martes, 24 de septiembre de 2019

Capiteles de la Mezquiota Aljama de Córdoba. 9. Capiteles que probablemente fueron realizados para edificios cristianos

Los restos arquitectónicos de la Mezquita Mayor de Córdoba informan sobre cómo fueron los edificios romanos pero también sobre la naturaleza de las edificaciones que podríamos relacionar con la  expansión del cristianismo. Y en este sentido, si nos olvidamos de las hipótesis tradicionales, que con mayor o menos prudencia tanto han enfatizado las aportaciones “arquitectónicas visigodas”, los datos acumulados en la propia Mezquita componen un caudal informativo profundamente contradictoria con las “hipótesis tradicionales”. Dicho de otro modo: según reflejan los capiteles y cimacios, sólo una proporción relativamente pequeña de ellos pudo ser realizada en momentos relacionados con la expansión del cristianismo: unos pocos de hojas lisas y los que veremos a continuación.

Entre todos los capiteles conservados en la Mezquita del siglo IX no hay ninguno con motivos cristianos o que permitan intuir que los hubo y fueron suprimidos. Apenas unos pocos ofrecen motivos iconográficos —por ejemplo, las veneras— que hubieran tenido cierto sentido en la simbología cristiana, pero sabemos que esos motivos nacieron en el universo helenístico, con cualidades hermenéuticas o iconológicas —en el sentido de Panofsky—, en ocasiones similares. Ello moviliza una situación habitual en este universo y, muy especialmente, en el relacionado con los años de transición de la Antigüedad al Medievo: como de costumbre, debemos contar una carga hipotética relevante que, a su vez, nos obligará a tomar en consideración, más que juicios precisos, propuestas probabilísticas…

Como es natural, este bloque es continuidad de los anteriores. El hecho de presentarlo separado responde a la voluntad de colocarlo en paralelo a los cimacios reutilizados que veremos en otra entrada y que, muy probablemente, fueron realizados para edificios cristianos.

Capiteles derivados del orden corintio con ábaco de brazos rectilíneos

La mezquita contiene tres capiteles derivados del orden corintio, de cualidades afines, encabezadas, a efectos significativos, por los ábacos de escasa concavidad y bordes rectos. También cuentan con dos coronas de hojas de diseño estilizado sobre cesto sensiblemente cilíndrico, caulículos según fórmula convencional de estrías y remate sogueado, volutas de escaso desarrollo volumétrico, con remate en espiral y acompañamiento “vegetal” sumario: Carecen de conjunto axial pero no de “florones”, reinterpretados mediante “flores” de seis pétalos.
Tiene interés la manera de conformar la unión entre las volutas exteriores, mediante muñones redondeados por la parte inferior, sin ninguna concesión a la valoración de huecos.
También merecen ser enfatizada la manera de definir las vénulas de los “acantos” mediante surcos paralelos en forma hiperbólica y los foliolos mediante segmentos cortos levemente apuntados.
No hay alusión al kalathos en la parte superior y los frentes del ábaco, individualizado mediante una acanaladura de cierta entidad, están moldurados mediante incisiones de escasa profundidad, que recorren el perímetro.
No creo que se puedan establecer relaciones claras entre estos capiteles y los corintios asiáticos: menciona los folíolos paralelos levemente apuntados sería demasiado “tangencial”. Tampoco creo que se les pueda relacionar con las fórmulas bizantinas que, en todo caso, no se difundieron por el sur de la Península. Lo única claro es la pervivencia de la tradición del orden corintio.
Ante la carencia de paralelos claros, es difícil justificar una catalogación, que, sin embargo, podría deducirse de modo inductivo a partir del “ambiente general”, aunque en este caso, por supuesto, con gran carga hipotética, porque jamás debemos olvidar que siempre está presente la diabólica posibilidad de que nos encontremos ante los frutos de un taller marginal.
Siglos IV al VI, pero, por razones que veremos al comentar los capiteles que parecen cristianos más claramente, con mayor probabilidad de que se realizara en los alrededores del año 400.

