miércoles, 7 de mayo de 2008

Morir mirando arte. Más sobre la iniciativa de Gregor Schneider

Por Ignacio Navas

Antes de entrar en el problema moral, tengamos en cuenta que la persona que muere, se expone voluntariamente, el artista le "crea un espacio para morir", no "lo enseña en una galería". Se ha pactado un orden de visitas, eso es otra historia, pero el hecho de mostrar la muerte, es algo que la persona moribunda elige (creo que eso de nuestra vida pertenece a Dios ya no cabe aquí…), el artista no mata a nadie, de hecho, la intervención del artista, no afecta a la salud del paciente (salvo niveles de "confort"). Y por supuesto, a nadie le obligan a contemplar el espectáculo.
Viéndolo de esta manera, desde la piel del futuro fiambre: Yo me muero, un tío me ofrece morir en un paraíso, ligado a los entornos artísticos que ya estoy ligado... y encima, colaboro para crear una obra de arte. No suena tan mal, al menos no como "me van a exponer agonizante en una galería para que todo el mundo pueda verme como si fuera gran hermano... yo ahí muriéndome y la gente disfrutando..."
En fin, la obra, que es lo interesante, yo creo que se podría analizar en tres puntos:
- Disfrutar de la muerte propia (evidentemente, eso solo lo hace la persona que muere, no hay que olvidarlo). Como he dicho antes, viéndolo desde, "puedo estar en una cama de hospital, o en un entorno bello, pues la elección tal vez sea hasta sencilla". El tema esta lo de las visitas, a mí personalmente no me gustaría que cualquiera pudiera verme agonizar, pero si al hombre no le importa... No se que rango de visitas privadas habrá, pero si realmente las visitas solo son las que el hombre y su familia elijan, pues no se...
Esto revindica el perder el miedo a la muerte, no ver la muerte como algo catastrófico, sino como algo natural y """placentero""".Tal vez, el moribundo no sea el objeto artístico… sino la obra, sea realmente para el disfrute del moribundo.
- Plantear diversos temas, aquí es donde puede habitar el interés artístico/filosófico del tema, como el proceso mortuorio como algo bello (esto tal vez sea demasiado atrevido al defenderlo, y tal ve me equivoco) pero lo que si que no falla, es ligar el arte a la muerte, romper ese tabú.
Los tabús se han ido rompiendo a lo largo de la historia del arte, y ahora las roturas las defendemos casi como derechos humanos (desnudos y libertad sexual). ¿Se imaginan que en unos años se revindique el derecho a disfrutar estéticamente de la muerte propia?. Creo que no es traer la muerte al arte, sino llevar el arte a la muerte (no en sentidos metafóricos, no nos confundamos, no hablo de la muerte del arte).Otros temas que plantea, como ya he dicho, el disfrute de la muerte propia, el concepto de morirse…
- Perspectiva de negocio que te cagas... Se ha dicho a modo de broma en el foro pero lo explico mas abajo, ya que esta desvinculado de los elementos artísticos que puede tener, aunque viéndolo desde el punto que Horcajada explico el otro día, eso de que los artistas son excluyentes de la sociedad y tienen una especie de deber moral con ella, se podría encajar... pero bueno, tal como lo planteó el, da para otra discusión que afecta amas ámbitos, y este en concreto es solo uno mas sin importancia, se resolvería con la misma formula que los otros.
Visto así, con estos tres puntos, no veo que problema ético hay, el problema ético que yo veo, es que alguien ajeno a el mismo vaya a verlo morir como si fuera a ver un león en una jaula, en esto mantengo una postura similar al a taurina, que el ser humano disfrute viendo a alguien/algo sufrir me parece bastante degradante... pero bueno, esto es un problema ético en si, no la obra, otra cos que la obra lo replantee…
Si la gente que va a verlo diciendo "voy a ver un paleto morir" (como lo vende el titular) yo le aconsejaría que no fuera, la perspectiva creo que es otra... muy diferente.
La existencia del espectador, como persona completamente ajena al fiambre, solo cobra sentido si observa el proceso y sobretodo la parte que ha creado el artista, el fiambre es una parte mas, la parte para la que ha sido creado, pero no el espectáculo en si, como ya he dicho, el verdadero espectáculo es para el muerto.Aquí entraña la duda de si es arte o no, salvando lo típico de arte/artesanía que plantearía si se convirtiera en negocio (leer mas abajo), pero el Taj Mahal es digno y respetado… y nadie se queja, pero es algo parecido, quitando el componente romántico que tanto vende y que fue a posteriori…
