viernes, 14 de febrero de 2014

Descubriendo el V&A

Por Clada

Nunca había estado antes en un museo como el Victoria & Albert de Londres. Al menos no de estas dimensiones. ¿Qué es lo que se expone en él? Puedes encontrar desde escultura renacentista y neoclásica, pintura de Constable y Turner, dibujos, fotografía… hasta arquitectura, diseño, y artes decorativas de todo el mundo. Es uno de los más grandes centrado en esto.
Llego un lunes a medio día. El hall es diáfano y aunque hay gente no es excesiva. Hay algunos turistas, pero sobre todo se nota la presencia de grupos escolares. Me gustaría saber más sobre la arquitectura de este edificio que parece tan heterogénea, y aunque hay una visita guiada gratuita decido recorrerlo por mi cuenta. Tengo poco tiempo y mucho que descubrir y entender de su colección. Hay varios puestos de información bajo unas lámparas de diseño contemporáneo creadas por escultor Dale Chihuly, que contrastan con la apariencia del resto de la sala. Luego me doy cuenta de que esta mezcla pasado-presente se repite constantemente.


 La visita es gratuita salvo para una de las temporales enfocada al diseño de moda. A la derecha, sin acabar de desligarse del lugar de recepción, está la exposición dedicada al Renacimiento y la Edad Media, y al arte de Extremo Oriente. En estas primeras hay sobre todo estudiantes dibujando en sus blogs.
Nunca he visto antes tantas piezas provenientes de China, Japón, Corea. Como es una novedad para mi, son las que captan primero mi atención. Cada sala la encuentro en sí cuidadosamente diseñada. No hay mucha gente, y pese a estar lleno de vitrinas se recorren cómodamente. Los paneles son claros y creo que se adecuan a alguien sin mucha idea como yo. Pero parecen una introducción insuficiente para entender en contexto los elementos que ves a continuación, que se disponen sin mucha lógica.
En las plantas superiores hay varios espacios orientados al diseño y las artes aplicadas en Gran Bretaña, y otros a presentar diferentes materiales y formatos: joyería, metal, cristal, cerámica… también una sala donde se explican diversos procedimientos técnicos de escultura (elaboración de moldes, modelado…). No me sorprendió que la mayoría de visitantes fueran estudiantes. Londres cuenta con gran cantidad de escuelas de arte, y no solo dedicadas a las bellas artes, también al diseño y otras materias relacionadas. Me parece que este museo es de especial interés para todo este colectivo.


En las salas que contienen pintura y dibujo británicos también predominaba la gente especializada. Esta última hace un recorrido por varios autores desde el 1600 hasta nuestros días. Me resultó un poco forzada como exposición, pues la información que dan parece más una excusa para colocar todas estas obras, y en sí no tiene mucho sentido ni es realmente aportadora. Una vez más las obras se presentan totalmente descontextualizadas.  A mi no me importó, en tanto que no impide hacerte con tus propios hallazgos, pero creo que resulta inútil para otro tipo de público. Aunque enmarcadas con cristal estaban bien iluminadas y no era molesto.  
En cuanto a la estructura del edificio, debo decir que me costó encontrar estas galerías. Y hasta llegar a ellas tuve que recorrer pasillos y pasillos con otras cosas. Apenas hay uno sin nada expuesto o con indicaciones, algo que ponga cierto orden y sirva de orientación. Tuve problemas también para dar con el camino que accede a las últimas plantas. De nuevo te ves perdido entre un montón de piezas. Y es que el museo está lleno de cosas valiosas, pero la colocación es caótica y es difícil entender el contenido, encontrar. El mapa con el que cuentas tampoco es de mucha ayuda.


Decidí acabar mi recorrido visitando la colección de fotografías, que era mi objetivo principal por los autores que sabía que presentaba. Pero desafortunadamente estaba temporalmente cerrada. No obstante me dirigieron a la planta inferior donde había una temporal que no se encontraba señalizada en el mapa. Esta no tenía nada que ver con el resto de permanentes. Era pequeña, aislada, con una narración curatorial mejor construida. Por lo que pude ver este tipo de exposiciones más concretas no suelen ser a las que acude la mayoría del público, lo que es una pena, pues creo que se están perdiendo parte de la esencia del museo y sus posibilidades.
A pesar de las dificultades salí de allí satisfecha. Con una idea algo más clara de la institución, que era a lo que aspiraba. Alberga manifestaciones muy distintas, da espacio a algunas que en otros lugares pueden resultar marginales y minoritarias, tiene una buena colección de obras de distintos momentos históricos a la vez que se actualiza con exposiciones temporales que permiten la presencia de autores contemporáneos… Las galerías están adaptadas, y aunque a veces la iluminación no es adecuada creo que es muy difícil cubrir formatos tan diversos. También hay un esfuerzo por ampliar el contenido y ofrecer al espectador una interacción mayor con la exposición. En casi todas las estancias hay lo que llaman “study rooms” con libros y ordenadores con los que localizar piezas en concreto y profundizar en otros detalles a través de imágenes digitalizadas y textos.
Si bien, como ya he dicho, a veces falla en lo pedagógico y te sientes desatendido ante tanto y tan mal comunicado. Te da la sensación de estar frente a cientos de escaparates que no eres capaz de hilar.


También cuentan con una buena biblioteca, otras actividades formativas, artistas en residencia de variada procedencia profesional, open studios para conocer lo que están haciendo allí que son gratuitos… ¡habrá que volver a conocerlo!

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