domingo, 1 de mayo de 2011

El Parque del Agobio


Hemos peregrinado a Madrid Río… que algunos ya nombran “Parque del Agobio”. Quien no lo comprenda, debe darse un paseo en días festivos, preferiblemente por la tarde.
Otra obra paradigmática de Albertosis I, el Grande, con los aditamentos propios de las corrientes arquitectónicas posmodernas que imperan en tierras mesetarias… Es pretencioso, pero ¿para qué sirve? ¿Será un parque deconstruído? Hemos buscado las metáforas ocultas o sugeridas...
Entre los puentes de la Princesa y el de Praga han construido a ambos lados del aprendiz de río sendas plataformas de circulación por la que discurren miles de personas a pié, en patinetes, en bicicletas, en sillas de ruedas, en triciclos, en botas con ruedas, en mecanismos ultramodernos mecanizados… Caminar por allí los domingos por la tarde es como hacer lo propio por La Puerta del Sol, en tiempos navideños. Esta conexión con la actividad festivo-comercial podría ser una metáfora subyacente...


Es de suponer que los aficionados a las bicis aprovechen la nueva normativa y se marchen a la calle Serrano, mucho mejor acondicionada… Además, no tendrán que soportar los efluvios aromáticos de algunas zonas (culminación deconstructiva). Si así fuera, el parque estaría potenciando la interconexión social que pretenden los paladines liberales más castizos. ¿Segunda propuesta metafórica?
Su diseñador deseaba ofrecer al paseante un ambiente vinculado con la Pedriza… Más parece que hubiera pretendido recuperar la vieja M-30, invariablemente embotellada, para uso peatonal. Tercera metáfora de connotación nostálgica.


Todo según conviene al juicio histórico que se está construyendo el actual alcalde a costa de nuestras deudas: bloques de granito de gran tamaño, albardillas colosales, bordillos descomunales, bloques graníticos por todas partes… ¿Referencia a la Pedriza o a Cuelgamuros? Cuarta apuesta metafórica... paradójica.
Para guinda del pastel, la metáfora más brillante y sugerente: ahí están esos dos puentes de hormigón visto, con representaciones de tipos populares por el interior, que eran infinitamente más interesantes cuando estaban encofrados... Deduzco que debemos valorar la obra final como recuerdo del proceso constructivo (creativo). Deconstrucción arquitectónica pura y dura.


Si Le Corbusier levantara la cabeza…

1 comentario:

  1. No está mal que tratemos de potenciar el patrimonio de la Capital, pero me sorprende el orgullo auto infundido del amor a lo tradicional como ostentación... fanfarronería, ¿complejo?

    Y más orgullosos de ser madrileños que nunca, snobs prostituyen el tiempo de nuestros abuelos con pretextos candorosos que desvirtúan dramas sociales como las deudas y demás problemas graves.

    Hoy he escuchado en la radio que Madrid está haciendo un reclamo al Estado de varios miles de millones de Euros… ¿Qué nueva magnificencia nos aguarda? Estamos en manos de políticos…

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