domingo, 20 de noviembre de 2011

David contra Goliat. El poder de los blogueros

Pablo Herreros Laviña, empresario, bloguerro, colaborador de RNE y mil cosas más, ha conseguido bloquear uno de los programas "estrella" de Tele 5. Gracias a su iniciativa de vincular las marcas anunciantes a la entrevista de la madre de un delincuente, ha conseguido la retirada de todas ellas. En consecuencia, La Noria se emitió ayer sin publicidad. Teniendo en cuenta la política de esa cadena, cuyo gestor tiene clarísimo que su actividad fundamental es la publicidad (Paolo Vasile explica que no hace tele para los espectadores, sino para los anunciantes), es previsible alguna medida "rectificadora", aunque el hecho ha suscitado la adhesión de otros medios afines, que entienden la acción de Pablo Herreros como una intromisión intolerable contra la "libertad informativa" y la "libertad de expresión".
La iniciativa de Pablo Herreros se concretó en una carta dirigida a las marcas, que ofreció a la adhesión pública. En el momento de escribir estas líneas, la han firmado casi 32.000 personas y la Fiscalía de Sevilla ha solicitado que el pago de Tele 5 se dedique a compensar los gastos generados por el delito.

La carta:

Estimados señores:
Su empresa es una de las que ayer, sábado 29 de octubre de 2011, patrocinó el programa La Noria, de TeleCinco, en el que se entrevistó a Rosalía García, madre de ‘El Cuco’, uno de los implicados en la violación, muerte y desaparición de Marta del Castillo.
Esta mujer no sólo tuvo voz para defender a su hijo y ahondar el dolor de la familia Del Castillo, sino que se lucró gracias al crimen por el que su hijo ha sido condenado como encubridor. Se desconoce el importe exacto (entre 9.000 y 10.000€ según lo publicado en varios medios), pero se sabe que cobró por su presencia en La Noria.
Que el familiar de un delincuente gane dinero en televisión a costa del delito perpetrado, es una de las perversiones de valores más indeseables para nuestra sociedad. Programas como La Noria transmiten así el mensaje de que el mal te proporciona popularidad y beneficios económicos; que la inmoralidad es una conducta provechosa.
Su marca fue una de las que más veces se anunció ayer durante este programa, por lo que contribuyó directamente a financiar esta inmoralidad que revuelve el estómago a gran parte de la sociedad española.
Somos conscientes de que los anunciantes no siempre eligen deliberadamente patrocinar un programa, sino que muchas veces compran un número determinado de anuncios en una cadena o franja horaria, sin pedir específicamente que se emitan en dicho programa.
No obstante, cada anunciante siempre tiene la opción de exigir que sus anuncios NO se emitan en un programa concreto. Y como estamos seguros de que ustedes también reprueban sucesos tan repugnantes como los de ayer, y de que no quieren que la imagen de su marca sirva para financiar y apoyar a los criminales y sus familias, les pedimos:
Que pidan perdón por haber financiado involuntariamente un contenido televisivo tan inmoral.
Que no vuelvan a anunciarse en La Noria ni en ningún otro programa que pague a delincuentes o a su entorno cercano por ir a hablar de su delito.
Si no se adhirieran a nuestra propuesta, seguiríamos exigiéndoselo en adelante y promoveríamos un boicot de sus productos. Pero estamos seguros de que ustedes son los primeros que no quieren arropar con sus marcas hechos tan lamentables y tan dolorosos para las familias de las víctimas, como la de Marta del Castillo y tantas otras que han pasado por experiencias similares. Esperamos con ilusión su respuesta.
Reciban un saludo muy cordial
.

