detalle "manifiestamente mejorable", merece la pena echarlo un vistazo:

lunes, 21 de noviembre de 2016

La inteligencia de las cacatúas




 La investigación ha sido realizada entre las universidad de Medicina Veterinaria de Viena y la de Oxford.

Cannupa Hanska Luger

No sé si es otra "genialidad" de las que menudean en el universo del arte contemporáneo, o si se trata de una propuesta seria. The Art Newspaper publica que Cannupa Hanska Luger está preparando escudos reflectantes para que los manifestantes que se oponen al trazado de un oleoducto, los empleen frente a los policías que deban "disolverlos"; de ese modo, los agentes se verían reflejados en los manifestantes y comprenderían que los antagonistas defienden los intereses generales...

Publicidad basada en el género masculino

Lo publica BBC Mundo con un titular que casi es un editorial: "Abercrombie & Fitch: la dura caída de la marca que apostó por los jóvenes guapos y esculturales". 



No creo que el fracaso de Abercrombie & Fitch fuera sólo el resultado de un error en la estrategia publicitaria, pero... 

Educación o adoctrinamiento

Al hilo de lo comentado a propósito del artículo de Peio Aguirre, durante estos días ha sido "noticia" un twit que destacaba un párrafo de un libro de texto de 1º de Bachillerato, de la editorial Santillana, tradicionalmente vinculada al grupo PRISA (en la actualidad se está planteado su venta parcial o total):

"En el Manifiesto comunista de 1848, el filósofo Karl Marx (Alemania, 1818-1883) reconoce que el capitalismo propicia un enorme crecimiento económico y un progreso social revolucionario. El capitalismo, frente a otros sistemas autoritarios, crea un espacio de libertad en el que las empresas compiten entre sí, de modo que los precios de sus productos y servicios se ven obligados a mantenerse relativamente bajos, y ello beneficia a los consumidores, poniendo las bases àra avanzar hacia una mayor justicia social".

Por fortuna, es fácil acceder al contenido del Manifiesto, para que cada cual, con independencia de su color ideológico, juzgue (a partir de la página 25 de la edición de elaleph).

domingo, 20 de noviembre de 2016

Los candidatos al Premio Turner 2016

Ya quedan pocos días para que sepamos quién ganará uno de los premios más interesantes y, al mismo tiempo, polémicos del panorama estético contemporáneo. Este año los candidatos son: Michael Dean, Anthea Hamilton, Helen Marten y Josephine Pryde. A continuación, imágenes que pueden dar una idea de los gustos del tribunal integrado por:

Alex Farquharson, Director of Tate Britain, lo preside.
Tamsin Dillon, comisario
Beatrix Ruf, Director, Stedelijk Museum, Amsterdam 
Simon Wallis, Director, The Hepworth Wakefield. 

Michael Dean


Foto Michael Dean
Anthea Hamilton

Foto Clarin
Helen Marten




Josephine Pryde

Foto JakartaPost
Obviamente, los medios de comunicación han destacado muy especialmente el culo monumental de Anthea Hamilton y a cierta distancia, la maqueta de Josephine Pryde. Teniendo en cuenta el carácter promocional del premio, no me extrañaría nada que este año ganara Anthea Hamilton. La solución al enigma, el próximo día 5. Que los dioses repartan suerte a quien la merezca!

Los dibujos "inéditos" de van Gogh

El debate nace de una publicación (Vincent van Gogh. Le brouillard d’Arles, carnet retrouvé) sobre el conjunto de dibujos que aparecieron milagrosamente sobre un antiguo libro de contabilidad. Al parecer, serían obras realizadas en Arlés entre febrero de 1888 y mayo de 1890, según el juicio de Bogomila Welsh-Ovcharov, historiadora del arte canadiense, que certifica la autenticidad. Sin embargo, el Museo van Gogh no reconoce esa peritación, argumentando razones que parecen sensatas.
El asunto recuerda las peripecias de Elmyr de Hory, aquel pintor húngaro que fue capaz de imitar o reproducir el estilo de algunos artistas muy cotizados de la "modernidad", y sobre el que Orson Welles hizo una película inolvidable (F for Fake, 1974).
Un debate más, que se añade a la larga y velada serie de disputas que han movilizado las obras de un pintor que, también "milagrosamente", murió loco y arruinado, aunque sus obras enseguida alcanzaron cotizaciones asombrosas. Vincent van Gogh tuvo la desgracia de no sobrevivir al momento en el que los historiadores del arte "se dieron cuenta" de que su obra tenía una proyección muy relevante en el desarrollo de las Vanguardias Históricas...


Sea como fuere, el negocio está asegurado para la editorial y para quienes tengan agilidad para mover el dinero con inteligencia. Pero estoy seguro de que, como sucedió con las esculturas de Degas, aparecerán más dibujos "milagrosos" y de que los "expertos"  —ya sean reales o forzados— en van Gogh tardarán muchos años en ponerse de acuerdo, porque hay demasiados intereses involucrados.
¿Quién dijo que el arte es esencialmente inútil?

Museo del Diseño en Londres

Está a punto de abrir el nuevo Museo del Diseño, que cambia su emplazamiento. De las proximidades del Tower Brige (Shad Thames) pasa a Kensington High Street.
Según plataformaarquitectura, el proyecto es de John Pawson, OMA, West 8 and Arup, que se han transformado el antiguo Commonwealth Institute (1962) para adaptarlo a las necesidades específicas de museo que debe recibir alrededor de 500.000 vistas al año.


