martes, 25 de enero de 2011

Había una vez un circo...




Es lo bueno de vivir en España, tierra de pan y circo permanente. Acaso  compongamos una sociedad preindustrial y pre-racional, predispuesta a lamer culos de vientres poderosos y a poner nuestro destino en manos de la diosa Fortuna y de otros eventos aleatorios y externos...  A estas alturas nadie sabe quién controla el flujo monetario o, lo que es lo mismo, quién manda: los alemanes, los americanos, los chinos, los rusos... Esta mañana alguien decía en la radio que "las Cajas de Ahorros no son de nadie". "¡Hòsti, nano!" —respondió mi amigo Gerard, que es de Torredembarra, al oírlo.
A cambio de tanta estulticia sociológica, nos regalamos y obsequiamos a nuestros visitantes con sol, botellón, desmadre... toros y circo, sobre todo, muchísimo circo. Seremos gilipollas, pero gilipollas enrollados.
La noticia, con vocación de retahíla infinita, es que Álex de la Iglesia, molesto con el cariz que ha tomado la gestión del ministerio de cultura (seguimos con las minúsculas), con una ministra empeñada en sacar la ley anti-descargas a toda costa, incluso dejando en la cuneta a compañeros de viaje e intereses sagrados (pacta sunt servanda),  ha anunciado su intención de dejar el cargo de presidente en la Academia Española de Cine. Lo ha explicado en todos los medios con generosidad anecdótica... Me ha hecho reflexionar y sonreír  la acotación publicada por Europa Press:
"Tengo que reconocer —dice Álex de la Iglesia—  que estos dos años al frente de la Academia han sido de los mejores de mi vida. He aprendido mucho, he conocido gente estupenda, pero desde un ángulo distinto al del director. Comencé reconociendo que me bajaba películas, sobre todo porno, y sentó fatal a los distribuidores, a los exhibidores y toda la profesión en general. Incluso me llamó mi madre. Esas declaraciones adolescentes me llevaron a reunirme con ellos y entender su punto de vista."
¿Seguimos hablando de creación cultural?
Y aunque los medios se han encargado de enfatizar la respuesta de Álex de la Iglesia para convertirlo en un héroe de cruzada posmoderna (en sintonía con los valores culturales de Berlusconi), casi al mismo tiempo y mientras el presidente de la SGAE hacía guiños al PP, la ministra manifestaba su voluntad de modificar el canon digital...
¡Acabáramos!
En solidaridad con Álex de la Iglesia, Santiago Segura ha dicho que dejará de ser "académico". ¡Eso sí que es una tragedia para el mundo de la Cultura! Con un poco de suerte, cunde el ejemplo y cierran esa institución que nació con olor a polilla... por supuesto, después de entregar "los Goyas".
Tenemos circo surrealista para rato...

1 comentario:

  1. ¿Nos sorprendemos de algo?
    Todos tenemos que ser fieles a nuestras ideas o a nuestra imagen creada...
    En fin, ¿quien será el próximo presidente? lo mismo alguien altruista que cede gratuitamente un año una colección de cuadros, aunque no sea actriz, guionista, directora...siempre se podría argumentar con la difusión del arte y otros objetivos de la academia.
    Por cierto, ¿no os parece curioso que la causa por la que un presidente renuncie a su puesto haya sido causada por un antiguo presidente? ¿Podrá ser que las creencias de los individuos sean distintas según el lugar que ocupan en la sociedad o instituciones? Esto lo comento porque la importancia que se dá al intercambio de información parece una de las llaves clave de los objetivos de la Academia.

    En fin, siempre podemos considerar que no somos los únicos, las ideas de los que ostentan el poder en numerosas ocasiones han sido secundadas a pesar del desconocimiento de su validez, sino analicemos el caso de algún gobernador de California...

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