domingo, 30 de noviembre de 2008

El Museo de Arte Contemporáneo de la Señorita Pepis (MACSP) o Centro de Arte Dos de Mayo

No había visitado el nuevo museo de arte contemporáneo inaugurado recientemente en Móstoles para albergar la colección de la Comunidad de Madrid. Lo han bautizado con matices patrióticos... Hubiera sido prefereible algo más castizo: Centro de Arte Esperanza Aguirre... O el que yo mismo propongo en el título...
El proyecto es de Celia Vinuesa, a quien se encargó integrar en el edificio los restos de una casona del siglo XIX. El resultado final es, a mi juicio, irregular. Me ha gustado la concepción del espacio interior, con elementos muy destacables (la escalera y la terraza-“barquilla”) y otros aceptables (la terraza superior, que seguramente pueda ser utilizada como espacio expositivo). La fachada exterior principal me parece trivial, con soluciones vistas mil veces. Lo peor: la forma de integrar la edificación del siglo XIX, para realzar una zona expositiva con cubierta a dos aguas... Me acordé de la casita que dibujan los niños... En estos días nos ofrecen dos exposiciones: “GUSTOS, COLECCIONES Y CINTAS DE VÍDEO” y “BAJO TECHO: CUATRO ESTADIOS DE INTIMIDAD Fondos de la colección de Arte Contemporáneo de la Comunidad de Madrid – Donación Fundación Actilibre”. En esta última podemos ver una colección de estampas de algunos de los artistas españoles “oficiales” durante los últimos años: Antonio Alcaraz - Juan Luis Baroja Collet - Fernando Bellver - Joan Brossa - José Manuel Broto - Miguel Ángel Campano - Marta Cárdenas - Martín Chirino - Antoni Clavé - Josechu Dávila - Mónica Gener - Juan José Gómez Molina - Luis Gordillo - Jan Hendrix - David Israel - Iván Larra - Óscar Manesi - Ana de Matos - Max Ernst - Juan Moro - Luis Moro - Antoni Muntadas - Blanca Muñoz - Javier Pagola - Carlos Pazos - François Righi - Bernardí Roig - Johan Ryno de Wet - Concha Sáez - Unai San Martín - Jose Mª Sicilia - Susana Solano - Mónica Sotos - Jordi Teixidor - Juan Ugalde - Juan Pablo Villalpando.

No puedo destacar nada, porque nada me ha llamado la atención... salvo la sospecha de que la muestra sea publicidad encubierta de Estampa... La Fundación Actilibre, que facilita la mayor parte de las obras, desarrolla las siguientes actividades:

Expo-Ocio, La Feria del Tiempo Libre
Congreso-Muestra Internacional Expolingua
Feria del Mueble y la Decoración
Estampa, Salón Internacional del Grabado y Ediciones de Arte Contemporáneo
Ekumene, Salón Europeo de Patrimonio Religioso y Cultural
Festival de Jóvenes Intérpretes
Bienal de Orquestas Juveniles “Enrique De La Hoz”
Encuentros “Juana Mordo” sobre la Gestión Profesional de la Mujer en la Cultura
Premio Paulino Buchens
Premio Ibatur
Premio Aurelio Biosca
Curso de Experto Universitario en Turismo y Marketing
Curso de Gestión y Promoción del Turismo De Ferias y Congresos
Curso de Marketing Ferial
Curso de Didáctica del Español como Lengua Extranjera