Desde el punto de vista arquitectónico, destaca por "su excelente y complejo techo de cobre en forma de paraboloide hiperbólico, fue diseñado por los arquitectos como símbolo de una carpa en el parque y es considerado Patrimonio Inglés, siendo el segundo edificio moderno más importante de Londres después del Royal Festival Hall."

sábado, 19 de noviembre de 2016

Multiculturalidad y Globalización

Valeria me pasó hace unos días la referencia a un artículo de Peio Aguirre, publicado en campoderelámpagos. Por las servidumbres estacionales, había quedado en el cesto de los asuntos pendientes, que no olvidados, porque con su lectura me brotaron "cosas" de especial relevancia para "entender" lo que nos rodea...
El texto está redactado en el "estilo" propio de quienes, por razones de ajuste profesional, deben dejar claro el dominio de las "fórmulas literarias" posmodernas. Como no es mi caso y aún tengo la firme voluntad de permanecer en la indigencia intelectual en ciertos asuntos, humildemente pido excusas si hubiera entendido mal algún párrafo e, incluso, el núcleo medular del trabajo en su conjunto.
En segundo lugar, es de justicia advertir que me ha parecido prolijo en una "argumentación" fácil de exponer casi de modo intuitivo: el modelo globalizador "consiente" los sentimientos grupales como fórmula para compensar las imposiciones homogeneizadoras del propio modelo. Y culmina: “¿No es el multiculturalismo una forma de post-política?”
Francamente, creí que el asunto estaba claro desde hace, cuando menos, veinte años, aunque sea de mal gusto exponerlo abiertamente en los ambientes de alta formación estética, donde impera la delicadez. Solo por expresarlo abiertamente, desearía, desde estas páginas, sesgadas en tantos aspectos, felicitar a Peio Aguirre, porque es probable que él mismo anduviera dando vueltas a la idea desde hace tiempo... Veinte años son, precisamente, los transcurridos desde el escándalo Sokal, cuando quedó claro que ciertos planteamientos especialmente arraigados —incluso con rizoma de gran volumen — en el universo de las ciencias sociales no eran sino formulaciones carentes de rigor lógico; es decir, simple barniz para encubrir el desajuste entre el desarrollo de los conocimientos científicos y una tradición demasiado dependiente de creencias añejas: sofismo en estado puro.
En el contexto posmoderno ello cumplía una función muy relevante: proporcionar coartada a posturas —especialmente, las derivados de Derrida— que apenas tenían en común el objetivo, tácito o explícito, de desacreditar planteamientos ideológicos molestos para el "Sistema"; y, muy especialmente, todo lo relacionado con la tradición marxista, considerada "maldita" a partir del año 1989, cuando cayó el Muro de Berlín.
En todo caso, volviendo al artículo de Peio Aguirre, creo que identifica con frivolidad lo que "todos" pensamos con lo que sostienen los "formadores" de opinión, los "gestores" de lo "políticamente correcto", porque en ese "todos" hay infinita complejidad de posturas y planteamientos, que apenas genera un común denominador poco substancioso pero relevante: la conciencia de que la manipulación también procede de los estamentos académicos de todo el mundo "civilizado".
Y se acaba apoyando en Žižek (Estudios Culturales. Reflexiones sobre el multiculturalismo, Paidós, 1998), para argumentar ideas que podría haber tomado directamente de Freud: "tenemos" la necesidad de estar incluidos en un grupo que refuerce nuestras exigencias de autoestima. Pues claro; eso lo saben en todas partes... Basta atender a cualquier fenómeno de cultura popular; pero hubiera sido mejor apoyarse en referencias más sólidas, dado el componente "lacaniano" de Žižek y dado que en ese componente se fundaban muchos de los "argumentos" desenmascarados por Sokal y Bricmont.




Lo mejor del texto: plantea cuestiones muy interesantes, que para los lectores pueden definir un indicativo de por dónde "se camina" en los ambientes autodenominados "progresistas" y, por supuesto, políticamente correctos...
Lo más discutible: que, según lo interpreto, no se decide a dar un paso más y, en sintonía con el propio Žižek  —que, con frecuencia, también dice cosas interesantes— poner de manifiesto el descrédito forzado de los planteamientos "integradores", sacrificados a los nuevos referentes prioritarios —ver el vídeo colocado al final de la entrada—, interesados en imponer sobre ellos los "particularismos" política y "científicamente" correctos... La posmodernidad se llevó por delante los planteamientos "de síntesis", sencillamente, porque a un "Sistema" que, en la práctica, se había quedado sin "contrapesos", le interesaban más los análisis que antepusieran lo particular a lo general. Y hasta se convirtieron en axiomas incuestionables lemas de entidad tan discutible como "¡no se puede generalizar!" o "todas las opiniones son respetables".
¿No se puede generalizar? Pero si la generalización es un instrumento lógico fundamental. ¿Todas las opiniones son respetables? Son respetables todas las personas, aunque opinen estúpidamente: ¿debemos "respetar" las estupideces? ¿Se trataba acaso de "homologar" las estupideces con las conclusiones científicas rigurosas? Me temo que, en Ciencias Sociales políticamente correctas, la respuesta está clara.

Me ha dejado particularmente perplejo que finalizara diciendo:“Este libro (Žižek, 1998) publicado hace dos décadas mantiene intacta su actualidad”. ¿Cómo va a estar de actualidad un libro escrito en contexto tan diferente? ¿No ha transformado radicalmente la situación la "crisis económica? ¿Y los problemas relacionados con los movimientos migratorios y los conflictos de Oriente Medio? Tal vez pudiera decirse que muchas de sus observaciones siguen siendo interesantes y oportunas, pero...
Y si no lo digo reviento... Como en cualquier "texto académico" de nuestros días, se solaza citando a Gramsci, Foucault, Bourdieu, etc. incluso a Owen Jones; pero no menciona a Jeremy Corbyn y, asimismo, como en cualquier texto políticamente correcto de nuestros días, apenas alude tangencial y veladamente a Marx... Sin embargo, me ha dado la sensación de que no se ha atrevido a exponer con claridad la "apuesta" por recuperar el pensamiento marxista, es decir, el método que puede ayudarnos a evaluar la situación actual y, muy especialmente, a poner sobre la mesa de juego la relación existente entre la estructura económica, el modelo político y los "sistemas culturales".




