viernes, 25 de marzo de 2011

La ciencia frente al espectáculo


Rosa María López me envía las referencias cruzadas entre Alejandro Sanz y Lucas Sánchez, del Centro Nacional de Biotecnología. La anécdota fue suscitada por un comentario desafortunado del cantante en su guerra por defender los derechos de autor. Así lo recogía Público:

"Más concretamente, el cantante compara el derecho que tienen que tener los menores con Sida en el continente africano a acceder a medicamentos, algo legítimo para ellos, con los derechos de autor de los creadores que, para él también son legítimos, asegurando que ambos deben ser protegidos.
"Demuestren que están a favor de los derechos.. De los derechos de los niños con Sida en África a tener medicación a su alcance. No me jodan con estupideces... Saben que los derechos de los creadores son legítimos...", asegura Sanz en su Twitter. "Y si después de todo esto todavía son capaces de poner en duda que una idea tiene que ser protegida entonces vengan conmigo a los pueblos de África y vean el talento y si no tienen huevos callense, cagones", asegura".

La réplica de Lucas Sánchez:

Hola Alejandro,
Hace muchos días que ando dándole vueltas a la ley Sinde, a los derechos de autor, y leyendo tus desafortunados tweets . Ahora que tengo las tres cosas juntitas, déjame que te comente algunas cosas.
Soy científico, investigador del Centro Nacional de Biotecnología y actualmente “Visiting Assistant in Research” en la Yale School of Medicine, en New Haven, Conneticcut.
Trabajo en el desarrollo de varias vacunas para el tercer mundo, aunque intento centrar mis esfuerzos en la Leishmaniasis, una enfermedad olvidada que mata e incapacita en África, Asia y Sudamérica. Sí, esos mismos sitios para los que, de vez en cuando, puedes montar una parranda benéfica. Y aunque no lo sepas (y muchas personas no lo saben) es esa enfermedad que hace que miles de pobres niños tengan el vientre hinchado y mueran. La misma que hace que sus padres no puedan trabajar. Entre nosotros, ese tipo de enfermedades que hace que el Tercer Mundo siga siendo tercer mundo.
Cuando consigo que mi trabajo funcione, tras muchísimas horas de laboratorio exponiéndome a múltiples riesgos para mi salud, intento publicar mis resultados. ¿Sabes lo que pasa cuando lo hago? Que la revista se queda con todos mis derechos de autor. CON TODOS. Si quiero, no sé, poner una figura de mi trabajo en algún otro formato, tengo que pedir permiso. Por mi figura. Por mi trabajo. Y te hablo de figuras en blanco y negro. En color no podemos pagarlas.
¿Sabes por qué? Porque PAGO POR PUBLICAR. Sí, en serio, lo hacemos. Mi laboratorio tiene que pagar para poder difundir los avances científicos que puedan curar a esos niños o a sus padres en el futuro. PAGO POR PUBLICAR y tengo que pedir permiso por mi figura, por mi trabajo.
Ahora podrías meter en 140 caracteres que luchar por mis derechos no impide que tú lo hagas por los tuyos, yo seguiría leyendo.


Desde que el hombre es hombre, desde que el ser humano es humano, ha demostrado que necesita expresar sus sentimientos. Y de ahí surgió el arte. También, al mismo tiempo, surgieron las preguntas de qué hacía aquí. Los famosos “de dónde vengo, quién soy, y adónde voy”.
Y es que las dos cosas, ciencia y arte, son humanas, pero no por ello profesiones.
Mira, no sé, 100 o 200 años atrás. El arte lo hacía el que podía permitírselo. Y la ciencia también. Hasta Darwin descubrió el origen de las especies en un tour por el mundo, en el que vio que los pinzones de unas islas tenían los picos más grandes que otros. La gran revolución científica vino de un viaje de alguien que pudo permitírselo.
Ahora, industria mediante, los artistas cobran por entretener y los científicos cobran por descubrir cosas. Una maravilla para los que no somos de familias ricas y queremos hacer ciencia o arte.
Yo me he quejado y mucho de mi falta de derechos. De intentar defender lo que ahora, para mí, es más que un reconocido trabajo. Y también creo cosas.
La diferencia es que yo con un salario tengo. Y lucho por un salario digno. QUE ME PAGUEN POR MI TRABAJO. No creo que tenga sentido que me paguen tiempo después por mis logros. Te recuerdo que lo que yo quiero es una vacuna para el tercer mundo. Y pagar mis facturas. No quiero ningún rendimiento extra que no me merezco. No quiero derechos de autor, quiero que mis avances sigan derechos a conseguir su objetivo.
Entiendo que quieras que te paguen por tu trabajo. Y deberías (que lo haces) negociar lo que te paga una discográfica por grabar un nuevo disco. O que defiendas tu caché en los escenarios. Pero cobrar también impuestos sobre los CD, discos duros, lo-que-sea que la S.G.A.E quiera inventar para sangrar al ciudadano medio, perdóname muy mucho, pero yo lo veo excesivo. Intentar lanzar una ley que te permita cobrar más de lo que te toca porque la industria que a ti te trata bien se está muriendo, lo siento, pero no. Limitar las libertades individuales para maximizar vuestro beneficio no es justo.
¿Sabes por qué tengo un blog de divulgación científica? Para que el mundo vea que la ciencia es importante. Para que posiblemente en el futuro sea una profesión digna. Yo no busco hacerme rico. Yo no quiero recortar libertades. Yo lucho por cambiar la industria que hace que mi actual profesión me obligue a tener otra con la que, juntas, poder pagar las facturas.
Y por favor, no vuelvas a comparar los derechos a recibir medicamentos de los niños pobres con el derecho a declarar culpable de piratería a diestro y siniestro. Que ya lleváis demasiado tiempo cobrando por ello. Renovaos o morid. Pero no hables de los que de verdad mueren aunque de vez en cuando reciban tu calderilla.
Atentamente,
Lucas Sánchez.

