domingo, 6 de marzo de 2011

La cerca madrileña del siglo XVII


20 Minutos ofrecía el pasado 3 de marzo en primera página una noticia vieja: "La Iglesia ha construido en Las Vistillas sobre un muro del s. XVII protegido". 
La noticia es vieja porque la destrucción de la vieja cerca viene de lejos, de cuando el Arzobispado  de Madrid decidió construir un "minivaticano" en una zona arqueológica especialmente sensible por su proximidad a varios emplazamientos documentados de antiguo. La Asociación de Amigos de La Cornisa-Vistillas lleva mucho tiempo denunciando la situación de los trabajos, cuando menos, "irregulares", de acuerdo con la legislación vigente. El Ayuntamiento, por su parte, parece tener muy claro lo más conveniente para el interés general, a pesar de las sentencias judiciales...



Con actitud poco ejemplarizante y como en tantas otras ocasiones comparables, el gobierno del Estado se inhibe y, además, ofrece actitud poco ejemplarizante al forzar el espíritu de la Ley (leyes urbanísticas y del Patrimonio Histórico Español) para crear en las proximidades el futuro Museo de las Colecciones Reales, cuya inauguración, está prevista para dentro de unos años. El nuevo y deseado museo garantiza alteración importante de uno de los perfiles más característicos del  Madrid antiguo, aquel  del  que procede su nombre...
Seguramente estamos  lejos de lo sucedido con el teatro de Sagunto o en muchas catedrales españolas y "objetivamente" es indiscutible el escaso interés arqueológico de la cerca del siglo XVII, pero el caso ofrece otro ejemplo más de cómo se priorizan las decisiones de gobierno en asuntos de patrimonio histórico: los intereses de las instituciones políticas, administrativas y religiosas están por encima de la Ley. Y los ciudadanos solo podemos esperar que milagrosamente se crucen intereses políticos y la conservación de algún elemento se convierta en piedra arrojadiza, como sucedió en la Puerta del Sol o en la plaza de Oriente...
Me pregunto qué sucedería  si, al construir una mezquita en Madrid, aparecieran restos de un poblado del bronce...
Tendremos "minivaticano", aunque años después los jueces dictaminen que su construcción fue ilegal

2 comentarios:

  1. La Ley de Patrimonio en este país es una broma pesada. En primer lugar por su inverosimilitud; en segundo lugar, por su relevancia "cero".

    Una vergüenza, vaya.

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  2. Y casi siempre, la clave está en el mismo sitio. Además de los vicios del sistema, el poder político no tiene el menor interés en imponer el cumplimiento de la ley más que a quien no tiene poder. Y no conozco a ningún "pringao" que tenga un palacio del XVII o una catedral gótica. Por desgracia, el asunto no tiene solución sencilla, porque si el Estado impusiera la Ley, tendría que iniciar un proceso de expropiaciones y no me imagino al señor Zapatero o al señor Rajoy diciendo que van a expropiar la "catedral" de Córdoba, por ejemplo.

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