lunes, 24 de junio de 2019

Los capiteles del Baptisterio Neoniano de Rávena

Como casi todos los edificios antiguos de Rávena, el Baptisterio Neoniano ha llegado a nuestros días en aceptable estado de conservación, por supuesto, condicionado por las muchas intervenciones más o menos agresivas impuestas por el paso del tiempo y por las circunstancias edafológicas, que lo han hundido un metro desde la situación inicial. Obviamente, esos movimientos "naturales" debieron inducir alteraciones estructurales que hubieron de ser compensadas de algún modo. Por fortuna, dado el modo de "trabajar" de los elementos estructurales, no creo que fueran necesarias alteraciones que afectaran al "funcionamiento" de capiteles y cimacios, que definen los objetivos preferentes de este blog.

RABN01
El Baptisterio Neoniano o "de los ortodoxos", fue construido a partir de la primera mitad del siglo V, y por consiguiente determina un jalón muy relevante para conocer las pautas evolutivas del ornato arquitectónico ravenático que, como veremos enseguida, cambiaron radicalmente pocos años después.
Desde lo que indican las propias piezas, parece que en este pequeño edificio continuó la tradición de emplear elementos procedentes de edificios anteriores, con algún matiz de particular interés... 

Los capiteles de la zona inferior 

A su vez, integran dos grupos formados, respectivamente, por dos capiteles corintios asiáticos (o corintios de hojas asiáticas) y seis más compuestos (más uno "suelto").
Los corintios asiáticos ofrecen una modalidad relativamente evolucionada, aún con dos coronas de hojas, en la que destacan la carencia de conjunto axial y el tipo de acanto, de folíolos sumamente agudos con ojales de cierto tamaño. Completan la configuración el kalathos, de concepción volumétrica irregular, pero perfectamente marcado, un ábaco de gran espesor con molduración central, que lo recorre en todo el perímetro, y volutas de escaso desarrollo.
Los capiteles de este tipo suelen fecharse entre los siglos III y IV y tal vez, la existencia de éstos de Rávena debiera replantear esa clasificación o enfrentarnos a un proceso de reutilización que debiéramos valorar mejor como rapiña.
Por supuesto, cabe formular la hipótesis de que estos dos capiteles fueron tallados al efecto, en los alrededores del año 400, que es cuando está documentado el comienzo de los trabajos del Baptisterio. Pero la falta de relación entre los diámetros del cesto y los de los fustes asociados y lo que veremos enseguida sobre los cimacios, determinan otra dirección.

RABN03
Es muy interesante comparar el capitel RABN09 con los dos anteriores. Está en posición invertida y, desde tiempo inmemorial, cumple funciones de soporte.
Cuenta con algunas cualidades que nos remiten a asuntos tratados en este blog con cierta regularidad. Es un capitel de cuatro hojas angulares y volutas en V; pero además, cuenta con una cruz de tramo vertical sumamente largo, circunstancia no extraña en Rávena. Ofrece alusión al kalathos, mediante un fragmento de cono de diámetro escaso para lo que implica el volumen global. También son interesantes las volutas de diseño alabeado con remate helicoidal y anchura desmesurada. El ábaco tiene curvatura de cierta entidad y está ornado en el frente con un sogueado grueso que podría interpretarse como serie de hojas a 45 º. La cruz, de escaso volumen, ocupa la cartela y la zona visible del kalathos.

RABN09
A la hora de catalogarlo, debemos tomar en consideración el tipo de acanto, perfectamente integrables entre las fórmulas bizantinas más tempranas. Farioli (Corpus della scultura paleocristiana bizantina ed altomedievale di Ravenna, III. La Scultura architettonica, Roma 1969; nº 21) lo situaba a finales del siglo V y lo relacionaba con uno de San Francisco que, en realidad, tiene dos coronas de hojas, pero en una de sus caras presenta una cruz en disposición similar.
Aunque la relación existe, es importante indicar que los acantos de este capitel componen series de cuatro folíolos, mientras los capiteles de San Francisco suelen ser de tres y de tratamiento escultórico más tosco. Ese detalle le relaciona con los dos "asiáticos" del propio Baptisterio.
Piezas como ésta arrojan luz sobre el proceso evolutivo de esta modalidad de capiteles, a la que me referí en una entrada dedicada a un grupo de capiteles sevillanos.
En consecuencia, pudo haber pertenecido a un edificio más refinado que la iglesia de San Francisco (la de finales del siglo V, por supuesto) o bajo ideas más próximas a las tradiciones romanas. Entiendo que en este caso se debería abrir la horquilla de adjudicación a todo el siglo V, para no cerrar la posibilidad de que estemos ante un precedente "antiguo" de lo que serán las fórmulas estrictamente bizantinas. Aquí si sería factible hablar de "capitel protobizantino"...

Frente a lo que suscitan los capiteles asiáticos, los seis capiteles compuestos han de proceder de edificios romanos construidos muchos años antes...
El RABN02 ofrece una modalidad estructural dependiente de fórmulas del siglo I, con palmas en la fila inferior y acantos en la superior. Sin embargo, aunque la erosión dificulta valorar con precisión ese detalle, los ojales son demasiado alargados, según usos del siglo II.
Hacia el año 100.

RABN02
El RABN05 tiene la peculiaridad de carecer de "tallos mediales" y los remates correspondientes. Los acantos cuentan con folíolos anchos y ojales definidos mediante trepanación profunda y desarrollo lineal alargado, asimismo, en fórmula habitual durante el siglo II.

