martes, 8 de marzo de 2011

Arte, monjas y malhechores...


Para Mafalda

Parece el título para una película de Don Spiegel... o de Santiago Segura... Tiempo al tiempo. La noticia tal y como aparece en El Periódico:

"Un convento de monjas denuncia el robo de 1,5 millones de euros
Más de un millón de euros (exactamente 1,5), la mayoría en billetes de 500 euros guardados en bolsas de plástico en un armario. Ese es el robo que las responsables del monasterio de Santa Lucía --una comunidad cisterciense femenina y de clausura que lleva casi medio siglo ubicada en el barrio zaragozano de Casablanca-- denunciaron el pasado lunes a la policía.
El Cuerpo Nacional de Policía, bajo la coordinación del juzgado de Instrucción número 9 de Zaragoza, ha abierto una investigación en la que también se indaga el origen del dinero, ya que la tenencia en efectivo de una cuantía tan elevada resulta cuanto menos llamativa al tratarse de una comunidad religiosa de este tipo. El detalle de los billetes de 500 guardados en bolsas de plástico dentro de un armario también llamó la atención a los encargados de la investigación.
Las religiosas echaron en falta el dinero a primera hora de la mañana del lunes de la semana pasada. Esa noche, mientras ellas dormían, alguien forzó una de las puertas de acceso a uno de los edificios del convento y revolvió en su interior. Las responsables de la comunidad se percataron rápidamente de la elevada cuantía del botín del robo.
Las integrantes de la comunidad religiosa se dedican a diferentes tareas, como la encuadernación y la restauración de libros, así como la recuperación de pergaminos.
En Santa Lucía vive Isabel Guerra, conocida como la monja pintora, una artista cuya cotización va en aumento. Cualquiera de sus dibujos puede costar entre 2.500 y 12.000 euros y sus cuadros llegan a alcanzar los 48.000 euros en el mercado del arte. Guerra suele exponer cada tres o cuatro años y vende todo lo que expone. De hecho, en la galería Sokoa de Madrid, que lleva su representación, suele haber lista de espera de compradores. Guerra fue protagonista en el año 2000 de una polémica y exitosa exposición retrospectiva en La Lonja de Zaragoza que vieron 120.000 personas."

¿Quién decía que el mundo del arte era para snobs atocinados y virgos viejos? 
Recuerdo aquellos lejanos días, cuando cierto profesor ególatra explicaba a sus alumnos la diferencia entre "Arte" y "arte", según los criterios de quienes entienden de esas cosas... Y el susodicho mostraba las imágenes empalagosas de la "monja pintora" para retorcer las vísceras de los más ingenuos, que acaso se habían apuntado a Bellas Artes con la muy noble y loable intención de pintar como Isabel Guerra...  
—¡Eso no es arte! ¡Eso es una mierda! —rugía.
Si alguien le increpaba, acostumbraba a matizar:
—¡Como mucho, artesanía! —se paraba a reflexionar y continuaba— A lo mejor tiene interés estético...  Si las contemplamos como pinturas religiosas... Habrá que hablar con la Conferencia Episcopal —remachaba con ironía.
Si alguien demandaba más información, seguía:
—Tiene vendido todo lo que hace antes de enseñarlo...
Y luego se explayaba con la idea de arte que tienen ciertos sectores sociales, escasamente informados en asuntos estéticos posmodernos...
He seguido las andanzas "artístico-religiosas" de Isabel Guerra con mucho interés porque, en su propia existencia, se manifiestan contradicciones (estéticas, religiosas, éticas, etc.) de tamaño XXL... pero nunca me imaginé que llegara al purgatorio de Santiago Segura... ¿Torrente 5?
Ahora resulta que un desaprensivo, de momento, anónimo, ha robado los ahorros que unas pobres y candorosas monjas habían reunido con paciencia de hormiga obrera durante quinientos años... Tres mil billetes de 500 € que, como "colaboradores" de tele 5, atesoraban en bolsas de plástico, colocadas con primor en un almario...
Desde las preguntas del periodista, se me abren los esfínteres imaginando las respuestas... Todas son para descojonarse...  Sin ser Sherlock Holmes, es fácil adivinar la participación de alguien vinculado al convento...  Como soy muy romántico, me imagino a una joven monja atolondrada y, por supuesto, pecadora, informando a un amigo...  Se adivina el tufillo del maligno con aerofagia  de pecados capitales. Avaricia, seguro. ¿Lujuria? probablemente. Acaso, envidia y soberbia, porque como decía cierto teólogo del siglo XVII, esos pecados detestables viajan arracimados. No imagino componentes de pereza, gula e ira, aunque, como observara el marqués de Sade, todo es posible entre las piedras de los conventos.
Como soy realista, también imagino algún pecadillo venial por no declarar a Hacienda las rentas de la monja pintora...  Nada importante. Además, si todos los religiosos hacen votos de pobreza, ese dinero tiene que ser producto de la voluntad divina y a ver qué garzón doctorado en leyes y con oficio de magistrado, tiene bemoles para demandar a Dios por delito fiscal.
Un filón para el "estilo" conciso, elegante y depurado de Santiago Segura...

4 comentarios:

  1. ¡Qué tiempos aquellos!...Bárbaros.
    (momento flashback:violines,atardeceres un poco desenfocados,blanco y negro,lalalalalalala...)

    Antes no sabíamos distinguir Arte de arte, pero hoy, por fin, lo hemos entendido...
    Un descojone. Una forma ideal de celebrar el día de la mujer.
    Grandísimo tu post.
    Besos

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  2. Día de la mujer trabajadora... ¡Y, por supuesto, ahorradora!

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  3. "son ahorrillos", dicen las monjas,
    ¡Cuánto talento en la sombra!...
    ¡Que empiecen a proponer medidas para recortar el déficit nacional YA!

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  4. La fe y la gracia obran maravillas; si además el poder político se inhibe, aparece el milagro. Supongo que en el Vaticano habrán tomado nota para sustituir a san Lucas.

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