En ambiente tan propicio a justificar cualquier cosa que beneficie al "Sistema", hasta Tom Wolfe se ha apuntado a las corrientes dominantes para poner en tela de juicio observaciones que, hasta la fecha, parecían obvias. Apoyándose en las tesis de Daniel Everett, ha lanzado una enmienda  a la totalidad sobre las tesis de Darwin y de Noam Chomsly (por supuesto, del "Chomsky lingüista"): las teorías que defienden el carácter evolutivo del lenguaje humano, supuestamente, no tienen fundamento científico. Y así lo ha planteado en su último "ensayo": The Kingdom of Speech (2016). Seguramente, su intención sea forzar una polémica que sería agua bendita para sus intereses comerciales, pero... Obviamente, tras leer los comentarios de prensa publicado sobre el particular, me he acordado de los reparos que la Pardo Bazán puso, en su día, a Darwin...
En definitiva, dado que el razonamiento inductivo no está de moda, sospecho que tenemos descrédito de los planteamientos de síntesis y generalistas para rato y que las "Ciencias Sociales" seguirán caminando por los senderos que convenga al Sistema.

viernes, 18 de noviembre de 2016

Vigencia de Bertrand Russell

He visto una cita a Bertrand Russell en un medio de comunicación y me he animado a poner la entrevista completa que John Freeman le hizo en 1959. El anciano que aparece en la fotogragía, sobrevivió lo suficiente para tener un papel muy relevante en los acontecimientos que movilizaron Occidente en los alrededores de 1968.

lunes, 14 de noviembre de 2016

domingo, 13 de noviembre de 2016

¿Sentencia ejemplar?

Es noticia durante estos días la pena de dos años y medio de cárcel que, unida a una multa de 25,5 millones de euros, han puesto al empresario minero Victorino Alonso, por arrasar hace casi diez años un yacimiento del neolítico, situado en la Cueva de Chaves (Huesca). Ahí va la historia más o menos completa:

Juan Hidalgo, Premio Nacional de Artes Plásticas

Cuando ya ha cumplido 89 años y no puede andar, recibe el premio, dotado con 30.000 euros que seguramente se gastará en una buena juerga. Juan Hidalgo es el último superviviente del grupo ZAJ, que fue referencia fundamental en la difusión del arte conceptual en España allá por los años sesenta.

De nuevo, van Gogh

Los medios se hacen eco durante estos días de una nueva teoría, formulada por Martin Bailey, quien siguiendo la idea que ofreció hace tiempo en The Art Newspaper (2009), van Gogh se habría cortado la oreja cuando su hermano le comunicó por carta que iba a casarse, mortificado por la idea de que se quedaría sin la ayuda que éste le proporcionaba.

Van Gogh, dormitorio de Arlés
Era más admisible la hipótesis admitida hasta la fecha, que se cortó la oreja tras una discusión con Gauguin... Según recogen los medios, Nienke Bakker, del Museo Van Gogh de Amsterdam, indica que no existen evidencias claras, dado que la carta que documentaría el hecho no se ha conservado. Por su parte, Sjraar van Heugten indica que pudo influir la noticia, pero que la discusión con Gauguin debió ser el factor determinante.

Sobre el origen del arte

Me pasa Altamira un enlace a la exposición que se ha inaugurado en el MONA, estrechamente vinculado a la figura de David Walsh, personaje que, en algunos aspectos hace pensar en Donald Trump. En la exposición, titulada "On the Origin of Art", se plantea si, como hubiera sugerido Sigmund Freud hace cien años o Leroi-Gourhan y Leming-Emperaire, algo después, no estaremos ante una manifestación cultural íntimamente relacionada con la sexualidad. En relación a ello, Geoffrey Miller, psicólogo evolucionista norteamericano, ha llegado más lejos al enfatizar que, como hubiera dicho Neruda, la creación artística siempre ha formado parte de la estrategia de apareamiento:

"Las personas se asustan con la idea de que las artes visuales cumplen algunas funciones de cortejo (...) Están dispuestos a admitir que se pague a los artistas profesionales, pero no quieren admitir que los artistas echen un polvo. Prefieren tratar la calidad técnico somo si fuera producida por vírgenes altruistas, asexuadas, que persiguen la belleza por sí misma."

Boucher, El baño de diana, 1972, Louvre
Por supuesto, no todos los estudiosos consultados opinan del mismo modo. Brian Boy, amparándose en el ejemplo de Yayoi Kusama, enfatiza el componente social... 

La Sagrada Familia: ¿buena o mala arquitectura?

Según recogen los medios, una asociación de vecinos ha presentado una denuncia contra la Sagrada Familia ante el Ayuntamiento de Barcelona, por irregularidades urbanísticas, porque el templo no se está construyendo sin las licencias preceptivas y, muy especialmente, porque las columnas de uno de los pórticos invaden el espacio de la acera en cuantía que desborda todos los límites establecidos... En el fondo late un problema difícil de plantear en términos jurídico-administrativos: las molestias que producen a los vecinos del barrio los numerosísimos turistas que se acercan a la iglesia para contemplar el edificio más notorio "de Gaudí", ese arquitecto que, con aureola de santidad aún no reconocida oficialmente y por razones similares a las que movilizan a la gente para ver una exposición de El Bosco, de Velázquez o de Picasso, se ha convertido en un referente arquitectónico mítico. Y lo más sorprendente en este caso es que el edificio continúa en obras y así permanecerá durante algún tiempo; no obstante, como si se tratase de una catedral medieval, desde hace muchos años es posible visitarlo parcialmente por el exterior y por interior y lo que ofrece es, sencillamente, espectacular. Desde esa constatación y obviando el juego de los diferentes intereses afectados, ¿cabe imaginar que alguien, en su sano juicio, pueda ni tan siquiera plantearse si la Sagrada Familia es buena o mala arquitectura?

"Proyecto" de Gaudí
Aunque parezca una disquisición de calilos, quien tenga relación con el universo de la arquitectura (profesional) española o, más específicamente catalana, sabrá que la pregunta implica un debate viejo que, con el paso de los años, se ha convertido en un dilema envenenado, acibarado con ciertos ingredientes más o menos "tóxicos" de la actual "teoría" arquitectónica fáctica. En ese contexto, que no me atrevería ni tan siquiera a bosquejar, han de interpretarse las palabras de Daniel Mòdol, concejal del Ayuntamiento de Barcelona que, públicamente, calificó el "Templo Expiatorio de la Sagrada Familia" como una "farsa" arquitectónica, como una "mona de Pascua gigante", en ocurrencia que recuerda mucho el juicio "popular" (de popular no tiene nada) sobre el complejo dedicado a Víctor Manuel II (Altare della Patria), en las proximidades del Capitolio, uno de los lugares más fotografiados de la ciudad eterna.
No obstante, según a quien hagamos la pregunta, responderá de un modo u otro. Para cualquier persona de cierta formación cultural, que haya visitado el templo y sepa cómo está valorada la obra de Gaudí en el universo mundo, dirá que es "una maravilla"; la UNESCO considera varias de sus obras "Patrimonio de la Humanidad" y, entre ellas, la fachada de la Natividad y la cripta de la Sagrada Familia. Si nos dirigimos a un católico culto, de un modo u otro, aparecerán como "factores añadisos" los componentes religiosos que acaso culminen pronto en un proceso de canonización ya iniciado.