CM0505
El CM0505 se distingue por soportar un “cimacio” moldurado y escalonado de filiación romana.


CM0603
El CM0603 está asociado a un cimacio troncopiramidal, remate superior de moldura vertical lisa, de ornato sumario mediante haces de líneas serpenteantes y en zigzag y flores. Este elemento creo que nos proporciona una pista sobre la clasificación de esta familia y, en general, de todos los capiteles “evolucionados” de la Mezquita Mayor. Quienes tallaron el cimacio no tenían capacidad para realizar ningún capitel.

CM0605
El CM0605 ofrece ciertas cualidades que lo individualizan: la manera de ornamentar y delimitar los muñones angulares, mediante una especia de alfa mayúscula; y el uso de cenefas “laureadas” o doblemente sogueadas en los frentes del ábaco y en el interior de las hojas de los “acantos”, conformando estructuras con forma de omega minúscula, que, por supuesto, implican sucesión de arcos de herradura en posición invertida.
Cabría plantear si existe algún tipo de carga simbólica de esas formaciones, pero francamente, no lo creo; entiendo que se trata de agrupaciones ornamentales sin mayores pretensiones.

Capiteles de volutas en V

Son tres los capiteles "de volutas en V" a los que podemos valorar en esa tipología sin matices. Los dos primeros ofrecen una concepción volumétrica muy simple, casi prismática. Lo más significativo: la existencia de collarino liso, el ábaco prácticamente cuadrado y  la existencia de elementos relacionados directamente con el universo ornamental cristiano. En todo caso, es destacable que no contienen ningún elemento de simbología explícitamente cristiana y no sé si ello pudiera sugerir que se trate de piezas destinadas a una edificación civil u otra cosa.
Sin forzar demasiado los términos, cabría plantear una posibilidad que pudiera ser especialmente relevante: que procedieran de alguna iglesia ajena a lo que acabó siendo el dogma dominante. En los agitados tiempos de “depuración” del dogma, es posible que se construyeran iglesias arrianas o de cualquier otro credo herético…
Para refuerzo de coincidencias, en este caso, forzadas, ambos sostienen “cimacios” moldurados de perfil escalonado, seguramente de época romana.

CM0805
Sobre lo ya mencionado, el CM0805 se distingue por contar con cuatro grandes hojas angulares, que deberíamos relacionar con las palmas más que con los acantos; y de esa proximidad, acaso debiéramos extraer cierta prevención, puesto que no se aleja demasiado de los repertorios helenísticos.
Especial interés tienen ocho ápices trifoliados, recercados en una “vaina” con cubierta semicircular, que suelen aparecer en los relieves de pilastras y otros elementos rituales cristianos y que podrían aludir a la Trinidad. En este caso, contando incluso con alguna pieza que apuntaría en la misma dirección —véase el fuste del Museo Arqueológico de Córdoba con ornato vegetal que remata en ápices similares—, deberíamos ser prudentes puesto que tampoco son extrañas estas fórmulas en los repertorios grecolatinos.
Las volutas, definidas como todo el capitel, mediante relieves lineales de escaso volumen, están definidas mediante tres vénulas, que derivan de las dos acanaladuras ascendentes hasta la espiral angular. Entre ellas hay un elemento, que recuerda a los conjuntos axiales, y que pudiera interpretarse como hoja o como representación abstracta —torpe oxímoron— de matices femeninos.
El ábaco, prácticamente cuadrado y de bordes rectos, cuenta con una entalladura de escaso volumen, que cumple para definir las cartelas, de perfil semicircular.

CM0810B
El CM0810B es prácticamente idéntico al anterior.