Francamente, me desconcierta que un museo de Arte Contemporáneo aparezca imbricado en una estructura empresarial con intereses en el sector del ocio, del “patrimonio religioso”, de la gestión de ferias... pero lo cierto es que en esos territorios se mueve mucho dinero, seguramente más que en el del mercado del arte... Desde la conjugación de los factores implícitos en esas actividades, me acordé del plan Bolonia y, por razones accesibles sólo al genio de Buñuel, de la "señorita Pepis"...Algo más interesante es la exposición dedicada a la vídeo-creación; la relación de autores y obras es la siguiente:
Terry Berkowitz&Pawel Wojtasik,Three Chimneys, 2006, 4'03''
Nuria Carrasco, ¿Quién eres?, 2004, 10'
Cao Guimaraes, Da janela do meu quarto, 2004, 5'
Hans Hemmert, The handbag, 2002, 43’’
Zilla Leutenegger, Nostigels, 2003, 4’
Thiago Rocha Pitta, Herança, 2007, 11’
Hiraki Sawa, 8 Minutes, 2005, 8’49’’
Fiona Tan, Rain, 2001, 1’50’’
Jennifer Allora&Guillermo Calzadilla, Signs facing the sky, 2005, 2’23’’
Alex Campoy, Boomerang, 2004, 6'35''
Filipa César, Berlin Zoo Part 02, 2001-2003, 5’37’’
Willie Doherty, Control Zone, 1999, 32’2’’
Francesco Jodice, Sao Paulo Citytellers, 2006, 48'
Yoshua Okon, Poli IV (Oríllese a la orilla), 1999, 3’
Robin Rhode, The Storyteller, 2006, 13’18’’
Jennifer Allora & Guillermo Calzadilla, Sweat Glands, Sweat Lands, 2006, 2’27’’
Isaac Julien, True North, 2004, 14´40”
Kaoru Katayama, Technocharro, 2004, 5’35’’
Christian Marclay, Guitar Drag, 2000, 14’
Aernout Mik, Middlemen, 2001, 21’29’’
Jill Miller, I am making Art too, 2003, 3'
Predominan los autores no madrileños, porque aquí sólo interesan "los mejores", cualquiera que sea su lugar de nacimiento... Y de nuevo se abre paso en mi cabeza la imagen "pasteleada" de la señorita Pepis... ¡Buñuel, estés donde estés, acude en mi ayuda!
Hasta lo que se puede ver en una visita apresurada, las obras ofrecen cierto interés... que, al parecer, no reconoce el escaso público que cruza las puertas del Museo... Para mi gusto lo mejor es: True North, de Isaac julien (2004). Hasta el juego entre "lo verdadero" y "lo fingido" es interesante...
Para un observador de la conducta estética, aún condicionado por una discusión sobre la relevancia estética de la vídeo-creación, tienen interés varios fenómenos:
1. Las personas con las que nos cruzamos no estaban dispuestas a permanecer en las salas de vídeo el tiempo necesario para contemplar las obras por completo (algunas son realmente cortas). Salvo en un caso excepcional (una joven de unos 20 años y aspecto demasiado ingenuo, estaba absorta contemplando Middlemen, de Aernout Mik), los visitantes repetían la misma “secuencia” (si los engolondrinados con la “posmodernidad” me permite la boutade): cruzaban las pesadas láminas de plástico, se asomaban, permanecían unos segundos contemplando la proyección y salían con rostro apocado.
2. Casi todas las salas de vídeo-creación estaban vacías.
3. Atendiendo al número de personas que había en el interior del Museo, acaso fueran más numerosos los trabajadores del Museo (“vigilantas” uniformadas, casi todas, latinoamericanas, guía, etc.) que los visitantes...
Al filo de esta última observación se me ocurre una pregunta malévola: Estas exposiciones... ¿tienen por objeto atender a las “necesidades estéticas” del público o a las “necesidades empresariales” de entidades como Actilibre?

Otras curiosidades:
1. No permiten realizar fotografías... Por lo visto, su director también padece fotografobia o acaso crea que al hacer una fotografía el visitante se apodera del espíritu de las obras allí expuestas. También es posible que no haya encontrado otro modo de acreditar su autoridad... Si fuera así, pronto estarán prohibidos los grupos de más de cuatro personas, como en el Museo del Prado...
2. Es gratuito todos los días de la semana. Si no fuera así, acaso dejara de tener sentido el negocio de vigilancia montado dentro de él, porque no acudiría nadie.
3. No entregan entrada sino pegatina, que debemos colocar sobre la vestimenta. A doña Esperanza (“la Espe”, según las fórmulas coloquiales más habituales) no le gana nadie a “modelna”.
4. El museo está en el centro histórico de Móstoles, en una zona de difícil acceso si se acude en vehículo propio... Los manuales de Museología aún no contemplan que una parte importante de la población se desplaza en vehículo propio... ¿Debemos acudir a los museos en transporte público? Si así fuera, para visitar el de Móstoles coviene ir bien pertrechados...
5. Entregan un cuadernillo bastante bien editado.
Advirtiendo la escasa atención que se presta a las conveniencias y necesidades del visitante y la relevancia otorgada a las circunstancias de orden empresarial, resulta inevitable concluir que se trata de un museo (uno más) concebido para “inflar el sector terciario” y para facilitar que doña Esperanza (“la Espe” en dicción castiza), esa ilustre heroína, salga en Telemadrid inaugurando eventos culturales con cierta frecuencia. De nuevo aparecen en mi imaginación imágenes inconvenientes...