Pero si cambiamos la orientación y nos dirigimos a arquitectos de nuestros días, las cosas podrían cambiar radicalmente, porque encontraremos profesionales que defenderán esa concepción arquitectónica y, por supuesto, también daremos con otros tantos que enseguida advertirán ciertas "pegas" de especial relevancia... La primera, casi en términos de rigor estricto: aunque sepamos que Gaudí fue un arquitecto de cualidades excepcionales, que "nadie" (por supuesto, hay quien dice con sordina lo contrario) discute, el edificio que se está construyendo apenas fue una idea difusa que materializó en un "apunte", en un bosquejo, que han interpretado quienes lo han ido concretando con el paso de los años... mediante fórmulas más o menos relacionadas con algunas de sus ideas constructivas. Desde esta constatación podríamos deducir mil argumentos que, necesariamente, se apoyarán en la carencia de "genialidad" de las soluciones aportadas: si no lo diseñó Gaudí —arquitecto genial y hombre piadoso—  es, cuando menos, discutible. Si, por ejemplo, atendiéramos a la "ornamentación escultórica", el juicio pudiera ser muy negativo...
No obstante, por encima del debate erudito, son legión quienes acuden a Barcelona para visitar las obras de Gaudí y ello produce grandes ventajas a una ciudad con vocación turística secular; de manera que si contemplamos el asunto desde ese punto de vista, nos encontramos ante una situación similar a la propiciada por las obras de Frank Gehry y Calatrava; y por supuesto, igual sucede con "El altar de la Patria". Aunque sean mayoría quienes, dentro de dichos círculos profesionales, "crean" que las obras de Gehry y las de Calatrava son "basura arquitectónica" y por mucho que se quejen los vecinos ante el "acoso" de los turistas, es indiscutible su potencial retórico y, desde luego, su capacidad para promover el interés de un público muy amplio, el mismo que hace cola a las puertas de los museos o que se desplaza 10.000 km. para  ver una "catedral". ¿Mala arquitectura? Me barrunto que, por encima de los juegos de intereses que mueven el mundo, seguimos dando vueltas a la relación entre forma y función. Pero puede que ese conflicto derive, en la práctica, en el dilema entre galgos y podencos: si el edificio debe atraer a la gente, no es mala idea encargárselo a Gehry o a Calatrava; puede que incluso sean rentables sus "clavadas", tal y como sucedió en el Guggenheim-Blibao. Naturalmente, todo cambiaría si, consultados los habitantes de Barcelona, el resultado fuera que se debe demoler el edificio; pero no creo que, en este punto, sea el caso.

La catedral de Justo hace unos años...
Obviamente, ante estas cavilaciones, se me ocurre pensar en las catedrales góticas, concebidas con objetivos similares y que algunos juzgaron propias de "godos": ¿quién discutiría hoy la calidad arquitectónica de la catedral de Chartres, aunque fuera concebida según criterios estructurales y decorativos "medievales"?... Y con cierta dosis de cinismo, en la catedral de Justo, en Mejorada del Campo. El piadoso, popularizado mediante la publicidad de un refresco, se planteó un objetivo más ambicioso que el de Gaudí: construir una catedral con sus propias manos y está a punto de conseguirlo. Y aunque ello deje sin sueño a urbanistas insignes, los problemas de adecuación administrativa son similares a los de la Sagrada Familia, con dos "matices" relevantes: la catedral de Justo aún no se ha convertido en objetivo turístico y su calidad arquitectónica es "peculiar", aunque sobre ello habría mucho que hablar... No quiero ni imaginar lo que sucedería si la catedral de Justo, de la noche a la mañana, se convirtiera en paradigma de genialidad en el muy difuso territorio de la arquitectura popular. Me pregunto si, ante los ejemplos de Bilbao y Barcelona, no se le habrá ocurrido ya a algún político emprendedor de Mejorada del Campo poner en marcha una campaña publicitaria antes de que lo haga una marca de cervezas, una entidad financiera o una asociación estético-religiosa sin ánimo de lucro. Lástima que Mejorada del Campo no sea el Milán de Vittorio De Sica.
Espectacularidad, arte, genialidad, mito, religiosidad... Puede que hayamos cambiado menos de lo que parece en 700 años...

sábado, 12 de noviembre de 2016

Hitchcock en la Fundación Telefónica

Es buena idea que se ofrezcan exposiciones sobre asuntos cinematográficos y como no son frecuentes, es de agradecer cualquier iniciativa en ese sentido. Dicho queda. A partir de ahí...
No entraré a valorar la estructura de la exposición aunque pudiera: es natural que el comisario, en este caso Pablo Llorca, plantee lo que estime oportuno. Tampoco discutiré la selección de películas más enfatizadas (Psycho, 1960 y The Byrds, 1963): asimismo es lógico que el comisario categorice y coloque en lugar preferente lo dictado por su particular criterio, incluso aunque ello se lleve por delante valoraciones previas; asumir la responsabilidad de organizar un evento de ese tipo implica enfrentarse con muchos juicios escritos con tintas de colores diversos.


