sábado, 28 de mayo de 2011

Celtiberia Show: El juguete puede ser declarado Bien de Interés Cultural



El juguete puede ser declarado Bien de Interés Cultural; así, en general. Al menos, de ese modo ha aparecido la noticia en los "medios"...


El otro día, una buena amiga me reprochaba —elegantemente— que en este blog me manifestara excesivamente "crítico" con las actividades museísticas; y, contando con las mil circunstancias que dificultan el desarrollo de estas instituciones, me sugería estar más atento a lo que sucede en el Ministerio de Cultura y, por supuesto, en las Conserjerías afines...  
Me han sobrado días para ser receptivo y obediente, porque hoy mismo (28-5-2011), delante de la pseudo-fachada hospitalaria del Reina Sofía, en el rectángulo definido por las calles de Sánchez Bustillo y Santa Isabel, nos hemos encontrado con una evento amparado por la cúpula de esa institución que, por sus relaciones con entidades de dudosa reputación, más parece palacio de Juan Sin Tierra que ministerio.
Se trataba de una campaña publicitaria encubierta, promocionada por la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes (AEFJ) que, según parece, tiene un objetivo directo y otro instrumental. El primero: conseguir que El juguete sea declarado Bien de Interés Cultural, por lo que ello supone de beneficios y prebendas más o menos encubiertas para este sector industrial. El objetivo directo: vender más juguetes... como corresponde a cualquier campaña publicitaria.
En la plaza de habían desplegado un tenderete con varias mesas y muchos osos de peluche; entre ellos se movían unos pocos niños (diez o quince), tres o cuatro equipos de televisión, varios animadores pendientes de las cámaras, y unos cuantos curiosos interesados en fotografiarse en ambiente tan peculiar. Los osos ofrecían el lema de la campaña: "Soy cultura. El juguete, Bien de Interés Cultural".
Y me acordé del oso de peluche de IA...  pero sobre todo, del que apareció en Eyes Wide Shut, para prefigurar al otro, poco antes de que la protagonista cerrara la trama de la película: "Hay algo muy importante, que debemos hacer lo antes posible"... Pues eso. En el sistema liberal, agitan la sonaja y cuando echas a deber, has perdido "la honra".

IA

Eyes Wide Shut
Lo más surrealista del caso es que el otro día la ministra, Ángeles González Sinde, manifestó su apoyo a la demanda de los fabricantes, cuando éstos montaron el happening a las puertas del Ministerio. Y dijo que "en la cultura el componente del juego es fundamental" y expresó su preocupación porque los niños abandona los juegos prematuramente...
Según recogieron los medios, un "dirigente" de los jugueteros insistió en que pare ellos es importante "sensibilizar a la sociedad de la importancia que tiene el juguete en el desarrollo físico e intelectual de los niños desde que nacen, dado que es un instrumento de extraordinaria importancia en la transmisión de valores culturales y sociales". Asimismo, añadió que "el juego es más antiguo que la cultura y un derecho universal reconocido por la ONU desde 1989, por lo que hay que promoverlo al máximo".
¿Promover al máximo el consumo de juguetes? Pues a mí me parece que las autoridades culturales y, muy especialmente, las educativas, deberían hacer, precisamente, lo contrario: fomentar la reducción drástica en el consumo de juguetes —los que se publicitan— y favorecer que los niños jueguen del modo más sencillo posible, mediante objetos triviales (pelotas, cuerdas, etc.). Las razones:  
1. Porque los juguetes cuyo consumo desean incrementar los industriales del sector son instrumento fundamental para introducir a los niños en el consumo compulsivo y, por consiguiente, en procesos contrarios a los objetivos educativos. Los niños no tienen "instrumentos" para defenderse de las campañas publicitarias y desean todo lo que se les ofrece.
2. Porque pueden determinar problemas de integración  social. Los educadores saben lo inconveniente que puede ser para el desarrollo de la sociabilidad de un niño que reciba juguetes muy diferentes (en cuanto a calidad, cantidad y precio) de los que reciban sus amigos y compañeros.
3. Porque, con la tasa de natalidad bloqueada por los fenómenos socioculturales conocidos por todos, raro es el niño que no recibe demasiados juguetes. Y esa sobreabundancia, que se pretende incrementar, lleva implícita una "anomalía" que rompe, incluso, el juego social del regalo, porque cuando llegan a la "segunda fase de Piaget" (a partir de los 2-3 años), los niños discriminan según criterios impuestos desde las estrategias publicitarias y no desde lo que le puede ser más útil para divertirse.
4) Porque son instrumentos para activar un consumo ajeno a las necesidades no impuestas de los niños, pero que los tienen a ellos como "instrumentos" activadores (mecanismos de preprogramación genética asociada a la infancia). En la actualidad, los juguetes movilizan un proceso en el que el niño se convierte en receptor pasivo de las necesidades emotivas (o de otro tipo) de los adultos circundantes. Esta situación es particularmente clara en el primer estadio de Piaget (menos de 3 años), cuando el niño no tiene capacidad para rechazar nada y quienes le rodean le apabullan con mil juguetes supuestamente educativos... que, en algunos casos, cumplen función contraria a sus necesidades de desarrollo, porque son empleados para que se entretenga solo: y en esa edad, lo que más de la ayuda a desarrollarse es, precisamente, relacionarse con sus padres, con los hermanos, con los abuelos...
La campaña encubierta, al emplear grandes osos de peluche, se ha centrado, precisamente, en este proceso que, al contar con la aprobación de las autoridades, ha incrementado considerablemente sus posibilidades.