No obstante, a pesar de un planteamiento en apariencia tan mezquino, merece la pena viajar hasta Móstoles para disfrutar del edificio y para enfrentarse con una exposición de vídeos ideal para desarrollar criterio, porque junto a algunos de manifiesta calidad, otros son impropios de principiantes... aunque los firmen autores acreditados por ciertos "especialistas".

De vuelta en casa, me asaltó la sospecha de si aquella mujer joven, que contemplaba Middlemen, no sería la mismísima señorita Pepis...

domingo, 23 de noviembre de 2008

La gran cola

Por Ignacio Navas

El otro día, fui a la exposición “mujeres en plural” en la Fundación Canal y me topé con una cola realmente gargantuesca, daba incluso la vuelta a la calle (tipo las que se forman para comprar la Wii, el iPhone…). Entonces me di cuenta de para que era esa gran cola: La exposición de Star Wars de la misma fundación Canal.
Al entrar en la exposición fotográfica, gratuita y en un espacio más pequeño (el mismo donde se hizo la exposición de Duane Hanson), lo primero que saltaba a la vista es que no se estimaba que recibiera tantas visitas, y eso que la fotografía suele tener mucho tirón.
Al salir me pregunté: ¿Estas exposiciones ayudaran a que la gente vaya a otras exposiciones artísticas? ¿O el arte será expulsado a favor de estas exposiciones?
Claro, exposiciones como la de Star Wars, o la que hicieron de Chaplin en el CaixaForum, parece que tienen mucha mas acogida (hacen mas taquilla) que otro tipo de exposiciones, aunque habrá que esperar a las cifras para compararlas con la que hubo con la del amigo Picasso.
Está claro que los museos no van a desaparecer, ni el Reina Sofía ni el Prado van a dejar de acoger cuadros a favor a la ropa de Obi-Wan Kenobi o (quien sabe) la colección de guitarras de Slash.
Pero esta claro que la exposición de fotografía estaba en la sala pequeña… ¿Que pasará al final con todas estas instituciones privadas que generan una parte interesante de la oferta cultural de Madrid?

Ilustración, Liberalismo y torpeza museística

Esta mañana “tocaba” pasear por suelos de utilidad regia, porque en el Palacio de Oriente han organizado una exposición con el título “Ilustración y Liberalismo”, que en este caso no ha sido posible gracias al auxilio de un banco, sino de la Fundación Rafael del Pino, estrechamente vinculada a la empresa constructora Ferrovial.
“Comisariada” por Emilio La Parra, Carlos Sambricio y José Luis Sancho, nos ofrece la posibilidad de recorrer algunas de las circunstancias culturales de los años comprendidos entre 1788 y 1814, dejando a un lado la manida "Guerra de la Independencia", apenas perceptible...
Lo más interesante: el repertorio de pinturas, las láminas de Piranesi, los proyectos homologables a la arquitectura utópica europea y los objetos de ambientación. Lo mejor: el retrato de José I, obra de Francois Gerard... Noto en mí la pervivencia del espíritu afrancesado... ¿Será grave?
Lo más exótico: la actitud de una “vigilanta”, empecinada en forzar el recorrido de las distintas salas sin la posibilidad de regresar a la precedente; según las instrucciones que ella había recibido de su superior, los visitantes estan obligados a circular según la dirección de la visita y, en consecuencia, si desean regresar, deben salir y volver a entrar. Como es habitual en el Patrimonio Nacional, la protección de las exposiciones corresponde a “vigilantes uniformados” (con aspecto de guardias jurados), poco versados en los protocolos culturales, seguramente aleccionados para tratar a los visitantes con atenciones "estabularias"...

domingo, 16 de noviembre de 2008

¿Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía?