Mi acotación a Lucas Sánchez: 
Aunque la mezquindad del cantante sea manifiesta, no es un problema de argumentos sino de intereses... o, tal vez, de privilegios consolidados. Pero lo más lamentable no es la actitud del cantante sino la de unas autoridades que anteponen los intereses de Alejandro Sanz (industria del espectáculo) a los de Lucas Sánchez (infraestructura científica). La industria del espectáculo proporciona votos; la infraestructura científica, críticas.

3 comentarios:

  1. ¿y conocemos la respuesta del cantante a este comentario de Lucas Sanchez? realmente me interesaría leerlo, mas que nada para ver como sale del pequeño aprieto...por supuesto son intereses y privilegios dados por muy asentados y muy probablemente asegurados de por vida.
    Lamentablemente, no solo el mundo de la ciencia se encuentra en esta cruda situación,el mundo del arte se ve también ignorado,no es algo "práctico" como algunos dicen, no es un billete morado, y el comentario de Lucas Sanchez refleja a la perfección esta lastimera realidad.

    ResponderEliminar
  2. Lucas, tienes toda la razón,aunque hoy en día parece que los cantantes y los futbolistas son el eje central del entretenimiento mundano, nunca lo fué en los últimos miles de años y por supuesto no lo será en los miles que le puedan quedar a la humanidad; los avances ciéntíficos son el verdadero motor de la humanidad pero esto es tan injusto que premiamos más al de las pataditas al balón o al que se le ocurre que quiere ser cantante, que no digo que triunfar sea fácil, pero ni Alejandro Sanz ni Messi se merecen la décima parte de lo que les está pasando, por mucha calederilla que repartan.
    De todos modos siempre te entenderé pues me pasa lo mismo con el arte clásico de la arquitectura al cual me dedico e intento subsistir por pura vocación mientras el gobierno se gasta millonadas en el cine español (es el 7º arte dicen pero que no llega a los 120 años de vida........no cuadra no)y en nuestros afamados y ricos actores mientras las recaudaciones de sus trabajos son pésimas, por algo será; a nuestra cultura latina nos gusta más el famoseo de tal manera que los programas del tomateo televisivo son máxima audiencia, lamentable; claro está siempre a la sombra de Italia, master en cultura latina decadente.
    Si no hay científicos no hay avances, si no hay arquitectos........................qué acueducto de Segovia verás dentro de 2 o 3mil años, o catedrales o lo que estemos por evolucionar en la actual maltrecha arquitectura desde que salimos de la cueva (único momento de la historia en donde la arquitectura no existía). Eso sí las cancioncitas de uno y las pataditas al balón del otro en 2-3mil años nada se sabrá y eso es la verdad.

    ResponderEliminar
  3. Para Belén:

    ¡Conocemos la respuesta del ministerio de cultura! Echa un vistazo a las concesiones de Medallas al Mérito en las Bellas Artes

    Para Anónimo:

    Todo lo que mencionas al hablar de cantantes y futbolistas es "lógica natural" del modelo liberal aplicado en un país culturalmente subdesarrollado. Se destaca aquello que proporciona beneficios.

    Sobre el resto de lo que dices (cine, arquitectura)... En España se invierte muchísimo más en arquitectura emblemática de promoción institucional que en cine... Pero la cuestión es demasiado amplia para afrontarla en un comentario de este tipo

    ResponderEliminar