RABN05
Los capiteles RABN04, RABN06, RABN07 y RABN08 ofrecen un modelo común, en el que destaca un detalle inusual: la existencia de dobles discos en algunos de los ángulos. Por lo demás, el resto del ornato nos remite al siglo II.

RABN04

RABN06

RABN07

RABN08
Los capiteles altos (jónicos)

Son capiteles de concepción sencilla y leves modificaciones de unos a otros, de manera que no indican heterogenidad de origen clara. No obstante, teniendo en cuenta lo que sucede en el piso bajo, no sería descabellado suponer que también son reutilizados, incluso sabiendo que la cubierta actual es obra de la reforma de Neone, poco después del año 450. En ese sentido son sumamente explícitos los relieves de las ménsulas, ya con cruces similares a las del capitel RABN09 y con ornato de ápices netamente "bizantinos".
También es relevante tener en cuenta que en "tiempos bizantinos" lo normal es que los capiteles jónicos se tallen conjuntamente con los cimacios y en este caso se tallaron por separado. Para orientar un poco más la situación existe un capitel del mismo tipo (RBN26) que se ha empleado como soporte de una cruz, de manera que es fácil apreciar sus cualidades con cierto detalle.
Aunque Deichmann y Farioli (entre otros) los consideraron del siglo V (tercer cuarto), entiendo que hay razones poderosas para considerarlos reutilizados. Además de las ya mencionadas, varios autores los han juzgado como capiteles "occidentales", ajenos a la estética bizantina del siglo V, bien acreditado en el propio Baptisterio. Además, no tienen otro relieve que el encintado doble de las volutas; en consecuencia, es posible que fueran concebidos para ser pintados.
En definitiva, entiendo que lo más probable es que también los capiteles jónicos sean reutilizados, aunque en este caso, por las razones mencionadas muchas veces, no me atrevo a proponer una cronología más que a modo "intuitivo": Podrían ser del siglo IV...

Capitel jónico RABN10 con cimacio y ménsula.

RABN17

RABN25

RABN26

Los cimacios

El desajuste entre los capiteles y los cimacios en la parte baja, permite plantear la posibilidad de que también éstos sean piezas reutilizadas. Todos ellos tienen la misma estructura geométrica definida mediante dos lajas prismáticas y estrechas en la parte superior e inferior y un falso tronco de pirámide invertido entre ambas, dado que la sección ofrece forma de S alargada. Las dos zonas prismáticas carecen de ornato mientras que la parte troncopiramidal está recubierta con serie de hojas grandes, con tres foliaciones por lado y palmas de acanto de hojas bastante alargados en las esquinas. La relación con los cimacios de San Juan Evangelista (primera mitad del siglo V) parece clara, aunque en los del Baptisterio de los Ortodoxos no existen símbolos cristianos y en los aquella no hay relieves en todas las caras.
Por otra parte, me parece significativo que los cimacios de ambos edificios sen tan diferentes: los de San Juan son de sección recta y se acoplan a los capiteles retranqueándose para dejar a salvo de las cargas las zonas angulares, es decir, las partes más débiles. En contraposición, los cimacios del Baptisterio de los Ortodoxos ocupan todo el ábaco y, en algún caso, lo sobrepasan. A mi juicio, ello  garantiza que fueron reutilizados y que ellos u otros similares, que existieran en edificios antiguos, pudieron servir de referencia para las fórmulas ornamentales documentadas en el propio Baptisterio y en la iglesia de San Juan.
Desde la relación que existe entre los dos capiteles corintios y los cimacios, es tentador ponerlos en relación y situar su talla durante los siglos III-IV. En todo caso, ayudarían a concretar la evolución formal de los acantos que veremos durante los siglos V y VI.
No sucede lo mismo con las ménsulas, que presentan ornato más evolucionado que el de los cimacios de San Juan Evangelista y que, por lo tanto, podemos situar en la segunda mitad del siglo V.

RSGE05. Capitel y cimacio de San Juan Evangelista, Rávena
Para finalizar

Desde la estrecha relación que hay entre la iglesia de San Juan Evangelista y el Baptisterio Neoniano, podemos hacernos una imagen bastante nítida de lo que pudo ser la ornamentación arquitectónica ravenática durante la primera mitad del siglo V.
Por otra parte, el Baptisterio de los Ortodoxos también se presenta como obra de transición que ayuda a entender la génesis de las fórmulas ornamentales a partir de los años centrales del siglo V, acreditadas en la parte superior del Baptisterio.
Por supuesto, a efectos generales, deberíamos tener muy presente lo que durante estos mismos años estaba pasando en el resto de las ciudades importantes del Imperio Oriental (Constantinopla, Salónica, Atenas, Alejandría, etc,) donde estaba conformándose la estética bizantina, de la mano de los fenómenos culturales acaecidos en tiempos de Teodosio II (402-450), que en la actualidad son objeto de debate (F. Millar, 2006). Desde la contemplación de los restos de ornamentación arquitectónica de la época, el problema se aclara, como veremos en una estrada próxima. Si durante el siglo V en Rávena aún se aprecia con claridad el poso de la cultura romana, especialmente en San Juan Evangelista y en el Baptisterio de los Ortodoxos, .también se deja sentir, cada vez con mayor fuerza, la influencia de los valores griegos (orientales).

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