Vía correo electrónico me han llegado noticias inquietantes: en ambientes irreverentes se está valorando la posibilidad de proponer que el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía pase a llamarse Museo Nacional de Arte Contemporaneo... Sin más. Supongo que ello responde a la respuesta que esos sectores dan a las declaraciones recogidas por Pilar Urbano... Y es que aquí enseguida cambiamos el nombre de las cosas, acaso creyendo que las palabras tienen cualidades mágicas.

Nancy Spero. Disidanzas

El MNCARS nos presenta una “gran retrospectiva” de Nancy Spero... La muestra recoge obras polarizadas, sobre todo, por los dos focos que han movido sus preocupaciones creativas: ”la guerra” y el “problema mujer”, asuntos ambos demasiado complejos para afrontarlos con elementos estéticos asaz elementales... Desde mi punto de vista, sus obras no están a la altura de las referencias literarias o los “hechos” que le sirven de referencia y, en consecuencia, “funcionan” como simples propuestas formales, entre las que destacan los elementos de inspiración arqueológica o etnográfica.
Vera, esta exposición es para que te luzcas...

¿Representar la realidad o crear realidad? La invención del siglo XX. Carl Einstein y las Vanguardias

Francamente me ha sorprendido esta exposición “comisariada” por Uwe Fleckner y coordinada por Rafael García Horrillo, que se exhibe en el MNCARS. Desde la personalidad polifacética de Carl Einstein , autor de uno de los libros más influyentes del siglo XX en asuntos estéticos (El arte del siglo XX, 1936), se nos ofrece un paseo por las vanguardias históricas con atención muy especial a los artistas nacidos en España y a aquellos otros que, directa o indirectamente, se ocuparon de las circunstancias históricas españolas. El propio Carl Einstein participó en la Guerra Civil junto al anarquista Buenaventura Durruti, acaso para dar testimonio de un compromiso político forzado por las circunstancias. Recordemos que para Hitler y para Franco, las vanguardias eran “arte degenerado”.
Y aunque hoy no es demasiado original relacionar algunas de las corrientes vanguardistas con el arte africano, sigue teniendo interés contemplar la colección de obras de ese tipo que se presentan junto con las obras de Picasso, Miró, Leger, etc.
En definitiva: exposición sumamente recomendable, incluso para los más escépticos.

Beautiful Losers en La Casa Encendida o tomar lo particular por el todo

“A principios de los 90 un grupo de artistas norteamericanos provenientes de un entorno familiar humilde, sin estudios de arte ni diseño y con el DIY (do it yourself) como principio vital, formaron una de las generaciones más brillantes aparecidas en Estados Unidos en las últimas décadas. Se hicieron llamar Beautiful Losers y juntos iniciaron un estilo artístico que no era más que un reflejo de su propio estilo de vida. Influenciados por la subcultura juvenil del skate, graffiti y música independiente, promovieron una nueva forma de comunicarse basada en el uso variado de soportes urbanos pero siempre bajo un mismo léxico iconográfico, una misma estética común. Eran pintores y grafiteros, artistas multimedia y directores de videoclips, todos ellos creadores de imagen que han desarrollado un estilo personal y único, elevando estas manifestaciones callejeras a la categoría de arte.
Entre estos están muchos de los artistas que participan en esta exposición: Barry McGee, Thomas Campbell, Cynthia Connolly, Evan Hecox, Jo Jackson, Chris Johanson, Harmony Korine, Geoff McFetridge, Ryan McGinley, Ryan McGinness, Terry Richardson, Clare E. Rojas, Ed Templeton, Romon Yang, Tobin Yelland, Glen E. Friedman, Ari Marcopoulos, Raymond Pettibon.”
Así reza el texto que presenta la exposición en la página correspondiente de Internet.
Y en la ficha que podemos recoger a la entrada se nos dice que la exposición está compuesta por ...”todo tipo de formatos, de recursos y de estilos en una referencia explìcita a la calle, al arte y la música actuales, en definitiva, una celebración de la cultura urbana”.
Si lo que recoge esta exposición es lo que dicen quienes gestionan las actividades de La Casa Encendida, yo y la inmensa mayoría de quienes circulamos por la calle, no formamos parte de esta “cultura”... Y deduzco que quienes realmente forman parte de ésta son aquellos que se dedican a “decorar” las paredes urbanas con lo que les sale de los cojones, porque les sale de los cojones... De acuerdo con ello, propongo que se deje de hablar de graffitis y se utilice un término más apropiado: “arte cojonario” o “arte cojonero”... A partir de ese genérico, se podrían organizar subcategorías más operativas. Tajs cojoneros, Buble Letters cojoneros, Throw Ups cojoneros, Wild Style cojonero, etc. También se podría hablar de pintura mural urbana y, dentro de ella, de Tajs no agresivos, Buble Letters no agresivos, etc. A partir de ahí, los ciudadanos ya nos encargaremos de seleccionar las mejores obras de unos y otros grupos para elevarlas al Olimpo del arte... como, de hecho, ya está sucediendo con Banksy e, incluso, con algunos de los "creadores" recogidos en la exposición... ¿No lo he dicho? En la exposición existen obras particularmente interesantes.