Sintetizando...

Magnífica campaña publicitaria.
Nueva torpeza de la ministra de cultura —cuya actividad sigue siendo incompatible con las mayúsculas que exige la Academia—. ¿La industria juguetera supone muchos puestos de trabajo?. Una política inteligente aplicada a la conservación y "puesta en valor" de los Bienes de Interés Cultural generaría muchísimos puestos de trabajo y sus frutos para la industria turística serían inmediatos.

4 comentarios:

  1. Una maniobra magnífica. De esta manera a los niños no les costará como adultos deglutir otros bienes culturales isomórficos

    http://www.flickr.com/photos/richardalen/4389775783/

    http://www.sotoencameros.net/2007/10/las-gominolas.html

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  2. En ocasiones parece que el Ministerio de Cultura fomenta el desarrollo de consumo, es decir, la anticultura.

    También quisiera hacer alusión a “Clan TV”, espacio de TVE infantil en el que aparecen dibujos educativos que luego pasan a ser juguetes a los que se refiere el artículo. En mi opinión todo esto atenta drásticamente contra el desarrollo creativo del niño, gracias a que los educadores altruistas y desinteresados forman nuevas empresas como “Nickelodeon”, que embolsan al año varios miles de millones en todo el mundo…y generan empleo a su vez.

    Pero, ¿Y el niño? Está desprotegido nuevamente. El Ministerio de Cultura hablaba de la posibilidad de prohibir el “regalo” de juguetitos con comidas calóricas en España (Mc Donalds, Kinder…) Y paradójicamente, lanza a su vez una campaña ahora cuyo último fin es el niño. Es decir, no solo atentan contra la salud física del niño, sino que bombardean a la vez su salud mental coartando la necesidad natural de desarrollo creativo que tiene todo niño, formando un ejército de borregos que han sido pervertidos en ese aspecto. Luego hablan de la protección del menor…esto es un ejemplo de pederastia. Una sociedad menos creativa, que piense poco…eso es lo importante (un ejemplo de fascismo). Lógicamente, esto tiene sus repercusiones…

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  3. estoy totalmente de acuerdo con la entrada publicada, pero siendo realista, erradicar una serie de juguetes y dejar para los niños las combas, pelotas y gomas elásticas es muy difícil. aun así en los colegios los juegos que predominan siguen siendo en los que interactuan varios niños, como los anteriormente nombrados (comba, pelota,etc.

    así que procurar al máximo la relación de los niños con otros de su edad, evitando el uso excesivo de los juguetes individuales.

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  4. Pero que manía con la cultura, ... !oyen campanas y no saben de donde¡ ... Se habla de que estamos ante <> o <> pero quizás todo este escenario entorno al juguete no haga más que demostrar que estamos, como dijo Jose Luis Brea, ante unas sociedades del (escasíssimo) conocimiento o sociedades del capitalismo (in)cultural, donde se mezclan curras con merinas.

    Desde luego que en el desarrollo del niño el juego es primordial, es a través de éste por el que desarrolla sus habilidades, destrezas y su aprendizaje ... pero juego no significa 'juguete', que por el contrario se utiliza como cajón de sastre para meter cualquier utensilio con finalidad dudosa y materiales cuya toxicidad y peligrosidad podrían ser también cuestionables.

    Pero claro está, como ahora las industrias culturales, de espacimiento y ocio son el mercado con mayor producción y el arte se abre camino a través de este con las producciones inmateriales, han visto el cielo abierto y han intentado darle un poquito de caché al asunto y hablar de 'cultura' o de 'bien de interés cultural' , cuando realmente se trata pura y simplemente de un asunto de economía de mercados y un camuflaje de intelectualidad y conocimiento que ahora tambien se paga bien a pesar de la situación catastrófica en la que estamos sumidos. Menos mal que nos queda sol...

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