domingo, 25 de noviembre de 2012

Cartografías contemporáneas. Dibujando el pensamiento


Al ver el título de la exposición en los "medios", imaginé varias posibilidades, que encajaban mal con las prácticas expositoras de la entidad con sede en el edificio de Herzog & de Meuron.  Imaginé una "versión resumida" de la organizada por Georges Didi-Huberman en el Reina Sofía hace año y medio (ATLAS. ¿Cómo llevar el mundo a cuestas?). "Dibujando el pensamiento"... Imaginé otra exposición más en la línea de las que fueron frecuentes durante los años ochenta al amparo de la psicología cognitiva, cuanto recibieron especial eco social teorías formuladas a partir de los años cuarenta, trivializadas en el mundo inglés por Tony Buzan, que a su vez, se inspiró en ciertos relatos literarios. Imaginé mil posibilidades más, imposibles de transcribir en un texto necesariamente conciso...
Reconozco mis limitaciones, mi incapacidad para alcanzar lo que se ofrece en la segunda planta de la antigua central eléctrica. No sé si es un "paseo relajado" o mejor, una "reflexión divergente" construida sobre la relación entre la realidad y su representación proyectiva o una propuesta más ambiciosa: ¿una "reflexión divergente" sobre la representación?. No me gusta entrar en el campo de las intenciones, pero...
¿"Reflexión divergente"? Como es habitual entre las paredes del Reina Sofía, me acordé de Alain Sokal... ¿Por qué los "expertos en arte" tienen tanto interés en recurrir a cuestiones ajenas? Debe ser herencia del "academicismo mediceo".  Por desgracia, el resultado suele ser, cuando menos,  "discutible". La exposición es un muestrario de expresiones difíciles de entender si no se emplean los sobreentendidos habituales en el mundillo del arte; esos sobreentendidos retóricos (¿metáforas?) que, invariablemente, remiten a universos poéticos o emotivos... pero que, con frecuencia, recuerdan a los soufflés.

En el tríptico y a la entrada de la exposición, podemos leer:

"El ser humano siempre ha necesitado proyectar y construir estructuras para entender el caos que es la vida. Los mapas fragmentan la realidad y nos permiten presentarla en forma de tablas. De esta manera, traducimos y codificamos el espacio físico, pero también el conocimiento, los sentimientos, los deseos y las experiencias vitales.
El hecho de poder representar la Tierra en un plano, proyectar un objeto tridimensional en dos dimensiones, construyó una formidable transformación. Con este proceso se adquiere la idea de espacio, que ha dado forma al pensamiento europeo. Como señala el geógrafo Franco Farinelli, desde los inicios del conocimiento europeo no existe otra manera de comprender las cosas que no sea a través de su imagen. Difícilmente podemos ir más allá de su apariencia, de su representación.
(...)
Esta exposición presenta un tema de ramificaciones inabarcable. Partiendo del arte, un microespacio de libertad donde repensar y replantear los modelos de conocimiento, propone un mapa —arbitrario, subjetivo e incompleto, como todos los mapas— de las cartografías elaboradas por artistas del siglo XX y de la actualidad que nos invita a interrogarnos sobre los sistemas de representación que usamos y las nociones que subyacen en ellos."

¿El ser humano siempre ha necesitado proyectar y construir estructuras para entender el caos que es la vida? El sistema visual humano establece —genera— "estructuras organizadas" que permiten al individuo entender lo que le rodea... Pero de ahí a expresar que las estructuras sirven para entender el caos vital va un trecho demasiado amplio; si quien redactó el texto estaba pensando en el aparente caos de la naturaleza, más que en el caos de la vida, la disconformidad sería absoluta. Particularmente no creo que las "estructuras" —¿los mapas?— sean útiles para ordenar el "caos de la vida". Los mapas, los planos, son "documentos" convencionalizados con una cualidad potencial: ofrecer gran cantidad de información útil para el navegante, el constructor, etc. Por no hablar de los dibujos tradicionales o las estructuras lineales que delimitan áreas de cromatismo o luminosidad más o menos afines. 
No me parece más afortunado el segundo párrafo: ¿Con la capacidad de proyectar los objetos tridimensionales sobre un plano se adquiere la idea de espacio, que ha dado forma al pensamiento europeo? Reitero lo ya expuesto: los sistemas proyectivos, la geometría proyectiva en general, son recursos descriptivos pergeñados por el ingenio humano con finalidad eminentemente práctica. Como no me parece oportuno recuperar el oscuro debate engendrado por Thomas S. Kuhn sobre la preeminencia entre los diferentes componentes de las revoluciones científicas, me limitaré a expresar cierto escepticismo sobre el modo de entender la aparición de la geometría proyectiva, porque tal y como está escrito el texto, no sé si están pensando en Catalhoyuk (ha. 6000 a.C.), en  Ptolomeo, en la Forma Urbis Romae, en Viator, en Alberti o, incluso, en Gaspard Monge.
La cita adjudicada a Franco Farinelli también es discutible, al menos, en este contexto: ¿no existe otra manera de comprender las cosas que no sea a través de sus imágenes? ¿Difícilmente podemos ir más allá de su apariencia, de su representación? Si estuviéramos hablando de los niveles de comprensión (percepción visual) que Panofsky llamaba "primarios", tendría sentido la frase de Farinelli, pero creo entender que aquí supone recuperación platónica y aunque algunos autores equiparan percepción con noesis (νόησις), el estado actual de los conocimientos descalifica esa equiparación.