sábado, 15 de noviembre de 2008

Aranjuez, 15-11-08


Las exposiciones del Museo del Prado: Rembrandt y las piezas del Albertinum

Esta tarde hemos recorrido las dos exposiciones que ofrece el Museo del Prado... El arte no tiene precio, pero la entrada “vale” 8 € “de vellón”. Superadas las surrealistas dificultades derivadas de las nuevas instalaciones (esperar cola en el exterior, pagar, salir, volver a entrar, superar un primer control, pasar por el detector de metales y explosivos, volver a pasar por el arco porque se activan las alarmas a causa de una cremallera y, por fin, otro control más en el acceso a las salas de exposiciones temporales) nos encontramos con una multitud comparable a la que hallaríamos un sábado por la tarde en Carrefour. Por fortuna, en este caso nos rodeaban personas de aficiones comunes y preocupaciones comparables y, francamente, se notaba enseguida: olía a buen gusto, a emoción contenida, a sensibilidad. ¡Qué éxtasis! ¡Cuánto placer! Deambular en tan grata compañía en un ambiente de clímax singular e irrepetible... Salimos traspuestos, proyectando halos luminosos como angelotes de Murillo...
Lo mejor: la Artemisa... La exposición no está mal, teniendo en cuenta las pocas obras que es posible contemplar en Madrid de este interesante pintor; si no fuera por ello... Poco jamón de Jabugo entre muchas berzas.
Para completar el periplo, amortizar el gasto del aparcamiento y rentabilizar la entrada, recuperados del síndrome de Stendhal, nos encaminamos a disfrutar de la exposición Entre dioses y hombres, con 46 esculturas grecolatinas del Albertinum de Dresde y otras 20 más del propio museo. Por fortuna, el ambiente “carrefoureño” no llegaba hasta el edificio Villanueva y hasta era posible pasear con tranquilidad, a ritmo de Musorgski y no de "Paquito el chocolatereo", entre las reliquias de hace más de 1600 años. El montaje es, a mi juicio, magnífico; las obras, de gran calidad. Francamente, merece la pena afrontar la penitencia que los gestores del Prado imponen a quienes pretendemos pecar contra la ascesis estética.