Dejando claro que el planteamiento de la exposición me ha incomodado en algunos aspectos, como botón de muestra, sólo destacaré el  "pequeño detalle" recogido en un panel "explicativo". Me ha hecho "gracia" que destacara North by Nortwest ("Con la muerte en los talones"), 1959, acaso la película más monumental de Hitchcock, en la que se concreta el momento de máxima madurez en el manejo del lenguaje cinematográfico, para descontextualizar una conversación galante y valorarla en términos, cuando menos, discutibles:

"La actitud activa de la mujer y la pasiva del hombre no eran excepciones en sus películas. La larga conversación mantenida entre Cary Grant y Eva Marie Saint en 'Con la muerte en los talones' (1959) es el mejor ejemplo de los muchos posible. Una charla mantenida en el vagón-restaurante de un tren célebre, el 20th Century Limited, cuya versatilidad quedó demostrada al ser usado por el director para todo tipo de situaciones" 

En primer lugar es importante indicar que no son Cary Grant y Eva Marie Saint quienes hablan en el tren, sino Roger Thornill y Eve Hendall, interpretados por los actores mencionados: plantearlo en esos términos implica llevar demasiado lejos las servidumbres del Star System; expresarlo así tiene más sentido en una charla entre amigos que en una exposición de cierta entidad.
En segundo lugar, asimismo es fundamental tener en cuenta que en esa película en concreto "suceden cosas" que rompen elementos, hasta entonces, habituales en las películas de Hitchcok y entre ellos y, muy especialmente, el catálogo cerrado de "arquetipos" femeninos empleado por el director
inglés. En ello estaba, precisamente, un factor primordial para el desarrollo de la historia y, sobre todo, para construir el entramado progresivo que mantuviera al espectador desconcertado (en suspense).
Por otra parte, no sólo es sabido que presionaba, humillaba y maltrataba a las actrices, como se enfatiza en la exposición, a propósito de The Byrds, sino que también tenía otras "estrategias de relación" aún menos presentables; acaso por ello, es común hablar de una misoginia documentada en sus películas mediante perfiles femeninos exageradamente forzados en la dirección de los "intereses" más recalcitrantes del "machismo victoriano". En ese contexto, el diálogo enfatizado cumple una función muy concreta que no va, precisamente, en la dirección de expresar una situación "normal" en las películas de Sir Alfred Hotchcock.

Sin embargo, recomiendo darse una vuelta por la sala de la multinacional de las telecomunicaciones para entrar en el "juego" propuesto por el comisario del que nadie o casi nadie saldrá descontento; y ello sin perder de vista una obviedad: que para acercarse al cine de Hitchcok lo mejor es ver sus películas y, si nos apetece aproximarnos al lenguaje cinematográfico, contemplar cada una de ellas unas cuantas veces: la primera, "en piloto automático", en el idioma materno de cada cual, dejándose conducir (manipular) por la acción del director; la segunda, en versión original para valorar el trabajo de los actores; la tercera. para analizar los elementos de manipulación; la cuarta, para compararla con las anteriores y con las siguientes; la quinta para divertirse con las apariciones del propio director y con los "MacGuffin"; la sexta... Garantizo que la aventura es apasionante.

¿Los pilares de Europa?

Esperaba mucho de "los pilares de Europa" y del patrocinio del British; acaso por ello, y frente a lo que suele ser habitual en el edificio de Herzog y Meuron, la exposición me ha decepcionado. Sin embargo, debo reconocer que el montaje está bien y no me cuesta esfuerzo alguno encomendar su visita e, incluso, garantizar que la visita merece la pena.
Supongo que esperaba encontrarme con un montaje que respondiera a lo recogido en el título, es decir, que se centrara en aquello que substanció "lo europeo" durante los tiempos "de transición" que transcurrieron entre la uniformidad romana y el Renacimiento. Esperaba encontrar un exposición monográfica sobre el feudalismo y, por supuesto, sobre cómo la Iglesia se convirtió en factor de relativa homogeneidad.
Lo que hay en la sede de la Obra Social "la Caixa", al amparo del British Museum y de la colaboración, al parecer, pasiva del Museo Arqueológico Nacional, es una especie de bosquejo a trazo grueso sobre las "culturas medievales", con atención especial a "lo británico" y, en cierto modo, a "lo hispano", que no fueron precisamente demasiado relevantes en la configuración de "lo europeo". tal y como hoy se entiende en los ambientes políticamente correctos; y ni tan siquiera en los heterodoxos. En primera instancia, el desconcierto brota de la lectura del texto de presentación, accesible en la Red:

Aguamanil alemán, siglo XIV

"Aunque los historiadores emplean los términos medieval y Edad Media con un cierto grado de flexibilidad, en líneas generales designan el período de la historia de Europa comprendido entre los años 400 y 1500 d. C. aproximadamente. Fue una época de grandes desequilibrios sociales, como ponen de relieve los elementos culturales que han sobrevivido hasta hoy. Para  la monarquía, la nobleza y el alto clero, fue una era de riqueza y de poder, de creatividad y de aprendizaje, así como de estilos de vida opulentos. La mayoría de la población, en cambio, soportó una desigualdad, una pobreza inmensas y una acusada falta de higiene.

En el pasado, los historiadores han considerado la Edad Media como un desafortunado puente entre dos grandes períodos históricos. Las antiguas civilizaciones de Grecia y Roma eran muy admiradas, mientras que el Renacimiento italiano y la Reforma protestante de los siglos XV  y XVI  se concebían como épocas de iluminación artística y religiosa. En 1952, el historiador A. R. Myers puso en duda la reputación habitual de la Edad Media cuando escribió que «la Inglaterra tardomedieval  todavía se considera una época bárbara y sin brillo, una especie de edad oscura anterior al esplendor matinal de la Inglaterra isabelina». Pese a que el término medieval fue acuñado en el siglo XIX,  se consideraba un período falto de brillantez ya desde el siglo XVII. El poeta John Milton, en su Historia de Gran Bretaña, de 1670, se lamentaba de lo que él concebía como la violencia inestable del período medieval más temprano, y describía las numerosas batallas con la imagen de bandadas de pájaros luchando entre cielo y tierra. Hoy en día, el término medieval continúa empleándose para describir algo que es bárbaro o anticuado.
En realidad, este período de más de 1.000 años de historia  comportó inmensos cambios políticos, económicos y culturales, así como dio  grandes talentos artísticos y  progresos intelectuales. Desde las costas occidentales de Portugal hasta las más septentrionales alquerías del norte de Escocia y los palacios de las ciudades-estado italianas, la cotidianidad de los europeos registraba grandes variaciones, y la misma vida europea del año 400 era enormemente distinta de la del 1500. Pero aún hoy pueden encontrarse fragmentos del pasado medieval. Los grandes castillos de piedra y las catedrales dominan el paisaje, han sobrevivido obras de arte y objetos procedentes de habilidosos artesanos e incluso algunas palabras y topónimos que reflejan la vida de los pueblos de la Edad Media."

