lunes, 17 de mayo de 2010

Un paseo por Córdoba

Volver a Córdoba mil años después descoloca las vísceras y desvirtúa los sentidos... Es terrible escuchar a los guías decir estupideces en el interior de la que fuera mezquita mayor, hoy condenada a basamento simbólico de una catedral que, en su pretensión de grandeza, ofende la sensibilidad estética de cualquiera... Parecen aleccionados por la Conferencia Episcopal para explicar la mezquita con criterios afines a los de Las Edades del Hombre, como si su conservación tuviera el sentido retórico de enfatizar la "grandeza" de la fe católica; por supuesto, con unas gotitas del gracejo andaluz, que asegura la afinidad emotiva con los receptores del discurso sesgado. Y lo más deprimente es que las personas agrupadas alrededor de estos cicerones aceptan los cuentos como si asistieran a un show o a una demostración de ingenio de cualquier personaje de Tele 5. Si yo fuera militante de IU culminaría este comentario, profetizando el apocalipsis ante tales alardes de manipulación histórica e ignorancia pasiva, pero como estoy en otra onda, me limitaré a enfatizar la relación que esta circunstancia tiene con el nivel educativo medio de los ciudadanos y con esa indolencia providencialista, que me parece resto fosilizado, precisamente, de nuestro pasado musulmán... Porque repetir millones de veces que los musulmanes "invadieron" la península Ibérica y fueron expulsados a medida que avanzaba la Reconquista, para dar a entender que en España no queda nada de al-Ándalus es una tontería tan solemne que aún ruboriza oírla. El solar patrio fue islámico durante 900 años y es cristiano desde poco más de 500.