¿Acción contra la libertad informativa o de expresión? Entiendo que el problema es otro: ¿Es admisible que los medios de comunicación paguen a quien ha cometido un delito o a sus personas próximas por explicar "su punto de vista" sobre "lo sucedido"?
Aunque en España, el poder legislativo se ha distinguido también en este campo por la habitual pasividad clamorosa, algunas entidades relacionadas con la actividad publicitaria han procurado, cuando menos, "salvar la imagen", mediante recomendaciones y "códigos éticos", que restaran fundamento a los juicios generales. Concretamente, La International Chamber of Commerce (ICC) acaba de publicar un "Código Consolidado de Prácticas Publicitarias y Mercadotecnia de la ICC" con indicaciones muy claras en este sentido:

I. Disposiciones Generales en Materia de Publicidad Comercial y Mercadotecnia
Artículo 1 – Principios básicos
Todo mensaje comercial debe ser legal, decente, honesto y veraz.
Todo mensaje comercial debe ser preparado con el debido sentido de responsabilidad social y profesional y debe ser conforme con los principios de la leal competencia generalmente aceptados en los negocios.
Ningún mensaje deberá ser hecho en forma tal que perjudique la confianza del público en la publicidad.
Artículo 2 – Decencia
El mensaje comercial no debe contener declaraciones o presentaciones visuales o de audio que ofendan los estándares de decencia que prevalezcan en el país y cultura donde se difunda.
Artículo 3 – Honestidad
El mensaje comercial debe de ser estructurado de manera que no abuse de la confianza de los consumidores o explote su falta de experiencia o conocimiento.
Los factores que puedan afectar las decisiones de los consumidores deben ser comunicados en tal forma y momento que puedan ser tomados en cuenta por los consumidores.
Artículo 4 – Responsabilidad social
El mensaje comercial debe respetar la dignidad humana y no debe incitar o condonar cualquier forma de discriminación, incluyendo aquella basada en la raza, nación de origen, religión, género, edad, incapacidad u orientación sexual.
El mensaje comercial no debe, sin razón justificada, aprovecharse del miedo, o explotar el infortunio ni el sufrimiento.
El mensaje comercial no debe dar la impresión de condonar o incitar la conducta violenta, ilegal, o antisocial.

El mensaje comercial no debe aprovecharse de la superstición.


Imagen procedente de actuable.es
Aunque estas recomendaciones no están concebidas para el "contexto programático" de los medios de comunicación, parece obvio el interés de los "representantes" del negocio publicitario por quedar al margen de situaciones como las fomentadas habitualmente por Tele 5. Dicho de otro modo: es obvia la contradicción entre los principios de la ICC y los contenidos habituales de cadenas como Tele 5, cuyas prácticas se explican por "razones de audiencia", es decir, por intereses publicitarios. 
Según informa El Periódico, para resolver el conflicto —o al menos, para intentarlo— Giusseppe Tringali (Meiaset) ha convocado una reunión en el Palacio de Congresos de Madrid con la Asociación Española de Anunciantes, para el próximo 30 de noviembre...
¿Estarán contados los días de los programas más populares de Tele 5?
Desde su blog, Pablo Herreros ha cambiado radicalmente el perfil de la cuestión: ya no es un problema de "higiene social" frente a los intereses publicitarios o "informativos" ("derecho de información y derecho de expresión"), sino entre los intereses de las marcas comerciales y la estrategia de Paolo Vasile. Y sospecho que la parte más débil no es Pablo Herreros...
Sea como fuere, incluso contando con la posibilidad de que Pablo Herreros se haya movido por intereses próximos a los de la ICC y entidades afines, debemos alegrarnos y felicitarle si, en un tiempo prudencial,  los medios de comunicación dejan de emitir programas como los que han fundamentado la audiencia de Tele 5, invariablemente inclinados a sintonizar con los impulsos más atávicos de la audiencia.

1 comentario:

  1. A ver si esto trae consecuencias positivas y sirve de acicate para que la gente se mueva por las injusticias. La justicia debe establecer un orden en la convivencia.
    Y a partir de mañana, creo que van a ir apareciendo más motivos para que la gente se movilice. Quizá los blogs puedan servir a esta causa.

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