martes, 21 de diciembre de 2010

El celo de los aduaneros

Un amigo dice que existen tantos tipos de arte como grupos sociales definamos a partir de un grupo significativo de cualidades y actitudes.
Ahora resulta que algunos grupos se definen mediante la negación.. al rebote de la actitud de otros (grupos). Y lo digo de modo tan enrevesado porque la realidad es más complicada de lo que permite suponer el titular aparecido en la prensa:
  • La Comisión Europea no considera 'arte' las obras de Bill Viola y Dan Flavin
  • La Comisión Europea, en una decisión al menos sorprendente, ha revocado una decisión anterior adoptada por un tribunal de impuestos de Reino Unido, negándose a clasificar varias piezas de Dan Flavin y Bill Viola como "obras de arte". (...)
En el año 2006 la galería Haunch of Venison importó de USA 6 instalaciones de Bill Viola y otra más ("escultura de luz") de Dan Flavin. Al ver los "bultos", la autoridad competente (británica) determinó en 2008 que deberían pagar la tasa ordinaria. La galería reclamó y tras los vaivenes legales imaginables, por fin, las autoridades políticas decidieron que la decisión británica era correcta.
La justificación parece tomada de un manual de teoría estética española, de tiempos orsianos: la obra solo es obra cuando está montada; como ha de trasladarse desmontada, durante el viaje -durante el traslado-, no existe la obra como tal sino simplemente, objetos de "potencialidad" estética. ¡Si Aristóteles levantara la cabeza!
El problema aparente: la ignorancia de los "comisionistas" europeos. Sí, ya sé que suena fatal, pero ¿Cómo debemos llamar a los miembros de las "Comisiones"?
El problema real: pagar más (20 %) o menos (5 %) impuestos; el "arte" debe pagar menos...
El asunto colateral: el mal ambiente que hay en ciertos espacios sociales hacia el arte contemporáneo que, en tiempo de crisis, se adereza con el ámbito sociológico donde éste se mueve.
Y desde este constatación, conocidas las circunstancias económicas actuales, sabiendo cómo se plantea los asuntos culturales nuestra actual ministra, y conociendo quiénes pueden comprar obras de Dan Flavin o de Bill Viola, acaso fuera conveniente revisar la fiscalidad aplicada al mercado del arte... ¡pero para subirla!
Pero... Nadie se eche las manos a la cabeza porque para nuestros políticos actuales las cosas están muy claras: antes se aplicarían tasas a las cámaras fotográficas para "compensar" a la SGAE porque, además de "robar el espíritu", las imágenes fotográficas podrían suponer el fin del arte.
Dan Flavin at The Hayward Gallery,  22-01-2006

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