Cobran 8 € por entrar y, de momento, permiten realizar fotografías, incluso, con apoyo de flash... Seguramente, esa permisividad desaparecerá pronto...
En el reverso de la entrada podemos leer unos renglones sorprendentes, tanto por el estilo literario como por el contenido:
"Normas que han de cumplirse por el visitante (sic):
Tener en cuenta que visitan un templo católico, antigua basílica cristiana y mezquita de Córdoba (...)" (sic)
Supongo que en la entrada de las catedrales de Toledo, Sevilla, Almería, etc., pondrá algo parecido: "... antigua mezquita y actual templo católico"... Estrategia de manipulación vaticana que también mencioné el año pasado al hablar del cartel colocado a la entrada del Panteón de Agripa-Adriano: "Insigne basilica collegiata 'Sancta Maria ad Martyres'. Il 13 maggio 609 il Pantheon è stato consacrato da papa Bonifacio IV a Basilica cristiana". Por supuesto, el afiche no decía nada del sentido conciliador con el que fue ordenado construir el Panteón, para que todos los dioses verdaderos convivieran en armonía:
"Quise que este santuario de todos los dioses representase el globo terrestre y la esfera celeste, un globo dentro del cual se encierra la semilla del fuego eterno, todo contenido en la cueva esférica" (Marguerite Yourcenar).
Con la entrada obsequian al visitante con un "tríptico" (en realidad, son cuatro hojas) donde, con mejor estilo y un elocuente uso de las mayúsculas y minúsculas, podemos leer:
"La Catedral de Córdoba no es simplemente un monumento o un templo intercultural; y tampoco una Mezquita, sino la iglesia madre de la Diócesis. El término "catedral" deriva de la "cátedra" del Obispo, desde la cual ejerce como pastor de todo su pueblo. Por eso una catedral es imagen expresa de la Iglesia de Cristo que predica, canta y adora en toda la extensión de la tierra. De ahí que el valor y la belleza de la Catedral de Córdoba no resida en la grandiosidad de su arquitectura, sino en la sucesión apostólica del Obispo, al presentarse a los fieles como símbolo de su servicio pastoral y de la unidad de la Iglesia, fundada en la Palabra de Dios, en los sacramentos y en la comunidad creyente."
Y tras una descripción que enfatiza en exceso el carácter de la edificación cristiana, el "tríptico" culmina con "una reflexión":
"Es la Iglesia, a través del Cabildo Catedralicio, quien ha hecho posible que la antigua mezquita del califato de Occidente, la Catedral más antigua de España, patrimonio histórico de la Humanidad, no sea hoy un montón de ruinas. Porque una de las misiones de la Iglesia siempre ha sido custodiar e inspirar el arte y la cultura.
La visita a la Catedral de Córdoba puede despertar la exigencia de una Belleza más grande, que nos e marchite con el tiempo. Porque la belleza, al igual que la verdad y la bondad, es un antídoto contra el pesimismo, una invitación a gustar la vida, una sacudida que suscita nostalgia de Dios"
Sencillamente, bochornoso. Hacía tiempo que no leía algo tan ofensivo para la inteligencia. ¿Escriben para estúpidos? ¿La catedral más antigua de España? Con un tinglado de explotación turística como el actual, cuando acuden a la Mezquita de Córdoba gentes de raíces culturales diversas, ¿se puede sostener una actitud tan cerril? Cuanto más leo textos de este tipo, más cerca me siento de Richard Dawkins cuando dice que las religiones, además de servir para atenuar frustraciones, tienen el "pequeño inconveniente" de potenciar los enfrentamientos entre las personas. Verdaderamente, es irritante leer el "tríptico" que entregan junto a la entrada de la antigua Mezquita Mayor de Córdoba, tanto por las inexactitudes y las falsedades históricas como por los comentarios hipócritas. Y, desde luego, no entiendo que con la normativa actual (Ley del Patrimonio Histórico Español), se mantenga la titularidad eclesiástica sobre los restos de la edificación islámica, convertidos en fuente de ingresos y tramoya accesoria de un entramado propagandístico dogmático. Creo que el Estado debería poner coto a una situación tan extravagante, que perturba el funcionamiento de nuestra estructura industrial más poderosa y, por supuesto, el uso cultural de nuestro patrimonio.
¿Córdoba capital cultural? Aquí todo el mundo próximo al sector turístico (cultural) espera la llegada del maná... Y las instituciones refuerzan esa actitud para no perder votos de los estamentos sociales más impresentables, esos que reclaman la llegada del dinero como si ello dependiera de la voluntad de Allah. Y lo digo así, porque algunas de las peculiares cualidades andaluces acaso tengan relación directa, precisamente, con el prolongado pasado islámico, y entre ellas el profundo sentido religioso. Para muchos andaluces, como para todos los buenos musulmanes, el aspecto religioso forma parte substancial de la forma de vida, de sus entretelas culturales.
Sorprende que con el potencial arqueológico de la antigua capital del califato, se concentren los esfuerzos para incrementar la cifra de turistas mediante reconocimientos institucionales... Sería más rentable emplear el dinero de esas campañas de imagen para consumo de propios y extraños en desarrollar proyectos arqueológicos o en acondicionar los museos y el imponente patrimonio histórico-artístico...
Podría repetir lo que ya manifesté para el caso segoviano; creo que son situaciones parecidas. La gestión del patrimonio monumental es igual de lamentable; la infraestructura... Es difícil encontrar en toda Europa lugares de gran interés cultural gestionados con visión más miope. Todo lo destinado al turista es caro, en ocasiones, excepcionalmente caro. Por ejemplo, es difícil encontrar un restaurante "de consumo común" que ofrezca menús por menos de 20 € y, salvo en las grandes cadenas, por lo general, la comida no es buena y el servicio, deplorable. Es preciso salir de las zonas de los guiris para encontrar establecimientos razonables. Francamente, me sorprende que en tiempo de crisis, cuando se está gastando dinero a espuertas en iniciativas surrealistas, no se le haya ocurrido a nadie emprender un plan ambicioso de excavaciones arqueológicas que, además de los objetivos científicos, tuviera el horizonte de multiplicar la oferta cultural... Francamente, no lo entiendo.
Francamente, tampoco entiendo la situación de al-Zahra, que lleva más de cien años padeciendo proyectos arqueológicos de escasa ambición, que no culminan en la recuperación del yacimiento de gran potencial cultural (y turístico) que todos esperamos. Se diría que no interesa a recuperar el esplendor califal... ni en formato de ruina arqueológica.
¿Y al-Zahira? Aún se discute el emplazamiento de la ciudad palatina de Almanzor, en la actualidad, recordada por un Carrefour... Da que pensar.
Al parecer, existe un proyecto para "poner en explotación cultural" los restos arqueológicos próximos (templo romano) al Ayuntamiento nuevo... Ya era hora.
Para una persona aficionada a viajar e interesada por los asuntos culturales, es mucho más barato y reconfortante cruzar la frontera para llegar a cualquier ciudad de importante patrimonio histórico-artístico...
¿Córdoba capital cultural? Si las autoridades políticas y administrativas continúan eludiendo imponer sensatez a la política de patrimonio histórico-artístico de la Iglesia, sería mejor que trabajaran por recibir el título de "Capital ecuménica europea" o por solicitar que el estado Vaticano se instale en Córdoba, Sevilla o, incluso, Madrid. Seguimos siendo la reserva espiritual de Occidente...
Atrapado por la nostalgia, me apetecía experimentar la sensación del "infinito tangible" proporcionada pos las hileras de columnas y, por supuesto, fotografiar los hermosos capiteles del mihrab, testigos expresivos de la continuidad cultural entre la tradición grecolatina y las corrientes arquitectónicas califales. Aún hoy habrá quien no tenga clara la cronología de estas piezas entre el siglo IX y el siglo II... El carácter romano de estos capiteles es demasiado obvio, incluso aunque no lo viera o no lo quisiera ver Gómez Moreno. Y aunque sea reiterativo, insisto en manifestar mi juicio de que los dos corintizantes de tallos entrelazados deben contarse entre los capiteles más hermosos de cuantos produjeron los tallistas romanos y han llegado en buen estado al siglo XXI.
Volveré otro día, a primera hora de la mañana, cuando no haya aglomeraciones turísticas ni voceros aborregados para pasear con más tranquilidad y completar mi documentación gráfica… si para entonces las autoridades eclesiásticas aún permiten realizar fotografías con flash.

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