domingo, 21 de diciembre de 2014

Una semana crucial

La presente semana se ha despachado con varias noticias de enjundia. Entre lo global destaca el fin del bloqueo a Cuba, que seguramente tardará mucho en alumbrar grandes ventajas para la población cubana; pero por algo se empieza. Los analistas dicen que ello supone el definitivo fin de "la Guerra Fría"... Teniendo en cuenta el comentario del señor Obama ("todos somos americanos") acaso defina un punto de inflexión en la política hacia el cono sur, teniendo en cuenta también lo sucedido en los países que, poco a poco, se desprenden de la "tutela" del gigante del norte. Hace pensar en el proceso movilizado tras la caída del muro de Berlín, cuando desapareció el "paradigma" que ponía freno a la extrema "liberalidad" de los mercados. Sí, francamente, creo que él día 17 de diciembre de 2014 pasará a la historia como el momento que definió el comienzo de una era, cuyos procesos asociados nos afectarán a todos de una u otra amanera... Tal vez. para bien.

En lo doméstico han destacado varios acontecimientos que, si hubieran sucedido en una sociedad desarrollada, habrían agitado brutalmente las estructuras de la convivencia. El día 15 la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal se dejaba caer con un juicio para sus incondicionales, cínico, sibilino y alucinante: 

"La secretaria general del PP, María Dolores Cospedal, ha asegurado hoy que "la corrupción no es patrimonio de nadie" porque "lamentablemente es de todos" y "la misma corrupción que puede haber en un partido político, la hay en la sociedad en general".

El día 18 los medios recogían dos noticias inimaginables en cualquier país desarrollado: la protesta de los 18 magistrados de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo ante las injerencias del muy piadoso ministro del interior, y la dimisión del Fiscal General del Estado... "por razones personales".
Y aunque parezca increíble, la pugna ente Heráclito y Parménides se ha inclinado del lado de aquél, cuyas ideas podrían interpretarse como negación de la presencia inmutable del Tao. En España no hay otro camino que el circular, pero circular de radio chiquito. "Estamos saliendo de la crisis" y punto. 

Las razones que ayudan a entender la pasividad del sistema político en su conjunto, aparecen hoy mismo en Voz Pópuli: las deudas de los partidos políticos españoles con los bancos alcanzan cifras que en palabras del redactor, si correspondieran a una empresa o a una familia implicarían su quiebra o desahucio, respectivamente: 


Me pregunto si la quiebra de los partidos supondría la desaparición del sistema democrático, tal y como ahora mismo está concebido... ¿Hemos gastado por encima de "nuestras" posibilidades? Obviamente.
¿Estamos saliendo de la crisis? ¿De qué crisis?
¿La corrupción es de todos? España, país de guerreros, místicos y pícaros... Siguiendo las enseñanzas de Stanley Kubrick en La chaqueta metálica, esta entrada sólo puede acabar de una forma:

2 comentarios:

  1. Lo bueno de la ambigüedad taoísta es que permite tal infinidad de interpretaciones que hasta el Lao Zi puede servir de manual para los que gustas en llamar "pijos del Monopoly":

    61 C1a XVII (Según la edición de Iñaki Preciado)

    De un gran gobernante,
    los de abajo sólo conocen su existencia;
    al que no lo es tanto,
    lo aman y le elogian;
    al que menos,
    le temen;
    al de inferiores cualidades,
    le cubren de denuestos.
    Si no es hombre de palabra,
    nadie le tendrá confianza.
    (El buen gobernante) es cauto,
    mide en extremo sus palabras [u "órdenes"].
    Remata con éxito los negocios todos,
    y el pueblo llano dice: estamos en armonía con la Naturaleza.

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