Comprendo que es difícil redactar un texto de síntesis para una período histórico tan complejo y diverso, pero se diría que quien lo ha escrito estaba pensando casi exclusivamente en el Reino Unido, perdiendo de vista que en aquellos años los polos más dinámicos, los de mayor relevancia cultural, estaban en el Continente. Asimismo, la situación social fue tan diferente como diferentes fueron los modelos políticos y estructurales vigentes durante unos siglos cualificados por la heterogeneidad.

MAN68
He de confesar que recorrer la exposición me ha producido cierta perplejidad y eso que entre las piezas ofrecidas he encontrado unas cuantas con bruñido de añoranzas, que me han remitido a tiempos pretéritos. Concretamente, una de ellas sirvió para que cierta institución madrileña me financiera un viaje, en tren y barco, con problemas meteorológicos serios en el canal de la Mancha —English Channel— incluidos, a Londres... El viaje culminó en desventura penosa, que prefiero silenciar aunque nunca olvidaré. Eran tiempos en los que la investigación se hacía bajo condicionantes casi tan penosos como los actuales, y además, viajando de mala manera y con fichas de cartulina que aún siguen empleando algunos colegas nostálgicos...
Entre dichas piezas, hay un capitel califal, perteneciente al Museo Arqueológico Nacional (MAN68), adquirido no hace muchos años en el mercado de antigüedades, que han fechado en la segunda mitad del siglo X. Se trata de un capitel "compuesto califal" de ejecución bastante cuidada, en buen estado de conservación (ha perdido dos discos angulares). El cuerpo inferior, de sección perfectamente cilíndrica, está cubierto con dos coronas de hojas que aún permanecen dentro de las tradiciones romanas y que se caracterizan por el uso de folíolos muy alargados, que son frecuentes en los ejemplares del tercer cuarto del siglo X. En este caso cabe enfatizar la existencia de detalles que ya amenazan con romper la idea del "orden", concretamente en la manera de unir mediante tallo acanalado los ojales adyacentes de la segunda corona
El límite del cesto lo establece un contario de hechura convencional. Sobre él aparece un equino con ornato relativamente frecuente durante el siglo X. Las volutas vegetales, de concepción asimismo común, rematan en discos de caras paralelas, en las que los acantos han dejado su lugar a series de ápices que se desarrollan en espiral y culminan en motivos florales. La parte superior del ábaco conserva las trazas de su replanteo, según fórmula común entre lo cordobés.

Ábaco del capitel MAN68
Lo más probable es que fuera realizado durante los años centrales del siglo X, muy probablemente, para la ciudad palatina de Al-Zahra. Y como es natural, no estoy de acuerdo en lo que se dice sobre él en la cartela, acaso con voluntad excesivamente sintética:

 "Este capitel de mármol calado de Córdoba, Andalucía, en el sur de España, está maravillosamente tallado. Creado durante el califato islámico de Córdoba, regido por los miembros de la antaño grandiosa dinastía Omeya, la pieza muestra una fusión de estilos artísticos occidentales e islámicos".

Si hacemos oídos sordos a la reiteración y al menosprecio del brillo político y cultural del Califato cordobés. aún deberíamos enfatizar la conveniencia de expresar de otro modo lo que han interpretado como "fusión de estilos artísticos occidentales e islámicos", porque, en realidad, esa pieza como la placa 1958/45/14, están hablando de un fenómeno que describió perfectamente K. A. C. Creswell hace muchos años. En la vertiente material, la cultura islámica, articulada inicialmente por la dinastía omeya, hizo suyas las tradiciones tardorromanas, substanciadas por entonces en la cultura bizantina. Y en la Córdoba del siglo X sucedió algo comparable, gracias a las buenas relaciones que, perfectamente documentadas, mantuvo Córdoba con Bizancio. El resultado "final" fue una situación excepcional si tenemos en cuenta las corrientes dominantes en Europa, caracterizadas en su desarrollo y evolución. por la rotura de la unidad comercial del Mediterráneo (Pirenne). A causa de ello, en Alándalus apareció un proceso, que algunos autores han definido como "renacimiento", y que se materializó en la pervivencia o recuperación de fórmulas estrechamente relacionadas con aquellas tradiciones. En concreto, este capitel acredita esa situación y aún la ilustra con detalles significativos, porque su aspecto parece ser fusión o confluencia de las fórmulas bizantinas con las hispanorromanas.



Tampoco es afortunado el texto que acompaña al relieve 1958/45/14, que se titula como "Fragmento de friso, 901-1000":

"En el siglo X, cuando se talló este relieve, Toledo era una importante ciudad de al-Ándalus, cuya capital se hallaba en Córdoba. Este período se conoce como el Califato de Córdoba y durante esa época se construyeron edificios impresionantes como, por ejemplo, la Gran Mezquita. Muchas piezas artísticas de este período presentan motivos característicos de enredaderas entrelazadas. En esta talla en piedra podemos observar una versión de este recurrente patrón geométrico floral."

El diletante espera que, al amparo del prestigio emanado desde el British Museum, no se viertan ligerezas como dar a entender que el califato de Córdoba se instauró en el año 900. En el estado actual de los conocimientos, estos relieves nos remiten a las fórmulas ornamentales del califato, en tiempos de Abderramán III, de Alhákam II y, tal vez, de Almanzor; y con más probabilidad, a cuando los dos primeros patrocinaron obras de inclinación aúlica, es decir, entre los años 929 (proclamación del califato, por parte de Abderramán III (عبد الرحمن بن محمد) y 976 (muerte de Alhákam II (الحكم بن عبد الرحمن).
Es poco precisa la manera de describir el ornamento de la placa, que podría interpretarse como acotación tendenciosa en la valoración del origen de sus elementos unitarios. Más que hablar de "enredaderas", sería preferible decir "roleos" y, como mucho, de "tallos entrelazados" que conforman estructuras geometrizadas, tal y como imponen los planteameintos estéticos derivados del Islam, deudores de las jerarquías platónicas. Hacerlo de una manera u otra desvirtúa el análisis antes mencionado, puesto que, en un caso, nos encontraríamos ante un motivo "típicamente medieval" y en el otro, frente a una fórmula "específicamente tardoantigua", tomada del repertorio romano-bizantino. En todo caso, la pieza es un magnífico ejemplo de ornato mediante ataurique, que es el término usual para referirse a este tipo de relieve vegetal de fuerte sentido geométrico.