CM0807
El CM0807 cuenta con varias particularidades que lo alejan relativamente de los anteriores: estructuralmente cuenta con dos coronas de hojas lisas, como ya sabemos, preparadas para la talla fina o para ser pintadas; carece de collarino y del motivo axial.
Sin embargo, cuenta con las volutas en V, con diseño prácticamente idéntico al de los capiteles anteriores y asimismo también son del mismo tipo, el ábaco, de perfil rectilíneo, y las cartelas semicirculares.
Con valor anecdótico, me parece oportuno recoger un capitel de la mezquita de Qairuán que se da cierto aire con el cordobés… Ambos podrían pertenecer a la misma época.

Capitel de la Mezquita Aljama de Cairuán, patio
En suma, los tres podrían haber sido realizados en el mismo ciclo cultural, que podríamos relacionar con un momento paralelo a la eclosión de las fórmulas bizantinas. La distancia de ellas podría ser interpretada mediante argumentación obvia: puesto que a esta parte de la Península no llegaron los primeros modelos bizantinos —que sepamos— nada tendría de particular que, como sucede con el conjunto de capiteles “protobizantinos” sevillanos y comparables, apenas se dejaran sentir sus influjos.

Para acotar un poco más las circunstancias de estos capiteles, contamos con un fragmento de cimacio del Museo Arqueológico de Córdoba, procedente del Campo de la Verdad, que contiene la representación de una arquería, que según la cartela, representa la “arcada de un palacio” y ha sido fechado entre finales del siglo IV y principios del V. “No puede ser la “representación de una iglesia”, porque dada la configuración iconográfica, sería tan herética como Santullano de los Prados…  De nuevo, hemos de remitirnos al conocido canon del Concilio de Elvira, que se celebró a principios del siglo IV.

Cimacio del Museo Arqueológico de Córdoba
Digresiones aparte, parece obvio que el fragmento de cimacio se obtuvo de reaprovechar una pieza cristiana en la que había una representación inconveniente, para emplearla en un edificio cristiano nuevo, seguramente adaptado al culto del momento.  Como hemos visto en muchas ocasiones, nos enfrentamos a una época en la que las reutilizaciones componían un peculiar “fósil guía arquitectónico”, si se me permite la figura retórica.
En todo caso, en dicha representación podemos ver cuatro columnas con otros tantos capiteles de volutas en V —representadas con extrema sutileza— que parecen contar  con cuatro hojas angulares. Como me parece adecuada la fecha que se otorga al bloque reaprovechado, podríamos culminar que en las proximidades del año 400, en los alrededores de Córdoba, probablemente,  había, cuando menos, un templo con capiteles de volutas en V.
No creo que este detalle pueda ser considerado determinante, pero sí un indicativo de cierta relevancia para situar el marco de posibilidades donde colocar los tres capiteles de volutas en V. “Casualmente” ese relieve, que parece ser el más antiguo de todos los restos explícitamente cristianos, acredita una calidad que no encontramos en el resto.
Así, pues, en principio, estaríamos obligados a situar estos capiteles en la época mencionada, es decir a partir de los alrededores del año 400. Con actitud conservadora, acaso debiéramos situarlos entre los siglos V y VII, pero en sin perder de vista que parece más probable la talla en los alrededores del año 400.

Capiteles de corona inferior y cuatro hojas angulares


CM0218
En la Mezquita hay dos capiteles de hechura similar, colocados en la zona de Abderramán II, organizados mediante una corona inferior de ocho hojas y otra más de cuatro angulares. Se les podría relacionar con ciertos  modelos corintizantes, puesto que la categoría está concebida para incluir todo lo heterodoxo; de hecho, no deberíamos forzar mucho los términos para considerrlos “corintizantes de cáliz central”
Los “acantos” están compuestos de hojas gruesas y paralelas que incluyen trepanaciones para marcar ojales con folíolos cortos. Poseen conjunto axial que culmina en florón, pero carece de caulículos y volutas.
“Sorprendentemente”, dada su concepción anómala, ofrece una mínima alusión al borde superior del cesto.
El ábaco de ambos está recorrido por una acanaladura de poca anchura que conserva la idea de las molduras tradicionales. En una de las caras del CM0218 y en sus extremos angulares se aprecian erosiones que pudieran ser labra epigráfica torpe. En la de la imagen adjunta pudiera figurar el nombre de Allah.

