miércoles, 5 de noviembre de 2014

El museo de Bellas Artes de Bilbao

Tras las reformas urbanísticas de los últimos años, el museo, que estaba en un "límite difuso" de la antigua ciudad de Bilbao, ha quedado en una zona especialmente privilegiada, casi en uno de los centros geométricos de la elipse definida por el meandro de la ría de Nervión.
Es un museo con parte antigua y parte nueva, de cualidades muy condicionadas por dicha articulación. Es curiosa la forma de tratar la fachada antigua, casi como si se tratara de una reliquia... El resultado actual es fruto de una intervención del año 2001.
La parte antigua, con espacios de diversa altura y sistemas de iluminación combinados mediante lucernarios altos y luz artificial, aún ofrece carencias que se aprecian especialmente en las salas de menor altura, con flujos lumínicos heterogéneos, que acentúan la escenografía pero incomodan la contemplación. En contrapartida, las zonas nuevas muestran áreas muy bien resueltas en ese aspecto.


El museo contiene una interesante colección, centrada como es habitual en los museos provinciales, en lo realizado en las proximidades regionales, y en obras de especial significación para el desarrollo de las ideas estéticas, aunque fueran realizadas por manos de lugares lejanos.
Entre lo más curioso, acaso destaque la serie "cosmogónica" de Néstor Basterretxea, realizada entre 1972 y 1975, reflejo de la voluntad por recrear una "mitología abstracta" que, a su vez, sirviera para dar fundamento a los resortes más profundos del "alma vasca"... Confieso que me interesan más estas obras que las otros autores más celebrados.


Es destacable la voluntad de sus gestores por emular a los clérigos peseteros mediante una política sumamente restrictiva en asuntos iconográficos. Prohibena la realización de fotografías en el interior del museo, en términos mucho más radicales que en el Guggenheim. Ni tan siquiera permiten entrar con las cámaras en la mano. Si visitamos la web del museo enseguida encontraremos la "justificación" de tal actitud; en ella aparecen las "normas" habituales en los museos... más una:

"Los derechos de propiedad intelectual y reproducción limitan la libre difusión de imágenes de las obras de arte: no está permitido hacer fotografías o filmaciones dentro del museo."

Y la misma política se refleja en el diseño de la web, concebida para que no se puedan copiar las fotografías directamente; quien desee obtener imágenes está obligado al socorrido procedimiento del pantallazo... ¡Qué ganas de ofrecer mala imagen! ¿Por no dejar en mal lugar al señor Zugaza...?
También pude advertir que al menos algunos vigilantes, uniformados con rigor policial, son muy sensibles a las conversaciones. Al parecer, están aleccionados para imponer el silencio monacal que corresponde a la actitud contemplativa de los fieles. ¿Los museos no deberían ser también centros de recreo? ¿O el recreo ha de quedar sólo para la cafetería y los jardines exteriores?


Me hizo gracia la manera de resolver la sujeción de una obra de Chillida colocada en el jardín exterior de la zona "nueva", mediante perfiles metálicos que alteran substancial e incongruentemente sus cualidades plásticas. No acabo de entender que este escultor no asumiera la imposibilidad de aislar visualmente un objeto de su entorno... La misma anomalía que en el museo de escultura al aire libre del puente de Eduardo Dato en Madrid.

El día que lo visitamos también era posible contemplar una exposición de pintura hiperrealista (1967-2013), mucho más concurrida que el resto de las salas del museo...

"Esta exposición constituye la primera gran retrospectiva europea del movimiento hiperrealista y reúne 68 obras procedentes de diversas colecciones realizadas por los miembros más representativos de este estilo pictórico, desde sus inicios en Estados Unidos a mediados de la década de los años sesenta hasta su posterior desarrollo internacional, que llega hasta nuestros días. Se exhiben pinturas de 34 artistas a partir de la primera generación de maestros norteamericanos –John Baeder, Tom Blackwell, Chuck Close, Don Eddy, Richard Estes o Ralph Goings, entre otros– hasta diversos pintores actuales."

Eché en falta demasiados nombres...  pero supongo que "doctores tiene la Santa Madre Iglesia" ...

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