Me ha hecho reír leer la cantinela que es habitual entre divulgadores cuando se refieren a la iconografía medieval, a propósito de la "Base de la cruz de East Stour, 900-1000":

"En una época en la que poca gente sabía leer, el arte era un medio de comunicación poderoso. El follaje que está tallado en la base de la cruz probablemente transmitía mensajes cristianos comprensibles para aquellos que lo contemplaban. Algunos de estos objeto podrían haber señalado lugares de predicación, mientras que otros posiblemente destacaban las tumbas de las personas importante"

¿Medio de comunicación poderoso? ¿Mensajes cristianos que comprendían quienes lo contemplaban? ¿Todos? Reitero que la cantinela tiene poco fundamento porque su funcionamiento "didáctico" dependía, ante todo, de que quien contemplara estos elementos conociera previamente su significado y ello implicaba un grado de formación incompatible con el analfabetismo. Cabría pensar en la posible relevancia de la transmisión verbal, pero en todo caso, me parece más probable que la interpretación de estos elementos, con frecuencia derivados de las tradiciones romana y celta, quedara a cargo de las pecas personas "cultas" de la época.
Da que pensar la relación que esta pieza tiene con relieves tan alejados en el espacio como los de Quintanilla de la Viñas...

¿Los pilares de Europa? Más parece una exposición "de aliño", organizada deprisa y corriendo, que determina excepción entre lo que suele ser habitual en esa institución y, por supuesto, en el British.

sábado, 5 de noviembre de 2016

Txomin Badiola. Otro Family Plot. Hablando de cine...

No sé si el título de la exposición alude a la película de Hitchcock (Family Plot, 1976) o a algún comentario que la relacionara con Godard... En primera instancia, deduzco que cabría la posibilidad de que el artista y quienes le hayan asesorado tuvieran la pretensión de proporcionar al visitante una pista para facilitar la aproximación al juego de figuras retóricas empleadas por este creador, ya con muchos años de éxitos críticos a sus espaldas.
En todo caso, con gusto, me dejo envolver en la trampa ingenua o maliciosa y me siento obligado a explicar "la historia" de la película a quien no la conozca, por supuesto, sin desvelar el desenlace: una estafadora de pequeña monta y pocas luces y su pareja, un actor y taxista, reciben el encargo de localizar a una persona a quien un familiar desea dejar su herencia. Y resulta que la persona buscada es un delincuente peligroso, que pasa por ser un joyero muy respetable... En el desarrollo de la película asistimos a un conjunto de "fenómenos" que definen lo más habitual y florido en el estilo de su director: los juegos perceptivos, las coincidencias, las metáforas, las paradojas, los "arquetipos" femeninos, la estupidez de la policía, la trama freudiana vulgarizada... Como si Sir Alfred Hitchcock hubiera deseado ofrecernos una guía de recursos empleados para dosificar el ritmo narrativo, que finaliza con un guiño de la joven protagonista, tal vez concebido para materializar el epílogo dorado de una carrera excepcional construida sobre las posibilidades de manipulación y engaño propias de la narrativa cinematográfica. Al fin y al cabo, su cine, como la pintura "tradicional" en una escala menor, apenas es "otra cosa" que una magnífica colección de juegos de manipulación y engaños, construida por el ingenio de un cineasta excepcional.


La exposición ha sido concebida como es habitual en el mundo artístico de los últimos cincuenta años, a partir de valores metafísicos (esotéricos), etéreos  y, en ocasiones, contradictorios, que, en este caso, recuerdan fórmulas de especial actualidad en el contexto educativo, porque el resultado final es fruto de la generosidad "colaborativa" de Ana Laura Aláez, Ángel Bados, Jon Mikel Euba, Pellu Irazu, Asier Mendizabal, Itziar Okariz, Sergio Prego, Lorea Alfaro, Zigor Barayazarra, Leo Burge y Jon Otamendi. Según la web del MNCARS:

"Comisariada por João Fernandes, subdirector Artístico del Museo, esta muestra se centra en el problema de la forma en tanto modo particular de entender la creación artística como un proceso que incorpora su propia transgresión. Para Badiola, la forma del arte es siempre una “mala forma” que al tiempo que crea una visión niega un reconocimiento. El artista trabaja contra la cultura desmontando las condiciones de  visibilidad e invisibilidad. El dispositivo museográfico, concebido a partir de un proceso curatorial en el cual ha involucrado a otros siete artistas de su entorno más inmediato, se conforma en una suerte de texto-exposición que permite tanto la simultaneidad como una cierta linealidad, desarrollando relaciones de diálogo y referencias cruzadas entre las distintas obras. Asimismo, la lectura cronológica se complejiza mediante meta-comentarios estructurales y saltos en el tiempo que avanzan posibles desarrollos o remiten a orígenes olvidados."

Más allá de consideraciones inducidas, la exposición me ha recordado la definición que daba A. Murría en el reportaje de presentación de TVE (La mandrágora 207, año 2000) a propósito de una exposición comisariada por ella misma que también incluía obra de Txomin Badiola:

"(…) El arte hoy no habla de sexo de los ángeles, el arte hoy habla de nuestros problemas, habla de aquello que nos interesa, habla de muchos temas en los que cada día estamos inmersos los hombres y mujeres. Creo que el arte es un dispositivo fundamentalmente para la reflexión, para el disfrute, para el conocimiento, para que nos conozcamos mejor a nosotros mismos, para que conozcamos mejor a los otros y para que conozcamos mejor el mundo en el que vivimos” 