No es menos discutible lo que ofrece el panel dedicado a los "Mapas de lo intangible":

Borrados por la racionalidad europea y clasificados como esoterismo, la astrología, el misticismo y el ocultismo, entre otros, han permanecido durante siglos en el limbo de la cultura oficial, junto a todo aquello que sobrepasaba los límites espacio-temporales o que no podía ser demostrado empíricamente.
Para el filósofo esotérico Rudolf Steiner, "el objeto del conocimiento no es repetir de forma conceptual algo que existe sino crear una esfera completamente nueva que, combinada con el mundo que nos llega a través de los sentidos, constituye y completa la realidad."
En el siglo XX, el psicoanálisis abrió la primera grieta en la concepción del ser humano como sujeto racional al otorgar protagonismo a los sueños y al inconsciente. Paralelamente, la teoría de la relatividad formulaba que el tiempo y el espacio dependen de la velocidad y la masa, y la cuántica, la imposibilidad de medir con precisión absoluta.
En la actualidad, médicos y neurólogos investigan la influencia de los estados mentales y emocionales sobre el cuerpo. Y la física propone modelos de difícil ratificación experimental, como la teoría de las cuerdas, que con 10 y hasta 26 dimensiones rompen con nuestra percepción tridimensional del espacio.
Este apartado ofrece cartografías que hacen visibles aspectos intangibles. Muestran estructuras de dimensiones no siempre indagadas mapeando lo vibracional lo suprasensible, lo multidimensional, el inconsciente y los sueños"

¿El esoterismo, la astrología y el misticismo fueron marginados por la racionalidad europea...? No; lo que sucedió fue otra cosa: el desarrollo científico consiguió despejar la superchería, las supersticiones, los mitos o los "fenómenos sobrenaturales", del conocimiento, sin que ello supusiera discutir la "realidad" de "lo intangible" o, incluso, la naturaleza de los mitos.  
No entraré en la frase adjudicada a Rudolf Steiner, ajena a este contexto, por simplificar la argumentación, pero sí en lo expuesto en el tercer párrafo... Las aportaciones de S. Freud supusieron, precisamente lo contrario de lo que sugiere el contexto. El psicoanálisis ofrece un "modelo humano" que, por primera vez, desde la caída del Imperio Romano,  prescinde de los valores "espirituales" impuestos por los dogmas cristianos. En ese sentido, deberíamos hablar de una reformulación de "lo intangible", no de negación de la "racionalidad". Freud nos hará notar que en la mente humana existen "componentes" de cualidades diversas, difíciles de entender desde la simpleza de los modelos anteriores, siempre deudores de la idea de "alma", según el dogma cristiano. Pero si Freud levantara la cabeza y contemplara que sus aportaciones son colocadas junto a la recuperación del  esoterismo, la astrología y el misticismo, reventaría de indignación. Las tres instancias de la personalidad, el id, el ego, el superego, las pulsiones inconscientes, la líbido y demás categorías psicoanalíticas no presuponen negación de "la racionalidad", de la capacidad humana de organizar el conocimiento según referencias lógicas. El propio psicoanálisis es una "teoría" construida según los modelos científicos de principios del siglo XX. 
¿En la actualidad, médicos y neurólogos investigan la influencia de los estados mentales y emocionales sobre el cuerpo? La influencia de los estados mentales y emocionales sobre el cuerpo se conoce desde los tiempos de Hipócrates, por no hablar de la medicina china.
Desde lo ofrecido en la exposición, me ha parecido gratuita la alusión a la teoría de cuerdas, que algunos juzgan demasiado hipotética... ¿Es importante indicar al visitante que la exposición se ha realizado teniendo en cuenta la "naturaleza" del bosón de Higgs?
El último párrafo es elocuente:
"Este apartado ofrece cartografías que hacen visibles aspectos intangibles. Muestran estructuras de dimensiones no siempre indagadas mapeando lo vibracional, lo suprasensible, lo multidimensional, el inconsciente y los sueños"
¿Hacer visibles aspectos intangibles? ¿"Mapeando lo vibracional"...?

No sé si quienes han organizado esta exposición perseguían ofrecer una reflexión sobre la idea de representación, sobre la representación plana del espacio, sobre las proyecciones, sobre las posibilidades de las representaciones gráficas para sugerir espacio o realidades no perceptibles... Francamente, aún ignoro el objetivo de esta exposición cajón de sastre, que contiene obras de cierto interés estético y demasiadas de colecciones privadas. Los textos que la ilustran me han parecido poco esclarecedores, demasiado inclinados hacia la "retórica" posmoderna, cada vez más convencionalizada... no sé si más académica o, incluso, más dogmática.

1 comentario:

  1. Coincido en la incertidumbre de objetivo de tal exposición. Al visitarla me sentí como quien navega por internet y va enlazando una página con otra; al cabo de varios clics has perdido el hilo pero sigues navegando guiado por el poder de la distacción.
    Esta exposición, saturada de obras a mi juicio( más de 80 piezas), necesita unos planteamientos difusos y vagos que sean capaces de admitir obras tan dispares como la Boîte-en-valise de Duchamp o unos dibujos de Ramón y Cajal sobre las células.

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