viernes, 14 de noviembre de 2008

Algo huele a podrido en Ginebra

Las cosas se pueden hacer bien o mal... ¿A qué brillante político o funcionario se le ocurrió pagar el “trabajo” de Barceló mediante una partida de connotaciones tan sensibles? ¿He dicho “trabajo”? ¿La creación artística puede considerarse trabajo? Es sabido que el arte “no tiene precio”... por consiguiente, acaso hubiera convenido reconocer los desvelos de Miquel Barceló con un homenaje público al que se sumaran quienes lo creyeran oportuno. Pero “pagarle” con dinero procedente, en parte, de los Fondos de Ayuda al Desarrollo es, simple y llanamente, una estupidez, que sumar a la ya abultada lista de arbitrariedades y torpezas que el ejecutivo español ha reunido en sus esporádicas aproximaciones al universo estético. Y para arreglarlo, el Ministro de Exteriores se ha escondido tras la “discreción” que requieren “estos asuntos”; la misma discreción esgrimida cuando "se gestionó" la ¿compra? de la colección Thyssen y cuando "se acordó" la implantación de la Fundación Solomon R. Guggenheim en Bilbao. Señor ministro, en un sistema democrático, la discreción es virtud si no compromete el dinero de los contribuyentes; en caso contrario, la discreción es alcahueta de la corrupción. Por más que se aplique a la “ornamentación” de una sala que se llamará “de los Derechos Humanos y de la Alianza de las Civilizaciones": Si las cuentas no son públicas es inevitable pensar que se desea esconder algo... y, por lo general, se esconden las vergüenzas.
Para finaciar el proyecto global, que comprende toda la configuración y equipamiento de la sala, el Ministerio de Asuntos Exteriores propició la constitución de la fundación Onuart, en la que participan Miguel Zugaza, Manuel Borja-Villel, Yago Pico de Coaña y Juan Antonio Samaranch y trece importantes empresas españolas: Repsol, Telefónica, Agbar, La Caixa, Indra, Grupo Santander, Galería Art Gaspar, Hotetur Club, Caixa Cataluña, Mutua Madrileña, Caja España, Caixa Galicia y Cajasol. Al parecer, el gasto total, aportado entre el Estado Español y el capital privado, alcanzó los 20 millones de euros. ¿Qué parte le ha correspondido a Barcelo?
A las preguntas de los periodistas, el pintor ha respondido con vaguedades: «No he leído lo que se ha publicado, pero me perturba tener que hablar de cosas que no me corresponden a mí. Se han dado y estoy seguro de que se darán todas las explicaciones» (...) "Es estupendo que las empresas españolas y el país inviertan en arte. Sé que hay cosas más urgentes. Vivo en África y lo sé. Pero es muy fácil hacer demagogia». Cuando le preguntaron por la cuantía del presupuesto inicial, espondió: «Nunca me pasé de presupuesto. No dije nunca «se me ha acabado el dinero»
El arte no tiene preció, pero ¿cuánto se ha pagado? ¿A quién o a quiénes? ¿Han existido comisiones o intermediarios? ¿Qué gastos de los personajes involucrados se han "cargado" al proyecto en cuestión?


Por la parte estética... Barceló ha mencionado el carácter metafórico sobre la pluralidad cultural... los componentes de “performance” del proceso creativo, sus concomitancias forzadas con la Capilla Sixtina, las relaciones con Borges (El libro de arena)... el dripping contra la gravedad.
Para los escépticos de lengua viperina, no es sino un gran montaje escenográfico, casi fallero, una cueva kárstica multicolor, con todas las formas accidentales que se nos ocurran... Imagino al cicerone de turno, con puntero láser, señalando la forma caprichosa de una estalactita para hacernos ver a la Virgen del Pilar... o al ajatolah Jomeini, como en la cueva de Nerja.
Aunque no podremos tener criterio sólido sin contemplarla directamente, algo tengo claro: no me gustaría trabajar allí... por si se descuelga alguna estalactita...

domingo, 9 de noviembre de 2008

Fundación Juan March: La ilustración total. Arte conceptual de Moscú 1960-1990

Estoy tan acostumbrado a visitar exposiciones bien presentadas en la Fundación Juan March, que lo visto hoy me ha producido un desagradable trauma (también existen “traumas agradables”). Es sabido que el visitante a una exposición de arte contemporáneo debe documentarse previamente sobre lo que verá... Pero jamás imaginé que fuera necesario aprender árabe, turco, ruso a cualquier otro idioma exótico...
Tirón de orejas enérgico para los organizadores de la exposición, porque han invertido las expectativas implícitas en el término “conceptual”. Si es “arte conceptual, lo más relevante está en el discurso argumentativo implícito en la obra o en su “periferia”, que solo podremos conocer, siquiera superficialmente, “entendiendo” los textos asociados a las obras... Para ello deberemos adquirir el “catálogo” porque de otro modo, la visita estará obligada a un diálogo de sordos y a contemplar y, en su caso, valorar los aspectos “formales” que, en el contexto conceptual, son cualidades frecuentemente irrelevantes. Se salvan de esa carencia unas pocas obras con textos en inglés, algunas más aceptablemente ambientadas y las visitas guiadas gratuitas de los miércoles (de 11.00 a 13.30) y los viernes (de 16.30 a 19.00), que seguramente subsanarán las anomalías...