No sé si la señora Murría estaba pensando en Foucault, pero la definición me parece especialmente indicada para concretar lo que se entendía por arte en aquellos no tan lejanos días y aún en los actuales, entre quienes conservan las querencias posmodernas...
Al filo de esa definición, da un poco de pena observar cómo los visitantes pasean inquietos entre las obras de Txomin Badiola expuestas en el Palacio Velázquez sin dedicar un minuto a desentrañar los juegos de asociaciones, relaciones y figuras retoricas que podrían ayudarles a desentrañar los enigmas más profundos sobre nuestra existencia y resolver los problemas que nos atormentan; ni siquiera se detienen a valorar las alusiones veladas y explícitas a Oteiza que contienen... Y eso que en algunos casos, el potencial reflexivo de las obras está particularmente claro. Por ejemplo, en la serie de imágenes y textos agrupadas bajo el título de Imaginar es malinterpretar (2006) o en Anal Capitalism 6 (2013), que, en un juego de formas geométricas, incluye la frase "Una divina excrecencia del ano de Dios" de modo apenas perceptible.
Como la gente no está dispuesta a asumir sus responsabilidades frente al hecho estético contemporáneo, es difícil imaginar que algún visitante repare en que el evento está ordenado mediante ocho áreas o secciones:

"Formas deseantes, bastardas e insatisfechas; Sobrevivir entre signos. Ser signo; Un Yo imagen, La alteridad ineludible. Todo es vanidad; Necesidades Públicas/Pasiones Privadas; El grupo, la banda y el comando; Avatares de la forma; Espacios, cuerpos y lenguaje; La frase-imagen-cosa"

Nadie me pregunte sobre el peculiar uso de neologismos y letras capitales ("titularias") ni, por supuesto, sobre el sentido de un discurso, para mí incomprensible más allá de lo obvio: testimoniar control sobre los valores "típicos" de la posmodernidad (no confundir con la post-postmodernidad). Me ha descolocado que, en las "secciones" no mencionen los términos "simulacro", "otredad", "rizomático", "complejizar", y demás lindezas del repertorio al uso.... Pero puede que el fallo sea mío por haberlos pasado por alto o por no entender que esas categorías y aún otras más abstrusas están "sugeridas claramente" para quien se detenga a reflexionar durante unos minutos.

Family Plot, Hitchcock, 1976
Salvado el guiño de Barbara Harris, me pregunto si quienes caminan en el oscuro universo de los especialistas en arte contemporáneo no se habrán dado cuenta que definiciones como la de A. Murría sobre la "naturaleza" del arte y otras implícitas en frontispicios mayestáticos, cuadran mucho mejor ante una "buena película" que ante una exposición de arte "procesual" o "post-postmoderno". Durante estos días se ha estrenado una película de Paul Verhoeven (Elle, 2016) que, sin ser especialmente brillante —Verhoeven ha firmado unas cuantas mucho mejores—, responde de modo claro a la definición mencionada y a las referencias empleadas frecuentemente en aquel universo... También en ella se ofrecen juegos entre lo real y lo aparente, entre lo convencional y las pulsiones personales, entre la vida y la muerte, entre el cariño y la sexualidad, entre lo femenino y lo masculino, entre lo explícito y los latente... Por no hablar de las propuestas metafóricas...  Porque cualquier cineasta que pretenda hacer una buena película sabe que debe hablarnos de nuestros problemas, de aquello que nos interesa, de los asuntos que definen nuestra cotidianidad; de hecho, una buena película ha de ser un dispositivo para la reflexión. el disfrute y el conocimiento; que nos ayuda a conocernos a nosotros mismos y a los demás...

Paul Verhoeven, Elle, 2016
El hecho de que una película sea realizada mediante un "sistema industrial" y con el concurso imprescindible de un "socio capitalista" (la productora), no debería ser un factor descalificante en potencial estético, sobre todo, en nuestros días, cuando han desaparecido ciertos "prejuicios" más propios de hace cincuenta años. No quiero imaginar que "la razón" fuera la necesidad que tiene el cine de ser asequible a un colectivo suficientemente numeroso para rentabilizar la inversión. ¿Ha de se incomprensible y elitista para ser arte?
Hace años era lugar común decir que si una película tenía pretensiones "estéticas" debía realizarse en blanco y negro... Eran tiempos en los que el prestigio de El cine como arte (1932) , de R. Arnheim aún era muy poderoso. Hoy algunos "expertos" han llegado aún más lejos y repudian los guiones, tal vez, porque ellos imponen linealidad y la linealidad choca frontalmente con un concepto de arte que, en su entidad procesual, ha de diversificarse para no perder sacralidad,
Desde cuando Catherine David y otros estudiosos expusieron que el cine, junto con la arquitectura y la música, eran "las artes especificas del siglo XX", han pasado veinte años, que, al parecer, no han sido suficientes para resolver prejuicios y enmendar remilgos añejos y, por supuesto, interesados. Aún hoy muchos "expertos" continúan imponiendo —de hecho— que los "realizadores" se sometan a los principios que rigen sobre el "arte de vanguardia" (oficial), sin entender que las películas excepcionales, aquellas que se elaboraron cuidando todos y cada uno de los componentes específicos del discurso cinematográfico, de la imagen en movimiento, son obras de arte en sí mismas. Y si, por ventura, además, han atendido al compromiso con las preocupaciones sociales del momento, podrían ser valoradas —sin ningún complejo— como "obras de vanguardia", de entidad comparable a lo que hizo Picasso hasta 1940, más o menos, cuando comenzaron a realizarse películas sonoras de "grandes pretensiones". Obviamente, entre la legión de directores "pasivos", según la valoración de Orson Welles, los cineastas que merecen la consideración de "grandes artistas" no son muchos y, entre ellos, no deberían contarse quienes hacen cine sólo para ganar dinero mediante entretenimientos triviales o quienes lo realizan para obtener subvenciones avaladas por determinadas instituciones políticas y culturales...incluso, aunque sus películas acaben siendo exhibidas en ciertos museos, que ven en ellas refuerzo  —¿untuoso?—de sus propios principios.

Para finalizar, estoy obligado a recuperar el asunto principal, por mi vehemencia convertido en secundario, para preguntarme públicamente —sin doblez— por qué no han realizado la exposición de Txomin Badiola en el edificio central del MNCARS... No creo que el "singular" espacio de Velázquez Bosco se adapte mejor a su obra.