CM0218. Detalle de una de las esquinas del ábaco
Es curiosa la manera de resolver la unión entre el conjunto axial y el florón, sobre todo, en el CM0218, con una fórmula que recuerda los “apliques” bizantinos. Desde esa relación, que reconozco forzada, y teniendo en cuenta que su estructura se acerca bastante a los capiteles de volutas en V, podríamos decir que esta serie se cuenta entre los que mayor parentesco tienen con las fórmulas bizantinas.
A la hora de catalogarlos, debiéramos repetir lo mencionado en el conjunto anterior —estos dos encajarían con el relieve supuestamente realizado en los alrededores del año 400—. Siglos V-VI, pero con mayor probabilidad de que fueran tallados en los alrededores del año 400.


CM0920
El CM0920, colocado en la zona próxima a la ocupada por la catedral, se distingue por el “maravilloso” aspecto que le otorga el dorado… Ha sido recompuesto irregularmente para dejar un ábaco con una esquina "matada" mediante un sector recto, perpendicular a la diagonal.
En todo caso, es similar al anterior y, muy en consecuencia,  de la misma época.

Capiteles "sueltos"

CM0905
El CM0905 es uno de los capiteles más evolucionados de la Mezquita. De volumen troncocónico irregular, cuenta con una única corona de ocho hojas de folíolos paralelos, de diseño torpe. Sin embargo, en el cuerpo superior apreciamos la existencia del “aparato” completo: conjunto axial, caulículos, cáliz estilizado, volutas y alusión al labio del kalathos, aunque no existe alusión volumétrica . El ábaco es de escasa concavidad pero ofrece moldura incisa.
Es llamativo que todos los motivos de las cartelas-florones se hayan perdido. La posibilidad de que hubieran contenido alusiones cristiana parece una conclusión obvia.
Siglos IV-V.
Soporta un bloque escalonado y moldurado que fue recortado en una de sus caras.

CM0217
El CM0217 es otro de los especímenes especialmente “creativos”. Sobre un sólido envolvente a medio camino entre el tronco de cono y el de pirámide, se estructuran dos zonas de tratamiento desigual que, sin embargo, no es excesivamente extraño. En la parte inferior se dispone una corona de hojas lisas, en formación similar a la de los capiteles de palmas o cañas, pero con vuelta de penca.
La parte superior es más “creativa”: es difícil saber si se trata de la alusión a un capitel jónico —por lo tanto, a un capitel compuesto— o a uno corintio, dado que las “volutas” tienen un desarrollo que recuerda más a una guirnalda que a los zarcillos enroscados de la tradición de Calímaco. La forma de guirnalda hace pensar en ciertas variedades muy evolucionadas documentadas en Asturias (especialmente, en San Adrián de Tuñon), y también entre los que seguramente fueron realizados en época de expansión cristiana de la propia Mezquita.
Llaman la atención las cartelas semicirculares con motivos difíciles de valorar “gracias” al trabajo de los “restauradores” o “consolidadores”. Otro tanto sucede con el ábaco, tapado por la pasta de regularización..
Sobre él existe un bloque retallado en tres de sus caras que en la otra aún muestra un ornato de diseño geométrico en forma de retícula, obtenido mediante un relieve somero.
El capitel podría ser de los siglos IV-VI; y en este caso no me atrevo a definir un momento de mayor probabilidad…

A destacar

La disposición de los capiteles probablemente cristianos en la Mezquita Aljama es desconcertante. Desde la consideración que merecen las fuentes escritas era de esperar que el progreso de conversiones al Islam que relatan se correspondiera con un número más numeroso de piezas cristianas en la ampliación del segundo Abderramán...
Si no he interpretado mal las erosiones del capitel CM0218, estaríamos ante un muestra demoledora de la habilidad de los tallistas del siglo IX.

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