Viéndolo de esta manera, parece no haber ningún problema ético, pero los museos parece que no les hace mucha gracia acoger la obra... Esto ya plantea problemas serios, que se engloban en los comentarios por encima de este...
Jugarse el tipo es poner en demasiada evidencia la ética del museo, y mucha gente se cabreara... Tal vez el problema es otro, esta "exposición" probablemente no salga rentable, y no me extrañaría que los gastos realmente fueran de la mano del fiambre, ya se dice que las visitas estarán controladas, y probablemente sean muy escasas, pero esto depende del tipo, si el quiere que cualquiera pueda verlo, bueno, el tipo lo decide. ¿Qué paso con el viejo Papa de los católicos?
El negocio, el negocio... tal vez la parte más importante... No seria lógico vincularlo a museos y otras instituciones artísticas... nada, nada lógico, va mas bien por una empresa más similar a una funeraria, salvo que te cobran desde que estas un poquito vivo, me explico:
Creo que lo que el tío quiere hacer, es crear un proceso funerario similar a los tanatorios, solo que aun en vida, no se como será la obra, pero me lo imagino rodeado de un ambiente digamos que le guste al moribundo (esto lo he supuesto durante todo el articulo, sino evidentemente no tiene sentido)
Me atrevería a decir que no se puede decir que es arte, ya que podría ser una vez, pero luego el proceso esta al punto para que lo repita con ricos que quieren un funeral a lo grande, así que tal vez pierde su sentido artístico, cobrando un rango mas artesano. Me explico, si hace una cadena de pre-funerales rápidos y glamorosos, vale, pero los planteamientos que se den, ya no serán artísticos, sino mas bien una especie de moda social de clases altas. Aunque la historia de presentarlo como algo “artístico” le puede dar una publicidad muy interesante… recuerdo que soy partidario de pensar que algo por ser bello o trabajoso no es arte, sino por otros motivos.
Para admitir eso, de producirse en serie casos, sino, la teoría pierde algo de sentido, pero como negocio la verdad que no es malo, imagino que el ya lo ha barajado, repito, como proceso funerario, de ahí ha llamarlo "ARTE"...
Acabando ya, volviendo a los problemas artríticos que plantea: ¿La obra que es? ¿El fiambre? ¿El espacio que crea? ¿La idea de crear un espacio elevando la idea de la muerte? No hay ninguna falta de respeto a nadie con esta obra a mi parecer… No me pidáis respuestas porque realmente, no me atrevo a darlas, no me considero capacitado para bajar la guillotina y llegar a una conclusión, me he limitado a analizarlo con mente fría y de manera que las cosas encajen de manera lógica, ya he dicho antes que tal vez me haya equivocado... pero decir, es arte o no, es difícil, pero según lo veo yo, no por el problema moral que se puede plantear rompiendo el tabú (y eso que ahora esta muy de moda romper tablitas), sino porque en cierto modo, los fines van por otra parte... No sabría decidirme... El problema rompedor, tal vez sea considerar el elevar al nivel del arte el proceso funerario, incluyendo la muerte, no el entorno que crea... y eso de nuevo, es un tabú, y siempre romper un tabú contrae problemas éticos...
PD: ¿Nadie le recuerda las pirámides egipcias?

2 comentarios:

  1. Creo que el "artista", por encima de todo, busca provocación. La muerte, obviamente, es una cosa natural, pese a estar tachada con la etiqueta "tabú". En las pirámides se buscaba el mitificar al muerto, no creo que se hicieran con la intención de convertirse en obras de arte, tenían una funcionalidad enlazada a las creencias egipcias. Pero lo de este hombre es ofrecer la vista de la muerte. Es jugar a ser un "semidios", yo estaré allí los últimos momentos de tu vida y finalmente te veré morir.Es como un pacto con el diablo, diciéndolo con la boca pequeña.Se frivoliza la muerte, se convierte, por encima de todo en un espectáculo. Cada uno debería vivir la muerte (paradoja) a su manera, y mentalizarse de una manera individual, sin imposiciones.No de una manera colectiva y superficial, el hecho de crear un netorno crea materialismo. Pero si "el artista" y el moribundo están de acuerdo, y mientras no hagan daño a nadie, que hagan lo que quieran.

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